CONTRA LUTERO. EX AUXILIAR

Son curiosos los seguidores de Gustavo Bueno, esta chica cuyo verdadero nombre he olvidado, es artista y en el curso de su vida encontró el materialismo filosófico de Bueno uniéndose a dicha escuela. 

Se prepara con gran curro sus vídeos que tratan temas filosófico, políticos, históricos. Se agradece a los gustavobuenistas que muestran un buen nivel cultural, mayor que el de la mayoría de tertulianos y frecuentadores de platós televisivos de los que se nutre al pueblo español de una cierta edad. Estupendo que ponga los puntos sobre las íes con respecto a Lutero, al que como iniciador del protestantismo y en contraste con el catolicismo no digo que se venera, pero se tiende a dar la razón.

 Precisamente, él que dijo tamañas barbaridades sobre la razón. Sería oportuno un debate con estas personas, pues ni Lutero era tan bueno ni tan malo, ni en el catolicismo tridentino es oro todo lo que reluce. Ni por supuesto los 7 sacramentos actuales de la Iglesia llegaron con Jesús tal y como los conocemos hoy. Me deja con ganas de diálogo preparado, con más conocimientos teológicos. 

Pero señalo que los materialistas filosóficos que tratan temas religiosos "desde su ateísmo", ella misma  reconoce ser atea, se declaran culturalmente católicos, cosa que me parece original y saludable. Lo que no comprendo es que se hayan aliado con el catolicismo más retrógrado que estima que el concilio Vaticano II supuso la protestantización del catolicismo. No lo creo. Semejante afirmación solo puede venir de Lefevbre y adláteres. Por eso digo que todo esto merecería diálogo y no mera exposición por su parte. Personalmente los teólogos con los que dialoga Pozo Fajarnés, otro gustavobuenista, me resultan insufribles, qué apolillamiento. 

Se echa en falta un José María Castillo, que está mayor, pero podría atornillar a estos gustavobuenistas que defienden la confesión auricular y secreta como si fuera verdad revelada de nuestro Señor, siendo así que es una de las muchas prácticas penitenciales que se han dado en la Iglesia. La favorita del founder y sucesores, por las facilidades que da para enterarse y manipular.

 ENTRE COLLEEN y su familia hubo una primera ruptura.

Su madre cuenta: "mi marido le dijo: ¿quieres ir a Chicago? vete, vete a Chicago, pero piénsatelo bien. Estaba conmocionado. Colleen quería asistir a esa escuela hostelera del "opus dei" para realizar un programa de 3 años, de gerencia hotelera". 

Le pregunto a la señora O'Neill si ella y su marido eran conscientes de que su hija iba a ser numeraria. Que iba a tomar una decisión muy comprometida.

"No, solo sabíamos que Colleen estaba determinada a matricularse en esa escuela. Decía cosas como esto es lo que quiero hacer de verdad. Lo que me parecía extraño porque desde los 10 años decía: quiero ser escritora. Le hicimos ver que Chicago, para muchos americanos no es el lugar para obtener la mejor formación en términos universitarios, no es New England, Pennsylvania ni Virginia, pero allí se fue. No pienso que en ese momento ya hubiera decidido ser numerario. Estábamos bajo shock."

¿Qué había pasado en la cabeza de la joven? ¿Había predido la semilla del sacrificio por la gran causa? Hoy la ex numeraria denuncia: mis padres no fueron informados de mi decisión de entregar mi vida al opus dei. Y no se les invitó a compartirla, a formar parte de ella.

Colleen, desde que la convencieron de que dejara Boston y trasladarse a Chicago para vivir en una residencia de numerarias auxiliares, frecuentando al mismo tiempo la escuela hostelera, fue incitada a cortar lazos con la propia familia. Ella misma lo afirma: cuando entré en "opus dei" como nume en 1985 me dijeron que tenía que pedir permiso para llamar por teléfono a mi  familia. Y también que básicamente no se llamaba a la familia. Yo y las demás auxiliares teníamos que limitarnos a escribir, si queríamos seguir en contacto con nuestros padres y hermanos. Intenté explicárselo a una madre que vive a 800 km de distancia".

Colleen explica: lo esencial que debe saber la gente con respecto a la entrada en "opus dei" es que el individuo y la familia no son correctamente informados de lo que se le va a exigir a la persona. Cuando se enteran ya te has comprometido aceptando un vínculo muy fuerte. En ese punto es ya demasiado tarde para dar marcha atrás. Se sufren presiones de carácter psicológico y religioso, tienes miedo a la condenación eterna. Es una práctica clásica en las sectas".

La señora O'Neill, por su parte se pregunta en voz alta, en qué se equivocó, como pudo no comprender la gravedad de la decisión de su hija.

"Nuestra hija Kathleen en aquel período, empezaba a sufrir problemas médicos, se le había diagnosticado una forma grave de diabetes. Yo he trabajado toda la vida como enfermera. Mi primera preocupación como madre era la salud de mi hija Kathleen. Quizás tenía que haber entendido lo que le estaba pasando, pero en aquel momento solo me centré en su dalud. Pensaba que ese era mi deber, mi prioridad como madre con respecto a su decisión de irse a Chicago. Por otro lado no habíamos comprendido qué era el opusd, la complejidad de ese mundo. No, no sabíamos nada, solo lo entendimos después de esta terrible experiencia. Para volver a la historia de mi hija, Colleen se matriculó en primer curso de la escuela de gestión hotelera del "opus dei" en Chicago. Volvió para visitarnos en Navidad, pero no nos dijo nada de su vida personal. En su segundo año, durante las vacaciones de Pascua me llevó a parte y me dijo: "He decidido entrar en el opus dei, quiero ser numeraria". Oh Dios mío, exclamé, ¿de qué estás hablando? ¿qué dices?

-Es lo que voy a hacer.

-Mira Colleen, si a tu edad me dices, con 19 años que te vas a casar, me hubiera quedado perpleja. Te diría lo mismo, eres muy joven, no puedes comprender la descisión que vas a tomar para el resto de tu vida, ¡no estás preparada! 

-Sí, estoy.

Ella siguió su camino. Nos quedamos estupefactos. Mi marido y yo fuimos a la ceremonia de distribución de diplomas, que fue muy sencilla, luego fuimos a Chicago para visitar la casa donde iba a vivir Colleen. Cuando ví el lugar me dije que no era el sitio donde me gustaría que mi hija viviera. No me gustaba el ambiente, no me gustaba lo que hacían. Intenté comunicarle mis impresiones Pero me replicó: Es mi vida, es lo que quiero hacer.

¿Cómo la convencieron para dar ese paso?

La manipularon mentalmente, le dijeron "esta es tu vocación", trabajar como criada en el "opus dei" Son muy poderosos, muy hábiles. Colleen volvía en Navidad, pero perdíamos contacto con ella. Empezaron los conflictos, nos preguntábamos en que nos equivocábamos. Bob intentó hacerle ver la gravedad de su decisión, pero cada vez estaba más lejos de nosotros. Llegamos a la conclusión de que si seguíamos insistiendo acabaríamos perdiéndola definitivamente. No habría vuelto más a vernos. Estábamos muy enojados, le decíamos "somos tu familia", y ella nos contestaba "opus dei es mi familia". Mi marido y Colleen tuvieron discusiones. Yo le dije: "¿por qué no nos sentamos y hablamos con calma?. Pero no hubo manera."

Cómo su hija fue convencida de convertirse en doméstica adscrita a las tareas más humildes sigue siendo un misterio para la señora O'Neill.

"No sé como fue su decisión de ser numeraria auxiliar, todavía hoy no lo sé. Solo hace poco he empezado a comprender las heridas que le hicieron allá dentro. He descubierto algunas cosas  cuando  concedió una entrevista a Time de forma anónima.

Colleen, una vez que terminó el curso en la escuela hostelera en la Lexington School de Chicago, inició su vida de criada y numeraria. Trabajo agotador todo el día mortificaciones corporales, y por la noche descanso en una tabla en lugar de colchón.

La ex numeraria denuncia: "La dimensión de las numes auxiliares dentro del opus es la que menos sale a relucir. Yo quiero sacar a la luz esta forma de abuso moderno, alertar a todos los padres y convencerlos para que eviten como la peste estas manipulaciones. La vida de la nume auxiliar es una vida de mucho trabajo físico, en un ambiente muy protegido, en la que a nivel mental, te tratan como a una niña. Y en la que es necesario  pedir permiso para cualquier aspecto de la vida personal. Tienes que pedir permiso para ver la tele, para salir con una amiga o conocida, para oír la radio. TE conviertes en un ser completamente dependiente, que te hace muy difícil salir del opus dei".

Ferruccio Pinotti