ANIMALES CON FRANCISCO

¿Los animales van al cielo? o son un pedazo de cielo.

Se puede completar con la lectura de Frans de Waal, La edad de la empatía ¿Somos altruistas por naturaleza?, publicado en 2009 en inglés el original.
Este biólogo especializado en etología nacido en Holanda pero que ha trabajado en EEUU se ha pasado la vida estudiando el comportamiento de los chimpancés. 
Se puso de moda el darwinismo social que consiste en la enseñanza tomada supuestamente de la naturaleza, de que en la selva sobrevive el más fuerte. Y lo mismo vale para el comportamiento entre humanos, esto es la jungla y no hay que dedicarse a la ayuda ni a la solidaridad, busca tu triunfo personal, maximiza beneficios. El que no llega es un looser y peor para él.
Así razonan los economistas más reputados del momento, como el Premio Noble Milton Friedman.

De Waal nos enseña que si en efecto los animales luchan, pelean por su supervivencia, también colaboran y son "solidarios" a su manera, ya que la empatía animal no se basa en la razón sino en las tripas. Es muy curioso cómo apoyándose en diversos experimentos con diferentes tipos de monos, no todos son iguales, los capuchinos por ejemplo son un monillo muy inteligente, observa que los animales cooperan, se ocupan. Tanto como compiten.
Casi me ha parecido un libro de "espiritualidad", porque partiendo de la base, de animales que consideramos inferiores, aprendemos conductas más lógicas que las que desarrollamos los humanos tantas veces.
Como por ejemplo nuestra capacidad para "ponernos en el lugar del otro", que es como solemos definir la empatía, la utilizamos para implementar sufrimientos, torturas, acciones que sabemos que van a hacer sufrir gratuitamente, por hacer el mal. Un animal no hace esas acciones, se defiende, ataca si siente un peligro, pero hacer el mal por hacer el mal es propio del ser humano. Así demostramos que somos más inteligentes que el otro, usando nuestra capacidad de "empatía" para engañar, explotar, pisotear.

Grandes reflexiones en este libro sobre el modo de sentir y vivir la equidad a los dos lados del Atlántico, ventajas y desventajas de la tierra de las oportunidades para todos, aunque se quedan muchos miserables en el camino como en EEUU, y la de la protección social más desarrollada en Europa que a veces puede verse como un favorecer cortar las alas de la libertad de tanto como se ayuda y subvenciona.

Meditación y espiritualidad.
Lectura apropiada para el tiempo Pascual.


"Por supuesto nadie en su sano juicio diría que todo el mundo debería tener los mismos ingresos, y solo los conservadores más acérrimos creen que no tenemos ninguna obligación hacia los pobres. Ambas clases de equidad, la que procura un campo de juego nivelado y la que liga la recompensa al esfuerzo, son esenciales.

Tanto Europa como EEUU pagan un alto precio, aunque diferente, por favorecer un ideal de equidad a expensas del otro. Tras haber vivido tanto tiempo en Norteamérica, me resulta difícil decir con qué sistema me quedaría. Veo los pros y contras de ambos. Pero también me parece una falsa elección, poqrue nadie ha dicho que ambos ideales de equidad no puedan combinarse. 

Los políticos individualmente y sus partidos pueden comprometerse con el lado derecho o el izquierdo de esta ecuación, pero cada sociedad oscila entre ambos polos en busca de un equilibrio que ofrezca las mejores perspectivas económicas sin renunciar al carácter nacional. De los tres ideales de la revolución Francesa (libertad, igualdad, fraternidad), los norteamericanos continuarán dando preferencia al primero y los europeos al segundo, pero solo el tercero habla de inclusión, confianza y comunidad. Moralmente hablando, la fraternidad es probablemente el más noble de los tres; sin embargo, es imposible de conseguir sin atender a los otros dos.

La fraternidad también es el ideal más fácil de entender desde la perspectiva primate, cuya supervivencia depende tanto del apego, la vinculación y la cohesión grupal. Los primates evolucionaron para ser forjadores de comunidad. Pero no son ajenos a las tenencias niveladoras ni a la conexión entre esfuerzo y recompensa. Cuando Bias le gritaba a Sammy por dejar que su comida quedara fuera de su alcance, estaba protestando por la pérdida de la recompensa por la que había trabajado. No era solo cuestión de igualdad.. Como los vendimiadores del relato bíblico, Bias parecía tener en cuenta el esfuerzo. De hecho, en uno de nuestros estudios vimos que cuanto más cuesta obtener recompensas, más sensibles se vuelven los primates a que otros obtengan premios mejores Es como si dijeran: después de tanto trabajo, ¡¿no se me paga lo mismo que a ese?!...."

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