ROBERTS Y LEONARD LEO "OPUS DEI"

 

La conexión entre Kevin Roberts y el Opus Dei El presidente de la Fundación Heritage frecuenta el centro del Opus Dei en Washington D.C. Gareth Gore 10 de noviembre En septiembre de 2023, Kevin Roberts, presidente de la Fundación Heritage y artífice del Proyecto 2025, pronunció un discurso en el Centro de Información Católica , la capilla y librería del Opus Dei en la calle K, en el centro de Washington, D.C. Antes del evento, se había tomado la decisión de cubrir la estatua de bronce del fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá, presumiblemente para evitar cualquier fotografía embarazosa de Roberts con esta figura tan controvertida de fondo. Pero, al pronunciar su discurso, Roberts no dejó lugar a dudas en la sala sobre la influencia que Escrivá había tenido en su forma de pensar. Citó directamente al fundador del Opus Dei mientras disertaba a la audiencia sobre la necesidad de lo que él llamó “incrementalismo radical”: una revolución gradual para remodelar la sociedad según su agenda católica ultraconservadora. “San Josemaría nos dice… No dejes que tu vida sea estéril. Sé útil. Hazte sentir… Enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo”, dijo a la audiencia . Creo que todos podemos coincidir en que, como figura clave del Proyecto 2025, Roberts sin duda se ha hecho notar —en palabras del fundador del Opus Dei—. El Proyecto 2025 se concibió como un plan para un segundo mandato de Trump que «incendiaría todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo», especialmente en lo que respecta a temas como la educación, los derechos reproductivos y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Probablemente recuerdes la entrevista que Roberts concedió a Steve Bannon el año pasado, en la que habló de la “ segunda revolución americana, que se mantendrá incruenta, si la izquierda lo permite ”. También habrás visto el revuelo que causó su defensa de dar voz al ultraderechista Nick Fuentes, lo que provocó una “ rebelión abierta ” entre los empleados de la Fundación Heritage. Lo que quizás pocos de ustedes hayan notado es hasta qué punto el lenguaje de Roberts —y su normalización de las ideologías de extrema derecha— se asemeja al del fundador del Opus Dei. Ahora bien, el Opus Dei quiere hacernos creer que Escrivá inició el movimiento porque quería inspirar a los católicos comunes a vivir vidas santas. Pero esa no es toda la historia. Al igual que el Proyecto 2025, el Opus Dei comenzó —y sigue siéndolo hoy— como un proyecto eminentemente político . Escrivá desarrolló el Opus Dei como una postura reaccionaria contra las fuerzas progresistas que transformaban la vida de los pobres y oprimidos en España durante la década de 1930, tal como Roberts lo hace hoy con el Proyecto 2025. Al igual que Roberts, quien describió a los integrantes del Proyecto 2025 como “soldados” dispuestos a marchar sobre la capital, Escrivá inculcó en sus seguidores la idea de que formaban parte de lo que él denominó “una milicia en ascenso” de “apóstoles que cumplen las órdenes de Cristo”. Roberts forma parte integral de esta «milicia» del Opus Dei. Visita con frecuencia el Centro de Información Católica —al menos una vez por semana— y recibe dirección espiritual de los sacerdotes del Opus Dei que allí se encuentran. Durante años, se ha formado en esta filosofía de radicalismo católico militante. Bueno, ¿y qué?, dirán ustedes. ¿Acaso el Opus Dei no es solo otra rama, aunque un poco más militante, de la Iglesia católica? Les aseguro que no, en absoluto. He dedicado los últimos cinco años a investigar el Opus Dei para un libro que publicó Simon & Schuster el año pasado . La revelación más impactante para mí ha sido, sin duda, la crueldad con la que el Opus Dei está dispuesto a perseguir su retorcida agenda, incluso cuando sus acciones contradicen claramente las virtudes de la caridad y la bondad que se supone que sustentan la fe cristiana. La organización ha sido acusada formalmente por la Fiscalía Federal de Argentina de trata de menores. Existen innumerables denuncias de abuso psicológico, emocional, espiritual e incluso físico por parte de personas que han abandonado el grupo: relatos de miembros que fueron separados de sus familias, obligados a dejar sus trabajos y emigrar a otro país, e incluso de la medicación generalizada de miembros para ocultar enfermedades mentales. Los miembros tenían la tarea de captar niños para convertirlos en miembros y de influir en personas ricas y poderosas para extender la influencia del grupo. El Opus Dei no se detendrá ante nada en su misión de “derrotar a los enemigos de Cristo”, como lo expresó su fundador. El movimiento también tiene vínculos con el fascismo. El Opus Dei floreció bajo la dictadura de Franco, a quien consideraba un aliado . Yo diría que Roberts ve a Trump a través de ese mismo prisma: para él, Trump es simplemente un instrumento autoritario mediante el cual Roberts espera remodelar la sociedad según sus distorsionadas creencias católicas radicales. Los vínculos entre el Opus Dei y el Proyecto 2025 no terminan con Roberts. Leonard Leo, quien ha financiado a más de la mitad de los grupos que respaldan el Proyecto 2025, es miembro del consejo del CIC. El sacerdote del Opus Dei de la sede del CIC visita con frecuencia la mansión de la familia Leo en Maine. El CIC incluso tiene un altar dedicado a la hija de Leo , fallecida en 2007. El Opus Dei no alcanzó esta posición de influencia por casualidad. Durante años —y lo explico en el libro— ha ambicionado este tipo de poder en Washington. Ha invertido grandes sumas de dinero en expandir su presencia allí —sobre todo entre la élite política— y ha logrado transformar el área metropolitana de Washington D. C. en la mayor comunidad del Opus Dei en Estados Unidos, compuesta por ochocientos miembros e innumerables simpatizantes. Hoy, el Opus Dei ha penetrado por completo en las filas católicas conservadoras de la ciudad. Incluso me atrevería a afirmar que la filosofía del Opus Dei es ahora la fuerza dominante dentro del ala católica de los nacionalistas cristianos de los que hablamos hoy. Tanto Roberts como Leo saben que no existe un apoyo público para una sociedad basada en la versión distorsionada del catolicismo del Opus Dei a la que se adhieren. Roberts incluso lo admitió en su discurso ante el centro del Opus Dei el año pasado: «Sencillamente, no existe el apoyo público —lamentablemente— en este momento». Pero ambos hombres se han criado bajo esta filosofía de “todo vale” en su misión de “recristianizar” la sociedad y enfrentarse a lo que el fundador describió como “los enemigos de Cristo”. El Proyecto 2025 les brinda la oportunidad de reconfigurar la sociedad según su visión, sin necesidad de ningún mandato democrático. Planean purgar el gobierno de miles de expertos y funcionarios con experiencia y reemplazarlos con radicales afines dispuestos a impulsar su agenda. Durante el primer mandato de Trump, varios miembros y simpatizantes del Opus Dei —entre ellos el jefe de gabinete Mick Mulvaney, el consejero de la Casa Blanca Pat Cipollone y el fiscal general Bill Barr— recibieron importantes cargos. El Proyecto 2025 promete potenciar enormemente la influencia del Opus Dei y catapultar a muchos de sus seguidores al corazón del gobierno. Si quieres saber más sobre el Opus Dei, ya está a la venta la edición de bolsillo de mi libro «Opus: El culto al dinero negro, la trata de personas y la conspiración de la derecha dentro de la Iglesia católica» . Incluye un nuevo epílogo que actualiza la historia.