El célebre "Sí a la vida"

Le han concedido el premio Nobel de Medicina al doctor Edwards, el padre del primer niño probeta, Louise Brown. Los tradicionalistas se han movilizado en contra de esta concesión. Entre ellos la fundación Jerôme Lejeune, dominada por el Opus Dei en Francia, foco de captación de incautos en ese país y de capitales al servicio del gran capital. Y fundación que goza del estatuto de utilidad pública desde 1998, lo que les ha permitido infiltrarse en las "altas esferas" del poder político en ese país.

Esto me ha recordado otra peculiaridad de mi adolescencia. Apenas había dejado de jugar con la muñeca Nancy ya sabía yo que "Sí a la vida", el aborto es un asesinato, los métodos anticonceptivos van contra la voluntad de Dios, la eutanasia es un crimen, la fecundación in vitro es jugar a ser dioses ...etc. Son temas en los que a los mismos profesionales de la sanidad y la ciencia les cuesta aclararse y decidir el qué y el cómo, y el porqué, pero yo, desde la altura de mis 16 años, gracias a las "luces claras" del opus dei, tenía más doctrina que un catecismo.

No me quejo más que del hecho de que entre unos y otros hicieron de mí un pequeño monstruo, llena de seguridades doctrinales, convencida desde niña de ser la "luz del mundo" literalmente hablando. Cuando a esa edad tocan otro tipo de preocupaciones... Debe ser por eso que miro de un modo especial a los alumnos del instituto, porque observo como viven SU edad, y están seguros de bien pocas cosas.

Este tipo de argumentos doctrinales tan claros siempre me ha dejado con la pregunta ¿por qué? ¿por qué insisten tanto los opusinos en el "Sí a la vida"? ¿por qué tienen tanto interés las numerarias en los embriones no nacidos, en los moribundos que no ven y a quienes se pudiera poner en peligro de eutanasia? ¿qué más les dan los anticonceptivos de cualquier especie? "Sí a la vida", pero la vida es un concepto muy amplio, hay especies en peligro de extinción, dicen que cada minuto desaparecen no sé cuantas decenas en la selva virgen. Pero los opus nunca te hablan de ecología o de amor a la naturaleza. Lo cierto es que los animales y las plantas les son indiferentes.

Recuerdo unas jornadas de bioética en el centro de estudios en el que una numeraria ginecóloga y algunos opus adultos nos instruían a las jóvenes numerarias y a nuestras amigas universitarias sobre estos temas. Aquello tenía pinta de mitín político, tomaba tintes incluso dramáticos y de lucha contra las fuerzas del mal en la sociedad. Las revistas Telva y Mundo Cristiano le hacían mucha propaganda al "rey del aborto", el doctor Nathanson, que se "convirtió" después de cometer miles de "asesinatos" de embriones.

En el fondo el tema del aborto, ahora lo pienso fríamente, si ya era numeraria y me había comprometido al celibato estricto mi me iba ni me venía. Era algo muy lejano, y la fecundación in vitro lo mismo. No digamos la eutanasia o los anticonceptivos. Cuestiones que nada tenían que ver con mi realidad cotidiana, que además para las personas que se ven envueltas en ellas pueden ser decisiones muy difíciles de tomar, y que hay un montón de circunstancias y situaciones en la vida que una mocosa adolescente no está en condiciones de calibrar. Pero el opus dei forma a sus huestes con "ideas claras" desde la cuna.

Luego ya mi propia ezperiencia vital me ha enseñado que eso del "respeto a la vida" en boca opus es papel mojado. Estoy segura de que si alguna vez han tenido que quitarse a alguien de en medio, no les ha temblado la mano. Y hay muchas formas de quitar a la gente de en medio, bien sutiles y "caritativas".

Los slogans en favor de la vida quedan bien, como tantas otras cosas que dicen. "Cultura de vida",  "no a la cultura de muerte", ¿a quién le gusta la muerte o provocar la muerte?

He leído unos razonamientos que me han guiado un poco en ese interrogante: ¿por qué opus y gente similar hacen tanto hincapíé en que la fecundación in vitro es un pecado? Cuando incluso el cardenal Luciani en 1978 se alegró de los esfuerzos de la pareja Brown por tener un bebé probeta.

Mi propia experiencia de esclavitud en el opus dei, comparada con la vivencia de los hombres mucho más esclava, me hace comprender que no está lejos de la realidad el hecho de que lo que se esconde detrás de toda esa parafernalia "sí a la vida", "no a la FIVET" a parte de hipocresía ,disimula la misoginia característica de todo fanatismo religioso.

La mujer es un bien que debe ser dominado por el hombre, económicamente, socialmente, sexualmente, en el día a día. Eramos las perfectas esclavas, criadas para servir sin protestar, en mi caso como numeraria, en otros casos, en el matrimonio. Pero esclavas, la boca perfectamente cerrada y la cabeza perfectamente en "stand by". La mujer destinada a las "tareas propias de su sexo", en ningún caso con opinión propia, y mucho menos deseos propios ni con derecho a su libertad. Imposible que una mujer sea tratada igual que un hombre. Yo no lo fui en esa época, de eso estoy segura. Me ha costado conquistar mi independencia porque el sometimiento, la "no voz" viene de lo profundo...
El hombre se legitima dominando a la mujer, y en esa perspectiva el acto sexual es un acto de dominio más. Esto lo han contado las que han sido supernumerarias o mujeres de supernumerarios. El horror de la mentalidad machista reforzada por el integrismo religioso opusino debe ser para echar a correr. Si se tienen relaciones es para tener hijos y si se tienen hijos deben de ser por el conducto reglamentario.

Esta gente no se entera de la poesía de la vida, del significado de desposesión y regeneración mutua de la sexualidad, haya o no haya hijos en el horizonte. ¿Quienes somos para decidir que Dios sólo bendice si hacemos tal cosa y tal gesto y no otro? Así que los integristas opusinos, entre ellos la fundación Lejeune y supongo que entre nosotros los hazteoir.org ya han puesto el grito en el cielo contra un médico que se atrevió a poner en cuestión la posesión masculina del cuerpo de la mujer. Utilizan el fantasma del "nazismo", de la "Shoah" para "denunciar" estas cuestiones, cuando para Hitler hoy entre nosotros ellos y solo ellos. "La voluntad de Dios sobre la procreación", cortina de humo, es su falta de control sobre la procreación y sobre el cuerpo de la mujer lo que no pueden sorportar.

Increíble que se les tenga tanto respeto a personas que sólo saben mirar hacia el pasado, cuando estamos en una sociedad en que el progreso se mide por el respeto a las aspiraciones de cada persona, a su edad, a sus decisiones y elecciones. No es la dominación de unos sobre otros el paradigma saludable en el que vivir, sino el intercambio, la escucha, la apertura al que es diferente, el enriquecimiento mutuo y "dejar ser al ser".

Dicen bien: los integristas necesitan que haya gente desgraciada y desesperada para existir.

Dogmatismo ideológico a propósito de cualquier tema que signifique más tolerancia y libertad. Y alrededor los corifeos haciendo cerco, que es lo peor, protegiendo, "no pienso así pero financio, apoyo, saco la cara por ellos".

Comentarios

Aldeano ha dicho que…
Querida Ana,
ésta que haces es una reflexión interesante, vista desde un ángulo que no se me habría ocurrido nunca, realmente. Yo alguna vez oí a algún numerario oponerse a la fecundación in vitro por el hecho de que el esperma, según él (no tengo idea si es cierto o no), se obtenía por masturbación y, como los fines no justifican los medios, ergo, era una inmoralidad... ni mencionó el argumento mañido de que se destruyen no sé cuántos embriones fecundados para lograr uno viable.

Pero sí, tu interpretación da un sentido global a todo el fenómeno del "Sí a la vida" defendido por el Opus de forma coherente con el resto de esa ideología. Sinceramente, felicitaciones por un post tan acertado.

Un abrazo!
Anónimo ha dicho que…
Es normal, asi lo veo, que la iglesia se centre con tanto celo en temas sociales y se pongan, digamos, tan pesaditos; al fin y al cabo, de poco mas pueden hablar ya , porque... ponerse a decir, por ejemplo, que no existe el limbo, pues, suena un poco a ridiculo,¿no?
Aqui va una ilustracion de Ibañez (no se sabe muy bien si es del opus, eso tendran que averiguarlo los habituales del blog) que lo explica muy requetebien:

http://yfrog.com/2sdibujomfj

Un saludo Ana y que no te quito razo eh?
alberto ha dicho que…
Saludos de un lector que te admira

Tu seguidor desde Canarias aprende mucho de tus escritos en tu blog con tus experiencias y reflexiones.

Tuve la oportunidad de conocer el norte de navarra, y ahora entiendo por que son tan adictos a las caminatas por los montes que belleza y vaya verdores!!!

saludos de un pagano
Ana A ha dicho que…
Ay aldeano, cuánta ridiculez en los argumentos... qué estúpidas resultan las razones de los opusianos cuando se dicen a plena luz de la opinión pública.

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