BAÑADOR/ES
Habla Amina Mazzali: Con el inicio oficial de la vida de nume, Amina asimila rituales más que controvertidos:
"Con 17 años inicié la practica de la mortificación corporal, tenia que llevar el cilicio en el muslo y disciplinarme con un látigo. No es una propuesta que uno pueda aceptar o no, te lo dicen expresamente, la mortificación corporal. El cilicio y la disciplina tenías que usarlas cuando estabas en el centro del od,
porque en aquella época, estaba en el instituto, vivía con mis padres y solo cuando fui a la uni me mudé a una residencia del od. Pero primero tenía que adaptar mi estilo a todas las nuevas reglas de vida que había escogido, que incluían disciplinas y cilicio".¿Cómo fuiste introducia en la mortificación corporal?
"La numeraria que me había tratado, es la palabra usada para indicar la acción de atraer al opus a los jóvenes, empezó a hablarme de la mortificación corporal. Me dijo que era la voluntad del Padre. Cuando la nume que era mayor que yo me habló de esto al principio me quedé atónita, pensé que estaba bromeando. Recuerdo que me lo dijo mientras íbamos en metro, en Milán, un sitio bien extraño para este tema. Cuando le expuse mi estupor me contestó que era una forma de acercarse a Cristo. Me recordó que había prometido estar dispuesta a darlo todo. Si te niegas te dicen que no se pueden fiar de tí, que no eres digna de la llamada privilegiada de Dios, que eres una cobarde".
Los mecanismos de manipulación psicológica para obligar a una adolescente a estos pasos sutiles e implacables.
"Desde ese momento toda mi relación con el opus se basaba en el sentimiento de culpa. Me dijeron: has dado la vida a Dios de una vez y para siempre, te has comprometido, tenias que hacerlo.
Todo se basaba en esa decisión. Decían: "Si te niegas a hacer esto no estás haciendo lo correcto, estás dando la espalda a Dios". Poco a poco desarrollas un sentimiento de culpa que te lleva a hacer lo que no quieres, porque no te tienes que fiar de tu propio juicio sino de la voz de Dios que te llega por medio de los directores."
La escena de la primera vez en la que Amina usó el cilicio y de la disciplina se le ha quedado grabada.
"Iba a uno de sus clubs, el Tamia Club de Milán, las chicas de mi edad no vivíamos allí. Había una residencia de referencia, donde vivían las numerarias llamada Alzaia. Allí fue me inicié al uso de cilicio y disciplina. La nume que me había captado y seguido me llevó a su habitación, al cuarto de baño. Allí estaban los armarios donde se guardaban estos instrumentos. Me dijo: Las numerarias por voluntad del Padre tienen que vivir todos los días la mortificación corporal.
Me explicó cómo llevar el cilicio y como usar la disciplina. La escuché entre divertida y estupefacta, seguía sin poder creerlo. Me decía que necesitaba estar dispuesta a todo, con todos los corolarios; me dijo que el cilicio se inspiraba en la corona de espinas de Jesús, se justificó diciendo que son cosas que siempre se usaron en la historia de la Iglesia, aunque ahora un poco menos que en el pasado. Me dió el cilicio y la disciplina, me los regaló. Quizás lo tengo por ahí, no lo sé quizás lo tiré a la basura en un momento de rabia.
La disciplina está formada por una cuerda trenzada, que forma un mango del que parten 3 ó 4 cuerdas entrelazadas con nudos. Entre las numes se contaba que el founder había puesto clavos y cristales en la disciplina para hacerse más daño todavía. Y otras veces ponía bolas de plático para sufrir más."
Amina habla del cilicio. Así describe este instrumento medieval de auto castigo.
"Es un cinturón metálico compuesto de varios anillos, cada uno tiene puntas y se pone en lo alto del muslo. Se puede regular y apretar cuanto se quiere, obviamente depende de la generosidad de la persona si se aprieta más o menos. Me quedaron cicatrices que todavía tengo.
Ahora se me ven un poco menos, pero cuando estaban recientes eran terribles de ver. Y se veían bien cuando iba a la playa o a la piscina.
Los famosos bañadores tipo nume no eran tan monos
Las numes cuando íbamos a la playa teníamos que poner un bañador con faldita, una cosa decimonónica, ridícula, impensable. El absurdo es que en od nos decían y repetían: "somos iguales que los demás, somos los demás, somos normales, eres una mujer entre otras mujeres".
Pero te hacían vivir estas cosas que en realidad estan fuera del mundo. Tenías que esconderte por estas situaciones. Pongo otro ejemplo, las numes hasta 1997 más o menos estábamos obligadas a llevar falda, incluso en situaciones como las excursiones a la montaña.
En el instituto, el día después de la admisión en la obra, tuve que ir siempre con falda. como todas las compañeras numes de mi clase. Esto nos hacía muy raras a los ojos de los demás. Alguna vez que intenté pedir a las directoras una excepcion no me dejaron. Todo esto no es laico, es lo contrario de lo que te dicen, cuando afirmamos que éramos campeones de la laicidad."
A partir de los 17 Amina empezó a llevar el cilicio todos los días.
"Sí, lo llevaba 2 h al día, y te aseguro que hacía daño. Siempre y cuando te lo pongas mientras estudias poco a poco la pierna se va acostumbrando. Así que mientras estaba sentada era soportable, pero cuando me levantaba o andaba hacía mucho daño, era un incordio. Había otra mortificación que se añadía: caminar sin que se notara que llevábamos el cilicio. Nadie de fuera tenía que saber que lo llevabas, y todos los que estaban fuera de nuestro círculo no lo sabían. Ni siquiera lo sabía la mayoría de las supernumes".
Ferruccio Pinotti
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De regreso a España, al sudeste, a Murcia. Nos encontramos con una mujer que nos cuenta una historia casi increíble sobre la muerte de su padre.
Josefina Hurtado. “Mi padre era miembro supernumerario del Opus, mi madre también, mi hermano Fernando es sacerdote del Opus Dei. Un día me llama mi padre y me dice que mi hermano Fernando le ha comunicado que morirá en 4 días. Yo me asombro. El también está asustado, porque hablaba todos los días con mi hermano, acababa de salir de la cafetería cuando se lo comunica. Aunque mi padre tenía un cáncer de pulmón, no estaba terminal, no era un enfermo terminal, no estaba agónico, y justo 4 días después muere en circunstancias muy extrañas”.
De pronto, según Josefina, un médico del Opus Dei habría entrado y salido del apartamento de su padre. Habla por teléfono como si estuviera sedado y finalmente no contesta. Antes que Josefina, que entonces era médica en Inglaterra, pudiera viajar a Murcia, su padre habría fallecido ya, el 17 de mayo de 2015, día de la Ascensión y aniversario de la beatificación de Escrivá.
Josefina Hurtado. “Pero que casualidad y que absurdo. Todo el mundo en el entierro decía que era una bendición del cielo, de Escrivá de Balaguer, y del Señor, que se lo había llevado en un día solemne para él. Incluso me llaman y me felicitan a mí. Vamos, es de locos, pero me abren la mente con ello”.
Josefina sospecha de que su hermano, sacerdote del Opus Dei, habría provocado la muerte de su padre. Ella lo señala a él y a posibles colaboradores. El análisis toxicológico muestra efectivamente que al padre administraron tranquilizantes. Su medicamento para el corazón habría sido discontinuado y no había bebido suficiente líquido.
¿Fue realmente una muerte planeada? Al Juzgado se le pasó un documento del fundador del Opus, Escrivá, al que nosotros también tenemos acceso. Dice entre otras cosas,
“Han venido a decirnos que es la hora y llega un sacerdote de casa para atendernos. A él debemos confesarle todo para que nos prepare para el abrazo de Dios. Finalmente, dice el médico que nos vamos y sale a buscar una inyección”.
¿Juega el Opus Dei a ser Dios? Esta es una grave acusación. Un portavoz rechaza las acusaciones.
Manuel Ordeig Corsini (sacerdote de la Obra). “Hay cosas estúpidas, diría yo, que no hay ni porque contestarlas. Nunca he visto ese papel ni cosas parecidas. No puede saberlo nadie porque el documento no existe”.
Entrevistador. ¿Quién puede inventárselo?
Manuel Ordeig Corsini. “Ese es otro problema, pero es un comentario sin trascendencia. Es una lástima que estos problemas familiares de herencia o de lo que sea, acaben en los tribunales o acaben en un periódico público, pero en fin, es la vida, que es así de complicada, y tampoco podemos evitarlo”.
El documento supuestamente inexistente en realidad existe. El texto aparece en 1989 en el libro “Meditaciones, Parte 4, en la pág. 695. Escrito por el fundador del Opus, Escrivá. El libro está a disposición de los miembros en todos los centros del Opus españoles.
Los archivos judiciales en el caso del difunto padre de Josefina Hurtado revelan una investigación por un posible homicidio. También se investiga la presunta falsificación de un testamento a favor del Opus Dei. Sin embargo, los indicios y los documentos no son unívocos.
Josefina Hurtado. “El Opus Dei cambió nuestra vida. Éramos una familia muy unida, y desde que ellos se hacen del Opus Dei todo se rompe”. Mi padre, en la última etapa de su vida me dice: “Nosotros nos equivocamos. Tu madre y yo nos equivocamos. Ellos nos engañaron, nos vendieron el cielo, y a cambio, lo que han tenido”.
Josefina Hurtado murió en 2020. Su familia decide no continuar con el caso. Los investigadores no habrían encontrado evidencia clara de un crimen.