HOMOFILIA ECLESIAL

Aunque tarde me llegan "datos". Como un tal Juan José Nieto que se estuvo santificando en la dirección general madrileña de educación en 2015 con Cifu. Poca monta para los ambientes y temas en que nos solemos mover, los austrias, los borbones, los supremacistas...etc. Pero interesan sus declaraciones de 2015
 y los 4.300 millones de euros a repartir entre colegios de la comunidad autónoma. Ha aprendido a santificarse en el trabajo, el suyo cuando lo nombraron a tan elevado cargo era dirigir un instituto en Leganés. El colofón de ese enlace al Plural es la shoplifter más famosa haciendo confesión de agnosticismo y de haber llevado a sus hijos a Legionarios de Cristo. Todo ello en "gato", intereconomía del opusino Ariza. ¿Dije títeres?, vamos para "teleñecosland". Cultivando el lado valleinclanesco, incoherente y absurdo, que lo mismo me da que me da lo mismo. La cuestión es pillar sillón, ¡se reparten tantos! entre comunidades, ayuntamientos, gobiernos, diputaciones y cabildos...cuando con un presidente nos bastaba en vez de 17, y nos sobraba. Los que sacan el país adelante no son precisamente todos estos caras, que hacen la genuflexión delante de lo que haya que hacerla en cada caso. Funcionaríamos mejor sin tanto aprovechado. Alguno es inevitable pero son legión.

Me he ido a escuchar al autor de Sodoma, Frederic Martel. En cuatro capítulos sobre los cuatro últimos papas, se salta al brevísimo Luciani, expone el tema homosexualidad del clero. Y dice cuatro cosas destacables. Primero más que si este o aquel es, importa el ambiente de sufrimiento de los que lo son  y lo ocultan. Segundo, hay curas y cardenales dispuestos a hablar de la homo de los demás no de la suya propia. Tercero, la homofilia, es decir creyentes no practicantes. Que al descubrir su "sensibilidad" especial, ven la iglesia como refugio, y siguen viviendo su celibato sin problemas. Es un hecho sociológico no una crítica ni algo que desdiga ni ponga en duda su fe y sinceridad.
El problema es el sistema eclesiástico construido sobre la hipocresía. Mundo de hombres sin mujeres, clima ideal. La castidad en el mundo de la liberación sexual y la liberación homosexual, y la Iglesia escondiendo su secreto, una situación difícil.





No ve relación entre homosexualidad y pederastia. Los abusos sexuales se dan en las familias, escuelas... y la mayoría de esos abusos son heterosexuales. Salvo en la Iglesia, mundo masculino, demostrado en USA, 85% de las víctimas de abusos sexuales en la iglesia católica son sobre niños pequeños y seminaristas.
La homosexualidad eclesiástica se vive en el rechazo de sí.
La cultura del secreto eclesiástica se ha reforzado en este tema a partir de los años 60 por toda la evolución social. Los abusadores se han beneficiado del encubrimiento de la homosexualidad eclesiástica. Protegiendo al abusador los obispos se protegen a sí, que no salga a la luz la homosexualidad, tienen terror. Benedicto mezclaba en sus discursos homo y abusos, sin distinguir entre una relación consentida entre adultos y una de adulto con niño.

Mientras que para los heterosexuales es duro la castidad, para los homos es una solución, una protección. La Iglesia refugio para ellos.
Muchos curas gays no quieren a Francisco, la situación clásica les conviene. Homofobia para esconder homosexualidad.  Una vez más el problema es el sistema.






Cuarto, sus afirmaciones sobre el actual pontífice, que en principio no le caía bien por peronista y jesuita, medias verdades, medias mentiras. Y las contradicciones entre lo que dice y anuncia y lo que luego hace. Un poco como Pedro Sánchez. Pero da claves que coinciden con lo que aquí hemos dicho: sus andanadas contra los conservadores, los hipócritas, aquella "derecha eclesiástica dura" que no le perdona su interés por los inmigrantes, su posición sobre pena de muerte y los cristianos de Oriente, su "gay friendship" en ciertos momentos. Está en una trampa pillado, su problema personal no es la homosexualidad y sin embargo ha recibido ataques también en Argentina de los "rígidos", los autorreferenciales, de esquizofrénicos que llevan doble vida como el propio papa los llama. Si Francisco dura, podrá cambiar el colegio cardenalicio, si se va por salud o dimisión, otro paso atrás nos espera.

Y la versión opusina de este ambientazo de la homofobia de los homosexuales escondidos contra la homofilia sin problemas de los heterosexuales, la explicó brillantemente Spiderman. Unas pinceladas, sin entrar en detalles escabrosos, que otros han dado recientemente.