LA DESIGNACIÓN DEL SUCESOR

Es curioso cómo determinados personajes se molestan y reaccionan porque se revele o se diga que tienen nexos con el Opus Dei. Acaba de pasar a propósito de un libro belga recién editado, un notable de ese país sale a la palestra a desmentir sus "nexos". No se comprende. Si buscan la santidad y son tan maravillosos

sería un timbre de honor pertencer o relacionarse. Por otra parte es también extraño que siendo tan noble el fin, sea un auténtico rompecabezas averiguar cien por cien quién es y quien no es y en qué condiciones. Datos que no son públicos y notorios, tampoco para el Vaticano que  llevará estrecha cuenta de los números en toda Orden religiosa a sus órdenes, así como del número de curas que le sirven por el mundo. Así que los que más quieren servir a la iglesia permanecen ocultos también para la propia iglesia.

Quelquchose qui cloche, là!

 

Enero de 1969, el embajador español en Roma Garrigues se entrevista con Arrupe, general de los Jesuitas. Arrupe se explaya sobre las relaciones de la Compañía y el Opus. “EN sus relaciones con el OD me dijo que las suyas personales con monseñor Escrivá eran muy cordiales, sin que por eso se pudiera desconocer la existencia de tensiones entre ambas instituciones. El cree que Monseñor Escrivá tiene una gran personalidad, un poco, quizás, inestable y que recientemente había estado un poco delicado y que había sido internado en una clínica, pero que era indudable que en su Obra había algo carismático, que habrá de tener una gran influencia en la Iglesia católica. Esa idea de la santificación en el mundo y por el ejercicio de los medios puramente temporales es una gran idea. Él le había dicho a monseñor Escrivá para un futuro naturalmente remoto, que ambas organizaciones se complementan muy bien. Los jesuitas para la parte sacerdotal en que son más fuertes y están más preparados. Los del Opus Dei para los laicos, que es su terreno propio y su gran descubrimiento. Garrigues desmiente en una postada la supuesta enfermedad de Escrivá. “Goza de buena salud física  y moral.”

Espero que Arrupe tuviera más pesquis en el gobierno de su Orden que en el arte de calibrar qué es y  a qué se dedican sus émulos.

 

Por los desórdenes estudiantiles España llevaba dos meses de estado de excepción. Se levantó por obra y gracia de Laureano, según cuentan aquí. Con el estado de excepción no había designación del sucesor de Franco. En marzo Laureano visitó al ministro de Gobernación (Interior) Camilo Alonso Vega en su domicilio. Quedaba un mes para agotar el estado de excepción, Laureano se preocupa por si el gobierno piensa prorrogar otros 3 meses. Y ruega al anciano general que en el próximo consejo de ministros de 21 de marzo plantee que se levante dicho estado excepcional. Alonso Vega no ve razones objetivas para ello, persisten notables alteraciones de orden público. Pero también corre por sus venas sangre monárquica. Acepta la idea. “En vista de todo ello el min. de Gobernación propone al Gobierno que se levante el estado de excepción”. Las palabras de Vega causan perplejidad y deja estupefactos a los colegas de Gabinete. Pocos ven motivos razonables para la propuesta. Y la discusión anima el debate gubernamental. Finalmente, Franco, zanja la cuestión. “Puesto que el min. de Gobernación lo pide, que se levante el estado de excepción.”

 

En abril muere Victoria Eugenia, ex reina, en Suiza. Juan y Juanito se ven en los funerales y acuerdan una conversación que tendrá lugar en Estoril, finales de mes principios del siguiente. Los historiadores no se han fijado en ella, sí la menciona Armada, el del 23F, repito, puesto que él como secretario, ayo y apoyo del joven príncipe estuvo allí. Armada debía apoyar la moción, don Juan no se “coscaba” o no quería de que sus probabilidades eran nulas.

Armada en presencia del príncipe lee el guión que se ha preparado a don Juan, “la verdadera realidad española tal como la veían el Ejército y la España oficial. Sin entrar en otros detalles, señalé en la conversación mi convencimiento de que el Generalísimo nombraría sucesor al príncipe, basando mi argumento en la idea de Franco de dejar España con una fórmula política estable, y en las presiones que un grupo importante de ministros estaba realizando (Carrero, López Rodó, Alonso Vega, López Bravo…)”

“En aquella velada yo pretendí dejar muy claro que este hecho se produciría aunque nada se nos había indicado. Comprendí que la información que tenía el señor no concordaba con lo que yo le decía; y que se inclinaba hacia la fórmula muy en boga en aquella fecha de que Franco no haría nada en vida.” Sin embargo pese a que los argumentos de Armada no convencen al conde de Barcelona, en un momento determinado se dirige a su hijo esbozando una amplia sonrisa y le dice. Juanito, si te nombran puedes aceptar, pero puedes estar seguro de que eso no sucederá.”

Don Juan escribió al dictador pidiendo una cita, pero Franco ya se había decidido y le comunicó a Carrero que nada tenía ya que hablar con el “pretendiente”. Silencio institucional. El equipo pro Príncipe, totus Opus sigue bombardeando con informes favorables a que designe ya a Juan(ito).

En junio antes de un viaje a Estoril Juan(ito) recibe a López Rodó que se siente cuasi designado a ser el primer ministro en la futura monarquía restaurada por obra y gracia de Franco. El príncipe le pide a Laureano: “ayúdame a realizar esta evolución”. Laureano creyó con fuerza que sería el hombre fuerte del paso a la monarquía ¡cuánta ingenuidad! exclama Palacios.

Víctor Salmador y LLR han recogido el diálogo que ese mes de junio mantuvieron padre e hijo en Villa Giralda. Juan Carlos se defiende, él no ha conspirado para ser rey, y si Franco no lo nombra piensa dedicarse a su carrera militar.

El 15 de julio del 69 Franco le comunicó a Juan Carlos la designación. Entre otros detalles chuscos: durante el acto en las Cortes JC iría con el uniforme de capitán. Una vez designado sería ascendido a general y vicealmirante.

 

El 4 de julio Rodó habla con Franco antes del consejo de ministros. El caudillo le comenta que ha decidido en firme el nombramiento de Juan Carlos, la convocatoria del pleno de las Cortes y que antes escribirá una carta a don Juan informándole y pidiéndole la renuncia a sus derechos sucesorios. Después fue un comunicado sin más. Rodó deja caer que ha habido filtraciones. Se lo han comentado Oreja y Primo de R. El no se cita cubriéndose las espaldas.

En el consejo de ministros Carrero fija el próximo cdm para el 21, pues el 18 que tocaría es fiesta nacional. A la salida Carrero hace un aparte con López Bravo y le cuenta lo que hay. López Bravo suspende un viaje que tenía a Irlanda como min. de Exteriores el 25. Se lo comunica a J. P Fitzpatrick, representante en España de la Gulf Oil Corporation, que le había invitado a Irlanda. Fitzpatrick es yerno de Sherman y amigo de don Juan. Se pone en contacto con Juan Carlos y le dice que “lo sabe”. Pero no llama a su amigo don Juan.

Todos, Rodó, Jacobo Cano, Armada, Solís, Mondéjar…auscultan la opinión de Girón, líder de Falange, es importante que nadie se desmarque ese día en las Cortes. El “león de Fuengirola” afirma que obedecerá a Franco.

Luis Valls también parece un habitual de Zarzuela en estos decisivos meses: hay una entrevista con el Príncipe y Sainz Rodríguez que se autoexilió en Portugal y acaba de regresar en la que está presente. Ansón dio mucha importancia a esta entrevista aunque no parece ser trascendental, fue el 11 de julio. Esa noche Juan Carlos habló por teléfono con su padre y no le dijo lo que ya sabía, incluso mantiene que el 17 se va de viaje a Suiza a una regata.

Pabón escribe a don Juan, quiere dejar el Consejo Privado. Le envía una parte de su biografía sobre Cambó.