GONZALEZ FAUS

No tenía localizado a González Faus, no suena tanto como Olegario. Me ha agradado escucharle en esta entrevista, un hombre que sin acritud sabe decir las cosas, puede resultar críptico y elevado, pero "la lleva". Aquí su credo a sus 80 años. Habla justo y preciso. Y además estas declaraciones que son de 2010, reinando Benedicto, vienen como anillo al dedo con el asunto del nacionalcatolicismo al que a pesar de haber sido criada y amamantada en él he acabado conociendo por los libros.


Se refiere en el minuto 11 a la recalcitrante iglesia española, uniforme e inquisitorial. Mis palabras son más duras, pero al fin y al cabo viene a ser lo mismo. Entre los obispos alemanes hay más variedad de opiniones. Aquí el silencio de los corderos bajo la égida de quien manda. No debería haber ni censura ni represalias en la iglesia, hay delación y a determinados delatores se les presta oídos en Roma. Muy buena la observación sobre la investigación bíblica que nos va descubriendo la verdadera historia de muchos textos, que puede ser desengaño. La jerarquía por miedo oculta estos avances. Pero sin sarampión no hay crecimiento en la fe, no se puede explicar mejor. El pueblo perderá la fe porque no se le deja madurar en ella. No hay derecho a que los jerarcas consideren al creyente de a pie como "tontos piadosos".

Da testimonio de que hace cuarenta o cincuenta años había pluralidad en la iglesia de España. Estaban los Guerra Campos que cuando salían en la tele la gente se iba del bar para no oírlo, por el tono integrista y antiguo. La intolerancia es la angustia de no tener razón.

Sí, y los intolerantes no se quedan en serlo, procuran dejar a la gente que los abandona en la calle con lo puesto.

Curiosamente los religiosos en sus órdenes correspondientes respiran más libertad que la que se puede respirar a la sombra de la jerarquía. También les pasa a las monjas de Estados Unidos, a las que se mueren por someter al paso desde Roma. Las congregaciones religiosas están mal vistas por la jerarquía porque les gustaría que se dedicaran a rezar el breviario y poco más. Es curioso que las órdenes contemplativas sean más abiertos que las organizaciones laicaS en medio del mundo. Quienes trabajan con marginados incluso bordeando lo decoroso desde el punto de vista estrictamente episcopal y recomendable nunca saldrán en televisión. Recuerdo a las llamadas "teresitas", en Pamplona tenían una casa. ¡Incluso ayudando a abortar! supremo pecado. Que diferente es subirse a un púlpito a predicar sobre asuntos cuya verdadera tragedia en la vida nunca se ha vivido de cerca, qué diferente acercarse al que sufre una penalidad y darle la mano y un hombro. Qué diferente. Si nos fuera dado ver la verdadera radiografía de las personas que cumplen las enseñanzas evangélicas más de uno se iba a dar un susto de no verse integrado.

Habla del obispo Samuel Ruiz de Chiapas, que permitió diáconos casados, que ayudaban y sostenían en la fe. Y que por lo visto desde Roma se cortó por lo poco conveniente. Piensa González Faus que las reformas acabarán llegando por mucho que se empeñen, tarde y mal.
Recuerda como 200 años después de la revolución francesa, sus ideales, libertad, igualdad y fraternidad resulta que son ideales cristianos para JPII. Yo estaba allí, cuando los Derechos del hombre, que debían de ser una especie de biblia anticatólica en Francia desde 1789 fueron propuestos hasta en los folletos editados por el Opus. Recuerda lo que se perdió en la querella de los ritos chinos, porque el Jesuita Ricci  y compañeros supieron inculturar la fe y todo al hoyo "por las típicas celotipias eclesiásticas". Si no se hubiera desmantelado aquello hoy el cristianismo en Asia sería otra cosa.

Señala la crítica al progreso bien hecha, la de Walter Benjamin, Simone Weil, Metz.

Alegría de encontrar a alguien tan sensato por estas latitudes. Y que da testimonio de ese catolicismo sociológico de ricos español que es una auténtica lacra y que ahí está estorbando.

Su libro sobre las herejías del catolicismo actual merece la pena.