RAPIÑA EN OPUSICIÓN

Cuando en 1951 Ibañez Martín se va del ministerio y le sustituye Ruiz Giménez recortaron los poderes, segregando Cultura para un nuevo ministerio Información y Turismo, que se quedaba así con la fracción dinámica: prensa, libros, actos culturales. Para el Opus. El CSIC seguía en manos de Albareda.

Y es verdaderamente chocante que ese cargo sea “heredado”, que de Lora Tamayo padre haya pasado a Lora Tamayo hijo. Monarquías por todas partes en la España opusina corruptelandia. También el Ateneo de Madrid se lo quedó el nuevo ministerio de reciente creación.

 

Y con esos antecedentes me choca profundamente que cuando Laín fue nombrado rector de la Complu se le ocurriera llamar a Albareda para decano de Farmacia, ¿no habíamos quedado por lo dicho antes en que el hombre no daba mucho de sí? De todas formas Albareda no sé si tras preceptiva consulta, laicidad obliga, rechazó el ofrecimiento. El decano fue Angel Santos Ruiz, un recomendado de Albareda.

Sin embargo tenía falta de experiencia con el opus en aquellos tiempos porque se la jugaron en las “opusiciones” que realizó como aspirante a una cátedra de historia de la medicina.

“He hablado de mi memoria pedagógica, Cuando ya tenía muy adelantada su confección, un opositor a cátedras de historia, de cuyo nombre quisiera no acordarme, tuvo noticia de su contenido y me pidió autorización para consultarla. Sin empachó se la dí; porque no podía sospechar que aprovechando una breve ausencia mía, el tal opositor entrase en casa, copiase literalmente varias docenas de páginas, y las embutiese como suyas en la memoria que por su parte y para su uso estaba preparando. Hizo él sus oposiciones antes que las mías. Y algunos miembros del Opus, al tanto, no sé por quien, de la verdadera procedencia de las páginas de autos, sacaron fotocopia de las páginas con la evangélica intención -¿es a eso a lo que su código moral llama la “santa desvergüenza”?- de ponerlas en manos de mi contrincante, a fin de que este pudiera confundirme como plagiario antes mis juzgadores.

Precioso golpe de efecto contra un falangista de Escorial. En un arranque de honestidad Calvo Serer, a quien poco antes había introducido yo en la vida intelectual madrileña, me dio noticia de la faenita así urdida; con lo cual pude llamar a capítulo al desaprensivo copista, exigirle con dureza la redacción de una carta en que paladina y circunstancialmente se confesaba autor del atraco, verle no sé si contrito o sólo atrito ante mis ojos y comunicar a Calvo y sus cofrades que ya no me inspiraba temor alguno su maniobra de aniquilamiento. Naturalmente ésta murió antes de nacida, mas no sin enseñarme lo que el fair play y el amor al prójimo pueden ser para algunos cristianos españoles, cuando se deciden a llamarse a sí mismos “cruzados de la fe”.

Para ilustrar al lector habitual sobre la España que nos ha parido a todos, la de la victoria de Franco en una guerra civil nunca cuestionada, por supuesto, sobre ella el rey, la monarquía, el consenso y toda la opusina corrupción, he aquí un ejemplo de lo que le ocurrió en sus oposiciones:

“Comenzaron las oposiciones. Ejecuté lo mejor que pude el primer tiempo de mi personal sonata –“En mi formación hasta aquí he llegado…” me dispuse a oír las objeciones del genio de la raza. He aquí la bomba dialéctica con que se pretendió hundir aun cuitado que no pretendía enseñar Teología Dogmática sino Historia de la medicina: “En sus artículos, dijo el genio de la raza tomando uno que yo explícitamente había querido excluir de la oposición, el Dr. Laín afirma tal y tal cosa (y aislándolo astutamente de su contexto, leyó con voz campanuda el fragmento en cuestión). En el santo evangelio Nuestro Señor Jesucristo nos enseña tal cosa (nuevo golpe de lectura).  Pues bien como comprenderán los señores miembros del tribunal entre el Dr. Laín y Nuestro Señor Jesucristo, yo me quedo con éste.”

Laín pudo reaccionar de modo idóneo citando a un teólogo que lo había defendido en la revista jesuítica Razón y Fe.

No se puede ser más cavernícola. Qué nivel el de España, sube de ese fondo abisal al de un país normal…muy difícil, vergüenza ajena da toda esta historia. No es extraño que en cuanto se podía la gente se marchaba a respirar hondo por otras atmósferas porque lo de aquí era insoportable para cualquier intelecto medianamente sano.

Explica que tanto Ruiz Giménez en el ministerio como él de rector en la Universidad de Madrid se vieron acosados por el catolicismo oficial, la derecha de siempre, el "Opus Dei" y hasta ciertas fracciones de Falange. Fracaso y derrota de su intento “liberalizador” de la España años 50.

Dice que determinado arzobispo falsificó la fecha de un documento del cardenal Segura para que parecierse dirigido contra Ruiz Giménez.

“En manos de Ibáñez y del Opus el CSIC supo desconocer muy bien que su presidente supremo era el ministro de Educación Nacional. Un solo dato, la revista Arbor regida por Pérez Embid y Calvo Serer actuaba sin tregua al servicio de los designios del grupo que uno y otro representaban. ¡Y yo, bobo de capirote, que había ofrecido a Pérez Embid, Director General de Cultura popular en el naciente ministerio de Arias Salgado, cierta colaboración, nunca por él cumplida, entre la Universidad de Madrid y su gabinete ministerial!

Una insidia contra mi publicada en las páginas de la revista Écrits de Paris  por Calvo Serer, dioscuro de Florentino (hermano gemelo) en las filas del Opus, debió de ser la respuesta a mi ingenuo y leal ofrecimiento.

 Toma otro cariz la implementación de la LOMCE cuando se leen cosas como esta