SED COBARDES COMO YO SOY COBARDE
Cuánta barbaridad y cuánta hojarasca "por tal" de no afrontar el único y esencial defecto que nos atenaza: COBARDIA.
Al leer a la persona que acude con las citas psicológicas como si se tratara de un congreso internacional de la especialidad, he pensado "qué mala leche hay que tener"... ¿será un in disfrazado de ex? encima con erudición que no viene al caso.
El saber sobre el alma, el saber más necesario para ayudar y ayudarse, transformado en algo seco, vacío, una auténtica parodia de la psicoterapia, el trabajo que esa persona desarrolla.
Atacar al valiente. Cuando lo preciso es espolear a los cobardes.
Sociedad de gente que camina cabeza abajo.
No nos damos cuenta de que la psicoterapia cojea cuando se reduce a consejitos individualistas, adormecedores de la iniciativa, "tú quédate tranquilo en tu cobardía que no hay que arriesgar en la vida". No basta para curarse elaborar internamente los procesos. Para curarse llega un momento en que es necesaria la acción, salir a la sociedad. No esconderse. Hay que actuar, y sin eso no hay terapia, hay apaño y cataplasma.
Las intervenciones van en la línea de "quédate donde estás, calladito estás más mono y hablar sólo puede ser contraproducente."
Actuando como los espectros de mordor, pájaros de mal agüero, en esta noche de fantasmas.
Ya comprendo quién es y me pregunto si ese ex nume que no ex cura, está muy seguro de con quien se ha juntado. Su colaboradora no ha podido hacer mejor florilegio de argumentos opusinos contra un ex Opus que tiene la valentía de lanzarse al ruedo mediático, darse a conocer y reclamar lo justo.
¿Se ha ido con lápiz y papel a Diego de León a recoger el argumentario?
Es curioso cómo cuando alguien da un palmetazo encima de la mesa se despiertan los durmientes y salen de las esquinas más insospechadas gentes que una diría, "tiran piedras contra el propio tejado" si no fuera porque como no sabemos quiénes son ni a qué dedican el tiempo libre a lo mejor están tirándolas contra el tejado ajeno.
Avería mental, recomendar canciones en vez de firmar, y en definitiva pringarse.
Consejos al aire de gente que no sabemos quién es, qué cara tiene, cómo afrontó, cómo luchó, qué arriesgó, si perdió o ganó. En realidad perdió, puesto que el que no lucha ya ha perdido. Y descarga de frustración sobre el que aunque tarde, da el paso de salir a la palestra.
Dicen que no dan el nombre porque fulanito se iba a molestar...
Razonamiento que supongo se oye con frecuencia en cierto tipo de Praxis, en el sentido germánico de la expresión. Las personas adultas y sanas con la cabeza encima de los hombros ante los atropellos a las normas de justicia y equidad no las consideran.
Es uno de los caminos más directos al desguace de la vida, actuar según las molestias o no que se provocan. Para sobrevivir en esta selva social hay que molestar a diestro y siniestro. Y mucho, por las circunstancias de que tenemos a los caras gobernantes dando normas a los demás que ellos no cumplen. Como la norma de "santifica el trabajo" pero no cotizo por los trabajadores.
Lo más triste de todo: el Opus Dei no necesita salir al paso de Antonio, sus propios ex miembros actúan como con mando a distancia repitiendo, desde el anonimato, los argumentos convenientes para que a ellos no se les desmadre el gallinero.
Hablando de gallinas, otro gallo nos cantaría si hubiera más apoyos como este. Me ha alegrado la tarde, alguien en situación similar de salida de institución eclesial que se da por enterado. Y da la cara. Después de años que parece estamos predicando en el desierto.
Si en vez de uno que reclama y es apaleado por los que tendrían que reclamar, hubiera 100, no lo tendrían tan fácil.
"Sed cobardes como yo soy cobarde".
La dimensión social del asunto parece que no entra en línea de cuenta.
Al leer a la persona que acude con las citas psicológicas como si se tratara de un congreso internacional de la especialidad, he pensado "qué mala leche hay que tener"... ¿será un in disfrazado de ex? encima con erudición que no viene al caso.
El saber sobre el alma, el saber más necesario para ayudar y ayudarse, transformado en algo seco, vacío, una auténtica parodia de la psicoterapia, el trabajo que esa persona desarrolla.
Atacar al valiente. Cuando lo preciso es espolear a los cobardes.
Sociedad de gente que camina cabeza abajo.
No nos damos cuenta de que la psicoterapia cojea cuando se reduce a consejitos individualistas, adormecedores de la iniciativa, "tú quédate tranquilo en tu cobardía que no hay que arriesgar en la vida". No basta para curarse elaborar internamente los procesos. Para curarse llega un momento en que es necesaria la acción, salir a la sociedad. No esconderse. Hay que actuar, y sin eso no hay terapia, hay apaño y cataplasma.
Las intervenciones van en la línea de "quédate donde estás, calladito estás más mono y hablar sólo puede ser contraproducente."
Actuando como los espectros de mordor, pájaros de mal agüero, en esta noche de fantasmas.
Ya comprendo quién es y me pregunto si ese ex nume que no ex cura, está muy seguro de con quien se ha juntado. Su colaboradora no ha podido hacer mejor florilegio de argumentos opusinos contra un ex Opus que tiene la valentía de lanzarse al ruedo mediático, darse a conocer y reclamar lo justo.
¿Se ha ido con lápiz y papel a Diego de León a recoger el argumentario?
Es curioso cómo cuando alguien da un palmetazo encima de la mesa se despiertan los durmientes y salen de las esquinas más insospechadas gentes que una diría, "tiran piedras contra el propio tejado" si no fuera porque como no sabemos quiénes son ni a qué dedican el tiempo libre a lo mejor están tirándolas contra el tejado ajeno.
Avería mental, recomendar canciones en vez de firmar, y en definitiva pringarse.
Consejos al aire de gente que no sabemos quién es, qué cara tiene, cómo afrontó, cómo luchó, qué arriesgó, si perdió o ganó. En realidad perdió, puesto que el que no lucha ya ha perdido. Y descarga de frustración sobre el que aunque tarde, da el paso de salir a la palestra.
Dicen que no dan el nombre porque fulanito se iba a molestar...
Razonamiento que supongo se oye con frecuencia en cierto tipo de Praxis, en el sentido germánico de la expresión. Las personas adultas y sanas con la cabeza encima de los hombros ante los atropellos a las normas de justicia y equidad no las consideran.
Es uno de los caminos más directos al desguace de la vida, actuar según las molestias o no que se provocan. Para sobrevivir en esta selva social hay que molestar a diestro y siniestro. Y mucho, por las circunstancias de que tenemos a los caras gobernantes dando normas a los demás que ellos no cumplen. Como la norma de "santifica el trabajo" pero no cotizo por los trabajadores.
Lo más triste de todo: el Opus Dei no necesita salir al paso de Antonio, sus propios ex miembros actúan como con mando a distancia repitiendo, desde el anonimato, los argumentos convenientes para que a ellos no se les desmadre el gallinero.
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Hablando de gallinas, otro gallo nos cantaría si hubiera más apoyos como este. Me ha alegrado la tarde, alguien en situación similar de salida de institución eclesial que se da por enterado. Y da la cara. Después de años que parece estamos predicando en el desierto.
Si en vez de uno que reclama y es apaleado por los que tendrían que reclamar, hubiera 100, no lo tendrían tan fácil.
"Sed cobardes como yo soy cobarde".
La dimensión social del asunto parece que no entra en línea de cuenta.
Comentarios
Creo que el dar la cara es tan importante que poco importa lo que alguien pudiera pensar, pues es una necesidad vital.
Las referencias laudatorias no siempre son malas, pero me recuerdan a la sobre dosis de ego que se maneja en el opus dei.
Si Antonio Esquivias fue por muchos años "director" del opus dei, eso ya es algo quizá poco laudatorio, y eso lo debería hacer reflexionar. Por otra parte en su carta desdice de la psicología por "barata", siendo que él se dedica a eso. Y después de pédir ayuda luego reclama a muchos que quizá ya le habíamos firmado su petición.
"Me parece que lo que necesitas ... es ... un buen abogado, ... y si fuese necesario al Tribunal Europeo de Derechos Humanos"
Quisiera llamaros la atención sobre el poder actual del Opus y su origen. En la beatificación de Portillo estuvieron los responsables de la seguridad (ministro Fernández Díaz), de la economía (ministro de Guindos), de la justicia (fiscal general Torres Dulce) Esto indica que es el Opus quien tiene el poder en España.
También es muy importante la figura del opusino Isidre Fainé, presidente de La Caixa, el más poderoso en Cataluña y en toda España. En realidad Fainé manda sobre Artur Más, a través de Salvador Alemany.
Si os fijáis, desde 2002 el jefe del Opus en España es Ramón Herrando Prat de la Riba, nieto del inventor del separatismo, Prat de la Riba. No sólo él, las familias Prat de la Riba y Cambó son del Opus.
El Opus se ha revelado como el motor del separatismo catalán. Es conocida la enorme influencia de la familia Valls Taberner en la fundación del Opus. No hace mucho Javier Valls lo explicaba en un artículo en La Vanguardia. Gracias a su familia, amiga del luego Pio XII, consiguieron la aprobación del Vaticano. Y Valls Taberner padre actuaba a las órdenes de Cambó, quien le dijo que apoyara a Franco. Y así junto al ministro Ibañez Martín montaron el CSIC, origen del desarrollo del Opus. Sostengo que el Opus es en realidad una creación de financieros separatistas catalanes, con disfraz religioso. Que poco a poco, primero gracias a López Rodó y Luis Valls, ha ido ampliando su red de poder, hasta el momento actual en que lo copan casi todo.
La desgraciada situación actual de España es obra del Opus. Es un programa de desestabilización masivo para introducir como solución una nueva constitución que nos encadenaría a todos a los financieros separatistas catalanes, que es el tema actual.
Finalmente, os quiero llamar la atención sobre el poder del Opus en los medios de comunicación. Decía Escrivá que tenían que envolver el mundo en papel de periódico. Al menos en España lo han conseguido y todos los medios sin excepción están controlados de un modo u otro por el Opus, hasta los más insospechados. Fijaros en El País. En su fundación es clave el opusino Díez Hoechleitner, ahora el muy pío Abril Martorell, entre medias es el ministro opusino Antonio Fontán quien les entrega la SER. En realidad El País es del Opus, por eso este periódico madrileño es separatista catalán. El Opus controla todos los medios, por eso nadie habla del Opus, pese a su evidente poder.