ADMINISTRACIÓN

Nos entretenemos con la Administración, averiguamos y mostramos lo forzado de implementar costumbres ya ajadas en España  al trópico. Como el asunto de la chaqueta en el comedor. Mortal de necesidad, la ocultación de las manos peludas debajo de la mesa, ¡qué tontería! Iniciaríamos un muestrario de bobadas y nos faltaría papel. 

En la España de Franco, a partir del 39, cuando realmente "fundó" y se "expandió" el invento la separación hombres / mujeres era de rigor en muchos ámbitos. 

Estos "hermanos americanos" se extrañan de la separación hombres - mujeres, pero una vez más, el "founder" no bajó de Marte, y trasladó a su invento costumbres de la época y el país en el que vivió, creció, floreció, y se acogió su "mensaje" con los brazos abiertos.  Un exitazo en la España de los 50, 60, 70. Incluso parecía moderno a ciertas miradas, cuando las antiguallas eran patentes. 

No estaba viva en la posguerra española pero escuché a mis mayores cómo mujeres y hombres no se mezclaban en la iglesia a la hora de misa. Las mujeres tenían su propio reclinatorio, incluso marcado con sus iniciales, situado en un lugar de la iglesia, y los hombres se sentaban en los bancos.

Estas cosas terminaron tras el concilio vaticano II,  las abuelas recogieron sus reclinatorios de las iglesias. Y todos hombres y mujeres pasaron a compartir los bancos en la iglesia. En casa de mi abuelo y en casa de mis tías estaban recogidos y si no recuerdo mal, llevaban las iniciales de la propietaria realizadas con chinchetas.

En mi adolescencia había institutos públicos españoles que seguían siendo solo de chicas o solo de chicos, aunque los de nueva creación eran mixtos.  Incluso se les llamaba así "instituto mixto", para diferenciarlos de los que no lo eran. Hice todos mis estudios desde los 10 años con las monjas, solo chicas, a partir de los 15 en el instituto, solo chicas. Soy mayor pero tampoco he llegado a los 90. Eran los restos del naufragio.

 Ahora la autoridad española "persigue" a los colegios opusinos, es un decir, para que no segreguen, pero hemos sido un país en el que la segregación ha durado. Son reminiscencias de un país de "Iglesia", con un considerable peso cultural y social de esta institución en la vida diaria. Insisto en que lean literatura española ambientada en el siglo XX, es inevitable comprobarlo.




Nuestros coles de maristas, carmelitas, ursulinas...etc todavía eran solo niñas con las monjas, solo niños con los frailes o hermanos. Cuando  alcanzamos edad universitaria, empezaron a mixtificarse.

En Ciudad de México en el metro cuando estuve por allí seguían con andenes, pasillos, vagones separados hombres / mujeres. Y me entero de que fue una petición de las usuarias en 2000.
No dice mucho en favor de los varones mejicanos y va en la línea del testimonio de la ex supernume mejicana, ellas a cargarse de "bombos" y ellos a "hacer de su capa un sayo", como por ejemplo, aprovechar las apreturas del metro para....bárbaro. Hasta ese punto de "queja" femenina.

Lo del bombo se lo escuché a una supernume que había tenido 6 ó 7 y tras la edad de cría la pusieron de administradora en una casa de convivencias. El tono era entre divertido y resignado: "El perpetuo bombo" era el destino de la super casada en edad de procrear".

Y aunque tuvieran servicio, chicas, niñeras, doncellas, no todas lo llevaban dando gracias al Señor. 


El cardenal estadounidense Raymond Burke es, junto con el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, el crítico más destacado y más duro del Papa Francisco. Ahora el Papa aparentemente ha perdido la paciencia con él.

Francisco ha impuesto sanciones a otro crítico conservador de Estados Unidos. Después de que el Papa destituyó de su cargo al obispo Joseph Strickland de la Diócesis de Tyler en el estado sureño de Texas a principios de este mes, el cardenal de la Curia Raymond Leo Burke ahora siente la ira del Papa argentino. Como informaron varios medios italianos, Francisco dijo en la "reunión de gabinete" con los jefes de los dicasterios del Vaticano la semana pasada que Burke había dañado la unidad de la iglesia con palabras y acciones y había roto su promesa de obediencia como cardenal al Papa,lo que va a tener consecuencias.

 El cardenal de 75 años, nombrado por el Papa Benedicto XVI en 2010 presidió la Signatura Apostólica (Tribunal Supremo) de la Santa Sede como Prefecto de 2008 a 2014, como “un enemigo”. Burke, que reside desde hace mucho tiempo principalmente en su tierra natal, el estado americano de Wisconsin, debería, por tanto, desalojar su apartamento en el Vaticano, al que tiene derecho como cardenal, y ya no recibirá la remuneración habitual del Santa Sede. Francisco destituyó al conservador canónico estadounidense de todos los puestos importantes de la Curia en los meses posteriores a su elección como Papa en marzo de 2013.

Críticas al curso de reforma de Francisco

Desde entonces, Burke se ha convertido en uno de los críticos más duros del curso de reforma del Papa Francisco . Junto con otros tres cardenales conservadores, Burke criticó específicamente la apertura de la comunión para los divorciados vueltos a casar contenida en la carta papal de 2016 “Amoris Laetitia” en una solicitud al Vaticano. Siguieron más enfrentamientos públicos. Cuando Francisco retiró por decreto la anterior tolerancia papal para el rito de la “Misa Tridentina” en julio de 2021, Burke publicó una dura crítica.

En su opinión, criticó las debilidades canónicas, históricas y teológicas de la carta papal. Burke siempre enfatizó que presentaba sus críticas como un obispo leal y como un “cardenal en comunión con el Romano Pontífice” y “en especial responsabilidad por su cuidado pastoral y liderazgo de la Iglesia universal”.


El último escándalo por el momento se produjo en julio de este año, cuando Burke, junto con otros cuatro cardenales, expresó dudas (dubia) sobre las decisiones papales y la participación de los laicos en el sínodo mundial de 2023. Cuando la respuesta de la autoridad religiosa del Vaticano aprobada por el Papa fue demasiado vaga para el gusto de Burke y sus colegas, enviaron una lista de preguntas más estricta, que publicaron sin hacer públicas las respuestas del Papa.

El nuevo prefecto de la autoridad religiosa, el obispo argentino Víctor Fernández, recientemente nombrado cardenal por Francisco, condenó públicamente esta actitud. Fernández dijo que los cinco cardenales conservadores trataron al Papa “como a un chico de los recados”.

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