"Señorita Ana"
Hombres y mujeres van en el mismo vagón. Lo normal en la vida normal. El problema es cuando lo normal se vuelve anormal....
Siguiendo con el tema femenino, para los que no habéis estado en el opus, hay miles de detalles, de diferencias establecidas entre hombres y mujeres. Especialmente entre numerarias y numerarios, los que viven en los centro y dirigen el "cotarro".
La verdad que siendo numeraria no me codeaba prácticamente con hombres ni de dentro ni de fuera, con lo que aunque sabía que yo dormía en tabla y los numerarios hombres en colchón, no había lugar para cavilar en esa diferencia. O tampoco en la del permiso para fumar que tienen los numerarios y no las numerarias. Alguien me comentó que le llamaba la atención lo que fuman los numerarios que él conocía, todos profesores universitarios, que era la ocupación de la persona que me hizo el comentario. Y cuando he trabajado en administraciones de casas de hombres es cierto que el olor a tabaco impregnaba las habitaciones y los cuartos de estar... tampoco profundicé demasiado en el hecho de que a algunos numerarios les teníamos que hacer la cama cuando pasábamos a limpiar. Jamás he visto que a una numeraria por muy mayor que sea, le haga la cama la administración.
En cuanto al uso de numerarias auxiliares, las "criadas esclavas" por vocación, en las ciudadades siempre atienden primero las casas de los hombres. Pocas casas de mujeres están atendidas por numerarias auxiliares, sólo las delegaciones y casas de retiros.
Siendo numeraria de a pie es muy difícil que vivas en una casa donde te "sirvan" la mesa y te hagan la limpieza esta élite de criadas inventada por Escrivá. Al principio, años cuarenta, cuando las inventó, se llamaban "Sirvientas". El apelativo numeraria auxiliar vino más tarde.
Otro detalle curioso es que la universidad de Navarra, creada en 1951, es una obra corporativa de los hombres del opus. Es decir que en sus inicios y en los años noventa todavía era así, eran la sección de varones la que tiene allí el mando. Las mujeres Opus en la universidad vinieron después. Ya he contado en alguna otra ocasión que Natalia López Moratalla, numeraria y vicerrectora cuando yo viví bajo el mismo techo que ella (no puedo decir convivir porque aquello no era convivir) se quejaba de que en Rectorado no había cuartos de baño para mujeres.
Y es que el papel de la mujer en el opus daría él sólo para un libro. Pues ha evolucionado con los años más que cualquier otra cosa. Al principio, años veinte, cuenta la leyenda que el fundador había escrito: "nunca, habrá mujeres ni de broma en el opus dei". En pocas palabras: todo un visionario de lo que iba a ser el siglo XX para las mujeres.
Y según la misma leyenda, en 1930, celebrando misa en casa de una marquesa "vió", le vino la inspiración de que tenía que haberlas. Ahora curada de espanto de tantas visiones de "nuestro santo fundador", me he vuelto más práctica y ya no me creo ná. Así que probablemente lo que "vió" es que para vivir con el estilo y empaque que él envidiaba y dado que los hombres los criamos las mujeres como inútiles en la casa, necesitaba mujeres que hicieran esos trabajos propios de su sexo.
Y así llegaron las primeras mujeres, las hermanas de los primeros numerarios, Fina Botella por ejemplo y otras que he olvidado. Llegaron a fregar, planchar, barrer, limpiar, coser y hacer la comida.
¿Cuándo se le ocurrió al founder que las mujeres servían para estudiar? no me hago cargo. En mi juventud pasada en el opus nos mostraban a las primeras numerarias mayores que habían sido todas "administradoras": Rosario Orbegozo, Dorita Calvo, Marichu Arellano... Pero no recuerdo una tertulia con una numeraria mayor ejemplar que fuera la primera catedrático, o profesora, científica, abogado, arquitecta, o que ya en los años cincuenta hubiera destacado en una profesión "civil". Las primeras destacaban todas en el cuidado de las casas. Y contaban y no paraban de como "nuestro Padre" les había enseñado prácticamente todo lo que sabían.
De ahí salieron también las primeras directoras, que eso es una profesión importantísima de puertas adentro. Aunque de puertas afuera nadie sepa quiénes son.
Impresionante el clasismo: en algún momento de los años cuarenta Escrivá hizo dos clases perfectamente separadas de "criadas": las administradoras, que eran las numerarias y dirigían los centros, de buena posición social familiar, con bata blanca, y las "sirvientas", que eran las chicas más ignorantes procedentes en aquel entonces de los pueblos a las que se les ponía el uniforme y no se lo quitaban ni para ir a misa. Desde por la mañana hasta por la noche con el distintivo de servicio, mientras las numerarias sí visten de calle cuando están en su despacho o hacen las normas de piedad, o en las tertulias. Hasta hubo una canción que inventaron que hablaba del "delantal", y de lo orgullosas que estaban las auxiliares de llevar el delantal puesto todo el día. Entre las dos clases el trato era de usted. Así lo viví yo cuando puse los pies a principios de los años ochenta en una administración. Yo era "señorita" por ser numeraria, en plena adolescencia, asi se dirigían a mí las numerarias auxiliares con mis 16 años. Repito que estamos hablando de los años ochenta. Señorita por aquí ,señorita por allá. Como en la sección femenina de Falange de la posguerra. (No voy a contar porqué sé este detalle que sería muy largo)
Una mocosa que acaba de hacer el cuarto de ESO de ahora estaba por encima de las numerarias auxiliares de cuarenta años. Ese "estar por encima" se notaba en montones de cosas. Por ejemplo si en el oratorio tras terminar de rezar el rosario sólo había numerarias auxiliares y yo, era yo la que tenía que decir la jaculatoria que normalmente dice la numeraria para terminar los rezos: Santa María esperanza nuestra esclava del señor, y las demás contestaban: ruega por nosotros. Todo ello en latín.
O en las tertulias, es la numeraria, aunque sea una imberbe la que decide cuando se empieza y cuando se acaba, porque en una tertulia opusina no llegas cuando quieres ni te vas cuando te apetece. También eso está reglamentado.
Más me hubiera valido irme de botellón, aunque entonces no había, que entrar en semejante submundo o subcultura. Estábamos fuera de órbita.
Escribo estas cosas ahora y siento como si estuviera hablando del planeta Marte, pero de veras que las he vivido y lo que es peor ¡me las he creído!
El colofón de hoy: los hombres opus cuando terminan una actividad no invocan a "Santa maría esclava del Señor", sino a "Santa maría esperanza nuestra, sede de la sabiduría".
La sabiduría en la mujer "no vestía" para este cura que pretenden pasar por visionario y descubridor de horizontes insospechados para los laicos. Trola, trola y más trola.
Comentarios
Que cruel y bizarro es el mundo Opus, gracias por compartir tus recuerdos "extraterrestres".
Es raro pero las brutalidades, maldades, humillaciones del dia a dia muchas veces nos pasan desapercibidas, nuestra mente esta en otra parte, miramos sin ver.
Saludos from Canary islands !!!
Ana, tengo un encargo que se aparta del tema de hoy.
Alguien está muy interesado en saber si Lamela, el antiguo consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid (que acusó o desprestigió al equipo del Dr. Montes del Hospital de Leganés), es del Opus. Le han dicho que sí pero quiere contrastar más y mis conocimientos no llegan ahí.
Lamela se ha sentado en el banquillo la semana pasada.
Muy buena entrada, Ana.
saludos
cuanto integrismo exacerbado y ramplon
esta entrada ha estado chula
adelante ana que son pocos y cobardes
La madre de una niña de 20 años - Nagore -, asesinada el verano pasado en San Fermines, me contó que del asesino, un casi psiquiatra (estudiante en la Uni de Pamplona del último curso de especialidad y con novia), no se habían distribuido fotos ni dado el nombre porque estaba relacionado con el opus dei (su familia, su novia, la familia de su novia o todos, no recuerdo). No sé si a estas alturas ya habrán conseguido que aparezca el nombre.
Que en la cárcel vivía como un marqués (tenía protección de otros reclusos) y rápidamente empezó a estudiar psicología.
Me conformaría con que los opus fueran iguales que nosotros ante la sociedad y la ley.
Esto es muy facil de ver en los demas,pero seguro que tu tambien crees en alguna de estas "supuestas" diferencias que se dicen por ahi como que las mujeres son mas sensibles,los hombres son mas leales,las mujeres son mas retorcidas,los hombres son mas sexuales,las mujeres tienen mas instinto maternal...En fin,todo gilipolleces para autolimitarnos los unos y los otros en nuestras capacidades naturales,que son distintas en cada individuo. Yo soy una mujer y ni quiero tener hijos,ni soy retorcida ni soy especialmente sensible...y tengo instinto sexual desde mi mas tierna infancia.Gracias a los dioses mis padres no tenian prejuicios machistas y me he sabido reconocer estas caracteristicas sin negarmelas o disimularlas.
No soy femenina,soy una mujer.Porque tengo ovarios,no porque sea de una forma determinada.Ser femenina es algo artificial creado por la sociedad,y yo no lo soy.Soy mujer como soy blanca o como soy alta o heterosexual.Ahi se acaba la historia. Lo demas depende de mi,no de tener ovarios o testiculos.
El sexismo opus me parece asqueroso.
Yo diria que lo "del retorcimiento", es una consecuencia del machismo. Deseos de agradar más a los hombres (pq era una conducta que tenía más recompensas) que a las mujeres.
En origen, estas cosas están repartidas al 50% y la educación (como dices) y la experiencia, hacen el resto.
Hay mucha diferencia entre la relación con el mundo que tuvieron que aceptar nuestras abuelas, que la que hemos tenido nosotras. Si echaron mano de otras herramientas, entra dentro de lo humano. Nos ha quedado el san benito.
Retorcidos ... hay muchísimos hombres sin san benito.
No se lo digas a nadie, creo que ahora se está desquitando. Es importante aquí y allí.
No sabes la de admiradores que pululean por aquí de allí - con parecida mala leche - para incordiar a ver si deja de estar bien aquí y vuelve allí.
Un saludo,