MATANZA DE ATOCHA

Lo de Scalfaro y demás info sensible como la empresa opusina encargada del merchandising papal lo ha contado Thierry Meyssan, un periodista sin demasiados pelos en la lengua que se arriesga diciendo cosas. Me recuerda a un Jesús Ynfante francés. O más bien Jesús Ynfante, missing, sería un Thierry Meyssan español. No sé sus fuentes

Es de los que se ha atrevido a decir que el 11S lo preparó EEUU contra sí mismo, sí parece imposible, pero te demuestra que el avión caído en el cuartel general de la CIA ni existió ni puede existir, porque las condiciones del espacio aéreo alrededor son tales que una mosca bastaría para disparar todas las alarmas. Un tipo realmente interesante porque hacen falta narices para ir con esas revelaciones por el mundo. Cuadra el hecho de que los riquisísimos de este mundo y poderosísimos nos consideran al resto de la humanidad material desechable y prescindible si hace falta seguir acumulando poder y negocios, dispuestos a todo. Nadie me lo va a contar a mí que llevo con el tema tantos años y el surrealismo que se descubre en cuanto a maldad humana es un pozo sin fondo.

No es mi tema el 11S y no he tenido mucho tiempo de investigar, pero por ejemplo te lo demuestran con los nombres de los supuestos terroristas y cabos sueltos a tutiplén. Hay un documental en YT sobre el asunto. Si se atreve con el Guardían de Occidente, se atreve con el Opus o al menos hace 20 años se atrevía a contar. 

 

Jorge e Isabel Reverte han escrito sobre la matanza de los abogados de Atocha en 1977. Me ha parecido ilustrativo el libro por la descripción que involuntariamente hacen de la sociedad madrileña recién salida de la dictadura y cuando todavía no se había proclamado la constitución aunque Juan Carlos era digno sucesor de Franco y ejercía como tal para dar continuidad en la Jefatura del Estado.

Extremeños, andaluces, castellanos huían del hambre en sus pueblos y se instalaban donde se bajaban de los trenes. Así surgió el barrio de Entrevías y así surgieron poblados chabolistas de los que el régimen poco se preocupó. Las mujeres eran chachas en las casas pudientes, los hombres obreros en lo que les saliera. Si se construían pisos que se construyeron y son horrendos, los feísimos matrotetos de la España del desarrollismo, no faltaban todos los aprovechateguis tanto en la administración como entre los constructores que prescindiendo del problema humano de la vivienda y alojamiento de sus connacionales iban a sacar la mayor pasta posible del mejor y más lucrativo negocio. La especulación inmobiliaria tiene hondas raíces y no es del año 2000.

En cuanto a las condiciones laborales en una dictadura eran terroríficas, pero entre los resquicios de la ley se movían algunos abogados laboralistas, muchos afiliados al PC, otros de convicciones cristianas, otros las dos cosas, para defender a los obreros de un sistema caciquil y basado en la corrupción protagonizada entonces por los funcionarios del Sindicato vertical al que había que afiliarse obligatoriamente.

De aquella época procede el empresario español hoy encarcelado Díaz Ferrán, experto en engrasar funcionarios para provecho de sus negocios.

La policía tenía función apaleadora de empleados levantiscos al servicio del sindicato vertical, es decir, del régimen franquista y de lo que él quedaba.

El caso de Atocha se inicia en el negociado del sindicato del Transporte, o sea, la sección de Transporte del sindicato franquista. En la sentencia quedó probado y sufrió cárcel por ello que Albadalejo, el funcionario encargado, había incitado al crimen y facilitado las armas empleadas. Murió en la cárcel en 1985.

Un tal Joaquín Navarro, conocido como el “andaluz de las pecas”, que trabajaba para la empresa Juliá, todavía existente, y como franquista buena explotadora había conseguido una sentencia de indemnización por despido de 250.000 pts, una fortuna en la época. De esa cantidad donó la mitad al Partido.

Albadalejo odia a Navarro porque jamás se ha achantado ante él, no le tiene miedo. Y eso que Albadalejo el burócrata del sindicato no duda en poner una pistola en la mesa como medida disuasoria. Navarro organiza huelgas, como la del metro de Madrid y moviliza a los trabajadores.

Alrededor del sindicato vertical y del régimen franquista en la base y como complemento a la policía aporreadora, merodean pistoleros de extrema derecha, algunos afiliados a Fuerza Nueva el partido de Blas Piñar. Otros falangistas de camisa azul, correajes y botas que recuerdan la vestimenta cuyo adjetivo prefiero olvidar pero que se ha vuelto símbolo del mal.

De ese entorno proceden los tres pistoleros que abatieron a los 9 ocupantes del despacho de Atocha 55, un despacho en el que se defendían las causas vecinales frente a la especulación y las causas obreras frente a los empresarios franquistas. A finales de los 70 había lucha y había movilización sindical y alguien debería de explicar con más detalle cómo y por qué se dio la orden de frenar todo aquello y cómo y por qué los abogados defensores del pobre han acabado integrándose en el sistema. Una de ellas es Carmena, tuvo suerte de no estar ese día en el despacho.

José Fernández Cerrá, almeriense de 31 años fue el pistolero, vivía del sueldo de su novia, ni estudiaba ni trabajaba, disparaba. Devoto de Falange y Fuerza Nueva. Fernando Lerdo de Tejada, el compinche que se quedó en la puerta vigilando la escalera mientras el tiroteo era un jovenzuelo de 21 años que vivía de la fortuna familiar con base en el Toboso. Un señorito manchego sin oficio pero con beneficio. Y el tercero Carlos García Juliá, también estudiante sin fortuna, le gustan los uniformes y correajes, a sus 21 años destaca por sus profundas creencias religiosas y su misa diaria. El párroco de san Ginés hará un informe favorable destacando sus virtudes relativas a la castidad. Hijo de un comandante de artillería, se puso muy nervioso mientras registraba el piso y se le disparó dos veces el arma.

Una vez cortadas las líneas telefónicas y comprobado que no había nadie más el “muy religioso” y el que vivía de su novia y de trabajos esporádicos iniciaron el tiroteo. Mataron a 5 y dejaron malheridos y traumatizados a cuatro.

Estaban tranquilos, no huyeron enseguida y por eso la policía los localizó rápidamente. Aunque en el juicio los abogados quisieron sacar a la luz las implicaciones políticas del caso, no hubo manera. Se quedó en ajuste de cuentas de Albadalejo con los laboralistas que le tenían hinchadas las narices, aunque no abatieron a Navarro, que era el pretendido objetivo a batir y que en cuanto supo del tiroteo tuvo tiempo para esconderse.

Aunque al parecer sabían que ese día Navarro no estaba porque habían visitado el despacho una hora antes mezclándose en el jaleo de clientes que subían y bajaban, no les importó, y dispararon a quemarropa.

Detalles que he ido espigando a lo largo de la lectura:

-El millonario Teodulfo Lagunero ayudante del PC.

-El GRAPO, grupo terrorista Primero de Octubre en alusión a la última aparición pública de Franco antes de morir en la Plaza de Oriente en 1975, ese día mataron a 4 miembros de la policía armada. Decían que si era un grupo a la izquierda del PC, se sospecha que era un grupo creado  para desestabilizar, sembrar el pánico y pastorear al rebaño por la senda trazada. Atado y bien atado.

Pío Moa perteneció a dicho grupo y lleva unos años de escritor revisionista de la historia de España, particularmente sobre la guerra civil y el franquismo a mayor gloria del régimen anterior y del actual.

-Pedrol Rius, decano del colegio de abogados de Madrid, un tío estrafalario por soltero y rico, con castillo acogida para huérfanos a los que apadrinaba, organizó el cortejo funerario de los abogados que salió desde la sede de dicho colegio profesional.

-En 1977 todavía estaba en funciones el inspector Conesa, famoso por haber detenido a las 13 rosas fusiladas en 1939.

-Marcelino Camacho el líder de Comisiones Obreras estuvo años en la cárcel franquista por su labor sindical. ¿Qué hacía este buen hombre en la universidad de Navarra en 1990 asistiendo al opusino seminario sobre Historia reciente de España como testigo?

Incongruente y surrealista.

-En el tiroteo murieron: Angel Rodríguez Leal (1951), despedido de Telefónica, ejercía de administrativo en el despacho.

Enrique Vandelvira (1942) abogado y profesor.

Javier Sauquillo (1948) abogado, marido de Lola González Ruiz, abogada, a la que destrozaron la mandíbula y que había perdido a su novio Enrique Ruano en 1969 asesinado por la policía franquista.

Serafín Holgado (1949) abogado

Luis Javier Benavides (Villacarrillo 1951) abogado.

-Hubo huelga del metro y se recurrió al ejército, un recluta acompañaba al maquinista.

-Gregorio Morán, fuente fiable, dice que los servicios secretos de Presidencia contrataban los servicios de terroristas italianos que por Madrid pululaban.

-Rosón, ministro de Gobernación entonces, creo que mintió cuando afirmó ante los periodistas que la extrema derecha era un magma desorganizado. Aunque puede que estuviera desorganizado pero sus acciones no.

-En la calle de Pasa y en la calle del Barco, cerca de Gran Vía, dos hermanas montaron sendas casas de citas y juego, actividades prohibidas por el régimen. Pero en este caso toleradas por la Iglesia y el sistema porque son un negocio también para pagar servicios prestados a policías corruptos y a curas que necesitan verse con sus novias. El obispado está cerca de la primera.

-Interesante el contraste que me recuerda viejos tiempos entre la corrupción a troche y moche en el Sindicato Vertical de la Falange y las JONS, mientras los mismos corruptos predican paz, justicia, antimarxismo en sus arengas a los jóvenes cachorros veinteañeros que visten la camisa azul y están ansiosos de ideales: “José Antonio ¡presente!”

-Al ser detenidos los pistoleros confesaron que no se arrepentían.

-El sumario de la causa 13/1977 fue instruido por el juez Gómez Chaparro, procedente del recién liquidado TOP. Gómez Chaparro  acababa de dar carpetazo a la instrucción del caso Montejurra jornada carlista en la que hubo un muerto, “es una pelea entre carlistas. No politicemos.”

Gómez Chaparro puso muchas trabas a la instrucción, negó las pruebas, no quería que se investigara al Sindicato Vertical.

-En este caso declaró García Carrés, que luego sería el único civil implicado en el juicio del 23 F.

-El juez dejó en libertad a Lerdo para asistir a un mitín de Fuerza Nueva en mayo de 1979, nunca más se supo de él, y en Toboso no le conocen.

-El juez Barcala se hace cargo y el proceso se agiliza. El 29 de febrero de 1980 hubo sentencia, cárcel abundante para todos los implicados.

-El PC disolvió los despachos de abogados laboralistas. UGT se integró en el régimen y aparecieron los “liberados”, sindicalistas a sueldo del Estado, para echarse a llorar. Se acabó la lucha obrera. No me ha quedado claro si esto ocurrió cuando el PC fue legalizado en el sábado santo rojo de 1977 o tras los Pactos de la Moncloa. Dicen que así el PC participaba del poder, así Carrillo pisó moqueta y él solito deshizo y no diré feas palabras para expresar lo que estos hechos significaban para todos los que se habían jugado vidas, hacienda y salud en la lucha antifranquista.

-Fernández Cerrá al salir de la cárcel se casó y trabajó en una gasolinera.

García Juliá, le fue permitido irse a Paragüay sin acabar la condena. Al parecer también lo encarcelaron en Bolivia y se hablaba de pedir su extradición para que acabara de cumplir lo que le quedaba.

-Dicen que los implicados que salieron antes de prisión, un tal Leocadio, facilitador de las armas, hacían mariscadas cada 24 de enero para celebrar la fecha.