QUERIDA AMIGA

 Ya nos quedó claro que en Camp Joliú pasó algo, si no vas a dar tu nombre ni traer la sentencia en la que se condenó al individuo, abstente de repetirlo por todas las esquinas. Que los mandatarios se dan la buena vida  a los que tanto temíamos, respetábamos y nos entraban pesadillas cuando venían a comer al centro, ya lo dijo tb Lali Riera, que estuvo en el escalón inmediatamente inferior al de los jeques o jecas en su caso.

Qué cinismo, el pueblo fiel numeraril temblaba cuando venía la de san Miguel en junio o septiembre: los famosos cambios. Las más santas han resultado las más frescas, las que más daban el pego y hacían de su capa adecuado sayo. Viviendo de los sueldos ajenos y predicando la santificación del trabajo ordinario. Gastando en ropas caras y viajes caros y estancias caras en lugares caros el dinero que no habían sudado. Genial, iba a decir que así también predico la santificación del trabajo...yo predicaba y  creía y ganaba mi sueldo. No había cinismo, había creencia, confianza en personas de criterio.

Una vida de cilicios, sacrificios, disciplina,  dar la lata a la gente para que venga, vaya, pite, dé dinero y ellas....abanicándose y disfrutando de sembrar el terror. Nunca lo supe ni fui consciente, metida en mis cosas: estudios, trabajos varios opusinos, libros, libros, libros....qué poca pesquis. ¿Pero quién iba a pensar que una superinstitución superreconocida en la Iglesia, en España es una farsa completa? de hecho siguen en el candelero y nadie les tose. Nos tosen ellos. 

Es ley en España: "no tocar peligro de muerte".

Por eso me ha alegrado descubrir al prof. de la uni de Alicante, Juan A Ríos Carratalá, De mentiras y franquistas (2020) porque estamos en la misma línea. El libro es hiperretórico,  pero lo que importa es que la mentira es el modo de existencia español desde 1939. 

Es cierto que yo también me he dado cuenta de como cambió la faz de España con la victoria franquista, salió otra sociedad completamente distinta a la de 1936, en la nueva España se había arrojado a las tiniebras exteriores todo asomo de honradez. No se podía vivir con la verdad por delante. 

Y se instaló lo que tenemos, la mentira triunfante. Primero arrasaron casa por casa buscando "enemigos", por si acaso no habían matado suficiente en la guerra, que si mataron, no les faltó el apoyo internacional. Pero luego se pusieron las botas para arrancar la más pequeña hierba de otra cosa que no fuera "alzar el brazo" saludando a la romana. Hasta que Alemania perdió la guerra y ya hubo que sacar otras esencias del baúl. No se podía ser tan amigo de Hitler, perdedor, y nos hicimos más de lo nuestro: catoliquísimos.

Mentir era cuestión de vida o muerte. Hubo que sobrevivir, sobre todo en capas sociales inferiores.

Así que JA Ríos Carratalá saca varias mentiras españolas con las que hemos convivido hasta hoy tan ricamente. P. e las de Matías Colsada y sus alegres chicas, y de paso como cayó el género de revista en cuanto llegó la democracia y el destape... Qué sordidez el cine español de los 70: hace análisis exhaustivo de la predicación "franquista" de esas películas.

La leyenda del bikini se refiere al transformador de Benidorm, pueblo de pescadores, en resort internacional playero: Pedro Zaragoza Orts (1922-2008) que sacó la especie de hacerse en Vespa Alicante-Madrid para decirle a Franco que había que consentir bikinis en las playas del pueblo, sino la cosa no iba a furular. Y ahí empezó el despegue de Benidorm. Un imposible de toda imposibilidad, con las medidas de seguridad que el tirano  disponía en lo que se refiere al acceso a su persona. Pero la mentira cundió y quedó. La mentira de que él iba por "independiente" en dictadura, cuando creció y se hizo rico gracias a ser jerifalte de Falange en la provincia, alcalde, gobernador, procurador. Y hasta el final mostró fidelidad total. Biografía maquillada como tantas, tb od tiene su propia biografía maquillada. Es que lo políticamente correcto pasa el tiempo y es lo más perecedero.

Y otra mentira que me ha llegado al alma Elena Francis, todas las mujeres de los años 70 recogían la cocina y se sentaban a escuchar el consultorio de Elena con aquella voz femenina firme que respondía a los problemas que planteaban las oyentes. "Querida amiga".....desde 1966 hasta 1984 el negro que elaboraba las respuestas que empezaban siempre así "Querida amiga" fue Juan Soto Viñolo. Por las tardes crítico taurino en Barcelona. Hubo varias actrices que pusieron la voz: Rosario Caballé, Maía Garriga y Maruja Fernández (1925-2001) la que estuvo hasta el final.

El consultorio fue iniciativa de un matrimonio dueño de un laboratorio de productos cosméticos. 6.000 guiones elaboró el negro a razón de 12.000 pts. al mes para redondear el sueldo: 4 veces el modesto ingreso de la época. En las respuestas no había ni aborto, ni divorcio, ni homosx, ni incesto, ni política. Tras el serial de Guillermo Sautier Casaseca ("Simplemente María") llegaba Elena, consúltale a Francis, el consejo es de Francis....la hora de Francis....Y las españolas de la época contando sus problemas por carta, con toda sinceridad, desvelando sus intimidades a una Elena que no existía, puro teatro y publicidad.

Todo ello pasaba en Barcelona, como muchas otras cosas importantes que han moldeado nuestra historia y sociedad. Se entiende porque lo quiero hacer notar.

Como dice el autor de Mentiras y franquistas: 

 "el espíritu de Elena Francis respondía a un propósito publicitario, terrenal donde los hubiera, pero parecía proceder de un más allá donde la autoridad resulta incuestionable, máxime si se hace presente a través de una voz incapaz de titubear y consciente de la relación jerárquica establecida con las radioescuchas. No obstante, su firmeza en el consejo de "mujer a mujer" nunca derivó en lo amenazante. Las consultantes formaron una comunidad en torno al programa porque la imaginaban como una anciana canosa y bien peinada, que se afanaba para responder a las miles de cartas sin quitarse la toquilla de lana gris, aunque sus gafas y modales delataran la cultura compatible con la experiencia del sentido común. Elena Francis era una dama virtuosa, serena, sabia y segura de sí misma. La posiblidad de incorporarse a la categoría de lo místico parece obvia. Mientras tanto, el hermafrodita del periodismo, por las tardes, apagaba la radio porque ya conocía las respuestas y volvía a ser Juan Soto Viñolo, hombre dado al humor, el folklore y los toros. De hecho, algunos justifican por esta circunstancia la sabiduría en cuestiones de cuernos que mostraban las respuestas al consultorio". 

Pero no solo se inventaba las respuestas sin tener ni idea ni interés auténtico por los problemas de las mujeres: cuando las oyentes flojeaban el propio negro se inventaba las consultas firmadas por "Una cuarentona sin suerte", "Una sufridora", "Un corazón herido", "Una burlada", "Una atormentada"....

La tónica de las respuestas era el conformismo y la resignación para la mujer española de entonces y ¿de hoy? resabios quedan....a tono con el régimen, con sección femeninda de Falange y con opus y todo lo que en esa época era tendencia.

En los mejores momentos 30.000 españolas al mes contaban sus problemas y esperaban un consejo de Elena. En 2005 aparecieron 1 millón de cartas en una finca de Francisca Elena Bes Calbet, la propietaria de los laboratorios,  hicieron expo. Y eran tantas las cartas que ofrecieron el trabajo en anuncio del periódico: Pietat Estany Bou, ama de casa, confesó en 2007 que entre 1976 y 1984 por módico salario, escribía a máquina unas 300 respuestas semanales. Teletrabajo le llaman hoy. Sus cartas si eran de mujer a mujer, comprensión y cariño en ellas, pero no eran radiadas.

Lo curioso es que Elena Francis ha traspasado fronteras, el canal Arte hizo un minirreportaje al respecto que no consigo encontrar.

Otra mentira pero más conocida, la de los torturadores policías que hicieron vida normal en democracia, hasta el punto de que la hija de Billy el Niño es juez. Las cuentas sin ajustar. No se pidieron al ministro responsable, tampoco se le iban a pedir al "ejecutor". Recuerdo la peli del Laberinto del fauno donde salen escenas de tortura por parte de polis franquistas. Qué horror: sobre todo eso descansa nuestra sociedad, así que nuestras mentiras sufridas de niños bien a los españoles  no les indignan: asuntos de menor cuantía, no haberte dejado pillar, que otros bien que supieron escurrir el bulto.