OPERACIÓN SUCESORIA

 Hora de recordar las tontunas del año pasado en los balcones, vergüenza ajena, aplaudiendo a carceleros. Dicen que ya se hizo el experimento en la URSS a finales de los 70 cuando estaban hartos de restricciones.

Y parece que ha pasado en España. Stop

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Franco mantuvo la expectación hasta el final, la Ley de Sucesión significaba que Franco se hacía el harakiri. Desde 1947 España era un reino sin rey.  Dijo Pemán, vate de la dictadura, que figuró en listas de ACNP  y en od, dijo que "La ley de Sucesión era un mecanismo de tipo amadeísta y gótico que embrolla y dilata la esencia misma de la institución monárquica, que es su unicidad, claridad y automatismo. En lugar del clásico a rey muerto, rey puesto, un contingente a rey muerto, rey discutido, manoseado y votado: un premioso itinerario, Regencia, Consejo, Cortes, repetido como ir y venir del cántaro a la fuente, con un estancamiento posible de la operación sucesoria durante 15 ó 20 días: plazo que, concebido seguramente como un agotamiento de cautelas, puede convertirse en una convocatoria de intrigas o violencias."

En la torre de Babel que era la dictadura, en la que a los únicos que se les entendía era a los que hablaban, es decir, a los muertos, la única carta segura era que Franco había reconocido oficiosamente a Carrero como su lazarillo y puntal principal. Y Carrero no estaba solo. Detrás formando equipo estaban los ministros "Opus Dei", que desde 1957 habían iniciado la operación política hacia monarquía como fórmula de compromiso de salida del régimen. Una monarquía que fuera, no fruto del testamento del dictador, sino que fuera su operación en vida, y así los franquistas podían pasar el Movimiento nacional al movimiento continuo.

Se preseleccionó como candidato a Juan Carlos de Borbón, sucesor de Franco a título de rey. Tras conversaciones de su padre Juan con el dictador, inició estudios en España, con preceptores opus, como Angel López Amo y el cura Federico Suárez Verdeguer, que 40 años después seguía de capellán real, desplazándose semanalmente de Pamplona a Madrid. No hay curas en Madrid "capaces", como es sabido.

Más tarde la legión de canonistas opus tuvieron que resolver el problema de que nuestro príncipe proyecto de rey se casara con una princesa griega de religión ortodoxa. Laureano por su parte se convirtió en el supervisor político de la operación sucesoria, hubo más santificadores de la formación de un rey español, en contra de la realidad, su abuelo se tuvo que ir porque España votó República en 1931. Ya se encargó Franquito de arrasar para que a los españoles de 1960 les daba igual 8 que 80, paz, por favor. Así que los santificadores se colocaron alrededor del futuro monarca: Vicente Mortes, Castañón de Mena, Luis Valls. Aislado en la Zarzuela y rodeado de esta gente.

Don Juan fue considerado el candidato a rey más  cercano a la democracia. En Estoril donde vivía exiliado se rodeó de un consejo privado de 100 españoles, unos 20 pertenecían. Hubo guerra entre padre e hijo por el trono. Siempre estuvo presente el founder en la operación sucesoria española montada por ellos, visitando el palacete de Montellano donde se alojaba el principito, había que supervisar su educación. 

Había más ramas de monárquicos a parte de estos 2 grupos, los del hijo y los del padre. Estaban los tradicionalistas-juanistas o "estorilos", a medio camino entre los alfonsinos y carlistas.

Entre los candidatos a la corona destacan Carlos Hugo de Borbón Parma, Alfonso de Borbón. El primero tenía de miles de carlistas detrás. Las maniobras del opus con el carlista demuestra que la ambición del opus consistía en estar presente en el escenario político español, respaldando ora a uno, ora a otro, ora a los 2.

En 1961 el joven Carlos Hugo de Borbón Parma visitó la uni de Navarra,  su feudo. Se inscribió en la Asociación de amigos y lo recibieron destacados profes con vocación y carlistas como Alvaro d'Ors y Pedro Lombardía. También le acompañó el que está más cercano a la santidad: el médico Eduardo Ortiz de Landázuri, decano de la facultad.

Carlos Hugo de Borbón Parma contaba con partidarios en España y quería jugar sus cartas, intentando aunar un cierto aperturismo con la doctrina carlista retrógrada del s. XIX para darle un nuevo rumbo ideológico y hacer de ella una especie de "carlismo-leninismo". Se rodeó para ello de un equipo, formó su Secretaría, en ella estaba Pedro Massó, profe de Pamplona, nume ¿hermano del que fue a Japón? La capacidad de convocatoria del carlismo en Navarra p.e era indudable. En la romería de Montejurra, tradicional reunión de los carlistas, se juntaron 80.000 el 5 de mayo de 1963.

También en 1963 se oficializó el compromiso de Carlos Hugo con la princesa Irene de Holanda. Entonces un cura opus visiteó a la princesa Irene en el castillo de su abuela de Dippenheim. La nieta seguía los pasos de la madre de Bernardo, Armgard de Lippe, que era conversa al catolicismo. Ramón Massó, el opus secretario de Carlos Hugo, coodinó para que la princess se convirtiera. Apasionante dedicación: convertir protestantes. Irene pasó su examen de intérprete de español en la universidad de Utrecht en diciembre de 1963. Habiendo aprobado viajó de vacaciones a España para reunirse con su novio, entregado a la causa carlista.

 

Carlos Hugo (1930-2010)

El 3 de enero de 1964 la princesa se hizo católica en San Pablo Extramuros de Roma. Fue oficiante el cardenal Alfrink, primado de Holanda. Asistieron los familiares del novio, junto con 2 od además de Massó. 

La ceremonia se hizo con el máximo sigilo, los jefes opus no tenían otro quehacer que allanar obstáculos a la conversión, ¿anulaba el nuevo bautismo el recibido por Irene en su antigua confesión? Los canonistas expertos escrivarianos convencieron al cardenal de que el bautismo que recibió Irene en 1943.

 

La princesa que convirtieron, Irene de Holanda

Los opus y la familia del novio querían dar publicidad a la conversión, desvinculada del noviazgo con Carlos Hugo, la familia real holandesa prefería que se supiera la relación de la misma con el compromiso matrimonial. El diario el Alcázar , entonces en sus manos, publició las fotos de Irene comulgando en la iglesia de los Jerónimos. El reportero gráfico que captó la instantánea era Jaime Peñafiel, había recibido oportuna llamada telefónica que le informaba de que la princess iría a misa a esa hora.

Nos han fabricado la realidad.

La fiel acompañante de la princesa era Rosario de Andrade que era su secretaria y ahbía trabajado en la casa de modas Asunción Bastida, pero nadie sospechó que tenía que ver con el secretariado que le habían montado a Carlos Hugo, que formaba parte del engranaje montado alrededor de la opción carlista, que concluyó su función cuando terminó su utilidad para el "opus dei":

Miembros de la familia de Carlos Hugo se desplazaron a Pamplona, el antiguo feudo carlista convertido en su feudo. Su hermana María Teresa a la que llamaron "Infanta de Navarra" mientras estaba allí, se matriculó para estudiar Filosofía y Letras. Se hospedó en el Goimendi, pero pronto se hartó, no es para princesas, se fue a un hotel y luego a un piso. No nos contaron que hubo tales precedentes cuando estuvimos allí un cuarto de siglo después, ni siquiera lo sabrían ni les intersaba. Qué gente de mente mínima y cerrada, solo el "prose".

 

Maria Teresa de Borbón Parma (1933-2020) colegiala del Goimendi

A pesar de ello fue madrina de la facultad de Derecho en el paso del ecuador, colegiala mayor honoraria del Goimendi y su despedida de la uni se hizo con todos los honores y homenajes.

El recibimiento por el vicerrector Ismael Sánchez Bella, que hubo de volver precipitadamente de Buenos Aires para empezar la uni, cambio de planes en el último minuto. Pero las directoras del Mayor donde estuvo alojada comentaban que las carlistas del opus, les obligaban a tratar a Maria Teresa de Alteza, incluso con amenazas y que era insostenible situación. Una lucha partiendo de la nada usando la santa coacción. Si a Maria Teresa no se la trataba de S.A.R pensarían que la uni de Navarra despreciaba a la dinastía carlista.

Ramón Massó decidió abandonar su papel de consejero personal del pretendiente carlista y, a primeros de octubre de 1965, el jefe de la secretaría de Carlos Hugo abandonó Madrid y volvió a la Uni de Navarra. La mayoría de los secretarios de Carlos Hugo eran od. Poco a poco le fueron abandonando. todos habían desaparecido en el verano de 1966. Los monárquicos juanistas, los que iban con Juan Carlos más los tecnócratas se alegraron. Se debilitaba la capacidad de acción del pretendiente carlsita. El carlismo se encontró terriblemente quebrantado a partir de 1967.

El 13 de mayo de 1967 don Juan recibió en Estoril al founder, y poco después Carlos Hugo e Irene lo visitaron  en la sede central romana. No se sabe el contenido de las conversaciones, pero sus hijos ya estaban preparando en Madrid la última fase de la operación Príncipe. Las maquinaciones a las que se entregaron estos caminantes de las vías de santificación para traernos y colocarnos a los Borbones otra vez llenarían volúmenes.

En 1968 las condiciones les parecieron favorables para rematar la faena. La decisión definitiva la tomó Franco el 24 de octubre de 1968 cuando Carrero le presentó un informe de 17 folios donde se designaba a Juanito como sucesor. Franco dijo lacónicamente: "conforme con todo".

Franco sería el sucesor. Así que el 20 de diciembre después de todo lo que lo habían adulado y arrullado y acompañado, el princípe Carlos Hugo fue expulsado de España. El 15 de enero de 1969 Franco comunicó al príncipe su voluntad de nombrarlo sucesor. El futuro monarca sría como el rey medieval "fuente de toda justicia".

El quinquenio entre 1969 y 1973 fue decisiva para la hegemonía política del od en el gobierno español. El príncipe de España, no de Asturias, se movió con la ayuda de opus entre la losa de la Dictadura y su pretensión de ser rey pisando los derechos de su padre, Don Juan, instalado en Estoril a expensas del presupuesto español, cumpliendo así la voluntad de Franco.

Montaron el golpe final para que se hiciera la designación. Encerrado durante 3 semanas que discurren entre junio y julio de 1969, recibiendo algunas visitas protocolarias, Franco se sumergió en los informes que 3 hombres vinculados con la od, Carrero, López Rodó y Castañón de Mena le habían presentado asilándose completamente. En la mañana del sábado 12 de julio de 1969, Franco pide a Castañón que convoque al príncipe Juan Carlos el lunes 14 de julio a las 14 en el Pardo. El mismo sábado hacia las 2 de la tarde Carrero visita a Iturmendi, presidente de las Cortes en su despacho oficial para notificarle la augusta decisión en su calidad de presidente del Consejo del Reino. Terminada la visita de 30 minutos, Carrero,  vicepresidente del gobierno, se fue a El Escorial de fin de semana. Cuatro días más tarde, d. Juan de Borbón, el pretendiente legítimo al trono, recibía una carta autógrafa de Franco y los jerarcas del régimen un telegrama en el que se les notificaba el nombramiento de Juan Carlos como futuro rey de España.

Respecto a los 2 borbones, padre e hijo, la infiltración se había realizado años antes con Calvo y López Rodó figuraban tanto entre los consejeros del padre don Juan como del hijo Juan Carlos. La ambición de los opus era estar en el Gobierno de Madrid y el contragobierno de Estoril. Estar en el último Gobierno de Franco y en el primero de la Monarquía.