GLORIAS IMPERIALES
Ricardo dice su nombre y sus opiniones, otros anónimante insultáis a todo lo que se mueve, desconocedores por lo demás del punto y seguido que estructura el pensamiento.
Echo en falta el intercambio con otros y sobre todo otras que dijeran, "sí, nos conocimos en Eskíbel, en Monaita, en la côte d'Azur...yo viví así o asado lo del cili, se decía tal o cual de tí o de la otra, todo mentira, se estimulaban nuestras malas inclinaciones al baboseo, cotilleo, hipocresía..."
20 años han pasado de mi wake up y prácticamente me siento como si me lo hubiera inventado y hubiera soñado aquellos surrealismos seudomedievales en la España de Felipe González. Cuando todo cambió para seguir igual. Al menos para la juventud que nos movimos en la órbita opusina.Van de capa caída en el sentido de imposibilidad de reclutar numes a lo bestia. Han enlazado la religión pretridentina con la covidiana. Quien calla otorga, y con el ruido del que son capaces, recuérdese las manifas que le montaron a ZP con autobuses de todo España en la Castellana, por el matrimonio homo o porque peligraban las subvenciones a sus "liberales" coles. Madre mía. Ahora la eutanasia y el suicidio asistido, así por decreto y sin intercambio ciudadano.
Entre la Chine y Guillermo me quedo con la libertad y la soberanía de mi país, España. Cueste lo que cueste, si hay que morir, que sea con dignidad. Si no se hacen eco de las protestas los medios de masas, lo mismo da, que se sepa que hubo protestas. Que como lo de Abraham, hubo 1, 2, 10.000 españoles que no nos tragamos ni el cuento opusino, ni el covidiano, ni el climático que dicen se viene encima.
El Jeff Bezos, forrado pre crisis y más forrado con la crisis, se permite el lujo de viajes al espacio, ni pensar quiero lo que supone para la atmósfera un paseo espacial, este tipo de gentes nos imponen tanto la reli covidiana como la climática. Y como tontos a practicar los ritos pseudo secta, lavado de manos a lo pilato, tapado de cara a lo mafioso y separación de los demás además de abstención de fiestas y tradiciones, contagia divertirse, contagia la cultura, contagian las raíces.
He leído de S. Nightingale, Un jardín en Granada. En la estela de South from Granada de Brenan, un libro que me llegó hondo.
Un americano se compra un carmen en el Albaicín, enamorado de la ciudad andaluza y del barrio. Empieza hablando de jardinería y botánica, y es cierto y verdad que los cármenes granadinos y en general los patios andaluces son un trozo de paraíso. Tirando del hilo se informa sobre la historia del Albaizín y la de España. Pondera lo que fue Al Andalus, convivencia de religiones con sus altercados, guerras y peleas, pero hubo mezclas, hubo literatura, poesía, ciencia, entre guerra y guerra entre cristianos y musulmanes y dentro de las propias comunidades religiosas, fue una etapa floreciente. Llegaron Fernando e Isabel a establecer la unidad de España por lo bruto e inquisitorial y todo fue ir para atrás.
A pesar de las reediciones de las Marias Elviras Rocas y los de Gustavo Bueno a defender el imperio. Para la inmensa mayoría del pueblo español, para la economía fue un desastre y un ir hacia atrás hasta hoy.
Empezó esta cultura española tan nefasta que nos ha marcado de valorar no el trabajo sino el rentismo, sobrevivir al servicio de la corona, del ejército, entrar en la Iglesia. Las riquezas de América enriqueciendo a los prestamistas y las bancarrotas sucediéndose en la España de los Austrias. Pero qué horror. Que todavía 500 años después de todo ese desastre, a pesar del siglo de oro y la creación de la comunidad hispanohablante, sigamos negando la realidad.
"Opus Dei" un dechado de todo lo malo que ha tenido nuestro país, las directoras burócratas que no daban palo al agua, viviendo, comiendo y vistiendo a la moda, sobre los hombros de por ejemplo las despreciadas agregadas. Es exactamente igual que en la España de los Austrias y después: clases parásitas que porque tenían un título nobiliario, un apellido, un título universitario, a saber como se lo regalaron, a vivir del cuento.
Allá que iban las agres, secretarias, cocineras, planchadoras, empleadas a entregar puntualmente, el día 1 su sueldo íntegro en la caja del centro, para que se les diera la cantidad justa y precisa acordada por las burócratas para gastos fijos de su casa. El resto, a engordar las arcas opusinas o a pagar las vidas de las numes que se creían superiores, y "zonificaban" las casas, diciéndoles a las agres "de esta escalera no pases".
Nightingale se piensa que la Inquisición y el descalabro de no valorar el trabajo ni a los trabajadores son cosas de otros tiempos en España. Ha visto coletazos de los defensores de las "glorias imperiales", pero no se ha chocado con los restos del imperio en forma opusinobancaria.
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