Francisca Sauquillo Pérez del Arco - Testimonios de "Mujeres de la Transición

Testigo de la historia, min. 16:00 la condición jurídica de la mujer bajo el franquismo, años 50 y 60, necesitada de un tutor legal, pasabas de estar bajo la tutela de tu padre, a la del marido o a la de la orden religiosa. Min 19:00 en las Ursulinas de la calle General Mola, las niñas ricas entraban por la puerta principal, las pobres por otra puerta distinta. Por dar el contexto de la invención del escrivarianismo y su trato "especial" a la mujer. Particularmente a la mujer pobre. Un país en el que los trabajadores estaban integrados en el Sindicato Vertical. Solo existía el Fuero de los trabajadores, "no hay que hacer proletarios sino propietarios" era el lema del dictador. 

Luego él y sus secuaces nos enseñaron a niños y niñas españoles nacidos cuando todo esto era pasado, que las auxiliares, las agregadas, las numerarias, las supernumerarias, dar el sueldo íntegro y no tener libertad ni opinión de nada...era por inspiración divina. La Obra era de Dios, y no estábamos para criticar ni cambiar una coma.

Perdón, la Obra sigue siendo de Dios.

Y seguirá siéndolo, dado que por ahora ninguna autoridad civil, militar, penal, eclesial les ha puesto coto. Solo hay cuatro quejicas que empiezan  a ser cuarenta quejicas sin poder para sentarlos en el banquillo y pedir justicia.

Esta mujer da testimonio de que además de las hordas de estudiantes y estudiantas de su edad que el escrivarianismo reclutó, había otras hordas reclutadas por catolicismo de izquierdas, que se reunían a comentar Mater et Magistra de Juan XXIII y que recibieron esperanzados el Concilio Vaticano. No como Escrivá, del que Choza que convivió con él en esa época, dió testimonio de que lo recibió echando pestes y profetizando la condenación de todos los participantes en el aquelarre.

A partir de cuarto de carrera se empezó a interesar por el movimiento obrero y sindical. Las Comisiones Obreras empezaban, según Víctor Alba, dichas Comisiones no eran comunistas en su origen, fueron infiltradas por el PCE. Al punto de que hoy identificamos CCOO con comunismo. 

Sauquillo trabajó pro bono en los barrios de chabolas del sur de Madrid: los andaluces y extremeños que llegaban a Madrid con el atillo se bajaban del tren a la derecha de las vías y allí ponían techo. 

El despacho de Jaime Cortezo, abogado democratacristiano, fue el primero en el que trabajó. De los pocos que defendía en el Tribunal de Orden público, que había venido a sustituir a los tribunales militares. Defensor de los oponentes al régimen represaliados por el TOP (comunistas, catalanes y vascos). Jaime Cortezo murió en extrañas circunstancias: un asalto de ladrones.

Nos recuerda a los curas franquistas al servicio de la burguesía que se pasaron a los barrios de chabolas como el famoso padre Gamo y el padre Llanos, amigo de Franco. Pero de Franco a la Pasionaria...no sé, vaya negocio. Por lo menos fue real la intención de ayudar a los miserables.

En este caso si se puede hablar de voluntariado, primero trabajaba en el despacho y a la salida se iba al barrio para atender en Palomeras Bajas a gentes analfabetas que en 1967 no sabían ni firmar.

Explica que las mujeres españolas de la época aprendieron a leer con sus nietos.

En estas circunstancias se explica lo fácil que lo tuvo el hoy santo y modelo de la vida ordinaria para reclutar "chicas para todo" gratis: les hacía un favor sacándolas del pueblo, de la miseria y enseñándoles a leer, además de hacerlas ver mundo con la expansión opusina por diversos países. Aunque el turismo se limitara a conocer plancheros, offices, cocinas y cuartos de limpieza.

Se puede valorar la acción de los cristianos de izquierda y los cristianos integrados en opuslandia.