EVOLUCIONISMO POLITICO ESPAÑOL I
La esperanza viene de América. Gestos que indican no se toma por un Buda, como estábamos tan acostumbrados, jamás algo así, llamada internacional, en las relaciones paterno filiales que tanto cacareábamos, "con vínculos más fuertes que los de la carne". Sí, vínculos con el money, ese bien agarrado.Qué forma de tomar contacto, de no perderlo. Me parece que otros siempre mirando hacia las cumbres, nunca se mezclaron ni pensaron en los de abajo. Emocionante mensaje.
Y de aquí me ha gustado que la formación es obra artesanal no policíaca. Revísese el blog para comprobar cuál de los dos tipos se nos aplicó. La distinción pecador/corrupto, más que interesante.
Hay muchas ideologías políticas en el el catolicismo español. Hermet distingue tres grandes grupos en la dictadura: tradicionalismo, catolicismo liberal (centristas y democristianos), catolicismo revolucionario. Nuestros hermanos, curiosamente ninguna de nuestras hermanas, estaban en los dos primeros grupos. Sin llegar nunca a rozar la llamada democracia cristiana, siempre minoritaria en España, y por diversas circunstancias no especialmente apoyada por la jerarquía eclesiástica. Al contrario que en Italia.
TRADICIONALISMO
Empezamos con Donoso Cortés, un extremeño del que Federico Suárez, capellán de la Zarzuela, cura numerario de los primeros, profesor de historia en Pamplona, sabía bastante. Me parece entender que el célebre jurista pro nazi Carl Schmitt también admiraba a Donoso Cortés.
Luego vino Balmes, jesuita tradicionalista pero no tanto. Esos dos del XIX.
Y el tradicionalismo que más nos gusta es el de Acción Española surgida en torno a Vegas Latapié y Ramiro de Maeztu. Decían que a este último habían copiado los opus iniciales. José María Pemán, escritor que se movió como pez en el agua entre ACNP, Opus Dei y en general en el régimen de Franco defendía un estado cristiano, nacional y corporativo.
Un mártir tradicionalista de la guerra fue Vïctor Pradera. Por eso tiene colegio con su nombre en Pamplona. Fusilado en 1936: "la legitimidad política y la libertad humana proceden de Dios y no de decretos revolucionarios".
Los primeros falangistas no eran en muchos casos ni siquiera creyentes. Ledesma Ramos, Sánchez Mazas. Jose Antonio tenía afinidad con esta corriente. Pero tras la Victoria de 1939 triunfa la doctrina de Acción Española. Por el imperio hacia Dios.
Javier Conde se encargó del maquillaje ideológico del régimen, desligarlo del totalitarismo mussoliniano y hacerlo más amable para los aliados vencedores de la segunda guerra mundial.
El Fuero de los Españoles de 1945 es una especie de Carta de los Derechos Humanos adaptado al caso español. Con elementos carlistas. Una puesta al día del tradicionalismo. Fue Javier Conde el que inspirándose en el que inspiró doctrinas nazis, que mal queda hoy decir esto, escribió "República política y régimen español". Así nos enteramos de que el Caudillo sólo es responsable ante Dios y ante la historia. Un poco como su sucesor actual a la cabeza del estado español. Por encima de la ley. El mejor pasaporte para la corrupción propia y ajena. Empezando desde arriba. Como quería nuestro santo fundador, que de las cumbres llega el agua a los valles, así pasa con los desfalcos en España.
Inspirado en la autoridad carismática de Weber dice Conde que el Caudillo ejerce plenamente tanto una autoridad suprema de origen sobrenatural como una función perfecta de la nación definida esta como cuerpo místico y político movilizada para la realización de un destino universal. Cuando se obedece porque se tiene fe en la ejemplaridad del que manda, es en la cúspide del mando donde se centra propiamente la representación.
El anhelo español será trascender de la coyuntura histórica contemporánea dentro de una vía de salvación situada en un horizonte resueltamente cristiano.
Me parece que la lista de herejías la tienen confundida en Roma. Vaya mezcla. Muy de aquí por otra parte. Me pregunto cuántos españoles se han apuntado a la teoría del caudillaje. Responsables sólo ante Dios y ante la historia e irresponsables ante el resto de la población. Hasta hoy.
Estas eran las bases.
Ahora llegan los neotradicionalistas. Sus ideas están recogidas en revistas y folletos que no innovan con respecto a lo ya dicho.Para los integristas del mundo España es el modelo:desde Claudel, Georges de Nantes, Plinio Correa de Oliveira.
En 1970 la Fraternidad Sacerdotal de Avila,de la que tanto se quejaba Tarancón, hacía un manifiesto pro "marcha atrás" en la historia. El reciente Concilio y la jerarquía de la Iglesia eran las causas de los males. Los neointegristas son especialmente beligerantes con los católicos "tibios" como por ejemplo la corriente representada por la revista "Vida Nueva".
Siguen con su revista "Reconquista", su victimismo de que poco agradecido Occidente por no reconocer el papel de España como freno del comunismo. Y el cáncer de los pueblos está en la democracia.
Antisemitismo en sus publicaciones "¿Qué pasa?" y en "Cruz Ibérica". Lucha contra la conspiración judeo-masonica.
"Cristo necesita de guerrilleros y de trapenses", dirá un neointegrista en La Vanguardia, 15 de enero de 1970.
La revista ¿Qué pasa? lanzaba anatemas, incluidos jerarquía y Papa. Cardenal Benelli, Jozquín Ruiz Giménez, se verán acusados de promover la falsa ideología de la democracia cristiana a la italiana. "Fuerza Nueva" llamó a Pemán "criptorrojo".
TECNOCRACIA
Y al lado de estos furibundos neointegristas aparece el proyecto tecnocrático, mucho más amable en las formas. Es una versión moderna de la ideología católica totalitaria. Contradictorio con el espíritu del Concilio, hoy son sus defensores frente a los san Pío X, el proyecto tiene el mérito de reflejar un esfuerzo racional de adaptación al pensamiento político de una fracción de la extrema derecha española y a los imperativos de la era industrial.
Hermet duda de si se puede imputar una ideología única a los tecnócratas miembros del Opus Dei, no sabe si se puede afirmar que las ideas adoptadas por esta élite tecnocrática -léase ministros Opus de Franco- reflejan la ideología o la mentalidad de la organización. ¿Ha habido una ideología política del Opus Dei? La hipótesis más plausible, según él, es que se trata de un pensamiento convergente en una élite católica conservadora de la misma época, en la mitad del siglo XX y en países relativamente próximos por su nivel de desarrollo ante una disyuntiva política inevitable.
Dice que no se puede demostrar la influencia ejercida en el seno del estado franquista por esos equipos marcados y ayudados por el Opus Dei.
Al mismo tiempo en otros párrafos, Hermet caracteriza de tal forma la sociedad española que parece que el objetivo está logrado. No es un objetivo exclusivo Opus, hay más interesados en que los españoles seamos así, muchos se benefician de la falta de reacción y atonía de esta sociedad, de la división y dispersión de las energías en frentes que no interesan a la gran mayoría. Ahora mismo me parece trágico. Por eso digo que objetivo logrado. Nos reiremos y haremos chistes, pero nos machacarán todo lo que nos dejemos.
Sigo. Es un fenómeno de penetración política que exige un estudio de los grupos de presión, de las camarillas más que de las ideologías. Aunque varios miembros del OD se cuenten entre los principales divulgadores de esas "concepciones modernizadoras del neotradicionalismo", la variedad ibérica del neoautoritarismo participa de una empresa más amplia de adaptación de las doctrinas contrarrevolucionarias al contexto del mundo industrial. Más que un cuerpo de teorías lo que hay es una práctica.
Hermet destaca tres corrientes distintas dentro del todo "origen Opus":
-Rafael Calvo Serer, reactivando el neotradicionalismo.
-A partir de 1955 Laureano López Rodó y el desarrollismo.
-Rafael Calvo Serer, reconvertido al liberalismo y al pluripartidismo en los 60 y 70.
A Calvo (1916-1988) le he dedicado mucho. Era el alter ego del founder, pero en expansivo. Mientras el de Barbastro se quedaba en casa, tanto qué un famoso cura se preguntaba si existía, este otro estaba en todos los platos. Desde que acabó la guerra civil hasta el fin de sus días, como no, en Pamplona. ¿Por qué tienen que morir todos en Pamplona? uniformidad en la muerte. El tradicionalista Calvo Serer de los comienzos, está en contra del liberalismo y las veleidades democratacristianas de ACNP.
Aquí veo que no puede ser como leí por ahí que Calvo estuviera nunca en ACNP, si ya desde el principio los acusa de demócratacristianos, cosa que nunca fueron los acenepistas por otro lado. Ya recordamos las ganas de volver a la España del siglo XVII de Calvo, de aquel "España sin problema" frente a Laín, frente a los contagiados de "orteguismo", por Ortega y Gasset, el filósofo español. El Imperio católico español sería el ideal de la Europa desconfiada y enloquecida. Las formas de organización política posteriores al siglo XVII contradicen una voluntad divina indisociable del porvenir de las sociedades. La idea un poco "ensalada" de Calvo Serer es que Tradición y Actualidad se dan la mano, espíritu y técnica, casticismo y europeidad. Franco llegó para quedarse. Y diálogo si, para convencer, para asimilar. Pedazo de programa.
¿Respeto a la conciencia individual? decadencia
¿proletarización de la sociedad? decadencia.
¿racionalismo, orden científico? decadencia
Evidentemente si se hubieran quedado ahí no habrían vendido una escoba. Hay que evolucionar. Así que viene Angel López Amo (1917-1956), este murió en USA, accidente de coche. Tutor del príncipe, hoy rey. Me he enterado que no quisieron educar al futuro monarca en Salamanca entre otras cosas por la presencia de Tierno Galván en esa universidad. Lo cuenta Raúl Morodo en sus memorias.
Así que el futuro jefe del estado gozó de opus profesores particulares. Le pusieron algunos aristocratas compañeros para que no se aburriera mucho. Ya dije en otra parte que su vida de esos años en algunas cosas se parecía a la que padecimos. No en todas. La "real" biografía lo demuestra.
Löpez Amo era partidario de la monarquía de la reforma social, el resurgimiento de España necesita reformas sociales. No hay porqué imitar a Francia, Gran Bretaña y USA. No nos hace falta libertad de expresión, ni de sufragio ni de culto. Degeneración. Al catolicismo español le pega el modelo "elitista autoritario" de Bismarck, evitar la subversión, controlando de modo autoritario los cambios. Un proceso que exige el adoctrinamiento del pueblo a fin de asegurar su pasividad y su satisfacción por la exaltación de los valores ancestrales de la monarquía católica y la vida social orgánica, actuando como antídotos del "pensamiento individual racionalista". Respeto de las jerarquías tradicionales.
Los tecnócratas de 1957 no asumen directamente lo que dijo López Amo. Ya Maeztu había ensalzado el valor del trabajo que da dinero y poder. Se les asocia con el calvinismo por eso, aunque a diferencia de los puritanos del siglo XVII, no son demócratas y prefieren dejar las jerarquías sociales donde están. No son de los que se van a ir a América a fundar una sociedad más justa. Aprovechemos bien donde estamos lo que tenemos. Los calvinistas ponían en práctica la democracia, no así los tecnócratas españoles de los 50.
Dos serán los portavoces cualificados del Estado fuerte tecnocrático. Gonzalo Fernández de la Mora y Laureano López Rodó.
Fdez. de la Mora se presenta como el inventor del ocaso de las ideologías, aunque antes lo había dicho Daniel Bell (The end of ideology, Glencoe, The free Press, 1960). Las ideologías proliferan e los niveles culturales modestos y en las coyunturas económicas críticas, "conviene acelerar el proceso de sustitución de las ideologías por las ideas concretas que suministran la éitca y las ciencias sociales." El franquismo, régimen de autoridad de fundamento consensual de esencia tradicionalista, es el único capaz de asegurar un rendimiento histórico suficiente. Sólo el franquismo puede vertebrar España. El espíritu del 18 de julio (Alzamiento nacional) debe ser en nuestro país lo que el de 1789 (sic) para USA, es decir, un punto de partida irreversible.
Y a mí que me parece que lo han conseguido. Lo del punto de partida irreversible. ¿Qué otro acontecimiento fundacional glorioso tenemos del "régimen" actual?
Cuando fue ministro de Obras Públicas en 1970 concedió una entrevista a "Mundo" y dejó bien claro que lo primero de un buen político es establecer y continuar el orden, desarrollo económico, justa distribución del patrimonio material y espiritual de una comunidad, y que lo demás le parecía retórica. Las ideologías son simplistas. No caben ni libertad ni pluralismo en su esquema. Si el hombre se reúne para obtener orden, justicia, desarrollo ¿lo conseguiría mejor con asociaciones políticas? lo dudaba bastante.
Lo esencial de proyecto tecnócrata iba por aquí. Alguna vez a un ministro Opus, Mariano Navarro Rubio en 1966 Hacienda, se le escapó una frase del fundador: "Levantar a Dios muy alto en España". Mezcla de muchas cosas esta frase, de "poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas", esa sí era del founder, y la del Corazón de Jesús según no sé que portavoz del mismo: "Reinaré en España".
También teníamos la homilía de Alberto Ullastres, ministro de Comercio que ya transcribí pronunciada en la Feria comercial de Barcelona.
Pero tras esta fase con algunos ribetes piadosos, dice Hermet que los tecnócratas se van mostrando con un lenguaje más secularizado. No se sabe si por convicción o táctica. La táctica sería contrarrestar el clericalismo de izquierdas.
Pero en la mayoría de los casos, los tecnócratas prescinden de la retórica religiosa. La mentalidad de un López Rodó no procede del Concilio Vaticano II. Entonces eran contrarios, hoy favorables. Porque el concilio decía que los cristianos son libres en sus opciones ciudadanas y también que la enseñanza evangélica está por encima de las motivaciones políticas. Ahora bien los opusdeístas postulaban en los 60 la doctirna de Harvey Cox, llamada de la secularización. Según ella en las opciones económicas, políticas y sociales es preciso una elaboración puramente racional e incluso amoral. Joseph Comblin, uno de los curas que más claramente ha osado hablar del Opus Dei, aseguró que esa doctrina está ligada al neocapitalismo. Lo que me retrotrae a las palabras más recientes de Boff sobre el capitalismo.
López Rodo tenia el objetivo de la renta per cápita de 1000 dólares. Lo demás, libertades políticas, se daría por añadidura. Satisfacción popular y subsiguiente masas políticamente conformes. Respetuosas del orden establecido. Tras el referendum de la Ley orgánica del Estado (10 de diciembre de 1966) lo decía más alto pero no más claro: el desarrollo exige como condicion primaria la estabilidad política, no sólo la de hoy, también la del futuro. Liberal en economía no en política, Hermet dice que Laureano es menos reaccionario que Fdez. de la Mora.
Muy bonito discurso sobre el asociacionismo político y su función en "Indice", 1971. "El futuro de las asociaciones de acción política dependerá de su capacidad de entendimento, de su solidaridad en lo esencial, de su respeto por unas reglas de juego perfectamente definidas. Porque de otro modo el pluralismo se convertirá en sectarismo."
Puesta al día ideológico. Reflejo oportunista de los tecnócratas que no se deciden a dejar una doctrina religiosa que se hunde bajo sus pies. Refleja la fusión entre las concepciones germanizantes fundadas sobre la teoría del derecho alemán anterior a 1914 y las teoría norteamericana de las etapas de desarrollo de Rostow. En los países en vías de industrialización hay formas políticas apropiadas a cada momento del desarrollo nacional.
Guy HERMET ve paralelismos con el proyecto frustrado de Kemal Ataturk (Turquía), con Cánovas del Castillo y el bipartidismo de las elecciones trucadas, todos respetando las "reglas del juego". Hechas por ellos para ellos. Pero las semejanzas son superficiales.
Al contrario que Ataturk y Cánovas el proyecto tecnocrático no tiene intención didáctica, no se trata de que el pueblo aprenda prácticas democráticas. Su objetivo es otro. Posliberal, , no se atreven a llamarse posdemócratas, su objetivo es la modernización de una dictadura conservadora de forma más eficaz y menos vulnerable.
Y de aquí me ha gustado que la formación es obra artesanal no policíaca. Revísese el blog para comprobar cuál de los dos tipos se nos aplicó. La distinción pecador/corrupto, más que interesante.
Hay muchas ideologías políticas en el el catolicismo español. Hermet distingue tres grandes grupos en la dictadura: tradicionalismo, catolicismo liberal (centristas y democristianos), catolicismo revolucionario. Nuestros hermanos, curiosamente ninguna de nuestras hermanas, estaban en los dos primeros grupos. Sin llegar nunca a rozar la llamada democracia cristiana, siempre minoritaria en España, y por diversas circunstancias no especialmente apoyada por la jerarquía eclesiástica. Al contrario que en Italia.
TRADICIONALISMO
Empezamos con Donoso Cortés, un extremeño del que Federico Suárez, capellán de la Zarzuela, cura numerario de los primeros, profesor de historia en Pamplona, sabía bastante. Me parece entender que el célebre jurista pro nazi Carl Schmitt también admiraba a Donoso Cortés.
Luego vino Balmes, jesuita tradicionalista pero no tanto. Esos dos del XIX.
Y el tradicionalismo que más nos gusta es el de Acción Española surgida en torno a Vegas Latapié y Ramiro de Maeztu. Decían que a este último habían copiado los opus iniciales. José María Pemán, escritor que se movió como pez en el agua entre ACNP, Opus Dei y en general en el régimen de Franco defendía un estado cristiano, nacional y corporativo.
Un mártir tradicionalista de la guerra fue Vïctor Pradera. Por eso tiene colegio con su nombre en Pamplona. Fusilado en 1936: "la legitimidad política y la libertad humana proceden de Dios y no de decretos revolucionarios".
Los primeros falangistas no eran en muchos casos ni siquiera creyentes. Ledesma Ramos, Sánchez Mazas. Jose Antonio tenía afinidad con esta corriente. Pero tras la Victoria de 1939 triunfa la doctrina de Acción Española. Por el imperio hacia Dios.
Javier Conde se encargó del maquillaje ideológico del régimen, desligarlo del totalitarismo mussoliniano y hacerlo más amable para los aliados vencedores de la segunda guerra mundial.
El Fuero de los Españoles de 1945 es una especie de Carta de los Derechos Humanos adaptado al caso español. Con elementos carlistas. Una puesta al día del tradicionalismo. Fue Javier Conde el que inspirándose en el que inspiró doctrinas nazis, que mal queda hoy decir esto, escribió "República política y régimen español". Así nos enteramos de que el Caudillo sólo es responsable ante Dios y ante la historia. Un poco como su sucesor actual a la cabeza del estado español. Por encima de la ley. El mejor pasaporte para la corrupción propia y ajena. Empezando desde arriba. Como quería nuestro santo fundador, que de las cumbres llega el agua a los valles, así pasa con los desfalcos en España.
Inspirado en la autoridad carismática de Weber dice Conde que el Caudillo ejerce plenamente tanto una autoridad suprema de origen sobrenatural como una función perfecta de la nación definida esta como cuerpo místico y político movilizada para la realización de un destino universal. Cuando se obedece porque se tiene fe en la ejemplaridad del que manda, es en la cúspide del mando donde se centra propiamente la representación.
El anhelo español será trascender de la coyuntura histórica contemporánea dentro de una vía de salvación situada en un horizonte resueltamente cristiano.
Me parece que la lista de herejías la tienen confundida en Roma. Vaya mezcla. Muy de aquí por otra parte. Me pregunto cuántos españoles se han apuntado a la teoría del caudillaje. Responsables sólo ante Dios y ante la historia e irresponsables ante el resto de la población. Hasta hoy.
Estas eran las bases.
Ahora llegan los neotradicionalistas. Sus ideas están recogidas en revistas y folletos que no innovan con respecto a lo ya dicho.Para los integristas del mundo España es el modelo:desde Claudel, Georges de Nantes, Plinio Correa de Oliveira.
En 1970 la Fraternidad Sacerdotal de Avila,de la que tanto se quejaba Tarancón, hacía un manifiesto pro "marcha atrás" en la historia. El reciente Concilio y la jerarquía de la Iglesia eran las causas de los males. Los neointegristas son especialmente beligerantes con los católicos "tibios" como por ejemplo la corriente representada por la revista "Vida Nueva".
Siguen con su revista "Reconquista", su victimismo de que poco agradecido Occidente por no reconocer el papel de España como freno del comunismo. Y el cáncer de los pueblos está en la democracia.
Antisemitismo en sus publicaciones "¿Qué pasa?" y en "Cruz Ibérica". Lucha contra la conspiración judeo-masonica.
"Cristo necesita de guerrilleros y de trapenses", dirá un neointegrista en La Vanguardia, 15 de enero de 1970.
La revista ¿Qué pasa? lanzaba anatemas, incluidos jerarquía y Papa. Cardenal Benelli, Jozquín Ruiz Giménez, se verán acusados de promover la falsa ideología de la democracia cristiana a la italiana. "Fuerza Nueva" llamó a Pemán "criptorrojo".
TECNOCRACIA
Y al lado de estos furibundos neointegristas aparece el proyecto tecnocrático, mucho más amable en las formas. Es una versión moderna de la ideología católica totalitaria. Contradictorio con el espíritu del Concilio, hoy son sus defensores frente a los san Pío X, el proyecto tiene el mérito de reflejar un esfuerzo racional de adaptación al pensamiento político de una fracción de la extrema derecha española y a los imperativos de la era industrial.
Hermet duda de si se puede imputar una ideología única a los tecnócratas miembros del Opus Dei, no sabe si se puede afirmar que las ideas adoptadas por esta élite tecnocrática -léase ministros Opus de Franco- reflejan la ideología o la mentalidad de la organización. ¿Ha habido una ideología política del Opus Dei? La hipótesis más plausible, según él, es que se trata de un pensamiento convergente en una élite católica conservadora de la misma época, en la mitad del siglo XX y en países relativamente próximos por su nivel de desarrollo ante una disyuntiva política inevitable.
Dice que no se puede demostrar la influencia ejercida en el seno del estado franquista por esos equipos marcados y ayudados por el Opus Dei.
Al mismo tiempo en otros párrafos, Hermet caracteriza de tal forma la sociedad española que parece que el objetivo está logrado. No es un objetivo exclusivo Opus, hay más interesados en que los españoles seamos así, muchos se benefician de la falta de reacción y atonía de esta sociedad, de la división y dispersión de las energías en frentes que no interesan a la gran mayoría. Ahora mismo me parece trágico. Por eso digo que objetivo logrado. Nos reiremos y haremos chistes, pero nos machacarán todo lo que nos dejemos.
Sigo. Es un fenómeno de penetración política que exige un estudio de los grupos de presión, de las camarillas más que de las ideologías. Aunque varios miembros del OD se cuenten entre los principales divulgadores de esas "concepciones modernizadoras del neotradicionalismo", la variedad ibérica del neoautoritarismo participa de una empresa más amplia de adaptación de las doctrinas contrarrevolucionarias al contexto del mundo industrial. Más que un cuerpo de teorías lo que hay es una práctica.
Hugh Thomas recibiendo el premio Calvo Serer, siendo quien es debería de haber puesto una excusa |
Hermet destaca tres corrientes distintas dentro del todo "origen Opus":
-Rafael Calvo Serer, reactivando el neotradicionalismo.
-A partir de 1955 Laureano López Rodó y el desarrollismo.
-Rafael Calvo Serer, reconvertido al liberalismo y al pluripartidismo en los 60 y 70.
A Calvo (1916-1988) le he dedicado mucho. Era el alter ego del founder, pero en expansivo. Mientras el de Barbastro se quedaba en casa, tanto qué un famoso cura se preguntaba si existía, este otro estaba en todos los platos. Desde que acabó la guerra civil hasta el fin de sus días, como no, en Pamplona. ¿Por qué tienen que morir todos en Pamplona? uniformidad en la muerte. El tradicionalista Calvo Serer de los comienzos, está en contra del liberalismo y las veleidades democratacristianas de ACNP.
Aquí veo que no puede ser como leí por ahí que Calvo estuviera nunca en ACNP, si ya desde el principio los acusa de demócratacristianos, cosa que nunca fueron los acenepistas por otro lado. Ya recordamos las ganas de volver a la España del siglo XVII de Calvo, de aquel "España sin problema" frente a Laín, frente a los contagiados de "orteguismo", por Ortega y Gasset, el filósofo español. El Imperio católico español sería el ideal de la Europa desconfiada y enloquecida. Las formas de organización política posteriores al siglo XVII contradicen una voluntad divina indisociable del porvenir de las sociedades. La idea un poco "ensalada" de Calvo Serer es que Tradición y Actualidad se dan la mano, espíritu y técnica, casticismo y europeidad. Franco llegó para quedarse. Y diálogo si, para convencer, para asimilar. Pedazo de programa.
¿Respeto a la conciencia individual? decadencia
¿proletarización de la sociedad? decadencia.
¿racionalismo, orden científico? decadencia
Evidentemente si se hubieran quedado ahí no habrían vendido una escoba. Hay que evolucionar. Así que viene Angel López Amo (1917-1956), este murió en USA, accidente de coche. Tutor del príncipe, hoy rey. Me he enterado que no quisieron educar al futuro monarca en Salamanca entre otras cosas por la presencia de Tierno Galván en esa universidad. Lo cuenta Raúl Morodo en sus memorias.
Así que el futuro jefe del estado gozó de opus profesores particulares. Le pusieron algunos aristocratas compañeros para que no se aburriera mucho. Ya dije en otra parte que su vida de esos años en algunas cosas se parecía a la que padecimos. No en todas. La "real" biografía lo demuestra.
Löpez Amo era partidario de la monarquía de la reforma social, el resurgimiento de España necesita reformas sociales. No hay porqué imitar a Francia, Gran Bretaña y USA. No nos hace falta libertad de expresión, ni de sufragio ni de culto. Degeneración. Al catolicismo español le pega el modelo "elitista autoritario" de Bismarck, evitar la subversión, controlando de modo autoritario los cambios. Un proceso que exige el adoctrinamiento del pueblo a fin de asegurar su pasividad y su satisfacción por la exaltación de los valores ancestrales de la monarquía católica y la vida social orgánica, actuando como antídotos del "pensamiento individual racionalista". Respeto de las jerarquías tradicionales.
Los tecnócratas de 1957 no asumen directamente lo que dijo López Amo. Ya Maeztu había ensalzado el valor del trabajo que da dinero y poder. Se les asocia con el calvinismo por eso, aunque a diferencia de los puritanos del siglo XVII, no son demócratas y prefieren dejar las jerarquías sociales donde están. No son de los que se van a ir a América a fundar una sociedad más justa. Aprovechemos bien donde estamos lo que tenemos. Los calvinistas ponían en práctica la democracia, no así los tecnócratas españoles de los 50.
Dos serán los portavoces cualificados del Estado fuerte tecnocrático. Gonzalo Fernández de la Mora y Laureano López Rodó.
Fdez. de la Mora se presenta como el inventor del ocaso de las ideologías, aunque antes lo había dicho Daniel Bell (The end of ideology, Glencoe, The free Press, 1960). Las ideologías proliferan e los niveles culturales modestos y en las coyunturas económicas críticas, "conviene acelerar el proceso de sustitución de las ideologías por las ideas concretas que suministran la éitca y las ciencias sociales." El franquismo, régimen de autoridad de fundamento consensual de esencia tradicionalista, es el único capaz de asegurar un rendimiento histórico suficiente. Sólo el franquismo puede vertebrar España. El espíritu del 18 de julio (Alzamiento nacional) debe ser en nuestro país lo que el de 1789 (sic) para USA, es decir, un punto de partida irreversible.
Y a mí que me parece que lo han conseguido. Lo del punto de partida irreversible. ¿Qué otro acontecimiento fundacional glorioso tenemos del "régimen" actual?
Cuando fue ministro de Obras Públicas en 1970 concedió una entrevista a "Mundo" y dejó bien claro que lo primero de un buen político es establecer y continuar el orden, desarrollo económico, justa distribución del patrimonio material y espiritual de una comunidad, y que lo demás le parecía retórica. Las ideologías son simplistas. No caben ni libertad ni pluralismo en su esquema. Si el hombre se reúne para obtener orden, justicia, desarrollo ¿lo conseguiría mejor con asociaciones políticas? lo dudaba bastante.
Lo esencial de proyecto tecnócrata iba por aquí. Alguna vez a un ministro Opus, Mariano Navarro Rubio en 1966 Hacienda, se le escapó una frase del fundador: "Levantar a Dios muy alto en España". Mezcla de muchas cosas esta frase, de "poner a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas", esa sí era del founder, y la del Corazón de Jesús según no sé que portavoz del mismo: "Reinaré en España".
También teníamos la homilía de Alberto Ullastres, ministro de Comercio que ya transcribí pronunciada en la Feria comercial de Barcelona.
Pero tras esta fase con algunos ribetes piadosos, dice Hermet que los tecnócratas se van mostrando con un lenguaje más secularizado. No se sabe si por convicción o táctica. La táctica sería contrarrestar el clericalismo de izquierdas.
Pero en la mayoría de los casos, los tecnócratas prescinden de la retórica religiosa. La mentalidad de un López Rodó no procede del Concilio Vaticano II. Entonces eran contrarios, hoy favorables. Porque el concilio decía que los cristianos son libres en sus opciones ciudadanas y también que la enseñanza evangélica está por encima de las motivaciones políticas. Ahora bien los opusdeístas postulaban en los 60 la doctirna de Harvey Cox, llamada de la secularización. Según ella en las opciones económicas, políticas y sociales es preciso una elaboración puramente racional e incluso amoral. Joseph Comblin, uno de los curas que más claramente ha osado hablar del Opus Dei, aseguró que esa doctrina está ligada al neocapitalismo. Lo que me retrotrae a las palabras más recientes de Boff sobre el capitalismo.
López Rodo tenia el objetivo de la renta per cápita de 1000 dólares. Lo demás, libertades políticas, se daría por añadidura. Satisfacción popular y subsiguiente masas políticamente conformes. Respetuosas del orden establecido. Tras el referendum de la Ley orgánica del Estado (10 de diciembre de 1966) lo decía más alto pero no más claro: el desarrollo exige como condicion primaria la estabilidad política, no sólo la de hoy, también la del futuro. Liberal en economía no en política, Hermet dice que Laureano es menos reaccionario que Fdez. de la Mora.
Muy bonito discurso sobre el asociacionismo político y su función en "Indice", 1971. "El futuro de las asociaciones de acción política dependerá de su capacidad de entendimento, de su solidaridad en lo esencial, de su respeto por unas reglas de juego perfectamente definidas. Porque de otro modo el pluralismo se convertirá en sectarismo."
Puesta al día ideológico. Reflejo oportunista de los tecnócratas que no se deciden a dejar una doctrina religiosa que se hunde bajo sus pies. Refleja la fusión entre las concepciones germanizantes fundadas sobre la teoría del derecho alemán anterior a 1914 y las teoría norteamericana de las etapas de desarrollo de Rostow. En los países en vías de industrialización hay formas políticas apropiadas a cada momento del desarrollo nacional.
Guy HERMET ve paralelismos con el proyecto frustrado de Kemal Ataturk (Turquía), con Cánovas del Castillo y el bipartidismo de las elecciones trucadas, todos respetando las "reglas del juego". Hechas por ellos para ellos. Pero las semejanzas son superficiales.
Al contrario que Ataturk y Cánovas el proyecto tecnocrático no tiene intención didáctica, no se trata de que el pueblo aprenda prácticas democráticas. Su objetivo es otro. Posliberal, , no se atreven a llamarse posdemócratas, su objetivo es la modernización de una dictadura conservadora de forma más eficaz y menos vulnerable.
Otros que también se dejan ver por la fundación Calvo Serer |
Comentarios