COMPARACIONES
Algo de 2006 que envié a OL, sobre Escrivá y Madre Teresa de Calcuta.
He oído más cosas menos halagüeñas de ella después. Pero no se puede profundizar en todo, al menos en un par de aspectos le ganaba, me parece a mí, a nuestros santos de cabecera.Tiene gracia comparar las dedicaciones de las mujeres santificadas y de los hombres santificados, introducidos en el canon. Los roles asignados no pueden ser más a la antigua usanza.
Para
que la gente entienda que el opus es un sitio super raro no hace falta
contar grandes batallas ni excesiva precisión en las citas. Con relatar
la vida cotidiana en un centro pongamos en el año 2000 hasta la persona
menos dotada entiende. Por ejemplo, ¿qué tal explicar cómo es una comida
en una casa de numerarios? Con la bendición en latín, la campanilla
sonando para que traigan y retiren los platos, y todos al mismo tiempo,
ni siquiera tiene uno la libertad de comer más lento si le apetece… y a
diario ni se friega los platos ni se hace la comida (lo hace la
administración). Además de que la directora controla perfectamente si
comes de más de lo que te gusta… Desde los 18 años viviendo como
marqueses (de los de antes). Los detalles más nimios en los que ni
siquiera caes por lo rutinarios que se hicieron, son lo que más llaman
la atención a la “gente corriente”...
Por
ello pienso que es más relevante poner cara y nombre a lo que se
escribe, sin miedo a dar nombres y fechas, pues estamos hablando de
nuestra propia vida. Es lo único que frente al opus y frente al mundo
nos da fuerza, es nuestra verdad. ¿Qué el opus se ofende? ¿Y
a tí qué? ¿no fuiste una y mil veces ofendido cuando se te engañó y se
te trató como una marioneta de aquí para allá? ¿qué le importó a esa
numeraria, a ese cura o a ese director jugar contigo sabiendo que te
estaban engañando cuando eras un adolescente? ¿qué le importó a ninguno
de ellos decirte que era pecado aquello que no lo era? Inventan pecados
para que te sientas mal. Me da lo mismo si los que jugaron contigo
fueron tus padres por ser supernumerarios, es igual, tampoco tiene
derecho un padre a hipotecar la vida de un hijo. Después del opus
estamos “a la búsqueda de la dignidad perdida”.
Lo
de los pecados inventados me da risa. Mientras viva sentiré el ridículo
de una directora, Reyes García de Noreña, diciéndome que por querer
hablar con un sacerdote, don José Ripoll, ¡atención! “estaba cometiendo
un sacrilegio”. Cuando se llega a soltar una tontería como esa
verdaderamente es que no hay argumentos serios: la banalidad del mal que
dice H. Arendt. OD es banal, con todos sus vademécum y sus
lapislázulis en Villa Tevere…
Kathryn Spink en su Madre Teresa. Biografía autorizada, Plaza
y Janés, Barcelona 1991 hace una serie de anotaciones sobre la monja de
Calcuta dignas de ser reseñadas. Sobre todo si se ha salido del opus.
Por el gusto de comparar y hacer limpieza en la mente de algún que otro
trasto viejo diré algunas cosas…
Cuando
Madre Teresa estuvo en Madrid la primera vez recordó a los cooperantes
que “lo importante no era recoger fondos y que de hecho, era mejor
abstenerse de recogerlos de manera activa” (p. 343). Les regalaron una
nevera y la devolvieron, pues su idea es vivir como los pobres y no
podían servirse de un lujo como el que supone una nevera.
En
todos sus viajes, incluido cuando fue a recoger el Nobel (1979), no
llevaba maleta sino cajas de cartón. El brindis de los Nobel lo hizo con
agua, ni fiesta A, ni fiesta B. (Otra chaladura: clasificar el rango de
las fiestas…)
Los
saris, el hábito de la Orden, los hacían con sacos, de manera que
algunos llevaban rótulos que denotaban la procedencia. Las pertenencias
de una monja caben en un hatillo, un sari de repuesto, una pastilla de
jabón que usan para lavar la ropa y lavarse ellas. Por supuesto hacen la
colada a mano, no hay lavadora ni aire acondicionado.
Si
una frase de Escrivá es “no nos pasará como a otras instituciones en la
Iglesia que han acabado dedicadas a la enseñanza”, ahí va una en
paralelo de madre Teresa “no quiero que nos pase como a otras órdenes
que empezaron sirviendo a los pobres para terminar sirviendo a los
ricos.”
Cuando
su fundación empezó a conocer el éxito, su mayor temor era que la
organización de cooperantes se transformara en un negocio demasiado
preocupado por el dinero. No quería burocracias, siempre estuvo
vigilante para que el dinero que se mandaba a los pobres llegara
efectivamente a los orfanatos y hospitales y no se quedara en el camino.
Para los ex opus huelga explicar que si en algo gasta el opus es en
alimentar y vestir a sus directores que como se dice en Andalucía “No
hacen ni el huevo”, al tiempo que viven como rajás en magníficas casas
con servicio de uniforme: cocinera, lavandera, planchadora, limpiadora…
Después de varios intentos Madre Teresa disolvió la organización de cooperantes, en la página 366 viene la carta que escribió:
“Queridos
cooperantes, lo único que necesitáis para conservar vuestro espíritu de
cooperantes es manteneros en estrecha unión con las hermanas, hermanos y
padres, que hagais el trabajo, empezando por vuestra propia casa,
vecindario, parroquia y allí donde estén las Misioneras de la Caridad, a
fin de trabajar con ese mismo espíritu donde quiera que estéis. Esto es
lo que transformará el mundo, si rezáis Dios os dará un corazón limpio y
un corazón limpio puede ver la Faz de Dios en el pobre al que sirváis.
Ahora los tiempos han cambiado y las hermanas están presentes en 105 países
del mundo, por lo que ya no hay necesidad de que los cooperantes
funcionen como una organización, con su junta de gobierno, sus
funcionarios, sus enlaces y sus cuentas bancarias. No
quiero que se gaste dinero en folletos informativos, ni en viajes de
cooperantes. Si véis que alguien pide dinero en mi nombre, os ruego que
lo impidáis. Y todo el dinero que os den debe dirigirse
inmediatamente a las Misioneras de la Caridad. Con todo no quiero que
los cooperantes sigan funcionando como organización. Ya he comunicado
por escrito a todos los obispos del mundo que he tomado esta decisión.”
He
puesto en negrita las palabras más chocantes con lo que nosotros
vivimos. Nunca había suficiente dinero para el opus dei, las obras de
Dios, las necesidades de Dios son inagotables… Gran mentira. ¿Acaso la
Madre Teresa pensaba que había terminado con la pobreza en el mundo?
Sabía el peligro de amasar riqueza, y nadie puede él solo proponerse
terminar con esa lacra, por lo que llega un momento en que el dinero
sobra. Nunca les pasará algo así, si dejan de pedir dinero
pierden su identidad, ese si que es el espíritu del opus dei: pedir,
controlar el dinero que tienen los demás … Es conocida la “radiografía
económica” que se le hace a cada familia que llega a sus colegios.
Preocuparse por el dinero lo hacemos todos, pero por el que uno gana, no por el ajeno.
Cuando
viajaba Madre Teresa dormía en la rejilla de los equipajes o no dudaba
en sentarse entre una campesina y sus animales. ¿Se imagina a alguien al
fundador en un tren con la cesta de las gallinas al lado? Lo de la
rejilla ya no lo propongo para Escrivá pues madre Teresa era muy menuda.
La
persona que menos se preocupaba de su sucesión era ella misma.
Pregunto: ¿Desde cuando se sabía en el opus quién era el “sucesor
natural” y “el sucesor del sucesor” e incluso el sucesor del sucesor del
sucesor”? Madre Teresa pensaba que si Dios quería su congregación
seguiría y punto. Nada de culto a la personalidad, con su chaqueta raída
y su sari, madre Teresa conseguía que se le abrieran todas las puertas.
Unía las voluntades ¿por qué sólo ella fue capaz de organizar un
hospital para heridos en Beirut en uno de los momentos más sangrientos
de la guerra del Líbano? Dónde todos fracasaban ella hacía el bien a
cada persona necesitada. Estaba en los problemas reales del mundo:
guerras, hambrunas, epidemias, el SIDA… Ya sabemos de qué no ocupábamos
nosotros “sobre todas las cosas”.
¿Qué
es morir con dignidad? Morir rodeado del cariño, de una sonrisa, seres
humanos que en vida jamás tuvieron nadie que los mirara con ternura por
ser leprosos, con las monjas de Madre Teresa murieron dignamente, sin
importar su religión. Y
también señaló como nadie la pobreza de Occidente, “todo para el
cuerpo, nada para el cerebro y el espíritu”, ese fue su diagnóstico de
las obras sociales que a los americanos no les funcionaban con los
muchachos del Bronx.
¿No
es la caridad el distintivo del cristiano? El amor a cada persona sin
querer cambiarla, respetándola como es. ¿Dónde está el respeto a cada
ser humano en OD? Inexistente, sólo la utilidad: unos su dinero,
otros su cabeza, otros su apellido, otros el “lavado de cara”… Todos
hemos sido una pieza en la maquinaria.
Por
no hablar de que la madre no buscaba cifras de vocaciones, venían y se
iban quienes y cuando querían. Ella a lo suyo, a dar amor.
Por
supuesto que madre Teresa recibió críticas, le acusaron de no
solucionar la pobreza, de no ir a las causas. Se le dijo que su obra era
una gota en el océano. La simplicidad de sus ideas sacaba de quicio a
muchos. También su visión del papel de la mujer en la iglesia y la
sociedad era anticuada. Nacida en Albania, el país más pobre de Europa,
en 1910, sin grandes dotes intelectuales ni una carrera… No era una
socióloga ni analista, pero hizo el bien a lo bestia. No se puede decir
otra cosa. Como yo no sé si tendría la valentía de hacer el bien.
Pienso
que ella sí difundió la “santidad en lo ordinario”. Primera ley del
“santo ordinario”: vivir del propio trabajo no del ajeno. Segunda: “no
hay clases para Dios, todos somos iguales.” Tan fácil y tan olvidado.
Comentarios
Saludos.
Saludos de Alberto
Ya es santa beatificada por Juan Pablo II.