MENDACIDAD
No dejo de pensar en la curiosa afirmación del recién
elegido prelado de que no son ni franquistas ni no franquistas sino todo lo
contrario. Qué seguros están de que ningún tomate les será lanzado desde
esquina alguna de este país o de otro.
Cuando en realidad merecerían ser enterrados en una lluvia
de tomates, toda la cosecha almeriense sería escasa.
Lo estoy comprobando al leer al historiador Angel Viñas en
su “La otra cara del caudillo”. Es prolijo en detalles, el modo de redacción en
ocasiones no es mi favorito pero tiene la ventaja y la virtud de escribir a
partir de la aburrida documentación de archivo. Historiador de los que traga
polvo, aburrido oficio.
Va desmontando los mitos que en torno a su Excelencia se han
ido montando y acumulando. Y hay que señalar que personas cercanas a OD han
estado “ahí”, quiero decir que han estado en el “montaje” y “acumulación” de la
aúrea leyenda del dictador que nos “libró de entrar en la guerra mundial” por
ejemplo, o “que dio ejemplo de sobriedad personal”, o “que supo desmarcarse de la Alemania nazi”. Franco
con todo lo malo que fue para muchos españoles por la persecución y malos
tratos a los que los sometió, en el plano internacional y precisamente en 1939
hizo un poco el “payasete”.
Al menos en sus declaraciones. Y menos mal que los alemanes
vieron que nuestro país no estaba para muchos trotes tras la guerra civil, y no
insistieron demasiado, de lo contrario no sé que hubiera pasado.
Gracias a Angel Viñas he aprendido como el ínclito
historiador, académico de la Real Academia
de la Historia,
presidente de la Fundación Francisco
Franco, especialista en historia medieval y tengo entendido que miembro
supernume se dedica a sin mentir no decir la verdad. Hay múltiples maneras de
tapar diciendo, impresionante. Por ejemplo cuando Franco retiró a España de la Sociedad de Naciones en
un acto de fascista desprecio por la vía pacífica en la resolución de
conflictos, Suárez Fernández dice que España permanecía en el Tribunal de La Haya a la vez que procedía al
retiro. Y si nos vamos al detalle de los documentos sale a la luz que el “no
retirarse de dicho Tribunal” no significaba absolutamente nada. Estar en él sólo
quería decir poder participar en la elección de magistrados.
Viñas que es muy simpático y creo que ha hecho carrera de
diplomático le tira amistosamente de las orejas al mendaz. A mí me fastidia un
poco más, porque si es cierto como creo que “pertenece” no tiene ninguna gracia
que se dedique a este ejercicio de ocultar la verdad histórica. No lo estimo
santificable. Aunque sea por dorar los blasones del gran salvador de la patria
española que fue el ferrolano.
Franco mintió al embajador portugués diciéndole: “no tenemos
compromisos con nadie” cuando ya había firmado un acuerdo secreto de amistad
con Hitler el 31 de marzo de 1939, además del pacto Antikomitern, anti Unión
Soviética. Luis Suárez dice que en agosto del 39 abandonó el Pacto y tampoco.
Por cierto, Franco gobernó por medio de decretos secretos. Y
entre 1939 y 1943 hizo suyas las tesis imperialistas hitlerianas sin el menor
rubor.
Además de que los lemas iniciales de su régimen se parecen sospechosamente a los nuestros: Proceden de una "cartilla" para la formación ciudadana de los niños de enseñanza primaria en 1939:
"El que obedece nunca se equivoca"
"Quien manda sabe lo que hace y por qué lo hace"
"Es más difícil mandar que obedecer"
"Los españoles tenemos la obligación de acostumbrarnos a la santa obediencia"
Interesante libro que describe las verdades por lo menudo.
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