ABORTO
No he profundizado en ste asunto desde ningún punto de vista. Pero como era uno de nuestros "temas doctrinales estrella" del que había que dar ideas claras, traigo a colación esta pequeña "historia del aborto" en otro país católico. Me hubiera gustado saber la historia en España, un vez más es más difícil enterarse. Interesante que para el super teólogo de la ortodoxia en el siglo XIII, Tomás, este no era un tema capital, el alma tardaba en llegar según sus estimaciones.
Es decir, tras la lectura de este artículo me parece entender que el aborto antes de ser un tema moral que según algunos grupos de católicos parece que Jesucristo no predicó otra cosa aunque no haya una sola palabra en el evangelio al respecto, el aborto como digo fue primero un tema de política "poblacional" o "biopolítica", intereses con respecto a las necesidades de los grandes de este mundo. La reivindicación eclesiástica vino después, en apoyo a la política del antiguo régimen. Y lo tradicional una vez más, como para los "tradis" lefebvrianos, no es la tradición de los tres primeros siglos, sino la del siglo XIX.
En dos mil años de historia hay un quintal de tradiciones, para elegir.
http://derstandard.at/2000042103250/Wie-die-katholische-Kirche-die-Abtreibungsfrage-beeinflusste?ref=rss
La iglesia es hoy uno de los grupos más comprometidos
contra la liberalización del aborto en Austria. No obstante si miramos la
historia su influencia ha sido sobrevalorada. La cuestión de si el aborto debía
de ser aceptado era en el pasado más una cuestión política y económica que
moral. Ya Platón y Aristóteles
consideraron que la interrupción del embarazo era un instrumento útil para
evitar el crecimiento indeseado de la población. Así aparece en la obra
de 1993 de Robert Jütte Historia del aborto desde la antigüedad hasta hoy.
A partir de la edad moderna el tema del aborto se empieza a
ver de otra manera. La antropóloga social Aurelia Weikert aclara: "Al
comienzo del capitalismo los estados europeos intentaron medidas para favorecer
el crecimiento de la población porque había un interés en la mano de obra.”
Santo Tomás de Aquino,
filósofo medieval, defendía por su parte el derecho de la madre a la „auto
defensa“. En la edad media según Jütte la justicia humana no castigaba el
aborto. Las cosas cambiaron en 1532 con la introducción de un párrafo relativo
al aborto en el llamado ordenamiento jurídico penal de Carlos V. Ese párrafo
fue el momento clave del cambio de la edad media a la época moderna. A partir
de ahí el aborto del feto vivo fue castigado como una forma de homicidio. Sin
embargo no había una idea fija de cuando empezaba a vivir el embrión.
Los teólogos medievales no se ponían de acuerdo al
respecto, según dice Weikert. Tomás de Aquino escribió que los fetos masculinos
recibían el alma a partir del día 40 y los femeninos a partir del 90. A parte había en caso de amenaza para la madre
un derecho a defender su vida frente ala del feto “animado”.
Otros teólogos decían que la vida debía ser protegida en
cualquier caso”, explica Weikert. "Pero
todo esto no tenía consecuencias legales pues el estado medieval no estaba
interesado en el tema del aborto.”
En 1572 se fijó que el
feto debía ser protegido jurídicamente a partir del primer movimiento del niño
en la mitad del embarazo. Un aborto a partir de ese momento recibía
una pena no severa. 200 años más tarde la emperatriz Maria Theresa unificó las
leyes en el estado de los Habsburgo. A partir de ese momento cualquier aborto
en cualquier momento del embarazo podía ser castigado con la muerte por la
espada. "Se trataba de una regulación estatal del nacimiento en ningún
caso de una consideración moral sobre la protección de las mujeres y los niños",
dice el médico Christian Fiala, que dirige un ambulatorio para el aborto y la
planificación familiar en Viena y fundador del “museo de la contracepción”.
"El estado quería soldados, está históricamente
probado. De ahí procede no sólo la prohibición del aborto también la
prohibición de la contracepción."
Maria Theresa y su hijo José II implementaron por vez
primera medidas para favorecer los nacimientos. En el reinado de José II se
reformó el estatuto de las parteras y se fundó el primer hospital en el que se
podían entregar los niños no deseados. “Al lado del hospital se construyó un
taller para que los niños pudieran trabajar en cuanto fueran capaces de
hacerlo”, cuenta Weikert. Estos talleres existieron en muchas ciudades
europeas.
“Con la
Ilustración llegó otro cambio de paradigma: mientras que
anteriormente la vida de la madre tenía prioridad, la vida del no nacido empezó
a ganar significado, y la madre se empezó a ver como un peligro potencial para
el niño”.
¿Qué influencia tiene la iglesia en la cuestión del aborto?
Weikert: "Su
infuencia ha sido sobrevalorada. La iglesia es políticamente influyente y
mantiene sus lobbies, pero su poder no llega hasta el punto de imponer una ley
del aborto restrictiva de la que haya que responsabilizarle.”
Christian Fiala es de la misma opinión. El subraya el papel
histórico de la iglesia en la implementación de los intereses políticos en la
demografía: "La iglesia siempre fue un ayudante de los poderosos. Desde
los Habsburgo hasta Putin todos se han
entendido con ella. Las ideas morales de la iglesia les van bien para
consolidar sus propios intereses ideológicos en la población."
De la política de población surgió la política de la Familia. Para Weikert
a partir del siglo XIX la eugenesia tiene un papel importante en el debate
sobre la interrupción del embarazo: "Tanto los defensores como los
detractores del aborto ponían en marcha consideraciones de eugenesia. Se
trataba de qué grupos de población se quería que aumentaran y cuáles no."
La política austríaca actual también se dirige por
cuestiones de estimular los nacimientos dice Weikert: "El concepto de
política de poblaciones está muy cargado políticamente desde la segunda guerra
mundial y ya no se usa. Hoy se
dice política de familia. Hoy las políticas de familia en Austria
buscan estimular los nacimientos.“
Fiala
afirma que hay que conocer los intereses políticos del estado con respecto a la
población, no se debe infravalorar la influencia del lobby eclesiástico e la
política actual. Que el aborto siga siendo un delito y que en Austria al
contrario que en otros países europeos la seguridad social no se haga cargo de
la anticoncepción ni del aborto se debe según Fiala a la influencia de la
iglesia. "En democracia la política no es tan homogénea como en la monarquía.
Más bien se establece un compromiso definido por los actores: sin Johanna
Dohnal no tendríamos la ley de plazos, y sin Karol Wojtyla la situación en
Polonia sería de otra manera."
(Katharina
Gruber, 7.8.2016) -
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