y lo digo por la cantidad de horrores que han pasado en nuestro suelo sin que nadie pestañee. Ahora Enrique Vilá, al que ya mencioné hace poco por sacar a relucir OD en relación al asunto "bebés robados" añade un detalle suplementario. Descubrió que sus padres de toda la vida lo habían adoptado al morir su padre. Se enteró de que había sido recogido en la casa cuna de unas monjas en Valencia, donde iban a parar en los años 60 adolescentes embarazadas ¿por quién? ¿novio o pariente? en cualquier caso vergüenza y oprobio, no para el hombre, sino para la chica, que era enviada a km de distancia para ocultar la "tripita". Tratadas como chachas por las monjas para pagar la estancia, unos cuantos meses antes de dar a luz y luego el bebé ¿dado? ¿vendido? a familias bien. Fue el caso de este abogado. Lo que me ha parecido tétrico: las monjas cambiaban el nombre de las embarazadas para que no se conocieran entre ellas y evitar todo contacto posterior al parto. Pero qué barba...