OD EN DIVERSOS GOBIERNOS EUROPEOS

        Lo que más me impresiona de todos los homicidios es que elijan la fecha, y la puesta en escena, como dice mi corresponsal francesa,  puesta en escena que pretende ser pedagógica y disuasoria para miembros críticos o para quien no se avenga a sus condiciones. Sólo así se explica el silencio de los corderos en este tema y el miedo-pavor-pánico que nos entra a todos cuando se menciona la palabra.



          El "Opus Dei" creció como la espuma durante todo el período franquista en España. El fundador se desplazó a Roma en 1946 y desde organizó el desarrollo de su organización en toda América Latina colocando capillas del Opus Dei en cada una de las legaciones españolas donde los embajadores tenían su capellán del Opus Dei. Pero como era la época de "contención americana" y no había representación diplomática de España en los estados democráticos, sólo pudo acercarse a la dictaduras de América latina. Simultáneamente, el Opus Dei comenzó en Europa a renovarse con los cuadros de ciertas organizaciones católicas implicadas en la política de colaboración con el Eje. De una organización estrictamente española, el Opus Dei descubrió pronto su vocación internacional.
      

     Cuando Franco murió, el Opus Dei pareció  comprender que era preciso adaptarse a las apariencias democráticas para poder sobrevivir y conservar su poder e influencia. Es el periodo en el que abandonan progresivamente el discurso fascistoide, y se escuda detrás de un discurso mucho más tecnocrático. Un renovado impulso les llegó tras la elección de uno de sus miembros en el trono pontificio, Karol Wojtila, el obispo de Cracovia. En aquel momento nadie sabía que era miembro. Se supo algunas semanas después de su elección porque mandó imprimir una colección de sus sermones pronunciados en centros de retiro del Opus Dei, el folleto fue difundido en la curia. Con el tiempo se supo que Wojtyla  había participado en los centros opus para formación de curas pero, cuando fue elegido prácticamente todo el mundo ignoraba sus antecedentes. Juan Pablo II cambió el estatuto del Opus Dei para colocarlo bajo su dirección inmediata y personal, fuera del control de los obispos locales.


 
    De este modo la organización consigue un gran secretismo y discreción. Cuando el Opus Dei abre un centro en una ciudad, informa al obispo del lugar y le indica quien es el responsable del centro. Pero no detallan al obispo los nombres de todos los residentes numerarios y supernumerarios. Por ello es frecuente que los obispos estén rodeados de miembros del Opus Dei sin saberlo, lo que es bastante desagradable. Le ocurrió a monseñor Jacques Gaillot que al dimitir de sus funciones, se enteró de que su secretario era miembro de esta organización, que se había entretenido en realizar regularmente informes sobre sus actividades episcopales. Así que con el tiempo que lleva el OD sobre el planeta los obispos no Opus deben de saber que existe esta especie de policía secreta en los alrededores, ¿han conseguido eliminar a todos los obispos no simpatizantes del globo? ¿es hoy posible ser nombrado obispo si no se simpatiza con el OD?
         
     En Francia nunca han sido numerosos, aproximadamente 1.500 personas forman parte de OD. Pero poco importa las cifras, lo que importa es saber quienes son y donde están colocados. Es difícil evaluar la influencia política de un grupo tan discreto, pero siguiendo los coloquios, los trabajos, las conferencias que organizan, también a puerta cerrada, se da uno cuenta que ciertas de sus ideas, o ciertas. En el Opus Dei hay varios modos de reclutamiento. Algunos son escogidos cuando son estudiantes, se les educa a lo largo de su carrera y se les da una colocación, puede que en la estructura interna o en un buen puesto empresarial, académico, en la administración.
         
Hay un segundo tipo de reclutamiento, los individuos que tienen ya un estatus social y a los que se dirigen porque se sabe que comparten la misma ideología y pueden ser un apoyo. Algunos pasan de las aulas a la política, como Jean-Claude Gaudin que a lo largo de su carrera se caracterizó por su voluntad de colaborar con el Frente Nacional en las instituciones regionales.
        Si nos fijamos en la composición de los gobiernos franceses de los años 90, observamos que, la llegada del Opus Dei a la vida política francesa se produce con el gobierno Balladur. Hubo 6 ministros del Opus en el gobierno de cohabitación. La racha siguió en el gobierno Juppé, aunque cambiaron con las caras, como por ejemplo H. Gaymard, que niega absolutamente ser miembro del Opus Dei. Thierry Meyssan escribió una serie de artículos señalando su pertenencia y Gaymard denegó su pertenencia, a pesar de amenazar al periodista con denuncias nunca las llevó a cabo. Renegó tantas veces del OD que ya se ha convertido en una mancha  en su carrera política.

        No sé si puede comprender la influencia de un grupo como el Opus Dei, sin darse cuenta que se ejerce a varios niveles al mismo tiempo. Pueden estar presentes en los ejecutivos regionales o bien a nivel nacional. 

    En España ocurre que el suegro de Aznar, presidente desde 1996 a 2004, es uno de los grandes patronos del Opus Dei (en la época de Aznar había cuatro miembros del Opus en el gobierno español). Es el caso también de Italia donde el presidente Scalfaro no vivía en el palacio presidencial sino en una residencia del Opus Dei.  

    O el caso de Alemania donde varios grandes líderes del CSU-CDU son miembros del Opus. Hay, pues, presencia en otros ejecutivos nacionales, en el seno de la Comisión Europea, pero sobre todo en el Parlamento Europeo con el sistema de partición mafioso que ha sido ejecutado entre el PPE y el PSE (demócratas cristianos y socialista europeos) que ha concluyó en el juego de repartos en los nombramientos. Así llegó a la presidencia del parlamento a Gil-Robles Delgado, que llevaba más de un año acudiendo a reuniones con el Opus, lo que le permitió ser elegido