OPERACIÓN RUISEÑADA
AL SERVICIO DE FRANCO Y SU DICTADURA
De J. Palacios, Franco y Juan Carlos (2006)
En septiembre del 53, cuando Franco ha logrado dos picas en
Flandes llamadas Concordato y acuerdos con EEUU, Calvo Serer, a la sazón
director de la revista Arbor del CSIC publica un art. en la revista francesa Esprit que va a levantar ampollas en
amplios sectores del Movimiento. El art. se titula “La tercera fuerza”.
No es
un escrito contra el régimen ni contra Franco Su crítica va dirigida al
“totalitarismo falangista” y al “nihilismo de las derechas” representado por
los ministros Martín Artajo y Ruiz Giménez. Para Calvo éstas son etapas ya
superadas que hacen imparable la irrupción de una tercera fuerza que será la
encargada de impulsar la evolución del régimen.
Este art. es el precedente de la llamada operación
Ruiseñada. La única posibilidad de la monarquía en España está en su fusión con
el régimen salido de la guerra civil. Un
intento serio desarrollado desde 1955 a
1958 cuando se trató de armonizar a don Juan con Franco, con el apoyo de los
tradicionalistas, monárquicos de la Asociación de Amigos de Maeztu, de las revistas
Círculo y Reino, del “grupo de los nueve”, y de los seguidores de don Angel
Herrera, los Propagandistas Católicos de Silva Muñoz. La repentina muerte de su
patrocinador a finales de 1958 conducirá al fracaso la operación que será
sustituida por los tecnócratas de Laureano López Rodó, apoyados por el contralmirante
Carrero Blanco, quienes inicialmente trataron también de hacer viable la vía
don Juan, pero descartado éste por Franco, porque “no tiene remedio”,
trabajaron resueltamente a favor de su hijo don Juan Carlos.
Salvado el régimen y Franco la andanada va contra los
católicos del Gobierno y contra la Falange. Los falangistas le molestan por su radical
izquierdismo y su republicanismo, y los catolicos del Gobierno por el
enfrentamiento abierto entre jesuitas-Opus Dei, y por la alteración que Ruiz
Giménez ha introducido en al forma de nombrar nuevos catedráticos de
universidad. La reacción contra Calvo desde
Arriba, Pueblo y Ya es un clamor. La escandalera se completa en octubre
durante la celebración de los 20 años de Falange en el estadio de Chamartín.
100.000 gargantas insultan a Calvo Serer. Franco preside la jornada de
clausura. En setiembre de 1945 se había reído de la propuesta de su cuñado
Serrano Súñer de “licenciar honrosamente a la Falange” y formar un
gobierno con Ortega,Marañón y Cambó
(políticos de excepcional valía según Serrano).
Ahora afirma que “La Falange está por encima de las contingencias,
flanqueando y respaldando la fuerza constituyente de nuestro ejército”. Interesante
esa carta de Cambó a Franco fechada en 1945 con la guerra perdida por Alemania,
de ahí la sugerencia de echar el cierre al partido más germanófilo.
Ya en 1956 empezó a descollar Laureano, desconocido
catedrático de derecho administrativo de Santiago. Numerario del Opus Dei, de
orígenes falangistas, colaborador ocasional con el ministro de Justicia
tradicionalista Iturmendi, quien le ha hablado de él a Carrero. En el primer
despacho que celebran Carrero, min. de Presidencia se queda impresionado de la
inteligencia y capacidad del joven profesor. Rodó es partidario de elaborar
primero la ley de Régimen Administrativo, antes que la de Estructura del
Estado. Convence a Carrero y le encarga que le prepare un informe. Curiosamente
el fracaso del Proyecto Arrese y la no contemplación de la operación Ruiseñada
va a suponer no sólo la caída de Arrese, sino el triunfo de las tesis de López
Rodó y su encumbramiento político. Será además el colapso del régimen
falangista, por otro nuevo que pasará a llamarse de los tecnócratas.
Pese a los deseos en contra de Franco, la Falange será desde el año
57, un grupo que progresivamente irá asumiendo una línea de oposición al gobierno
y desde dentro del régimen.
Al conde de Ruiseñada no le pasa inadvertido el riesgo que
puede suponer para la monarquía y su cabeza visible el proyecto constitucional
falangista. El futuro rey puede quedar encorsetado, sin poder real ni
funciones. Güell (¿OD?) ha conseguido
aglutinar a la mayor parte de los monárquicos en torno a su plan de apoyar una
restauración en don Juan sobre el principio del buen entendimiento con Franco: la monarquía será la continuidad del
régimen, no la alternativa.
A su “tercera fuerza” (1.Arrese 2 carrero , Iturmendi, LLR)
suma los apoyos de Vegas, Fdez de la Mora, Eliseda, Vallellano, Pérez Embid, Calvo Serer,
Pemán, Arauz de los Robles, Vigón, Marañón, Osorio… Hay que señalar que
muchos de estos eran tercera fuerza del régimen franquista a la vez que
formaban parte del consejo de don Juan, particularmente los opusinos estaban
tan pichis en los dos lados la misma persona. Esta tercera fuerza son la base
de la llamada Asociación de Amigos de Maeztu, por Estoril, donde está exiliado
el hijo de Alfonso XIII y abuelo de Felipe VI, se acercan figuras como Fdez de la Mora, monárquico tradicionalista, o Silva
Muñoz del grupo católico de Herrera Oria y no descansará hasta que el
pretendiente de Estoril se identifique con los requetés, los carlistas.
A primeros de enero del 57 Franco tiene varios despachos con
Arrese. A pesar de las simpatías de Franco por Falange y su esperanza de que
sea el revitalizador del régimen tiene que ceder, serán otros la medicina
revitalizante.
Franco decide inclinarse por la propuesta que le hace
Carrero Blanco a través de la vía López Rodó. El catedrático se ha incorporado
a Presidencia desde diciembre, regalo navideño para OD, como secretario
técnico. Su proyecto consiste en dotar al régimen de un grupo de cuatro leyes
para afirmar el Estado de Derecho. 1. Definición de los principios esenciales
del Movimiento. 2. Armonizar los poderes del futuro rey con Gobierno y Consejo
del Reino. 3 Organizar la Adm
pública. 4. Definir los poderes del Consejo Nacional.
Franco despacha con Rodó y le encarga que redacte con
urgencia la Ley
de Reforma de la Administración.
Desde ese momento LLR será uno de los hombres clave del nuevo
régimen tecnocrático.
Y luego la suerte del dictador al que se le mueren todos:
esta vez de infarto el capitán general de Barcelona, Juan Bautista Sánchez el
30 de enero de 1957. “Siento su muerte…”pero confesó a Danvila: “Ya no tendrá
que luchar con las tentaciones que tanto le atormentaban en los últimos
tiempos, Tuvimos mucha paciencia, ayudándole a evitar el escándalo de la
deslealtad que estuvo a punto de cometer. “
Por supuesto que no hay pruebas de nada. Pero no soy la
primera en sospechar. Dionisio Ridruejo lo hizo en una revista cubana, Bohemia, en marzo del 57. Y el
comentario de Franco debe de ser calcado del que hacen los santificadores de
todo lo santificable cuando el Señor en su infinita misericordia se lleva a
alguno que les estaba incordiando.
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