LA SECTA INFLUYENTE
¿Y por qué no dicen el nombre y apellido del cura? si tan orgulloso está de su interrogatorio no le importará. ¿Miguel Angel qué más?
Maltratadores hay muchos y de diversos tipos, adorados por la sociedad, protegidos por el silencio atroz de las gallinas. Nadie ayuda. Menos los curas.
Que los tribunales eclesiásticos están en sus manos me lo comentó un ex nume que hace un montón de meses no escribe en la Oreja.
Por una parte, porque el clero ordinario no se hace cura para formar parte de un tribunal, sino para "peculiares tareas pastorales". A ellos sí les gusta la pastoral.
Y por otra, porque son los grandes amantes del derecho en todas sus versiones en especial la penal. Está por hacer su genealogía inquisitorial, no se señala lo suficiente. Les priva hacer de juez de tribunal eclesiástico y también le tienen tomada la medida a ser abogado en causas matrimoniales. Sin competencia. Totus tuus.
Los obispos tienen a los opusinos por lumbreras de la fe y la ciencia canónica.
No habrá campaña periodístico-destructiva en el caso de María Gil de Antuñano. No habrá ni alquiladores de piso denunciando y mucho menos delegados del gobierno. Si más gente como ella se decidiera a contar su pequeñita, única e intransferible historia del encuentro cara a cara con la inquisición española versión 2.0 otro gallo nos cantaría. ¿Por qué nos gusta tanto disimular? qué tostón....
Secta influyente
Paulo Arieu
El concepto de secta surge en el ámbito religioso-eclesial, pero recientemente se ha ampliado también a una dimensión político-social. Por eso, está perdiendo su precisión científica.
En el lenguaje común se usa cada vez más como un eslogan para señalar a ciertos grupos que se considera peligrosos, porque transgreden valores fundamentales de la sociedad democrática liberal. Por lo general hoy se suelen considerar como signos distintivos de una secta: la formación de grupos selectos que se apartan del ambiente social y con frecuencia se oponen a él; y la creación de formas alternativas de vida que a menudo llevan a extremos lejanos a la realidad y a exageraciones malsanas. Como características internas de una secta, además del intento de conservar una meta o un ídolo espiritual opuesto a lo convencional, se suelen citar: el rechazo de valores fundamentales hoy, como la libertad personal y la tolerancia, así como una búsqueda, a veces militante, de las actitudes opuestas, un estilo de vida totalitario; la supresión de la conciencia de los miembros; la exclusión de los que están fuera del grupo; y cierta tendencia a controlar la sociedad o algunos de sus sectores. A un grupo, en el que se manifiestan algunas de estas características, se le suele llamar secta.
En el lenguaje religioso, que es el más adecuado (y, por ello, el más preciso) para tratar el problema, una secta es un grupo que se ha separado de las grandes Iglesias, de las Iglesias populares. A menudo las sectas conservan algunos valores, ideas religiosas o formas de vida de las comunidades eclesiales fundamentales, pero los absolutizan, aíslan y realizan en una vida comunitaria rígidamente separada de la unidad originaria y orientada a la conservación y la protección de sí misma. He aquí algunos signos distintivos, vinculados con estos datos fundamentales:
-ideas religiosas desequilibradas (por ejemplo, la inminencia del fin del mundo);
-el rechazo de toda comunicación espiritual con personas que piensen de otra manera;
- un entusiasmo exagerado al presentar y realizar la propia visión;
-un fuerte proselitismo
-y un convencimiento exagerado de su misión con respecto a un mundo al que se desprecia;
- un absolutismo de la salvación que limita la posibilidad de alcanzarla a un número determinado de personas que pertenecen a dicho grupo.
Secta influyente
El Opus es, además del más veterano, el movimiento más influyente en la Iglesia actual. Con 84.000 miembros según sus propias cifras -incluidos menores de edad-, 1.800 de ellos sacerdotes y el 26 por ciento numerarios (célibes), cuentan ya con 2 cardenales: el arzobispo de Lima, monseñor Cipriani, y el español recientemente nombrado Julián Herranz, miembro de la curia (presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos.
‘Escrivarianos’ son también otros dos españoles: el portavoz del Vaticano y muñidor de toda la estrategia comunicativa en los tiempos de Juan Pablo II, Joaquín Navarro-Valls; y el director de la Escuela Diplomática, Justo Mullor ¿qué ha sido de ellos dos?.
Cercanos son igualmente el secretario personal de Juan Pablo II, monseñor Diwisz; los cardenales Sodano, López Trujillo y Moreira Neves; y el que fuera secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Lajolo.
En España, han conseguido colocar a uno de los suyos al frente de la diócesis de Burgos: monseñor Gil Hellín, que vino directamente de la curia romana. Y al de Tarragona, doctor Pujol, cura numerario. Es decir, alguien que se hizo del Opus Dei con la orden expresa de no ser religioso ni salir del mundo, que luego se hizo cura porque Escrivá se lo "pidióordenó" y que acabó siendo "obispo en medio del mundo". Es decir, en el palacio episcopal, lo que viene siendo trabajo ordinario, después de desarrollar el ordinario trabajo de profesor de teología pastoral más de 30 años en la facultad de Pamplona.
Cuentan con la simpatía de casi todos los demás obispos españoles: 50 de ellos asistieron a la canonización de san Josemaría en octubre de 2002. El más entusiasta de ellos fue en aquellos tiempos el primado de Toledo, Antonio Cañizares, hoy obispo en Valencia, conocido como ‘el pequeño Ratzinger’.
Hay muchos obispos del Opus Dei en América Latina: 7 en Perú, 4 en Chile, 2 en Ecuador, 1 en Colombia; 1 en Venezuela; y en Argentina y 1 en Brasil. Es significativo que dos de ellos hayan sido nombrado sucesores de personalidades como Óscar Romero, en San Salvador, y Hélder Cámara, en Recife.
En España tienen mucha influencia en las élites políticas, económicas y universitarias. Suyos son la Universidad de Navarra, con su afamada clínica universitaria, los colegios Tajamar y Retamar de Madrid y el IESE de Barcelona. Suyas son las editoriales Palabra, Rialp y Eunsa. Suyos son los grupos de comunicación Recoletos y Negocios (editores, respectivamente de diarios como Marca y Expansión o La Gaceta de los Negocios), editoriales hoy fundidas en ¿Unidad editorial? y el periódico del arzobispado de Madrid, “Alfa y Omega”. Y suyo, además de multitud de empresas, el Banco Popular. Y muchos de sus miembros están presentes en las esferas del poder, entre ellos el ministro de Defensa con Aznar, hoy embajador en London, Federico Trillo; el fiscal general del Estado con Aznar, Jesús Cardenal, y con Rajoy, Torres Duce y la Junta de Jefes de Estado Mayor del Ejército en pleno.
Maltratadores hay muchos y de diversos tipos, adorados por la sociedad, protegidos por el silencio atroz de las gallinas. Nadie ayuda. Menos los curas.
Que los tribunales eclesiásticos están en sus manos me lo comentó un ex nume que hace un montón de meses no escribe en la Oreja.
Por una parte, porque el clero ordinario no se hace cura para formar parte de un tribunal, sino para "peculiares tareas pastorales". A ellos sí les gusta la pastoral.
Y por otra, porque son los grandes amantes del derecho en todas sus versiones en especial la penal. Está por hacer su genealogía inquisitorial, no se señala lo suficiente. Les priva hacer de juez de tribunal eclesiástico y también le tienen tomada la medida a ser abogado en causas matrimoniales. Sin competencia. Totus tuus.
Los obispos tienen a los opusinos por lumbreras de la fe y la ciencia canónica.
No habrá campaña periodístico-destructiva en el caso de María Gil de Antuñano. No habrá ni alquiladores de piso denunciando y mucho menos delegados del gobierno. Si más gente como ella se decidiera a contar su pequeñita, única e intransferible historia del encuentro cara a cara con la inquisición española versión 2.0 otro gallo nos cantaría. ¿Por qué nos gusta tanto disimular? qué tostón....
Secta influyente
Paulo Arieu
El concepto de secta surge en el ámbito religioso-eclesial, pero recientemente se ha ampliado también a una dimensión político-social. Por eso, está perdiendo su precisión científica.
En el lenguaje común se usa cada vez más como un eslogan para señalar a ciertos grupos que se considera peligrosos, porque transgreden valores fundamentales de la sociedad democrática liberal. Por lo general hoy se suelen considerar como signos distintivos de una secta: la formación de grupos selectos que se apartan del ambiente social y con frecuencia se oponen a él; y la creación de formas alternativas de vida que a menudo llevan a extremos lejanos a la realidad y a exageraciones malsanas. Como características internas de una secta, además del intento de conservar una meta o un ídolo espiritual opuesto a lo convencional, se suelen citar: el rechazo de valores fundamentales hoy, como la libertad personal y la tolerancia, así como una búsqueda, a veces militante, de las actitudes opuestas, un estilo de vida totalitario; la supresión de la conciencia de los miembros; la exclusión de los que están fuera del grupo; y cierta tendencia a controlar la sociedad o algunos de sus sectores. A un grupo, en el que se manifiestan algunas de estas características, se le suele llamar secta.
En el lenguaje religioso, que es el más adecuado (y, por ello, el más preciso) para tratar el problema, una secta es un grupo que se ha separado de las grandes Iglesias, de las Iglesias populares. A menudo las sectas conservan algunos valores, ideas religiosas o formas de vida de las comunidades eclesiales fundamentales, pero los absolutizan, aíslan y realizan en una vida comunitaria rígidamente separada de la unidad originaria y orientada a la conservación y la protección de sí misma. He aquí algunos signos distintivos, vinculados con estos datos fundamentales:
-ideas religiosas desequilibradas (por ejemplo, la inminencia del fin del mundo);
-el rechazo de toda comunicación espiritual con personas que piensen de otra manera;
- un entusiasmo exagerado al presentar y realizar la propia visión;
-un fuerte proselitismo
-y un convencimiento exagerado de su misión con respecto a un mundo al que se desprecia;
- un absolutismo de la salvación que limita la posibilidad de alcanzarla a un número determinado de personas que pertenecen a dicho grupo.
Secta influyente
El Opus es, además del más veterano, el movimiento más influyente en la Iglesia actual. Con 84.000 miembros según sus propias cifras -incluidos menores de edad-, 1.800 de ellos sacerdotes y el 26 por ciento numerarios (célibes), cuentan ya con 2 cardenales: el arzobispo de Lima, monseñor Cipriani, y el español recientemente nombrado Julián Herranz, miembro de la curia (presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos.
‘Escrivarianos’ son también otros dos españoles: el portavoz del Vaticano y muñidor de toda la estrategia comunicativa en los tiempos de Juan Pablo II, Joaquín Navarro-Valls; y el director de la Escuela Diplomática, Justo Mullor ¿qué ha sido de ellos dos?.
Cercanos son igualmente el secretario personal de Juan Pablo II, monseñor Diwisz; los cardenales Sodano, López Trujillo y Moreira Neves; y el que fuera secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Lajolo.
En España, han conseguido colocar a uno de los suyos al frente de la diócesis de Burgos: monseñor Gil Hellín, que vino directamente de la curia romana. Y al de Tarragona, doctor Pujol, cura numerario. Es decir, alguien que se hizo del Opus Dei con la orden expresa de no ser religioso ni salir del mundo, que luego se hizo cura porque Escrivá se lo "pidióordenó" y que acabó siendo "obispo en medio del mundo". Es decir, en el palacio episcopal, lo que viene siendo trabajo ordinario, después de desarrollar el ordinario trabajo de profesor de teología pastoral más de 30 años en la facultad de Pamplona.
Cuentan con la simpatía de casi todos los demás obispos españoles: 50 de ellos asistieron a la canonización de san Josemaría en octubre de 2002. El más entusiasta de ellos fue en aquellos tiempos el primado de Toledo, Antonio Cañizares, hoy obispo en Valencia, conocido como ‘el pequeño Ratzinger’.
Hay muchos obispos del Opus Dei en América Latina: 7 en Perú, 4 en Chile, 2 en Ecuador, 1 en Colombia; 1 en Venezuela; y en Argentina y 1 en Brasil. Es significativo que dos de ellos hayan sido nombrado sucesores de personalidades como Óscar Romero, en San Salvador, y Hélder Cámara, en Recife.
En España tienen mucha influencia en las élites políticas, económicas y universitarias. Suyos son la Universidad de Navarra, con su afamada clínica universitaria, los colegios Tajamar y Retamar de Madrid y el IESE de Barcelona. Suyas son las editoriales Palabra, Rialp y Eunsa. Suyos son los grupos de comunicación Recoletos y Negocios (editores, respectivamente de diarios como Marca y Expansión o La Gaceta de los Negocios), editoriales hoy fundidas en ¿Unidad editorial? y el periódico del arzobispado de Madrid, “Alfa y Omega”. Y suyo, además de multitud de empresas, el Banco Popular. Y muchos de sus miembros están presentes en las esferas del poder, entre ellos el ministro de Defensa con Aznar, hoy embajador en London, Federico Trillo; el fiscal general del Estado con Aznar, Jesús Cardenal, y con Rajoy, Torres Duce y la Junta de Jefes de Estado Mayor del Ejército en pleno.
Comentarios
Para la definición de secta, el Prof. Denaux acoge los criterios pragmáticos propuestos por Gest, presidente de la Comisión parlamentaria francesa, a saber:
1. Compartir una convicción filosófica o religiosa.
y
2. Varios de los rasgos negativos siguientes,
a) Obediencia absoluta al fundador o dirigente.
b) Control total sobre los miembros.
c) Abuso o explotación por la organización.
d) Relación dualista del grupo con el mundo exterior.
e) Reclutamiento y/o autopresentación dudosas.
http://www.lachambre.be/FLWB/PDF/49/0313/49K0313007.pdf, págs. 74-76.
Urge investigación a fondo sobre la gestión del arzobisbado de Tarragona, regido con mano de hierro por el numerario del Opus Jaime Pujol Balcells.
https://twitter.com/MagiRibas/status/570906357244809216