TERMINO CON LA TESIS
Por si alguien dudaba de si el psiquiatra de siempre era catedrático en la facultad de psicología, ya nos consta que al menos con ese nombre no ha habido ninguno.
Nunca he sido hija de Escrivá porque ese señor no tiene hijos:
tiene fanáticos seguidores que besaban donde él pisaba, y esclavos. Pero hijos no ha tenido ni uno. Soy hija de mi padre y de mi madre, Andrés y Carmen, que me dieron la vida y se ocuparon de mi educación, con sus fallos y sus aciertos, seres humanos como otros cualesquiera y que espero estén viendo estas batallas de su hija desde un sitio más cómodo que este bajo mundo.
A los hijos no se los trata con el servilismo que él imponía a los que le rodeaban. Escrivá no acudía a actos públicos en los que él no iba a ser el centro de atención. En Roma jamás se le vió en funerales de cardenales, obispos o donde hubiera concentración de monseñores de manera que él fuera "uno más".
En verdad, en todas sus apariciones en público él es el enviado del Señor, nunca se hizo una foto con quien le pudiera hacer sombra. Y nunca reconoció que Pablo VI le regañó, más o menos, por querer recabar más privilegios de la santa Sede. Eso no se ha hecho público. Alucino: a los curas numerarios o curas agregados que eran nombrados obispos les hacía quitarse en los centros los signos de la "episcopalidad", para que quedara bien clarito que en un centro del opus nadie es más que el Padre. De esos pequeños detalles estaba pendiente, para que nos enteremos qué significa "personalidad narcisista".
Muy interesante leerlo en un libro de psicología, pero aguantar los caprichos de un narcisista como él que ha dejado tras su muerte el narcisismo institucionalizado tiene narices...
Hay que desmitificarlo, él fue el inventor de esta máquina de represión y sufrimiento, que utiliza la fe de la gente para esclavizarla. Cuando el mensaje del evangelio es de liberación y vida. Tenemos argumentos de sobra. Nuestras propia vidas, nuestro paso por tantas vicisitudes. Y en mi caso, siete años después de haber salido, el descubrimiento de tantas verdades ocultas que gracias a investigadores como Rocca, Estruch, Ynfante y otros van saliendo a la luz.
En octubre de 1955 empezó gestiones para que fuera admitida su tesis en la Lateranense. En un mes tres profesores Giuseppe, Violardo, Lattanzi admiten a trámite la Abadesa de las Huelgas. Libro editado en España, pero por lo visto en Italia se pueden presentar en las universidades civiles libros publicados como tesis doctoral. Aunque las universidades pontificias se rigen por sus propios estatutos, esta excusa es bastante mala.
Recordemos que la Abadesa pasaba por ser tesis -nunca vista- de derecho civil en 1939. Como relator de la tesis el Rector magnífico Pío Paschini. Hay detalles en la historia de esta tesis que son de Mortadelo y Filemón, por ejemplo, consta que en vísperas de la tesis, principios de diciembre del 55, su defensor estaba de viaje por Alemania. Qué güay, yo también quieron hacer una tesis mientras viajo... pero no soy fundadora. Lástima.
La tesis de la tesis: ¿en qué títulos basó la abadesa su jurisdicción cuasi espiscopal? es decir, lo que de verdad le molaba: ¿Cómo hizo la abadesa para mandar tanto sin ser obispo?
En conclusión, aunque diciembre no era tiempo de tesis en la Lateranense (julio octubre, enero, abril, julio eran los meses dedicados), aunque no había sido un profesor de la Lateranense el que proponía el trabajo, aunque no hubo resumen en latín, aunque no tenía ni el bachiller ni la licenciatura teológica como mandaba la Scientiarum Dominus de 1931, aunque el trabajo ya se había defendido en Madrid en 1939, aunque no tenía méritos científicos para que se le hicieran tantas concesiones el 20 de diciembre, a la edad de 53 casi 54 tuvo su doctorado en teología. Un doctorado que más bien se puede decir fue Honoris Causa.
Y seguimos con los cuentecillos ad hoc: según Portillo fue el decano Piolanti quien aconsejó a Escrivá no acudir a los cursos de la facultad de teología ¡qué cante! y el cardenal Violardo, buen amigo, que guió a Escrivá a escoger esa facultad y no otra, pues con el paso del tiempo "la Lateranense se vería muy honrada de tenerle entre sus doctores".
(Ya verás tú la honra el día en que tengáis que bajar su cuadro del pasillo y quitar la vidriera...todo podría ser.)
Pero se ve que lo de las mentirijillas es contagioso, porque en 1981 resulta que se desprende de las Actas de la Secretaría de la pontificia universidad que Escrivá se había matriculado en quinto año de teología en el curso 1955-56, y que había superado los exámenes y que había obtenido el doctorado. Y Escrivá nunca hizo ningún examen ni estudió nada en la Lateranense.
La gran pregunta: ¿qué hace un fundador de esa edad que no se va a dedicar a la universidad con una tesis doctoral? dicen que quería dar ejemplo a los curas numerarios a los que se les exige doctorado en las Constituciones: como sean todos los doctorados de los numerarios como este...el ejemplo sobraba.
O quizás porque en aquel entonces Escrivá andaba detrás de ser obispo. Se sabe que su candidatura al episcopado fue rechazada en 1945 y en 1950. Y el doctorado era un mérito.
Bueno, tiene un cuadro en un pasillo de la universidad de Latrán y un ventanal en la capilla, no está nada mal.
Comentarios
Es como si se denunciara que un líder de un fondo de inversiones no tiene los estudios correspondientes, sino que fueron fabricados por él y su secuaces para presentarse a la multitud, no para salvarla, sino para manejar sus inversiones y al final de cuantas, robarles.
Vaya pasada con el Opus,ninguna de sus palabras se corresponde con la realidad.
Es un caso de delirio inducido colectivo ... y si a esto le sumamos la indiferencia publica, pues asi nos va.
saludos desde Canarias
Para mi, que nunca fue del opus y nada sabia de el, ante de leèr un libro de testimonios, es muy grave tener títulos quizá ganados brincándose las reglas, porque esa es una estafa.
Y sí, es verdad, no daba la talla de cinismo pero las arcas familiares estaban llenas.
Ese fue mi mérito para entrar y quedarme, tener una madre ahorradora. Merecía la pena aguantarme...y esperar que mi madre se fuera al otro barrio para que la lluvia de millones, de la que sabían más que yo, les llegara a sus cuentas en Suiza.
¡Maldita sea con la mentalidad ahorradora de la posguerra que tenía mi querida madre! fue mi crucifixión...
Pero para la sociedad, el presentar credenciales falsas es un delito, que es la usurpación de funciones.
Para el opus dei el mentir puede ser una falta moral para ellos quizá pequeña y permisible para conseguir sus fines, pero para la sociedad no.
No se puede combatir a los que piensan diferente a base de mentiras.
¿Cómo han "podido colar" los supuestos títulos de monseñor?
¿Podéis darle mas amplitud a todas estas informaciones tanto del Doctor Rojas como del "Santo Súbito"?
Sería de mucho interés para tanta gente...
Intuyo que el trabajo de Ana Azanza debe ser muy costoso para que se hagan eco de lo que aporta desde aquí.
¿Algún medio se hace eco en sus informaciones, cartas de los lectores/as, etc?
Un saludo desde Valencia.
JMM
"Pero para la sociedad, el presentar credenciales falsas es un delito, que es la usurpación de funciones."
Conseguir una carrera con estafas no es solo un delito; es tambièn contra el VII mandamiento "no robar" y es immoral. Una carrera conseguida sin estudiar es un robo a todos los ciudadanos y, come tal, no es moral.
Tu blog me tiene cada día más asqueada, no por tí, sino por las cosas que cuentas. Me da una rabia que tantos mentirosos alcancen tanto poder y el funfador ése no sólo intentó aparentar aristocracia agregándose apellidos, y peso intelectual, inventándose una tesis doctoral, sino que además disfrazó su ezquizofrenia o cual haya sido la enfermedad que padecía por un supuesto misticismo. En mi país, cuando se descubre que un funcionario público ha falseado su currículum, es inmediatamente remiovido de su cargo, pero acá el opus es tan poco autocrítico que es incapaz de reconocer lo evidente. Y peor aún, al parecer avalan esa actitud, ya que apañan a nuevos mentirosos como ese tal Enrique Rojas, que por lo que cuenta Isabel, parece que estudió psicología en Ausvitchz.
Y ese gran falseador que era Escrivá, se inventó ese movimiento que se basa en el clasismo exacerbado, en una obsesión por el exitismo económico que raya en la paranoia y en la esclavitud.
Sinceramente, Ana, creo que el mundo estaba realmente mal cuando aceptó locuras como esa. Y acerca de tu historia, ay! he conocido a tantas como tú, criadas con mucho amor, pero bajo estas ideas opusinas tan rígidas! es imposible que no terminen adscribiendo de alguna forma al opus. No todas las que he conocido pitan como numerarias, pero sí participan activamente y a veces son más radicales que las mismas numerarias, intentando vivir en un mundo que sólo existe en la imaginación del fundador del opus y sus seguidores.
Acerca de lo que decías antes de que no responden algunas preguntas, tienes toda la razón de que es en cuanto a preguntas que les molestan o que no saben responder porque, o no han sido adiestradas para ello, o en Camino no sale la respuesta.
Felices tú e Isabel que pudieron liberarse de esa tortura. Y si la pobre chica enamorada de un opusino me lee, le digo que llore y se desahogue, pero que no intente volver con él: no vale la pena. Acabará esclavizada, insatisfecha sexualmente y criando un millón de hijos. Es cosa de leer el caso de una argentina que escribió a opus libros.
Perdón por alargarme tanto, Anita, pero me ofusqué, me da rabia ver cómo toman tanto poder en cada país que llegan. Ojalá que en Rusia Puttin los saque a patadas.
Ana
Y si ahora resulta que tampoco es psiquiatra, mira cuanta cuenta trae pasarse por el forro las leyes en España mientras te lo permitan.
Puedes encontrar el blog metiendo en google:
Enrique Rojas. Mentiras, Chanchullos y Pruebas
Si te parece convincente, te agradecería mucho que en la medida que puedas, difundas la información.
Y si no te parece convincente, tu mismo puedes comprobar accediendo a los originales de las pruebas (son públicas, tenemos derecho a ellas aunque pongan pegas al solicitarlas).
Enrique Rojas, no se detiene después de engañarnos con el prestigio que sobre sí mismo ha inventado y los medios afines han repetido como loros. También aprovecha ese prestigio para hacer cosas muy gordas.