SUBVERSIÓN PRIVADA

EL GRUPO 61
A principios de los 70 la CIA fue muy criticada por su papel en la guerra del Vietnam y en el Watergate. Reporteros e investigadores se dedicaron a buscar en la CIA y salieron múltiples historias de espías internos, infiltración de los medios, subversion de gobiernos extranjeros, experimentos a gran escala en el control mental…etc.  
Surgieron dudas sobre el papel de la  CIA en el asesinato de John F. Kennedy.
En ese contexto se tomaron medidas para reducir la independencia de la CIA, el Congreso y el Senado adquirieron mayor protagonismo en el nombramiento de sus cargos y en la elaboración de su presupuesto. Decidían qué operaciones secretas estaban o no permitidas.  Ya no podían asesinar líderes politicos por el mundo ni subvertir gobiernos. Era obligatoria la autorización del Congreso. Además se prohibió trabajar con personajes dudosos para que ayudaran en sus intervenciones.  

 

 La desconfianza hacia la CIA, algunos extractos de prensa de 1973 a 1979. 

Estas reformas no cayeron bien en muchos jefes de inteligencia como Brian Crozier. El como otros decían que destruían las capacidades de sus unidades. Crozier y sus amigos del Círculo intentaron buscar una solución para establecer su particular agencia secreta de inteligencia trasnacional. Por razones de seguridad al principio no tenía nombre, pocos meses después fue conocida como el 61. Su objetivo según Crozier era:
“una agencia de inteligencia operacional del sector privado que no pertenezca a ningún gobierno pero a disposición de los aliados y amigos. Nuestros principales objetivos serán:

·        Proporcionar inteligencia de confianza en áreas en las que los gobiernos tienen prohibido investigar, ya sea porque la legislación como en EEUU o las circunstancias políticas dificulten esas investigaciones.

·        Conducir secretas operaciones de contra-subversión en aquellos países en los que esas operaciones se consideren factibles. 

Se acordó que ninguna persona de fuera tenía que conocer la existencia de esta organización al menos que a juicio de cualquiera de nosotros la persona fuera juzgada apta para ser reclutada.”

Se suele decir que la privatización de la inteligencia fue consecuencia de la creciente supervisión del congreso, es cierto en gran medida. Pero estas organizaciones que se dedicaban a la “inteligencia privada” como el  Cercle, o el Centro de Antoine Bonnemaison, y otras existían antes.
Los Miembros del 61, que existió desde 1977 a 1988, provenían de Inglaterra, Francia, Alemania, Checoslovaquia, Sudáfrica, EEUU. Estuvieron en contacto con el príncipe Prince Turki de Arabia Saudí y con el the Sha de Irán. En algunas ocasiones el 61 facilitó sus servicios al Papa. Según Crozier, había un poco de solapamiento entre el Cercle y el 61. Esta afirmación parece engañosa puesto que muchos de los miembros del Cercle estaban en el  61, también Brian Crozier, Jean Violet, Georges Albertini, el Conde Huyn, y el General Stilwell. Otros en el ajo eran Nicholas Elliot, Robert Moss, William Wilson, el General Fraser.  Crozier nos informa sobre la reunión en la que se estableció el 61:

“La cuestión era si se podía hacer algo en el sector privado, no sólo en Gran Bretaña, también en EEUU y en otros países occidentales. Unos pocos intercambiamos pareceres y concluimos que era posible. Tomé la iniciativa concertando una reunión secreta y muy exclusiva en Londres. Nos encontramos en la lujosa suite de un importante banco de Londres el domingo 13 de febrero de 1977. Presidía el anfitrión uno de los directivos del banco. Eramos 3 británicos, 4 americanos, un alemán. La enfermedad impidió a Jean Violet asistir, aunque estaba con nosotros espiritualmente.

El otro británico era Nicholas Elliott. El alemán era un miembro del Bundestag cuya carrera había empezado en la diplomacia y que sabía mucho de estrategia soviética. Los americanos eran dos miembros del congreso y un nativo de Viena representante de una compañía belga. Estaba el general Vernon Walters, retirado recientemente como Director diputado de la CIA…”

Un candidato posible para el puesto de presidente de la reunión Sir Peter Tennant del Barclays (uno de los bancos más aristocráticos con miembros de la Pilgrims Society, el club 1001 y la Orden de San Juan), lo que quiere decir que había 3 miembros del Cercle en la reunión.



Otra posibilidad todavía más real es que se tratara del coronel Sir Charles Hambro, consejero en el Hambros Bank (otro banco aristocrático), muy amigo de Winston Churchill y de la familia Wallenberg.
La mayoría de los demás participantes de este 61 son anónimos aunque se puede especular con algunos nombres. El delegado alemán es probablemente el Conde Hans Huyn, miembro del Cercle. Su biografía entra en los cánones para formar parte y ya hemos hablado de ella. Más información aquí.  membership list attached to this article. 

Crozier nos da el nombre del General Vernon Walters, que representa la facción de la inteligencia americana muy contrariada con los cambios en la supervisión de la CIA. Era un hombre un tanto misterioso y aunque jugó un papel importante tras la escena después de 1945 no se ha investigado mucho sobre su persona.  
Como otros miembros del Cercle estaba cercano a los intereses del Vaticano. Se educó en los Jesuitas del Stonyhurst College en Inglaterra y más tarde se hizo miembro de la Orden de Malta, lo que le facilitó el acceso al Vaticano en cualquier momento. Su participación en el famoso American Security Council y en la fundación del 61 sirven para sustancializar informes sobre los lazos históricos de Walters con los traficantes de drogas empleados por la CIA, los líderes de las escuadras de la muerte y golpistas.  El y Helms parece que causaron el Watergate además de poner todo el empeño en atribuir el intento de asesinato del Papa Juan Pablo II a los comunistas.

Por si no fuera suficiente la inteligencia sudafricana nombra a Walters como un personaje clave en el asesinato de  JFK. Esto es menos fantasioso de lo que parece.  Walters era el agregado militar en Roma en 1963 donde trabajaba con el jefe de la CIA William K. Harvey por cotrarrestar las influencias comunistas y socialistas en Italia. La red Gladio controlada por ellos dos fue crucial.


Harvey había sido enviado a Roma por los Kennedy por haber enviado un comando a Cuba en octubre de 1962 durante la crisis de los misiles. Se trataba de que su agente de la CIA destacado en Miami, Ted Shackley derrocara a Fidel Castro.

Ha salido a la luz alguna evidencia de que Harvey, Ted Shackley, y el gang anti-Castro de la CIA, junto con los jefes de la mafia planearon el asesinato de  JFK  en 1963.



Walters fue también amigo del jefe de la inteligencia francesa Alexandre de Marenches que en 1976 había puesto en pie una red de inteligencia privada por su cuenta llamada el Safari Club. El Safari Club incluía al Sha de Persia, a  Saddam Hussein de Iraq, Anwar Sadat de Egipto, Ashraf Marwan de la inteligencia egipcia y  Kamal Adham de la inteligencia Saudi. El conde de Marenches era el rival más importante de Jean Violet dentro de SDECE, pero dado que ambos formaban parte de la misma red de inteligencia tenían los mismos amigos y asociados: Franz-Josef Strauss, William Casey y el Barón de Bonvoisin. Todos ellos han sido nombrados alguna vez como miembros del  “Opus Dei” o de la Orden de Malta.