ESPAÑA, 1980-1990
Nos vamos animando con nuevas iniciativas. Muy bien me parece. Cada uno a su estilo. Larga vida al coaching post opus. Personalmente me ayudan las experiencias perso, gente que se moja pidiendo justicia y qué es lo que le ocurre cuando reclama lo justo. Aleccionador como suben o bajan los contadores.
De mí no se quejara que lo recuerdo casi a diario. Cuando uno se mueve, pide, reclama, aparecen comentaristas defensores de OD que quedan en evidencia. Efectivamente sólo pide justo reconocimiento de un trabajo realizado en favor de una institución. Todo lo demás son ganas de insultar, desprestigiar, argumentos ad hominem infumables. Se ponen las cartas encima de la mesa, y el público se entera de que se trata de una estafa más nacida en este suelo patrio, gran cocinador y recetario de estafas. Las tenemos todas y lo podía poner a la entrada: "el país de las estafas".
Cosas raras de hoy: Este ataque a Bergoglio dicen que procede de CyL.
¿Y esta admonición de "intelectuales católicos" al papa? ¿De dónde habrá salido? intelectuales católicos que se movilizan única y exclusivamente por el mismo tema, si están en este mundo real que no es de los centros del OD y son personas normales, decir esas cosas me parece de una hipocresía soberana. Por eso digo que de dónde habrán salido. No se quejan por la pobreza y la explotación del débil por el poderoso, por cierto, uno de los slogans de la Biblia desde sus libros más antiguos. Ya se ve que ese si es un problema universal de la humanidad contra el que toda proclama es poca.
Me había quedado en el ejército en la época de la muerte de Franco. El historiador Tony JUDT sin ser un especialista en nuestro país en cada párrafo y tema que trata, da en el clavo de lo que son las constantes nacionales que vamos repitiendo como en el cuento de nunca acabar. Lo que dice del ejército se relaciona con las reivindicaciones, novela y castigo al teniente Segura. Plena actualidad.
También tiene su gracia que en cada asuntillo nacional hay una relación con OD importante. Suárez, notable impulsor de su carrera sus relaciones OD, el golpe del 23 F para que insistir en Armada, el supernume cultivador de camelias...y lo de la oligarquía que regía los destinos del país, más lo de los que "se quieren ir" qué lata con la cantinela.
Seguimos exactamente en las mismas.
De mí no se quejara que lo recuerdo casi a diario. Cuando uno se mueve, pide, reclama, aparecen comentaristas defensores de OD que quedan en evidencia. Efectivamente sólo pide justo reconocimiento de un trabajo realizado en favor de una institución. Todo lo demás son ganas de insultar, desprestigiar, argumentos ad hominem infumables. Se ponen las cartas encima de la mesa, y el público se entera de que se trata de una estafa más nacida en este suelo patrio, gran cocinador y recetario de estafas. Las tenemos todas y lo podía poner a la entrada: "el país de las estafas".
Cosas raras de hoy: Este ataque a Bergoglio dicen que procede de CyL.
¿Y esta admonición de "intelectuales católicos" al papa? ¿De dónde habrá salido? intelectuales católicos que se movilizan única y exclusivamente por el mismo tema, si están en este mundo real que no es de los centros del OD y son personas normales, decir esas cosas me parece de una hipocresía soberana. Por eso digo que de dónde habrán salido. No se quejan por la pobreza y la explotación del débil por el poderoso, por cierto, uno de los slogans de la Biblia desde sus libros más antiguos. Ya se ve que ese si es un problema universal de la humanidad contra el que toda proclama es poca.
Me había quedado en el ejército en la época de la muerte de Franco. El historiador Tony JUDT sin ser un especialista en nuestro país en cada párrafo y tema que trata, da en el clavo de lo que son las constantes nacionales que vamos repitiendo como en el cuento de nunca acabar. Lo que dice del ejército se relaciona con las reivindicaciones, novela y castigo al teniente Segura. Plena actualidad.
También tiene su gracia que en cada asuntillo nacional hay una relación con OD importante. Suárez, notable impulsor de su carrera sus relaciones OD, el golpe del 23 F para que insistir en Armada, el supernume cultivador de camelias...y lo de la oligarquía que regía los destinos del país, más lo de los que "se quieren ir" qué lata con la cantinela.
Seguimos exactamente en las mismas.
ESPAÑA, 1960-1980
Sin embargo en la prácticas las fuerzas armadas se habían
convertido en algo superfluo. Durante décadas, Franco había protegido al
ejército de cualquier guerra exterior o colonial. A diferencia de las tropas
francesas o portuguesas, las españolas
no sufrieron derrotas humillantes ni retiradas forzosas. España no se
enfrentaba a ninguna amenaza militar y su seguridad interna estaba en manos de
la policía, la guardia civil y unidades especiales de lucha contra el
terrorismo (real o imaginario). El ejército, relegado en términos generales
a una función ceremonial tenía aversión al
riesgo, su tradicional conservadurismo se manifestaba cada vez con más
entusiasmo en el retorno de la
Monarquia , identificación que irónicamente, habría de
resultar beneficiosa durante la transición a la democracia.
Dirigía los destinos de España un reducido círculo de
abogados, profesores universitarios católicos y funcionarios, muchos de ellos
con claros intereses en las compañías privadas que sus políticas favorecían.
Pero como la oposición política estaba prohibida, las ideas reformistas y la
presión hacia el cambio habrían de venir del interior de esos mismos círculos
de Gobierno, y no de una intelectualidad cuyos principales cerebros se
encontraban en el exilio, alentados por la frustración que generaba la
ineficiencia local, las críticas exteriores o el ejemplo de Vaticano II.
Franco murió el 20 de noviembre de 1975, a los 82 años. Hasta
el final se negó a considerar cualquier medida liberalizadora de relevancia de
relevancia o todo tipo de traspaso de autoridad; hacía tiempo que había dejado
de ser útil hasta para sus propios partidarios, que en muchos casos
simpatizaban con los manifestantes que a comienzos de ese años habían
solicitado el levantamiento de las restricciones que pesaban sobre la prensa y
las asociaciones políticas. En consecuencia, la transición a la democracia se
gestionó desde las propias filas de los ministros y cargos franquistas, lo cual
ayuda a explicar su celeridad y su éxito. Cuando el país daba sus primeros
pasos para salir del franquismo, las fuerzas tradicionales del cambio en España
–liberales, socialistas, comunistas y sindicatos- tuvieron un papel
subordinado.
Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos fue
coronado rey. Al principio mantuvo en su cargo a Carlos Arias Navarro, último
presidente del gobierno de Franco, y con él a todos sus colegas de gabinete,
con el fin de garantizar al ejército y a otros sectores que no habría una
ruptura brusca con el pasado. Pero en abril de 1975, Arias navarro cayó en
desgracia ante el Rey cuando reprimió duramente a Coordinación democrática una
coalición de partidos de izquierda todavía ilegales que acababa de
constituirse, y detuvo a sus líderes. Dos meses después, el rey había
sustituido a Arias Navarro pr Adolfo Suárez, uno de sus ministros.
Con 44 años, Suárez era un tecnócrata típico del último
franquismo, de hecho había sido vicesecretario general del Movimiento y en el
primer gobierno de la
Monarquía , ministro secretario general del Movimiento. El nombramiento
de Suárez resultó una opción bastante hábil. El político constituyó un nuevo
partido UCD, y se dispuso a convencer a las Cortes franquistas de que debían
aceptar un referéndum nacional sobre la reforma política, que,
fundamentalmente, habría de refrendar la introducción del sufragio universal y
el establecimiento de un Parlamento bicameral. La vieja guardia franquista,
desprevenida ante alguien que suponían de los suyos, aceptó el planteamiento, y
la reforma se aprobó en el referéndum de 15 de diciembre de 1976 con más del
94% de los votos afirmartivos.
En febrero de 1977 Suárez autorizó la legalización del PSOE,
la formación política más antigua del país, dirigida por el sevillano Felipe
González, envuelto en la lucha clandestina desde los 20 años. (¿Pasado
falangista en la family? ¿opción impuesta por el SPD alemán del célebre
dirigente Willy Brandt?) Se legalizaron también los sindicatos y el derecho de
huelga. El 1 de abril Suárez disolvió el Movimento nacional que había dirigido
en el pasado, una semana más tarde era legalizado el PCE dirigido por Santiago
Carrillo, que ya se había comprometido a moverse dentro de los márgenes de una
transición a la democracia parlamentaria.
En junio de 1977 se celebraron elecciones a las Cortes
consituyentes. Los comicios, los primeros celebrados en España desde 1936,
dieron una mayoría relativa a la
UCD de Suárez que consiguió 165, el segundo partido más
votado fue el PSOE con 121, y todos los demás partidos sólo 67. Este era, en
muchos sentidos, el mejor resultado posible: la victoria de Suárez garantizaba
a los conservadores, que en su mayoría no le habían votado, que no habría una
sacudida violenta hacia la izquierda, mientras que la falta de una clara
mayoría le obligaba a negociar con los diputados de ésta que, en consecuencia,
compartían la responsabilidad de la nueva Constitución que la nueva Cámara iba
a redactar.
Esta Carta Magna aprobada en 1978, era bastante
convencional. España sería una monarquía parlamentaria; no habría religión
oficial ( aunque en una calculada concesión a la Iglesia católica se
reconocía que el catolicismo era un hecho social al indicar que “los poderes
públicos tendrán en cuentas las creencias religiosas de la sociedad española”),
la mayoría de edad se reducía a los 18 años, se abolía la pena de muerte. Pero,
rompiendo de manera drástica con el pasado reciente, las Cortes introdujeron en
las nuevas leyes españolas el derecho a la autonomía de las nacionalidades
“históricas”, especialmente para Cataluña y País Vasco.
El art. 2 de la Constitución proclamaba la “indisoluble unidad de
la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”, pero
con la salvedad de que reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas”. Los
posteriores estatutos de autonomía reconocieron la tradición y la antigüedad de
la diversidad lingüística y de los sentimientos regionales dentro de un Estado
hasta entonces tan sumamente centralizado como el español, y también, en
concreto, la desproporcionada importancia demográfica de Cataluña, así como el
profundo sentimiento autonomista que se sentía tanto en esa comunidad como en
el País Vasco. Pero lo que se concedía a algunos españoles, difícilmente podía
negarse a otros. Pasados cuatro años España estaba dividida en 17 comunidades
autónomas con bandera y capital propias. Reinos de Taifas. No sólo se reconoció
el carácter distinto y autónomo de catalanes y vascos, sino, entre otros, el de
gallegos, andaluces, canarios, valencianos y navarros.
Sin embargo, según la nueva Constitución, el Gobierno
central conservaba la responsabilidad en defensa, justicia y asuntos
exteriores, lo cual suponía una cesión inaceptable, especialmente para los
nacionalistas vascos. ¿No es Cataluña la que ha abierto embajadas por el mundo? ETA
durante los meses en que se debatía la nueva Constitución, había incrementado
deliberadamente su campaña de atentados y asesinatos, que, dirigida contra la
policía y el ejército, esperaba provocar una reacción violenta e interrumpir un
proceso democrático que parecía ir socavando cada vez más las reivindicaciones
más extremistas.
En 1981 los extremistas podrían haberlo conseguido. El 29 de
enero, cuando el descontento económico estaba en su apogeo, Cataluña, País
Vasco, Galicia y Andalucía se embarcaban en procesos autonómicos, Suárez fue
obligado a dimitir por su propio partido, que no estaba molesto por sus
fracasos sino por sus logros, y por su autocrática gestión. Antes de que
Leopoldo Calvo-Sotelo pudiera sucederle se convocó una huelga en el País Vasco.
Para las derechas, España caminaba sin rumbo y estaba a punto de dividirse.
Comentarios
http://www.noticiasdenavarra.com/2014/10/02/ocio-y-cultura/cultura/moneo-presenta-el-museo-de-la-universidad-de-navarra-como-un-puente-entre-el-campus-y-pamplona