PAÍS FUTBOLIZADO

En fila para que te abracen...

 No hace falta irse a Constantino para los precedentes.

 Dictadura dice Scabelum.tv. Que por cierto están al tanto de que lo del estallido de 2004 cuyo aniversario está al caer y el juicio que siguió no fueron lo que se dijo, como también se informó aquí.

"Por el imperio hacia Dios" de Rafael Abella no ha dejado de deparar sorpresas confirmando tesis antiguas. Como la de la religión del fúbol, el país futbolizado que somos proviene de los años 50, todo estaba prohibido, no estaba prohibido respirar, pero sí todo lo demás. Y el fútbol, el Barça, el Real Madrid, el Atlético de Aviación aunque fuera con jugadores extranjeros, era prácticamente el único tema del que hablar con los amigos y la familia. Hacer quinielas y dar el salto al estatuto de millonario, la única esperanza dentro la grisura de vida que el general impuso.

Siempre evitando meterse en política. Que se pagaba con cárcel y muerte. El estraperlo, el chanchullo, acaparar productos y vender carísimo, aprovechar las obras para forrarse, aunque se cayeran las casas con la gente dentro, el pelotazo en suma, todo regado de abundante misa y comunión viene de aquella época.

Sangrantes los capítulos del hambre que pasaba la población española pobre, las epidemias de piojos, de tisis, de sarna... si los españoles de hoy tuvieran una ligera idea de lo que fue aquella miseria no se habrían cambiado a la reli de la mask. En los 40 y 50 sí hacían falta medidas. Que por supuesto el caudillo no tomó. Se dedicaba al control del poder unipersonal y vitalicio y a la pesca del salmón.

 ESTRAPERLO

"Para los comerciantes y para los poseedores de medios de producción la implantación del mercado negro a todos los niveles fue algo providencial. Un fabricante definía cínicamente ante mí el estraperlo como una bienandanza nacional que el destino había deparado a las clases patronales tan perjudicadas por la guerra civil. Y verdaderamente fueron esas clases las que se erigieron en privilegiados de la situación. A su condición de vencedores se unió una situación de favor que ahondó tremendamente la sima provocada por la guerra.  Pero sería injusto adjudicar unilateralmente provecho ilícito a los grandes nombres del comercio y de la industria. El pequeño comerciante y el pequeño industrial entraron también en el provechoso juego de los beneficios del mercado negro. Y con ellos una extraordinaria tropa de aventureros, de intermediarios, de hombres de paja que crearon el eslabón preciso entre los que no querían dar la cara o los que no osaban decir su nombre y el inevitable consumidor...Variantes: adulteraciones, ventas ilícitas, compras de influencias, mercado de cupos...

Las circunstancias en las que la vida española hubo de desenvolverse fueron delirantes. El país se vió envuelto en una tupida red de ilicitudes que buscaba los hombres clave, aquellos que por un igual disponían de un quintal de sosa caústica, de unas toneladas de chapa o de un vagón de cemento. La cadena empezaba con la ocultación del género o la adjudicación de un cupo. Seguía la negociación clandestina con su arrastre de corretajes hasta llegar al fabricante o al consumidor. Un colosal proceso multiplicador hacía montar precios, acumular beneficios y engendrar en una sucesión delictiva erizada de complicidades a un rozagante precio de mercado negro.

Si para unas clases esto era una bienandanza no hay duda de que para otras fue una malandanza, y entre éstas hay que contar al pueblo bajo, pues la participación que éste llegó no pasó del estraperlo folklórico y ferroviario del aceite o del arroz o el callejero de la barra de pan oculta en el refajo, todo lo cual no era más que medio de subsistir cuando la vida ofrecía para los de abajo su más tétrica faz."

Las cartillas de racionamiento duraron de 1939 a 1951.

"Como consecuencia de este tráfico de un país hambriento y depauperado empezó a emerger una clase privilegiada ostentosa que hacía alarde de su dinero y lo derrochaba. Fabricantes, industriales, comerciantes, tratantes, chatarreros, intermediarios, jefes de compras y simples osados, crearon la clase del estraperlista, hombres sin escrúpulos que lo mismo podían tener un nombre acreditado en el mundo de la industria como ser un palurdo de riqueza repentina.

Eran ricachos de coche provocativo al que llamaban "haiga" porque era este vocablo que muchos estraperlistas poco doctos en ortografía acostumbraban a usar, como lo demostraba el hecho de que al contarle a uno de ellos el origen de la palabra contestó con candor: "No creo que sea yo quien lo haiga dicho". Hombres que compraban libros a palmos, cuadros a metros y fincas a km y cuyas mujeres ostentaban una detonante pedrería....

España de los estraperlistas fue rica en salas propicias a exhibicionismo que no venía por las atracciones que actuaban en la pista, sino por el espectáculo de las mesas donde en ruda competencia, los beneficiarios de la situación tiraban de alarde a base de panes de blancura inmaculada, platos flambeados y descorche de Moët Chandon....En la España de la miseria floreció el más sangrante lujo para que el contraste no dejara lugar a dudas en cuanto a quienes eran los beneficiarios de la situación.

Los estraperlistas eran hombres que gustaban de salir con otros matrimonios para que sus mujeres tuvieran ocasión de lucir el último clip, el postrer brazalete o el más llamativo sombrero. El aparatoso sombrero femenino de los 40 fue uno de los más detonantes signos de riqueza sobrevenida a indiferente a los demás. La vida para esta gente era amable en una abundancia que hacía sentirse satisfecho de haber nacido en una época donde teniendo dinero se medía exactamente el alcance de su poder. Sobre todo de su poder corruptor. ...

Los estraperlistas eran gentes que habían llegado al convencimiento acerca de que en la España de la posguerra con dinero se podía tener todo: integridades, voluntades, influencias, honorabilidades. Había quien había llegado a la creencia de que en la riqueza estaba su ejecutoria y en la sociedad nacida de la guerra el dinero había adquirido un enorme poder envilecedor porque actuaba sobre dos resortes fundamentales: ambición y necesidad..."

OPUS

"En julio de 1950 se había producido un hecho de gran trascendencia para España: la aprobación de la constitución de la Obra Sacerdotal de la Sta. Cruz y del Opus dei por decreto pontificio. 110 obispos informaron favorablemente sobre la labor que los seguidores de mosén Escrivá habían llevado a cabo. Ya en aquellas fechas la penetración de los miembros de la O en la sociedad española era profunda. Residencias y colegios mayores albergaban a una selecta minoría reclutada entre lo más florido de los números uno. La intervención de uno de ellos en un delicado asunto relacionado con la vida privada del almirante Carrero, haría de éste el principal introductor de los miembros del od en los altos organismos de la Presidencia del Gobierno. El nacionalsindicalismo uniformado y altivo sería sustituido por la tecnocracia vestida de gris y sinuosa. En el fondo, la mentalidad sería igualmente autoritaria, sustituyendo la cachiporra por la regla de cálculo y la ideología por la ambición. Una nueva promoción aparecía dispuesta a desbancar el verticalismo y a la mísmisima Acción Católica en su papel de argamasa que sostuviera el edificio franquista. Un edificio que con todas sus imperfecciones seguía yendo hacia arriba."

FÚTBOL

"El fenómeno de la masificación futbolística desbordó todas las previsiones. Había pues que montar el fútbol como el gran opio nacional y para ello era menester reanudar los campeonatos de anteguerra  y recuperar a los clubs que convocaran mayor número de seguidores.

La gran baza del Régimen sería la explotación del deporte espectáculo ya que alrededor de 22 practicantes que patean un balón, pueden apretujarse miles de personas que sin haber hecho una flexión en su vida alardean de deportistas y muestran sonoramente su entusiasmo animando a su equipo favorito. A la España de los 40 había que darle un espectáculo, un entretenimiento que hiciera olvidar las apreturas del cinturón y lo ingrato de la existencia. El fútbol iba a convertirse en el más distrayente y embrutecedor señuelo para llenar el vacío de unas vidas carentes de estímulos políticos, de incentivos culturales y de objetivos sindicales por los que luchar."

 RÉGIMEN DE OLIGARQUÍA

"El carguismo  se sostenía como uno de los puntales del sistema y para dividirlo en 2 vertientes se promulgó la ley de incompatibilidades entre los cargos públicos y los privados, pero la influencia bancaria no hacía más que acentuar la tendencia oligárquica que configuraba el país como el coto de una minoría de privilegiados resultantes del estrecho maridaje del dinero con el poder. En el Anuario de Sociedades Anónimas, los nombres se repetían hasta el aburrimiento: Delclaux estaba en 30 consejos, Chávarri en 26, Botín en 21, Mateu en 26....Algunos si hubieran dividido el tiempo entre las empresas en las que tenían intereses no hubieran podido dedicarles más de 8 días al año, tal era su omnipresencia. El fichero de altos cargos de la administración reiteraba la letanía de los Romojaro, Vivar Téllez, Suevos, Pinilla, Salas Pombo, Valdés Larrañaga....rotando incansablemente de unos cargos a otros en muestra de agradecimiento a un sistema que sabía agradecer los servicios prestados.

APOYO DE EEUU

Este cuadro obedecía a las más íntimas motivaciones de un régimen que había abolido toda función fiscalizadora. Si siendo como era, era de recibo para los turistas y se adaptaba a las conveniencias estratégicas de EEUU ¿Por qué preocuparse? Foster Dulles ratificó con su presencia en Madrid la confianza que la administración republicana, tras el triunfo de Eisenhower despositaba en su alianza con la España de Franco. El mundo avanzaba por la mitad del s XX bajo el temor que inspiraba la bomba H. En esa circunstancia ¿quién iba a preocuparse de si el Régimen español se burlaba del habeas corpus, de si la huelga era un derecho o de si los españoles eran libres o si tenían o no acceso a la información correcta de hechos de los que podía depender su destino?

Si el 20 de noviembre de 1955 Franco desempolvó el uniforme de Falange para presidir los funerales por José Antonio en El Escorial, comprendió por un incidente en la ceremonia que había una retórica que arrinconar. La mejor fórmula de gobierno para la sociedad que estaba apuntando era disipar el idealismo y fomentar la despolitización.

OPUS OTRA VEZ

¿Qué tarea colectiva se les iba a ofrecer a los españoles en la nueva etapa que se avecinaba? Muy pronto se sabría. Se estaba produciendo la penetración del "Opus Dei" como  inspirador del quehacer político económico del franquismo. De su mano se nos propondría el más sugestivo programa de gobierno expuesto a país alguno a cambio de despolitizarnos, de abandonar todo interés por la cosa pública, que quedaría a cargo de una competente minoría de expertos con manos libres para vincularse a la alta finanza, se nos aseguraba el bienestar en este mundo y la salvación en el otro. El mascarón de proa del idealismo dejaba su puesto definitivamente al imperativo de la eficacia agenciado por unos tecnócratas al servicio del poder del dinero.

Se iba a pasar del "Por el Imperio hacia Dios" al "Por el Dinero hacia Dios".

Barcelona, noviembre de 1977 Fin del libro Por el imperio hacia Dios de Rafael Abella