COMPETENCIA POR LA GREY
Me abstengo de prensa, noticias, tv. Cuando por descuido leo un titular, observo que los disparates en el suelo patrio no tienen fin, límite ni moderación. "Amor de mis amores...." infinito encanto, estilo, sencillez.
IGLESIA-OPUS-FALANGE EN LOS 40
Una de las pruebas que tuvo que superar el founder fue el recelo de sus colegas eclesiásticos. A muchos católicos les resultaba extraño que un movimiento dirigido por un cura rechazara la política oficial de los demás católicos o todavía peor que robara vocaciones a noviciados y seminarios.
La hostilidad contra los llamados democratacristianos representados antes de la guerra por la CEDA venía de que “no queremos cometer el error de comprometer a la Iglesia con una política concreta”. Fue el error según od de los “católicos profesionales”. Repetían el argumento que aunque tenía poco sentido ya en la democracia coronada que hoy disfrutamos seguimos usando: “somos profesionales y católicos de forma separada, para no comprometer a la Iglesia con nuestras opciones temporales”. Falso de toda falsedad cuando los profesionales católicos con JPII comenzaron a ser los protagonistas de todo lo que se movía dentro del catolicismo oficial, extraoficial y mediopensionista. Anacronismos.
Además las captaciones de jóvenes militantes de las Congregaciones Marianas en Madrid y Barcelona habían colmado la paciencia de muchos curas.Los SJ españoles decidieron defenderse. El jesuita Carrillo de Albornoz, dir. de las cong. Marianas, reprochaba públicamente a los od, ¡ya entonces!, que trabajando secretamente pretendían ocupar puestos elevados.
El jesuita Vergés amenazaba con la expulsión a cualquier alumno que asistiese a un acto od, justificando jurídicamente que nadie podía pertenecer a otra organización religiosa sin ponerlo en conocimiento de sus superiores, según rezaban los estatutos de las cong. Marianas.
Ardua competencia por la grey.
Los congregantes captados por od tenían prohibido hablar de su doble pertenencia. Con el secreto habitual característico aquellos primeros simpatizantes afirmaban que no estaban autorizados para hablar o callaban por miedo a las represalias.
La polémica subió de tono cuando intervino el nuncio que escribió carta el 3 de julio de 1941 al card. Segura tratando de obtener datos sobre el od: “No desconoce sin duda, Vtra. Eminencia, la existencia de una institución denominada od. Habiendo surgido acerca de ella diversas apreciaciones y encontrados criterios, yo agradecería sinceramente a vuestra eminencia tuviera la bondad de manifestarme el juicio que le merece dicha obra y de proporcionarme al mismo tiempo cuantos informes y datos crea convenientes y necesarios al objeto de que yo pueda informar cumplidamente a la Santa Sede en el momento oportuno.”
El cardenal Segura respondió con fecha de 29 de julio lamentando que apenas disponía de info, lo cual “revela el carácter secreto con el que funciona” y que aún así le consta que el sr Escrivá se relaciona con los obispos españoles, pero que ignora “si es una obra política, o social o de apostolado” y termina “confío muy poco para la buena causa de estos modos de proceder tan ajenos a la tradición del apostolado de la Iglesia.”
Las indagaciones de la jerarquía correspondían a los enfrentamientos entre od y SJ en el que no hubo armisticio, y se mostraba la agresividad de los escrivarianos, se habló de canibalismo religioso. El fundador ponía por obra la santa pillería y la santa desvergüenza.
De 1939 a 1942 predominó Falange en el gobierno. Sería una época dura para ellos, porque aumentó el recelo de los vencedores del a guerra frente a los recién llegados al campo reclutador de adeptos.
Los primeros ataques procedieron del campo eclesiástico y de algunos profesores universitarios, a ellos se unió Falange. P.e se dijo que en la residencia de la calle Jenner había signo cabalístico de significado oculto amén de una cruz sin crucifijo, también misterioso.
La defensa od fue doble, por una parte fundaron una Asociación para dar cobertura jurídica a sus actividades: Sociedad de Colaboración intelectual, SOCOIN, que para su desgracia coincidía con una palabra hebrea, socoim, “secta rabínica de asesinos”. El siguiente paso fue considerarlos secta judaica colaboradora de la masonería.
Por otra consiguieron que Eijo y Garay, ob de Madrid Alcalá concediera indulgencias el 28 de marzo de 1940 a quienes besaran la dicha misteriosa cruz pidiendo por la fe católica y la destrucción de las herejías.
Pero los rumores no se acallaron: creció el tumulto. Se les acusaba de exaltar la condición laica, lo que disminuía las vocaciones religiosas y sacerdotales, el estado religioso venido menos, herejía. El sambenito hereje se lo colgaron los SJ para frenar el quebranto sufrido en sus congregaciones por el proselitismo agresivo que siempre nos caracterizó.
Por su parte los falangistas lo que nunca alcanzaron a comprender es que jovencitos estudiantes vivieran juntos en pisos. ¿Serían homosexuales practicantes?
En la España de aquellos años homosexuales, masones, judíos, comunistas, demócratas estaban en el ojo del huracán y de la furias del sistema. En Barcelona los jóvenes opus no llegaban a la mayoría de edad reglamentaria, 21 años, y no podían alquilar piso. Lo tuvo que hacer Alfonso Balcells Gorina que ya tenía 24.
La acusación de homosex iba en serio, Y un día en el piso de Barcelona ¿el Palau? Se presentaron los falangistas camisa azul a registrar. Se llevaron a la cárcel a los inquilinos acusados de homosex y vida en común. Pero teníamos influencias y pudieron salir a las pocas horas. Fue el suceso inaugural que enfrentó a 2 pilares de la dictadura en el futuro: Falange y OD.
Desde que había llegado a Madrid a medrar en 1926, el founder cargaba con la cruz del “problema jurídico”. Primero el suyo, clérigo fuera de su diócesis, y luego el del grupo que salió a la luz pública en esos años de posguerra.
Hubo denuncia al grupo ante el tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo, el caso acabó archivado. La Junta Política de Falange se interesó por las primeras actividades públicas od. Los “primeros” temblaron por lo que ya había pasado en Barcelona.
Tenían que encontrar urgentemente respaldo jurídico en el único lugar posible: la jerarquía eclesiástica. Aconsejado por clérigos franquistas afines, Escrivá solicitó el reconocimiento como pía unión diocesana al obispo de Madrid. Así han empezado muchos males eclesiales, cuando los obispos han dado espaldarazo por “halagos” del inventor a su persona, en vez de inspeccionar a fondo antes de “alabar los fines”. Pero si es un cura halagador, tiene que ser buena idea. Los ejemplos se han multiplicado por toda la cristiandad. Y como siempre od especialista en enchufes, en este caso tenían a José María Bueno Monreal teniente fiscal de la curia diocesana.
Mientras el founder recomendaba a sus muchachos leerse la Vita de Sancti Ignatii por Rivadeneyra para que vieran lo que es sufrir en los comienzos. De sobra sabía que la instalación del pisito barcelonés en frente de los SJ era toda una provocación. Od sacaba a paseo su política “parasitaria” con respecto a otras organizaciones católicas juveniles. Dice Ynfante que su objetivo era convertirse en una Iglesia nueva o paralela.
Hecho que lleva a ímprobos esfuerzos para ser desmentido. ¿Prelado cum populo? En el papel, sin populo, en la realidad, las numes nada sabíamos de las actividades diocesanas del común de fieles, no nos correspondía. Vivíamos la vida interna operística. La adhesión a la jerarquía es de boquilla, quien dirige el conjunto de actos y pensamientos numerariles es la jerarquía opusina. Pero nada hay que no pueda superarse con una buena política del “halago” o “caricias en el sentido del crecimiento del pelo.”
Ratzinger, clérigo germánico conocido por su firmeza frente a teólogos innovadores, cayó en el saco. Le regalaron unas zapatillas en Pamplona. Y su acompañante el ex profesor de esquí admirado por la Versace no salió de filas ignacianas.
Escriva atribuía sus males a un ex seguidor, Pedro Gamero del Castillo, vicesecretario de Falange y ministro. Frecuentó la residencia de Ferraz antes de la guerra, la que estaba en frente del Cuartel de la Montaña, en la misma calle que hoy la sede del partido gobernante. Por si pasáis por allí, cruzad los dedos o invocad las fuerzas del bien, cada uno lo que crea oportuno: qué concentración de males.
Gamero, a sus 25 años, aprobó en 1936 con núm. 1 las oposiciones de letrado del Consejo de Estado. Tras el conflicto no quiso saber nada de OD y esta actitud le resultaba insoportable al founder, lo acusaba de ser uno de los principales instigadores de un complot político contra la naciente obra.
Escrivá que hizo suyas muchas ideas de Maeztu, en particular se fijó en “ser es defenderse”, y veía adversarios, competidores e imitadores de su residencia DyA por todas partes. Se trataba de intentos de apostolado universitario que no cuajaron por falta de apoyo eclesiástico y de financiación. El banco de peces estaba ocupado por los propagandistas y en menor medida por OD.
En el verano de 1941 Eijo y Garay su protector, se consideró con derecho a obligar a todos los ¿numes? que habían sido alféreces provisionales a inscribirse en la División Azul. La famosa compañía formada por voluntarios españoles con la que Franco echó una mano a Hitler en el Frente ruso. Fueron 40.000 los compatriotas que lucieron uniforme nazi en esta ocasión. El founder no estaba en Madrid y al regresar se indignó contra el protector, eran pocos los efectivos como para que se jugaran la vida. Al fin los oficiales de la Azul fueron escogidos entre los militares de carrera y los primeros no se vieron obligados a empuñar el fusil por Hitler. Mejor para ellos, 12.000 divisionarios fueron heridos y 4.000 muertos en esta improbable aventura.
Hasta 1942 Iglesia y Falange se disputaban el liderazgo ideológico del sufrido pueblo español, harto de iluminati y salvadores. Pero cuando los alemanes empezaron a sufrir derrotas en la segunda guerra mundial y cayó Serrano Suñer, declinó la estrella falangista. La Iglesia española podía respirar aliviada, estaba a punto de ganar la batalla por el control ideológico de la población.
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