LA SECTA DE LOS EX

Por ahora no me arrepiento de haberlo adoptado como teólogo español de cabecera. No decepciona y el chascarrillo del inicio está bien, que sea verdad. Si no somos la dcha eclesial ¿Quién lo será?

En la última escaramuza opuslibrera (24.10.14) estoy con Antonio Esquivias 

actitudes como la suya de exigir lo debido, es lo único que puede hacer funcionar y mover un milímetro las cosas de donde están.

Entre los que se lanzan a la yugular de Antonio detecto grandes conocedores del derecho laboral. Estupendo, ¿por qué no usáis vuestra sapiencia jurídica al servicio de las víctimas y no de los verdugos?

Claro que mueven los hilos en España, claro que están por todas partes intrigando, haciendo y deshaciendo. Pero eso no tiene porqué ser eterno y nada hay eterno bajo el sol, que nos os habéis leído Sirácide. Hay que pelear, hay que seguir intentándolo como uno mejor sepa. Y si se cierra una puerta abrir la ventana...etc. Siempre hay salida para el que sabe buscarla. También los PPros parecían inamovibles y hay que ver por donde vamos en cuanto a imputados.

Ya sabemos que fuimos parte de la cosa. Mira que gracia. Eso no debe condicionar la lucha a partir de que uno toma conciencia de la realidad vivida. Hay que mirar para adelante.

En algunos reproches coincido, 8 años de silencio ¿dónde estuvo? pero el paso que ha dado de reclamar lo justo es de alabar.

En la lucha por sacar a la luz los abusos espirituales del Opus Dei cualquier esfuerzo es bienvenido. Para una persona que sale a dar la cara en religión digital no tener mejor respuesta que meterme con él me parece mezquino. Cuando el Opus Dei en España son los Intocables de Eliot Ness, tiene mérito osar la entrevista en Religión Digital. Esa entrevista a un ex numerario, aunque no vaya a lo hondo del asunto, debería alegrarnos a todos.

Pienso como él sobre la práctica del anonimato, tiene toda la razón. Sí, es peligroso hablar del Opus Dei a cara descubierta, sí, está la familia, sí están las relaciones sociales y laborales. Pero cuando se lucha por la justicia no se puede uno atascar en esos obstáculos, porque entonces no habría lucha. 

La lección que nos da Rampsall sobre curas de la prelatura es estupenda, he aprendido con su escrito, relaciones intraeclesiales "les pieds sur terre". Cómo funciona la institución eclesial verdadera y real, no la de juguete del "Opus Dei Amor a la iglesia", y "servir a la iglesia como ella quiere ser servida". En acuñación y repetición de frases cursis y vacías éramos los primeros.

Sólo reprocho:

 ¿Por qué no dice quién es? ¿por qué no da nombres, fechas, lugares de esos curas numerarios que hoy son rector de un seminario o curas diocesanos? No tiene nada que ver si las cosas que yo cuento las dice un clérigo con responsabilidades.

¿Qué es lo que pasa? ¿también ellos que están situados en las diócesis tienen miedo del Opus Dei? ¿de qué va esta historia y esta iglesia?

¿Dónde está la fe en ese comportamiento? ¿qué es lo que esos clérigos que ocultan su pasado opusino temen o les da vergüenza? ¿han matado o se han quedado con algo que no era suyo?

entonces ¿por qué tanto silencio ominoso que pesa como una losa?

Hay una frase del escrito de Rampsall que me ha llegado al alma y he comprendido bien. De manera que las relaciones Opus Dei-obispos diocesanos son relaciones institucionales, y se guían por eso, no por las personas. Acabáramos ¿para eso vino Jesús al mundo? ¿para poner las instituciones por delante de las personas? comprendido. Ya entiendo la iglesia de papel que nos han vendido, política, política, política. Evangelio de adorno. Me parece penoso, impresentable y deleznable.

Me hubiera venido muchísimo mejor saberlo hace 30 años y así no hubiera malgastado un tiempo y energías preciosos.

No sólo el Opus Dei es una estafa sino que los clérigos no Opus le temen y los clérigos ex Opus se esconden.

Donde hay miedo no está la fe. 

No sé qué relaciones "de familia" podría yo tener con personas que no miren mi paso por el OD como una estafa.  Si alguien que lleva mi apellido o pretende "ser mi amigo" y lo ve de otra manera, ni es familia ni es amigo. Me alejo.

Me demuestra que lo institucional es más importante que lo personal, es decir, no es mi familia. La gente que nos quiere, nos respeta y valora por nosotros mismos, no por "si pertenezco a esto o aquello o dejo de pertenecer". Qué estupideces nos metieron en la cabeza.

Huyo de las misericordias porque no las necesito y hace mucho que si alguien me pone "cara de pena" o me llegan propósitos opusinos tipo "pobrecita", es un ignorante que no entiende de qué va la vida. Que se mire a sí mismo, seguro que está necesitado de pena y misericordia.

Nos retratamos cuando llega la hora de la verdad. Algún famoso exNUME del que he aprendido muchos entresijos del founder en zapatillas me ha dejado de piedra con lo que es capaz de decir y el tono en el que se dirige a Antonio Esquivias.

El problema de siempre, no sabes con quien estás hablando, el dichoso anonimato, y muchos escriben sin ir con la verdad por delante: "me llamo tal, pité en tal sitio, estuve aquí, conocí a tal, empecé a dudar por tal y me fui de esta manera". 

Lo primero que debería de hacer cualquier exnume para que la cosa rulara.

Con tanto anónimo y sin la verdad de una vida públicamente expuesta, contamos batallitas que no le interesan a nadie fuera de nosotros.

Para el resto de la sociedad somos una "secta" de ex que hablan de sus cosas, ese es el problema y en el diagnóstico de Antonio Esquivias estoy de acuerdo.

Nos sobran consejitos y nos faltan gente que dé cuenta de sus batallas jurídicas por recuperar lo suyo, como María García-Mansilla, que dice haber peleado y conseguido una indemnización laboral con la colaboración de testigos opuslibreros. A lo mejor lo había contado ya, para mí, primera noticia. Nos hubiera gustado mucho seguir ese caso día a día en la medida de lo posible y de lo prudente y saber que terminaba bien allá en la Argentina.
Tampoco recordaba el caso de Domingo Villegas. Peleó y consiguió.

Los que ofenden a A. E. no dan su nombre ni por equivocación.