ACUSACIONES DE CONSTITUIR UNA SECTA
Me alegro infinito de que los muchachos dejen de irse por los cerros de Ubeda para centrarse en las vivencias concretas y el tabaquismo, en su versión Opus: banderín de enganche para adolescentes. Iniciación al vicio con fines manipuladores. Hacer sentir un hombre mayor al joven aspirante a santo escrivariano.
Poco tiempo después de yo haber dejado la barca escrivariana
cierta persona de iglesia que los ha tratado mucho perteneciente a una orden religiosa con la que colijo se llevan bien, me hizo la misma observación. "Los del Opus fuman mucho". Visto desde fuera era la única crítica que ¿se le ocurría o se atrevía a manifestar? Como numeraria ni idea, sólo las agregadas fumaban, y no me parecía actividad ni envidiable ni interesante. Limpié los ceniceros y las cajitas donde Knecht dice que con una brocha se depositaba la ceniza, fue en mis incursiones en la administración de centros de hombres.
No sé donde está la valentía de este: Has dado un paso, cuentas la verdad de los clubes juveniles, pero no has salido del anonimato. ¿Qué valentía si no te puedes llevar el bofetón? usamos las palabras a conveniencia.
El asunto accidente aéreo y crimen Urquijo nos ha llevado muy lejos. Nos utilizan como cobayas de laboratorio. Si tienen el país en la mano de esa forma tan espectacular, no es extraño que tantas familias hayan entregado a sus hijos y sigan haciéndolo. Todo les pertenece y en todo están distribuyendo premios y castigos. Lo increíble es que sigamos tan ciegos.
Abundante información desarrollada por un miembro de la iglesia evangélica, entiendo.Corrijo el estilo, parece traducido del inglés o portugués, y voy a trocear para mejor digestión.
Autor:Paulo Arieu
Introducción
En la dictadura del general Francisco Franco en España el sacerdote José María Escrivá de Balaguer funda e instala los cimientos del Opus Dei. Como consejero espiritual de Franco y gracias a la organización que acaba de crear, Balaguer se da como misión seleccionar y formar las elites de la dictadura franquista hasta llegar a controlar lo esencial del poder. Más tarde Balaguer fue al Vaticano. Desde allí trabajó para extender su poder en América Latina. El Opus Dei desarrolla una gigantesca campaña para recuperar a los sacerdotes católicos, «culpables» antes sus ojos de apreciar los análisis marxistas y de oponerse a las dictaduras, sean militares o católicas.
Oficialmente el Opus Dei no es más que una asociación católica internacional. Su labor se resumiría en la actividad espiritual de sus 79.303 miembros (sea 1.506 sacerdotes, 352 seminaristas y 77.445 laicos). Los miembros que el Opus Dei selecciona son la crema y nata de la sociedad latinoamericana y europea. Entre ellos los grandes propietarios de compañías multinacionales, los magnates de la prensa y la finanza, jefes de Estado y del gobierno. A cada uno de ellos, el Opus Dei les exige una austera disciplina y una completa obediencia. Una manera muy inteligente de fingir y enmascarar sus actividades políticas «personales», gracias a sus ejecutivos de las «clases dominantes» en el mundo entero, el Opus Dei puede imponer sus valores a los pueblos.
Esta secta fue fundada el 2 de octubre de 1928 por un joven sacerdote católico español, de origen modesto, el cura José María Escrivá (de Balaguer, añadido posterior del que desconozco el fundamento in re). Era más que todo un intento de llegar a la santidad mediante la participación a la instauración de un régimen teocrático, del que Escrivá de Balaguer sería el profeta. La guerra civil española les pareció la ocasión ideal e inesperada de establecer el Estado católico de sus sueños. El sacerdote Escriba llegó a ser el consejero espiritual y de conciencia del general Franco. Juntos restablecerían el antiguo principio: «Cujus regio, ejus religio» (tal gobierno en un Estado, tal religión en este Estado).
No ha quedado mucho rastro de que Escrivá frecuentara el Pardo. Sólo he leído unas cartas del founder al dictador. Qué dos patas para un banco y qué florilegio y personificación del "atraso español", el cura iluminado e inquisidor y el militar iluminado y dictatorial. Parece ser que la familia Franco tiene más cartas que no han visto la luz. Y en algún lugar he leído que el cura inquisidor predicó ejercicios al militar dictador. Pero no he visto huella de frecuencia de visitas del cura para guiar espiritualmente al jefe del Estado. A partir de 1946 se establece en Roma y de ahí no sale.
El Opus Dei se puso como objetivo seleccionar y formar las élites de la dictadura española hasta controlar lo esencial del poder. Confirmamos con el reciente repaso histórico a dos sucesos cerrados en falso que lo han conseguido.
Así, en los años setenta, el gobierno franquista del almirante Carrero Blanco fue calificado de "monocolor ": de sus 19 ministros, 12 eran del Opus Dei. A pesar que Escrivá de Balaguer no ejercía ninguna responsabilidad directa en el régimen, el «padre» Balaguer nunca cesó de aconsejar al Generalísimo. Fue él quien sugirió el restablecimiento de la monarquía de derecho divino. Franco fue proclamado presidente vitalicio.
Acusaciones de constituir una secta
Una de las acusaciones frecuentes contra el Opus Dei es calificar a esta institución como una secta religiosa. En España la asociación Projuventud A.I.S. (Asesoramiento e Información sobre Sectas), se ha ofrecido a dar un asesoramiento que define como “no comprometido con posturas religiosas” a familias afectadas por el proselitismo del Opus Dei.
En Estados Unidos aparecieron otras asociaciones como ODAN, para ofrecer ayuda a ex miembros afectados por el Opus Dei. Del mismo modo, debido al proselitismo con menores, se fundó la asociación Our Lady and St. Joseph in Search of the Lost Child, con miembros destacados en diferentes países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Irlanda.
Massimo Introvigne, un conocido experto en sectas y activista católico, indica que los laicistas, los católicos progresistas y los anticatólicos estigmatizan el Opus Dei con el término “secta” porque ha sido su
Introvigne dice también que como prelatura que es el Opus Dei, está “en el mismo corazón de la organización socio-administrativa de la Iglesia Católica” y que estigmatizarlo como “secta”, o bien viene de un uso de “criterios cuantitativos” que no examina las creencias sino tan sólo la intensidad de las prácticas, o “del puro deseo político de usar una clasificación particularmente denigratoria contra un adversario que se considera peligroso."
Pero es obvio que —si uno usa elementos cuantitativos o si uno estigmatiza como sectas grupos cuya espiritualidad no agrada— se puede hallar ‘sectas’ en todas partes, y se puede incluir entre ellas la misma Iglesia Católica en su totalidad”
Lamentablemente ,
Poco tiempo después de yo haber dejado la barca escrivariana
cierta persona de iglesia que los ha tratado mucho perteneciente a una orden religiosa con la que colijo se llevan bien, me hizo la misma observación. "Los del Opus fuman mucho". Visto desde fuera era la única crítica que ¿se le ocurría o se atrevía a manifestar? Como numeraria ni idea, sólo las agregadas fumaban, y no me parecía actividad ni envidiable ni interesante. Limpié los ceniceros y las cajitas donde Knecht dice que con una brocha se depositaba la ceniza, fue en mis incursiones en la administración de centros de hombres.
No sé donde está la valentía de este: Has dado un paso, cuentas la verdad de los clubes juveniles, pero no has salido del anonimato. ¿Qué valentía si no te puedes llevar el bofetón? usamos las palabras a conveniencia.
El asunto accidente aéreo y crimen Urquijo nos ha llevado muy lejos. Nos utilizan como cobayas de laboratorio. Si tienen el país en la mano de esa forma tan espectacular, no es extraño que tantas familias hayan entregado a sus hijos y sigan haciéndolo. Todo les pertenece y en todo están distribuyendo premios y castigos. Lo increíble es que sigamos tan ciegos.
Abundante información desarrollada por un miembro de la iglesia evangélica, entiendo.Corrijo el estilo, parece traducido del inglés o portugués, y voy a trocear para mejor digestión.
Autor:Paulo Arieu
El opus Dei, creo que bien puede ser llamado “El bando fundamentalista del catolicismo”
Introducción
En la dictadura del general Francisco Franco en España el sacerdote José María Escrivá de Balaguer funda e instala los cimientos del Opus Dei. Como consejero espiritual de Franco y gracias a la organización que acaba de crear, Balaguer se da como misión seleccionar y formar las elites de la dictadura franquista hasta llegar a controlar lo esencial del poder. Más tarde Balaguer fue al Vaticano. Desde allí trabajó para extender su poder en América Latina. El Opus Dei desarrolla una gigantesca campaña para recuperar a los sacerdotes católicos, «culpables» antes sus ojos de apreciar los análisis marxistas y de oponerse a las dictaduras, sean militares o católicas.
Oficialmente el Opus Dei no es más que una asociación católica internacional. Su labor se resumiría en la actividad espiritual de sus 79.303 miembros (sea 1.506 sacerdotes, 352 seminaristas y 77.445 laicos). Los miembros que el Opus Dei selecciona son la crema y nata de la sociedad latinoamericana y europea. Entre ellos los grandes propietarios de compañías multinacionales, los magnates de la prensa y la finanza, jefes de Estado y del gobierno. A cada uno de ellos, el Opus Dei les exige una austera disciplina y una completa obediencia. Una manera muy inteligente de fingir y enmascarar sus actividades políticas «personales», gracias a sus ejecutivos de las «clases dominantes» en el mundo entero, el Opus Dei puede imponer sus valores a los pueblos.
Esta secta fue fundada el 2 de octubre de 1928 por un joven sacerdote católico español, de origen modesto, el cura José María Escrivá (de Balaguer, añadido posterior del que desconozco el fundamento in re). Era más que todo un intento de llegar a la santidad mediante la participación a la instauración de un régimen teocrático, del que Escrivá de Balaguer sería el profeta. La guerra civil española les pareció la ocasión ideal e inesperada de establecer el Estado católico de sus sueños. El sacerdote Escriba llegó a ser el consejero espiritual y de conciencia del general Franco. Juntos restablecerían el antiguo principio: «Cujus regio, ejus religio» (tal gobierno en un Estado, tal religión en este Estado).
No ha quedado mucho rastro de que Escrivá frecuentara el Pardo. Sólo he leído unas cartas del founder al dictador. Qué dos patas para un banco y qué florilegio y personificación del "atraso español", el cura iluminado e inquisidor y el militar iluminado y dictatorial. Parece ser que la familia Franco tiene más cartas que no han visto la luz. Y en algún lugar he leído que el cura inquisidor predicó ejercicios al militar dictador. Pero no he visto huella de frecuencia de visitas del cura para guiar espiritualmente al jefe del Estado. A partir de 1946 se establece en Roma y de ahí no sale.
El Opus Dei se puso como objetivo seleccionar y formar las élites de la dictadura española hasta controlar lo esencial del poder. Confirmamos con el reciente repaso histórico a dos sucesos cerrados en falso que lo han conseguido.
Así, en los años setenta, el gobierno franquista del almirante Carrero Blanco fue calificado de "monocolor ": de sus 19 ministros, 12 eran del Opus Dei. A pesar que Escrivá de Balaguer no ejercía ninguna responsabilidad directa en el régimen, el «padre» Balaguer nunca cesó de aconsejar al Generalísimo. Fue él quien sugirió el restablecimiento de la monarquía de derecho divino. Franco fue proclamado presidente vitalicio.
Acusaciones de constituir una secta
Una de las acusaciones frecuentes contra el Opus Dei es calificar a esta institución como una secta religiosa. En España la asociación Projuventud A.I.S. (Asesoramiento e Información sobre Sectas), se ha ofrecido a dar un asesoramiento que define como “no comprometido con posturas religiosas” a familias afectadas por el proselitismo del Opus Dei.
En Estados Unidos aparecieron otras asociaciones como ODAN, para ofrecer ayuda a ex miembros afectados por el Opus Dei. Del mismo modo, debido al proselitismo con menores, se fundó la asociación Our Lady and St. Joseph in Search of the Lost Child, con miembros destacados en diferentes países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Irlanda.
Massimo Introvigne, un conocido experto en sectas y activista católico, indica que los laicistas, los católicos progresistas y los anticatólicos estigmatizan el Opus Dei con el término “secta” porque ha sido su
“blanco principal por muchos años”. Los laicistas luchan contra el Opus Dei, según dice, porque “no pueden tolerar ‘el retorno de lo religioso’ en la sociedad secularizada”.[3]Los laicistas afirman que la laicidad es un principio indisociable de la democracia, porque las creencias religiosas no son un dogma que deban imponerse a nadie ni convertirse en leyes. La Iglesia (y con ella el Opus Dei) reconoce que
“la laicidad, entendida como autonomía de la esfera civil y política de la esfera religiosa y eclesiástica –nunca de la esfera moral–, es un valor adquirido y reconocido por la Iglesia, y pertenece al patrimonio de civilización”. [4]Por parte del Opus Dei y de la jerarquía católica se recalca que no es correcto llamar secta a una prelatura de la Iglesia Católica y que una secta es una organización no reconocida y el Opus Dei sí que está reconocido por la Iglesia.
Introvigne dice también que como prelatura que es el Opus Dei, está “en el mismo corazón de la organización socio-administrativa de la Iglesia Católica” y que estigmatizarlo como “secta”, o bien viene de un uso de “criterios cuantitativos” que no examina las creencias sino tan sólo la intensidad de las prácticas, o “del puro deseo político de usar una clasificación particularmente denigratoria contra un adversario que se considera peligroso."
Pero es obvio que —si uno usa elementos cuantitativos o si uno estigmatiza como sectas grupos cuya espiritualidad no agrada— se puede hallar ‘sectas’ en todas partes, y se puede incluir entre ellas la misma Iglesia Católica en su totalidad”
Lamentablemente ,
“en el informe de la Asamblea Nacional Francesa sobre las sectas no se menciona al Opus Dei.” [5]
Comentarios
http://www.elmundo.es/espana/2015/02/18/54e3a4b4e2704ecb698b456f.html
La Obra de Dios nació probablemente en Burgos "en los años de la guerra", como les gusta decir a ellos, al calor del poder que se cocía
para el futuro de España en los cuarteles del entonces general Franco