SIGUEN EN PIE DE GUERRA

Nombres Opus Dei en el Salvador. En un país de 6 millones de habitantes no se quedan mancos.
Ahora bien, parece que no están teniendo éxito sus modos de ver en el sínodo romano sobre la familia
Leo que los dos grupos ibéricos son los más recalcitrantes en acoger y proclamar la "política de la misericordia". La original. Normal. Nos contemplan largos siglos de inquisición nunca totalmente desenrraizada y exportada a las naciones "hermanas".

Sigue coleando el tema de los mejicanos fanáticos católicos infiltrados en la organización que ya dije me consta es una iniciativa Opus Dei. Y sigo sin entender nada. A lo mejor ¿es posible que se hayan dejado infiltrar? me extraña.

Lo que más me llama la atención del artículo es que exista en España una asociación de padres afectados por la captación de sus hijos por parte de los criptofascistas de allende los mares y no la haya de padres afectados por la captación por parte de los hijos del de Barbastro. Siendo así que los del de Barbastro han captado mucho más, durante muchos más años y a mucha más gente. No entiendo nada.

 Es como si hubieran copiado nuestro idioma que usamos para denunciarlos e hicieran eco denunciando a los que sólo son una mala copia de ellos mismos.

Y por cierto Madre Teresa era albanesa, no libanesa. Una señora muy caritativa, dudo de otras santidades, de la suya no dudo. Hizo lo que pudo y estaba a su alcance. Santa pero no moderna, se puede ser santo y antiguo. Tiene que ver con que lo que importa es la misericordia.

Sobre lo que dice del dinero ya no sé, yo la puse una vez de ejemplo comparando con Escrivá. Salía ganando la de Calcuta según lo que leí en su biografía.
Pero era de un catolicismo a la antigua usanza. Como el polaco. Del este de Europa, resistiendo al comunismo, salió el cardenal Wojtyla. Al menos en Polonia, un catolicismo que ligaba muy adecuadamente con los planteamientos opusinos, como tuvimos ocasión de comprobar en la era Juan Pablo II.
De Albania, un país tan atrasado y cerrado en sí mismo en aquellas épocas, tampoco se podía esperar una monja innovadora.

Por cierto, la carrera a la santidad de los papas merece comentario. Como ya lo es el anterior y el posterior, ahora le toca a Pablo VI. Parecen imitar a OD, el jefe es santo. Y se olvidan del papa de la sonrisa, al que dejan fuera del santoral y a lo mejor merecía más la aureola.