LA GRAN MUDA
Gracias por los aportes canónicos. En efecto, tendrá que dar cuentas a la Congregación de Obispos pero no lo hace y si lo hace no cuenta exactamente la verdad. En realidad los obispos huyen de ellos como hacen los no obispos.
Vaya plan. Una cosa en la Iglesia a la que todo el mundo teme como a una vara verde.
Tengo ante mí un libro de 2007 publicado en Francia sobre od escrito por 2 periodistas Bénedicte y Patrice des Mazery, Investigación sobre una iglesia dentro de la Iglesia. Capítulo 4. La Iglesia, la gran muda.
Y no se refiere a la ropa limpia.
Trae las reacciones de diferentes obispos a padres de numes que se dirigieron a ellos quejosos de la captación de sus respectivas hijas.
Van desde el famoso Lustiger, ob de París, que responde "su hija es mayor de edad ya sabe lo que se hace", sin entrar a dilucidar que cuando fue captada la hija no era mayor, hasta otro cura de a pie que da el siguiente consejo: "si se ha metido en od, sáquela rápido de ahí y si no lo hace ¡mucho ánimo!".
El ob auxiliar de París en 1990, monseñor Rouet, dice a los padres que antes de actuar ha buscado casos parecidos y al no encontrarlos "mejor diríjanse ustedes al responsable del od en Francia, monseñor Romero." Hala. A tomar viento con vuestro problema.
El mejor, el cardenal arzobispo de Milán, monseñor Martini responde a la madre quejica: "no es la primera vez que recibo ese tipo de carta pero no tengo posibilidades de actuar."
Obispo Brand de Estrasburgo: "No he podido comprobar que los temores sobre lo que le ocurre a su hija tengan base. Después de hablar con ella no la veo tan flaca y desmejorada como uds me dicen, está delgada y la veo tranquila, serena, no me parece que padezca "influencias"...Creo que tiene un problema de relación con ustedes sus padres desde antes de hacerse del od".
El obispo Herriot de Soissons: "Presenté al responsable del od las cuestiones que ud me dijo. En el momento actual y a mi nivel como obispo no puedo hacer nada más, en la medida en que el od no depende del obispo diocesano. Me llega muy hondo su dolor de padres, créanme." Interrogado años después por los periodistas el obispo respondió que el asunto no era de su competencia.
Sobre el papel od tiene que tener relaciones con el ob local de los lugares donde actúa. En realidad parece que los obispos locales no están al corriente de las actividades y que no tienen ningún derecho a inmiscuirse en ellas.
En 1981 la revista Choisir dir. por un jesuita el P. Longchamp propone un reportaje firmado por el P. Emonet titulado "OD, ¿una iglesia dentro de la Iglesia?". Se trata de un informe crítico con fundamento y no difamatorio. La idea procede de varias familias de Friburgo cuyos hijos acudían al club od de la ciudad. El P. Emonet reconoció: Sí los niños estudiaban más, iban a los campamentos de verano pero los padres se sorprendían de ver a sus hijos cada vez más rígidos e intolerantes, y lo que más les preocupaba era que se les empujase a formular compromiso de pobreza, castidad y obediencia con 16 años. Por eso me interesé por od. Descubrí que les gusta el secreto, el control estricto por parte de los superiores, el poder y cierta connivencia con el mundo financiero."
El art. fue publicado y entonces se presenta en la dirección de la revista el superior opus en Suiza, el art. según él está lleno de errores, y no se trata de este o aquel error, sólo que hiere la caridad y la solidaridad en la Iglesia. Longchamp responde que es pura info.
Tiene gracia que un od reproche a los demás "falta de solidaridad" entre católicos.
Y las cosas no quedaron ahí. Poco después ¡Arrupe!, superior general de los SJ, mejor su asistente, llama de Roma "va a recibir un mensaje por avión". El P. Longchamp pensó que lo iban a echar de la congregación. Pero no. Llega un mensajero con una carta firmada por el cardenal Casaroli, en la que dicho cardenal Secretario de Estado vaticano pide al P. Longchamp "que no hiera la caridad en la Iglesia y que no difunda información ninguna incluso si los hechos alegados son verdaderos." ¡Increíble!
El mensajero se fue por donde había venido llevándose la carta, Longchamp no pudo hacer copia ni quedársela.
Dicha carta desapareció de todos los archivos: no está en la Secretaría de Estado ni en la Compañía de Jesús. En od, da igual que esté o no esté, nadie puede mirar.
"¿Cómo pudo ser que el propio Casaroli estuviera al corriente? los términos empleados eran los del jefe od en Suiza. Od se dirigió directamente al Papa."
El contexto de ésta y otras llamadas de atención del Vaticano sobre od "intocable" era años 80, cuando las relaciones entre SJ y el Vaticano eran las peores y ascendía la estrella escrivariana.
En 2002 el cura Longchamp se dirige al nuevo superior de los SJ, Kolvenbach, sobre si sigue el silencio que se le impuso sobre od. Pero el Superior no sabe nada, tampoco los responsables de od en Suiza a los que pregunta tienen idea del asunto. Pinochos.....Ni en el Vaticano saben nada de la prohibición ni de la carta. El superior de los SJ no le quiso recibir pero le conminó a no escribir nada contrario a la canonización expres del barbastrense que tuvo lugar en octubre.
Pasadas las festividades canonizadoras, en 2003 el P. Longchamp pensó que ya no era una "amenaza" y se dirigió verbalmente al P. Kolvenbach con ocasión de una reunión de jesuitas en Loyola. El superior le "levantó" verbalmente la prohibición de escribir sobre od y cualquier otro tema que pudiera interesar al público.
No esperéis generosidad de acomodados jerarcas.
Así que no dan cuenta ni han dado ni darán. Se hacen visitas de cortesía al sr. obispo, fui testigo en esta ciudad de como una nume dire acudió acompañada de otra joven nume al Palacio episcopal en Pza. de Santa María para contarle al sr obispo lo que le hubieran dicho que era "contable". No creo que fuera con la lista de pitables o las que ya había pitado. Ni mucho menos a explicar los problemas psi o de otro tipo de la grey numeraril.
Nunca en centro ninguno he visto pasear y pedir cuentas al ob diocesano, ni en sueños. Éramos un planeta aparte. El único recuerdo al ordinario local era que se le nombraba en la misa, en el momento del canon o plegaria eucarística en el que hay que pedir por él.
A mí parecer y a vista de pájaro, el actual romano pontífice que los conoce suficientemente bien se limita a dar ejemplo de actividades y actitudes que en nada cuadran con el estilo balagueriano de entender la Iglesia. Toda una estrategia: ir a Lampedusa de visita a los inmigrantes, poner duchas y comedores para ellos en Roma, hacerse selfies con las monjitas llegadas de Amazonia, comer en bandeja de plástico con los responsables de mantenimiento, y mostrarse humano, directo....incluso con la posibilidad de meter la pata también en directo cuando agarra el micrófono en los aviones y contesta a los periodistas. Las sacralidades se dejan de lado, difícil papel el suyo, pero hace bien en mezclarse con el pueblo y oler a oveja como dijo en una de sus primeras alocuciones.
Vaya plan. Una cosa en la Iglesia a la que todo el mundo teme como a una vara verde.
Tengo ante mí un libro de 2007 publicado en Francia sobre od escrito por 2 periodistas Bénedicte y Patrice des Mazery, Investigación sobre una iglesia dentro de la Iglesia. Capítulo 4. La Iglesia, la gran muda.
Y no se refiere a la ropa limpia.
Trae las reacciones de diferentes obispos a padres de numes que se dirigieron a ellos quejosos de la captación de sus respectivas hijas.
Van desde el famoso Lustiger, ob de París, que responde "su hija es mayor de edad ya sabe lo que se hace", sin entrar a dilucidar que cuando fue captada la hija no era mayor, hasta otro cura de a pie que da el siguiente consejo: "si se ha metido en od, sáquela rápido de ahí y si no lo hace ¡mucho ánimo!".
El ob auxiliar de París en 1990, monseñor Rouet, dice a los padres que antes de actuar ha buscado casos parecidos y al no encontrarlos "mejor diríjanse ustedes al responsable del od en Francia, monseñor Romero." Hala. A tomar viento con vuestro problema.
El mejor, el cardenal arzobispo de Milán, monseñor Martini responde a la madre quejica: "no es la primera vez que recibo ese tipo de carta pero no tengo posibilidades de actuar."
Obispo Brand de Estrasburgo: "No he podido comprobar que los temores sobre lo que le ocurre a su hija tengan base. Después de hablar con ella no la veo tan flaca y desmejorada como uds me dicen, está delgada y la veo tranquila, serena, no me parece que padezca "influencias"...Creo que tiene un problema de relación con ustedes sus padres desde antes de hacerse del od".
El obispo Herriot de Soissons: "Presenté al responsable del od las cuestiones que ud me dijo. En el momento actual y a mi nivel como obispo no puedo hacer nada más, en la medida en que el od no depende del obispo diocesano. Me llega muy hondo su dolor de padres, créanme." Interrogado años después por los periodistas el obispo respondió que el asunto no era de su competencia.
Sobre el papel od tiene que tener relaciones con el ob local de los lugares donde actúa. En realidad parece que los obispos locales no están al corriente de las actividades y que no tienen ningún derecho a inmiscuirse en ellas.
En 1981 la revista Choisir dir. por un jesuita el P. Longchamp propone un reportaje firmado por el P. Emonet titulado "OD, ¿una iglesia dentro de la Iglesia?". Se trata de un informe crítico con fundamento y no difamatorio. La idea procede de varias familias de Friburgo cuyos hijos acudían al club od de la ciudad. El P. Emonet reconoció: Sí los niños estudiaban más, iban a los campamentos de verano pero los padres se sorprendían de ver a sus hijos cada vez más rígidos e intolerantes, y lo que más les preocupaba era que se les empujase a formular compromiso de pobreza, castidad y obediencia con 16 años. Por eso me interesé por od. Descubrí que les gusta el secreto, el control estricto por parte de los superiores, el poder y cierta connivencia con el mundo financiero."
El art. fue publicado y entonces se presenta en la dirección de la revista el superior opus en Suiza, el art. según él está lleno de errores, y no se trata de este o aquel error, sólo que hiere la caridad y la solidaridad en la Iglesia. Longchamp responde que es pura info.
Tiene gracia que un od reproche a los demás "falta de solidaridad" entre católicos.
Y las cosas no quedaron ahí. Poco después ¡Arrupe!, superior general de los SJ, mejor su asistente, llama de Roma "va a recibir un mensaje por avión". El P. Longchamp pensó que lo iban a echar de la congregación. Pero no. Llega un mensajero con una carta firmada por el cardenal Casaroli, en la que dicho cardenal Secretario de Estado vaticano pide al P. Longchamp "que no hiera la caridad en la Iglesia y que no difunda información ninguna incluso si los hechos alegados son verdaderos." ¡Increíble!
El mensajero se fue por donde había venido llevándose la carta, Longchamp no pudo hacer copia ni quedársela.
Dicha carta desapareció de todos los archivos: no está en la Secretaría de Estado ni en la Compañía de Jesús. En od, da igual que esté o no esté, nadie puede mirar.
"¿Cómo pudo ser que el propio Casaroli estuviera al corriente? los términos empleados eran los del jefe od en Suiza. Od se dirigió directamente al Papa."
El contexto de ésta y otras llamadas de atención del Vaticano sobre od "intocable" era años 80, cuando las relaciones entre SJ y el Vaticano eran las peores y ascendía la estrella escrivariana.
En 2002 el cura Longchamp se dirige al nuevo superior de los SJ, Kolvenbach, sobre si sigue el silencio que se le impuso sobre od. Pero el Superior no sabe nada, tampoco los responsables de od en Suiza a los que pregunta tienen idea del asunto. Pinochos.....Ni en el Vaticano saben nada de la prohibición ni de la carta. El superior de los SJ no le quiso recibir pero le conminó a no escribir nada contrario a la canonización expres del barbastrense que tuvo lugar en octubre.
Pasadas las festividades canonizadoras, en 2003 el P. Longchamp pensó que ya no era una "amenaza" y se dirigió verbalmente al P. Kolvenbach con ocasión de una reunión de jesuitas en Loyola. El superior le "levantó" verbalmente la prohibición de escribir sobre od y cualquier otro tema que pudiera interesar al público.
No esperéis generosidad de acomodados jerarcas.
Así que no dan cuenta ni han dado ni darán. Se hacen visitas de cortesía al sr. obispo, fui testigo en esta ciudad de como una nume dire acudió acompañada de otra joven nume al Palacio episcopal en Pza. de Santa María para contarle al sr obispo lo que le hubieran dicho que era "contable". No creo que fuera con la lista de pitables o las que ya había pitado. Ni mucho menos a explicar los problemas psi o de otro tipo de la grey numeraril.
Nunca en centro ninguno he visto pasear y pedir cuentas al ob diocesano, ni en sueños. Éramos un planeta aparte. El único recuerdo al ordinario local era que se le nombraba en la misa, en el momento del canon o plegaria eucarística en el que hay que pedir por él.
A mí parecer y a vista de pájaro, el actual romano pontífice que los conoce suficientemente bien se limita a dar ejemplo de actividades y actitudes que en nada cuadran con el estilo balagueriano de entender la Iglesia. Toda una estrategia: ir a Lampedusa de visita a los inmigrantes, poner duchas y comedores para ellos en Roma, hacerse selfies con las monjitas llegadas de Amazonia, comer en bandeja de plástico con los responsables de mantenimiento, y mostrarse humano, directo....incluso con la posibilidad de meter la pata también en directo cuando agarra el micrófono en los aviones y contesta a los periodistas. Las sacralidades se dejan de lado, difícil papel el suyo, pero hace bien en mezclarse con el pueblo y oler a oveja como dijo en una de sus primeras alocuciones.
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