NUMERARIO DE UNA HERMANDAD
ANÉCDOTA
Me preguntaba sobre porqué no ha habido destape generalizado
de casos de abusos sobre niños, me contestaba que quizás los curas españoles se
apañan de otra manera. Y mira por donde me encuentro con semejante anécdota:
“18 de agosto de 1952, lunes, Barcelona había celebrado el
Congreso Eucarístico, manifestación de propaganda nacionalcatólica del régimen
de primera magnitud…
Alrededor de las cuatro de la tarde dos miembros del
Patronato de Protección de la mujer, acompañados por un par de agentes de la
policía armada “incurren” en una vivienda de la calle Rosellón en la que se
ejercía prostitución clandestina. Subieron al piso, les abre una joven
embarazada. Los cuatro hombres inspeccionan el apartamento. Tras abrir una
puerta hallaron a una pareja cohabitando en una cama…Ella saltó de la cama refugiándose
tras una puerta y él cubriose con la sábana por hallarse desnudo.
Pidieron la documentación. La mujer era una joven de 27 años
de profesión enfermera, su pareja era un hombre de 73 años, Fidel García
Martínez, clérigo, obispo de Calahorra. Más tarde supieron que era miembro
numerario de la Hermandad
de la Sagrada Familia
de Nazaret. Estupor fue la sensación general. Luego en las oficinas del
Patronato de Protección de la mujer interrogaron al obispo con deferencia.
En el atestado policial se recoge que se conocían las
andanzas mujeriegas del obispo desde los años 1945-6. Ya había dado otros
escándalos en bares y hoteles.
En mayo acudió como obispo al congreso eurcarístico, lo que
no le impidió alternar por la noche en el concurrido cabaret Copacabana con
Viki y otras jóvenes.
Retengo de esta historia la expresión “numerario de la Hermandad de la Sagrada Familia de Nazaret”.
En los primeros días de mes una nube de damas católicas
rebosante de altruismo recorría los barrios bajos de Barcelona en una crucial
misión: hacer llegar a las familias las pocas perras que los maridos
encarcelados habían obtenido por su “trabajo redentor” en prisión. El desglose
del salario no tiene desperdicio.
Pero sin estas damas el patronato central de la merced para la Redención de Penas por
el Trabajo no habría podido cumplir su misión. Eran gentes que militaban en
Acción Católica o en alguna de las numerosas cofradías florecientes de
apostolado seglar. Llevaban el dinero y
su visita suponía también supervisión de la moralidad de las familias, cuando
no llevarse a los niños a colegios “donde los iban a educar mejor”. Tenían que
observar e informar sobre lo que veían en cada casa, así lo decían las
“instrucciones” para estos modernos y modernas apóstoles.
La dictadura en casa de los pobres. Moralizando vía eclesiástica y vía sustento. Tenían que recoger número y edades de los hijos, qué hacían, si practicaban la religión. La visitadora elaboraba una ficha que llegaba al Patronato y de allí a la Dirección General de Seguridad.
La dictadura en casa de los pobres. Moralizando vía eclesiástica y vía sustento. Tenían que recoger número y edades de los hijos, qué hacían, si practicaban la religión. La visitadora elaboraba una ficha que llegaba al Patronato y de allí a la Dirección General de Seguridad.
Una combinación entre Estado y beneficencia católica de la
que no teníamos noticia pero que da cuenta de que esto de elaborar fichas con
la vida y costumbres de las familias
particulares no es algo que OD se haya inventado o haya visto en sus viajes a
Marte.
Entre el preso y su familia se construyó una trama de
control y acoso físico y moral en el que el Estado puso las leyes y el dinero y
la iglesia los medios humanos “extendiendo su influencia en nombre de la
caridad victoriosa que repartía bondad y paciencia en forma de ropa y favores
burocráticos a cambio de info obtenida con engaño que podía ser utilizada en
contra del preso o su familia.”
El apostolado de los presos. La nueva evangelización de las
clases populares, a la fuerza se tenían que convertir a los valores del nuevo
Estado.
Dieron tanto la vara estos apóstoles del preso y su familia,
que muchas familias “se desaparecían” voluntariamente, preferían no cobrar el
dinero que el padre había ganado a pico y pala en la cárcel a sufrir la intromisión
en sus casas de los visitadores y visitadoras. Alguna madre hubo que arrancó de
las garras de la visitadora a su hija que se la quería llevar a un colegio
religioso. Marina Comellas se llamaba la entonces niña, y su madre fue a por la
escoba para echarlas: “si mi hija pasa hambre la pasamos entre las dos, pero mi
hija con ustedes no se va. Ustedes lo que harían es que la mentalizarían para
cambiarle el sentido de la vida, por tanto, marchen.”
Se habla de la
Hermandad de San Cosme y san Damián, el Rondín de Recogida de
Niños Callejeros, Liga contra la
Pública inmoralidad…en todas ellas se daban cita los mismos
nombres de médicos católicos y gentes de buen vivir empeñados en la redención
de los pobres.
Como el obispo “pillado” in fraganti era numerario de la Hermandad de la Sagrada Familia me extiendo en
estatutos y acciones de dicha Hermandad cuyos contenidos no me resultan nada
familiares.
“una extravagante sociedad secreta católica con una ambición
y unas ramificaciones sorprendentes y con una pretensión de poder importante.
Una muestra puede ser la estrategia para controlar entre 1941 y 1944 todos los
tribunales de oposición a cátedra, así como los candidatos, decidiendo la
idoneidad moral de unos y otros. Al parecer se salieron con la suya: “Hace más
de un año que esta Hermandad, persuadida de la trascendencia que para el bien y
el mal tiene la enseñanza constituyó dos Hermandades especiales delegadas para
recoger cuantos datos se refieran a la legislación de enseñanza, proyectos de
nueva legislación y los que conduzcan al conocimiento del profesorado oficial y
de los que aspiren a él. Con bastante intensidad actuaron estas Hermandades en
el verano pasado con motivo de las oposiciones a cátedras y gracias a Dios
Nuestro Señor y a las Hermandades se debieron los resultados conseguidos en la
mejor selección hecha por los tribunales, por los antecedentes morales de los
opositores. La experiencia ha enseñado que sólo es necesario un poco de
constancia para obtener resultados insospechados, y por ello, con el Favor de la Sagrada Familia, creemos
necesario consolidar y continuar dichos trabajos (…) De los tribunales y
opositores deben remitirse copias de las Hermandades locales, o por lo menos
notas de los números y páginas de los Boletines Oficiales del Estado en que
aparezcan, a fin de que con todo celo se inquieran datos acerca de las dotes
religioso-morales y científicas que puedan interesar, tanto de los opositores
como de los tribunales y en cuanto a estós, interesa un conocimiento exacto de
las cualidades de sus miembros y de la influencia que en los mismos pueda
ejercer la Hermandad,
directa o indirectamente.” Documento que se puede ver en el Arxiu nacional de
Catalunya.
Pero digo yo, ¿qué inventó el de Barbastro?
El objetivo de esta Hermandad era conseguir el mejoramiento
moral de las clases desvalidas.
Y en 1923 ya tenían los siguientes objetivos que más tarde
con el triunfo de Franco, miel sobre hojuelas:
“Vigilará de manera especial los intentos, proyectos obras y
trabajos de los enemigos de Jesús en las poblaciones de su distrito, e
informará de ello a sus superiores, para que por medio de acción estudiada y
combinada de su Hermandad y de los hermanos pueda abortarlos, evitarlos y
combatirlos y cuando otra cosa no sea posible, debilitar o aminorar sus
funestas consecuencias.”
Aún hay más, eran infatigables los cruzados:
“Como el fin de la Hermandad es defender, amparar y promover los
intereses de Cristo en la sociedad, e interés de Cristo es todo, de lo más
grande a lo más pequeño, de aquí que la acción de la Hermandad tenga que
dirigirse a toda persona, cosa, lugar y realizarse en todo tiempo.”
Su fortaleza consistía en la voluntad de ser una
Hermandad de reducidos, pero influyentes y ocultos miembros “y en la exquisita
discreción de sus socios y prudente reserva sobre la Obra (sic y sic), en cuanto a
su existencia, organización, personal y trabajos, y en la voluntaria pero
decidida subordinación de éstos a una sola cabeza.” Sus asociados tenían para
comunicarse un nombre secreto en el seno de la Hermandad, Ramón Albó
era Constantino, el cardenal Segura era hermano Diego.
Tenían “cartas edificantes” redactada por el hermano mayor
que establecía la doctrina, atención cartas mensuales del padre, atención con
la doctrina de la que también tuvo que
hablar el santo barbastrense:
“Téngase en cuenta muy especialmente que no puede haber
compatibilidad entre dos obediencias y en consecuencia no puede actuar en la Hermandad con la debida
disciplina el que esté sometido a otra distinta del mismo orden. Podrá ser muy
santa y muy buena pero la renuncia a la propia voluntad por los que ingresan en
la Hermandad
para consagrarse a ella ha de ser completa.”
Alucinante…sólo les falta el Pax y las preces.
El boletín de la Hermandad con sus Bases y Reglamentos se imprimió
en Lérida en 1923 y hay ejemplar en Biblioteca del Seminari Consiliar de
Barcelona.
Comentarios
Me gustaría poder entrar en contacto con usted para poder contrastar algunos particulares dentro de una investigación que estoy realizando sobre Ramón Albó.
Mi email: ceseuve@gmail.com
Gracias!