CAMBIOS URGENTES

Muy buen artículo sobre la política financiera del Vaticano.Gracias. Seguimos con las disonancias entre la predicación del nuevo papa y las prácticas del lugar al que ha llegado suspuestamente a poner orden. Eso tiene pinta de que no hay quien lo ordene, como no sea refundando.

La realidad es que los católicos de a pie, ya van quedando pocos, pasan de las eternas enseñanzas de la moral, según se desprende de los resultados de la encuesta. Me refiero a la encuesta que Francisco ha ordenado que se haga entre los laicos de cara al sínodo de octubre 2014 sobre la Familia. Los comentaristas atinan: a tenor de los resultados, hay una falla mundial entre la ortodoxia y la vida, particularmente en esas cuestiones que todo católico español identifica con "moral". Deformación multisecular. Se entiende que hasta ahora no hayan hecho la encuesta.
Los obispos son conscientes de las diferencias de parecer de la opinión laica. El hecho de que se hable de "vivir en situación irregular" para los que conviven sin estar casados o para los homosexuales, es percibido como discriminatorio. ¿Quieren los obispos que de verdad se sepa la amplitud de la crisis? ¿o lo maquillarán en generalidades? Los modos autoritarios no son ya bien recibidos.



Los obispos reconocen que no tienen pastoral ninguna para las personas que conviven sin casarse y que el 90% de los católicos que piden el sacramento del matrimonio ya han convivido antes de hacerlo. Los números son similares al resto de la población no católica. Tampoco los católicos casados con su primer cónyuge están de acuerdo con que se discrimine y aparte de los sacramentos a los divorciados. Lo ven ofensivo. Aquí vemos enfrentarse la teoría de la "misericordia" del Papa Francisco y la teoría del Prefecto de la Fe, cardenal Müller, en contra de una "relajación" de la moral en este punto. Es lo de siempre, es muy fácil endosar a los demás las cargas que uno no lleva.

Con estos resultados se ve lo arriesgado de la encuesta. Y por qué nunca se preguntó a los laicos sobre las normas sexuales que a ellos más que a nadie conciernen. No analizaremos ahora si el clero sigue sus normas al dedillo, cómo y en qué medida.

Algunos obispos como este, Ackerman de Tréveris se ha leído detenidamente lo que dicen los laicos. Y ante los resultados arrojados por los católicos alemanes, pide cambios.
En efecto, lo leo y no me lo creo. Pero pone, que vista la gran diferencia entre las enseñanzas de la iglesia y la opinión de los católicos se impone la necesidad de un cambio en la moral y ética sexual. La encuesta arroja el resultado de que la moral católica aparece como una moral de prohibiciones y alejada de la vida.

Concretando: un nuevo matrimonio tras un divorcio no puede ser visto como "vivir en pecado mortal". Ya no es "actual". Tampoco se puede mantener que todo tipo de relación sexual antes del matrimonio sea un pecado grave. Y con respecto al tema de la planificación familiar y la contracepción asegura muy al contrario que nuestro Royo Marín de los informes de sg que:la distinción entre contracepción natural y artificial es ella misma artificial. Teme que ya nadie entiende esas diferencias. En esencia, no puede ser que por un lado esté el ideal inalcanzable y por otro la condena, y eso sea todo.

En un informe de 1000 páginas tras la encuesta que Francisco pidió, concluyen los obispos alemanes que las afirmaciones eclesiásticas sobre las relaciones antes del matrimonio, la homosexualidad o los divorciados vueltos a casar, o el control de los nacimientos apenas son aceptadas por los católicos cuando no son explícitamente rechazadas.

La iglesia tiene que explicarse de otra forma con los divorciados vueltos a casar. Caballo de batalla doctrinal muy opusino con la gente casada, por cierto. "Es necesario tratar la posibilidad de que esas personas puedan volver a recibir los sacramentos."
También pide el obispo otra actitud de la iglesia hacia la homosexualidad. "La imagen cristiana del hombre pasa por la polaridad de los sexos, pero no debemos decir que la homosexualidad es contranatural." Advierte de que la homosexualidad no debe ser vivida en la promiscuidad y dando rienda suelta a los instintos. Pero cuando hay una relación estable basada en la confianza y la responsabilidad, no podemos ignorar esa toma de conciencia responsable.