EDUCACIÓN POPULAR

Parece que el nuevo prelado leyera aquí. Las primeras líneas de sus declaraciones: "OD no es franquista ni no franquista." Franquista hasta la médula, puro franquismo conservado en salazón. Ahí está el supernume historiador al frente de la Fundación que lleva el nombre del caudillo y nos educa a los españoles sobre la santidad de vida de Franco el sanguinario. Es que no se molestan ni en disimular.


Me dice mi corresponsal en Francia:

La función médica está muy indeterminada para OD. No me extrañaría que la numeraria que "trató" a su madre no hubiera hecho los estudios de medicina o que hubiera pagado por los diplomas haciendo 1 ó 2 años.
(Razón tienes Françoise, estuve rodeada de fraude, no estudiaban, presumían)

Jérôme Lejeune (supernume) se hizo pasar por médico pero no tenía diploma de médico. 

(JL, uno de los personajes habituales entrevistados en la revista oficial para la familia "Mundo Cristiano"). Le robó los trabajos sobre la trisomía 21 a la bióloga  Marthe Gauthier. Publicó esos trabajos como si fueran suyos cuando en realidad él no había investigado. ¡Vergüenza y oprobio! Empieza a ser denunciado desde hace unos pocos años en Francia, pero esta denuncia no sirve para que la Fundación que lleva su nombre pierda la condición de utilidad pública. Sería mi sueño que la perdiera y devolviera todo el dinero recibido, sería el principio del fin para OD, qué felicidad que tal cosa sucediera.

Pienso que no lo veré antes de mi vejez y creo que OD paga con generosidad a diferentes abogados, jueces y medios de comunicación para que le dejen en paz al respecto. 

(No hay mal que cien años dure, Françoise, ni siquiera el mal OD va a durar cien años. Los españoles nos vamos a espabilar: no nos queda otra.) 

La Fondation Lejeune envió a sus secuaces a un congreso en el que Marthe Gauthier iba a recibir el premio por sus trabajos sobre la  trisomia 21 en enero de 2014. OD temía que una vez otorgado el premio, OD perdiera la Fundación e incluso se vieran en la obligación de devolver el dinero público que llevan recibiendo desde  1998. 

En 2014 me puse en contacto con una periodista católica comprometida llamada  Christine Pedotti, y una médica militante que han comprendido la superchería Opusina, pero no se atrevieron a denunciar el asunto públicamente. Me desquicia esta cobardía generalizada cuando se trata de enfrentarse a OD.

Por supuesto que nunca haré uso de violencia, sólo las denuncias en los medios, peticiones, o acciones judiciales, como siempre he hecho frente a OD. No voy a usar su misma arma, la violencia, sería ser como ellos, no quiero.  

Monólogo en el que ridiculiza la "cultura oficial" que pretende "cultivar a los pobres"

Conocí la obra  de Jacques Rancière por mediación de las conferencias de Franck Lepage. Comparto algunas de sus ideas sobre la sociedad. Pienso que ninguna institución es emancipadora, se necesitan personalidades comprometidas, militantes dentro de cada institución que actúen durante muchos años, lo que supone que es preciso transmitir ese militantismo de los derechos humanos, por lo que es precisa la educación popular, es decir, política y ciudadana.  Ese trabajo empezó en Francia con el nacimiento de las Casas de Jóvenes y de la cultura en los años  50.

Pero el poder político francés no está muy interesado en que los ciudadanos se instruyan políticamente, es peligroso, por eso enseguida, las actividades de educación popular política y ciudadana fueron sustituidas por actividades deportivas y culturales.

Este cambio tuvo lugar en los 70. Jacques Lepage dedica una conferencia al tema. Habla de los comunistas en los gobiernos de los años 50-60 que establecieron una educación popular, la cual fue sustituida con Giscard por  actividades deportivas y culturales, sin objetivos políticos ni ciudadanos. A finales de loss 70 en Francia, en julio de 1979 para ser precisos, Giscard ordenó a la policía pegar fuego a la universidad popular de Vincennes (¡el sueño de algunos alumnos con el instituto!). Era una universidad abierta a obreros y adultos de condición social modesta. Giscard, el amigo del "Opus Dei", veía en ella un peligro para el poder político y la burguesía. La gente que se matriculaba aprendía chino, inglés, japonés, ruso, marxismo, filosofía, sociología, psicología, etnología, literatura, arqueología, antropología, ciencias políticas, historia. Era una universidad muy viva, muchos obreros se acercaban tras la jornada laboral.   François Châtelet impartía clases de filosofía en ella. 

En mis clases de arte intento introducir algo de educación popular pero es un poco difícil. La educación popular se ha convertido en una simple etiqueta más que algo real.

(Pues yo tengo la satisfacción de llevar años de lleno en la educación popular, del pueblo llano más llano y mejor en todos los sentidos de la palabra, pueblo en el mejor sentido de la palabra...)