Jon Viar: denuncia abusos en el Opus. Confesiones de más

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Curioso, habiendo tantas y suculentas  historias escrivarianas que teatralizar solo a FourHouses se le ha ocurrido acudir a este cineasta documentalista de difícil clasificación para que documente el caso. En medio de la conversa nos enteramos de que el padre del cineasta realizador es Psiquiatra y casualmente atendió al chaval implicado. 

Rarezas, normalmente la relación médico-paciente es confidencial, no le cuentas a tu hijo lo que ocurre con tus pacientes para que lo documente...etc. 

Tendríamos que informar a Viar de que no han reclamado la indemnización que se les debe. Que siempre alivia para el pago de la factura del psiquiatra o terapia psicológica, como son de Bilbao no necesitan ayuda. Sobreexposición mediática curiosa que no se observa en otros casos, p.e en el peruano.

Hubiera sido de gran utilidad que la víctima ciprianesca "diera la cara", quizás así Cipri no habría osado salir en las fotos con los arreos cardenalicios y aún menos presentarse ante el féretro. 

A día de hoy ¿sabemos si se le ha expulsado? los funerales y elección papal han opacado todos los temas.

Sobre la trama duradera y esencial del engaño sistemático vocacional añadiéndole el lado sectario y mafioso, no hay película ni visos de que la haya.

Sabíamos que se abusaba de la confesión, los detalles del canonista experto que sabe cómo funcionan los sacramentos y su ordenación legislativa por parte de la Iglesia no hacen sino descubrirnos la gravedad de las manipulaciones introducidas por el hoy santo. Como bien sugieres, urge revisión del proceso que lo elevó  a los altares, no caben más irregularidades e inventos.

Don Domingo Ramos, mencionado en el escrito de Gervasio, cura confesor oficial de uno de los centros en los que viví. Y se ocupaba  tanto de confesar numes como de confesar supers. Además en ámbito académico dirigía el instituto de Historia de la Iglesia y me firmó papeles necesarios para solicitar becas de cara al doctorado.

 Una persona formada que debía de saber como teólogo e historiador que estaba cometiendo abusos, utilizando la confesión como no se debe y para lo que no se debe. 

No lo recuerdo inquisitorial, la confesión era un trámite semanal con el que nos controlaban. Aquello no era el sacramento de la penitencia al uso, en la vida numeraril de encierro y aislamiento, no había tiempo ni ocasión de pecar.

La confesión era un medio de vigilancia, totalmente desviado de la "idea inicial". Nunca tuve problemas con los curas confesores, no sabía que era abusivo imponer confesor, de "toda la vida" desde que eres cría en el club te acostumbrabas al cura asignado y cuando pasabas a ser numeraria con 15, 16 años veías natural como la vida misma que la jerarquía opus designara un cura para cada centro. Abusos por todas partes. Están tardando en poner orden.

Me parece abusar decir que Jesús instituyó el sacramento de la Penitencia en tal o cual pasaje del evangelio. En la historia de la Iglesia y como fruto de avatares diversos surgió la Penitencia instituida como Sacramento, al que para mejor arraigo en el alma de los fieles se le busca versículo del evangelio correspondiente. 

Pero los monjes irlandeses, amigos de la confesión auricular y secreta que dieron lugar a esta práctica tan querida por Escrivá para enterarse y manipular, no estaban "inventados" en la Palestina del siglo I. Y está bien que nos recuerde Gervasio que la Penitencia empezó siendo espectáculo de público arrepentimiento, se fue "privatizando" con el tiempo. 

Nos contaban la historia como querían y les convenía: y no eran unos iletrados y analfabetos quienes se lanzan a semejantes "tiradas de la moto". Esa es la gravedad del invento. Que de cara a los captados se dicen cosas impresentables de cara a la sociedad y a la Iglesia. Hace mucho que nos dimos cuenta. Ahora parece ser que la IA también es consciente de las incoherencias.

Podemos mejorar los resultados de la IA y aclarar, 

en orden cronológico, primero vinieron las prácticas abusivas y segundo el lavado de cara necesario ante algunas críticas en ese libro titulado Conversaciones, que en realidad no fueron tales Conversaciones, sino respuestas por escrito pesadas y medidas a preguntas por escrito. Operación de comunicación para calmar espíritus protestones. 

Ya en vida del inventor de los dispositivos de control que se pueden leer en el artículo.