EL MUNDO EN GUERRA

Espero que sea verdad lo de Parolin y toda la pesca de lo que está pasando en estos días. Tengo un problema ¿cómo acabar con la monarquía franquista? no se lleva cortarle el cuello a la gente, ¿hay algo más educado y conciliador para echarlos y que no vuelvan más? si Dios no lo remedia veo en el trono a Leonor II de España "antes de entregar el espíritu".

Yo te creo puesto que has contado muchas otras cosas que se han demostrado ser ciertas, en particular lo del 23F, pero no das muchas pruebas de lo que dices, concede.Y todo lo que sea desmenbrar, desbaratar y armar bullas "que no traen cuenta" les conviene.

Alfonso XIII llegó al trono con 16 años en 1902. Había sido educado por una madre viuda ultra tradicionalista y un cura del mismo estilo. Eran los tiempos de la Restauración, las elecciones pura pose, porque quien decidía, quitaba y ponía ministros era el rey. Entre 1902 y 1923 cambió 33 veces de gobierno.

 

Los pocos liberales españoles pretendían liberar la educación de las manos del clero, lo que no los hacía simpáticos para la iglesia, es la eterna lucha en la que cien años después, increíblemente en un país mucho menos religioso, seguimos. Cuando el founder aprendía a leer el 60% de los españoles eran analfabetos. Poco a poco se fue introduciendo la educación primaria universal, no sé por empuje de quien, tengo que mirar, y las órdenes religiosas se volcaron en la enseñanza secundaria, muy selectiva entonces, no como hoy, escuela de primeras letras ampliada. Parecía que la iglesia hacia esfuerzos por educar a los ricos y a los que a ellos querían asimilarse, mientras que a los hijos de las clases populares les quedaba el trabajo penoso desde muy corta edad.

 

En la infancia del founder eran los tiempos del Papa Pío X, al que nombraría intercesor de su “opus Dei”. Pío X tenía fama de hacer milagros en vida. Se hizo un nombre por su lucha contra el modernismo que le llevó a implantar un régimen de espionaje y terror dentro de la iglesia católica, buscando posibles desviaciones.

Eran los tiempos en que nació la Liga regionalista, cuyas actividades en pro del nacionalismo catalán aunque sin los esperpentos actuales, fueron perseguidas por el ministro Juan de La Cierva. La Cierva provocó explosiones en Barcelona para que hubiera desorden y así tener una excusa para imponer la ley marcial.

 

En este ambiente el jesuita Angel Ayala fundó la Asociación Nacional de Propagandistas, no sé, pero extrañamente veían España como “tierra de misión”. Les preocupaba el crecimiento del “liberalismo”, había que infiltrarse en todos los sectores de la vida nacional para llevar la sal del evangelio, para influir en la opinión pública contra las reformas en suma. Vaya que se reformara algo y España avanzara sin permiso “de los de siempre”. Los  Propagandistas eran laicos procedentes de los colegios de jesuitas, con un compromiso apostólico pero sin votos. Angel Herrera Oria fue su presidente, nunca fueron más de 1000 efectivos pero su influencia tras el escenario fue considerable.

Enseguida se hicieron con las técnicas de la publicidad y la gestión del periódico “El debate” desde cuyas páginas ejercitaban su apostolado. Herrera Oria resultó más liberal de lo que Ayala hubiera querido.

La idea de una élite secular defendiendo los intereses de la iglesia era algo que interesaba a Escrivá, lo que no me explicó porqué no se apuntó como decía para servir como el “último mono”. ACNdP fue un modelo para su OD.

Cuando empezaba la primera guerra mundial el padre de Escrivá quebró, se dijo de todo en Barbastro, pero los chismes no nos han llegado. Se marcharon a Logroño ya que la reputación se había venido abajo. En La Rioja don José fue simple empleado de un comercio de tejidos. La familia se alojó en un modesto piso alquilado. El adolescente se matriculó en el instituto de Logroño donde estaría 3 años. Que si destacaba dicen los OD, otros que si estaba en la media. Sí destacó por tirar el borrador a la pizarra tras una reprimenda del profesor de matemáticas, poca cosa. Ya con 13 o 14 destacaba por su pulcritud. Compañero de clase fue Isidoro Zorzano, no sé si en el instituto o en otro colegio privado donde iban por las tardes. El founder pensaba en hacerse arquitecto, Isidoro ingeniero.

Repudio del padre (ruina económica), identificación con la madre y la falta de certeza sobre su futuro fueron las fuerzas que motivaron la maduración espiritual del adolescente Escrivá. Ya entonces sus biógrafos oficiales nos hablan de que usaba cilicio y disciplina, convencido de que Dios le había escogido para algo especial, una misión todavía desconocida. Los adolescentes españoles de hace cien años no eran como los de hoy.

Logroño, años 20

Poco después de su 16 cumpleaños el muchacho habló al padre de su vocación, y nos transmitió que fue la única vez que le vió llorar y le dio aquel consejo de que se lo pensara bien, que era muy duro no tener un amor en la tierra, que un cura tenía que ser un santo.

Y mientras la situación financiera de la familia no se recuperaba en el mundo tenía lugar la revolución rusa que trajo el comunismo. 1917. Contrarrestar el comunismo, que en vida de Escrivá parecía la nueva religión de la humanidad y en muchos casos la sustituyó, será uno de los lemas más queridos de toda su actuación. Pero de momento en octubre de 1918 inició el seminario menor.

Poco después acabó la primera guerra mundial y doña Dolores anunció que estaba embarazada. Escrivá nos contó que había rezado mucho por ello, para que un hijo ocupara su lugar en la familia, el nacimiento de Santiago fue por tanto otro signo del Espíritu. “Toqué la gracia de Dios, ví la mano del Señor”

Santiago nació en 1919 y confirmó al joven seminarista en que “Dios estaba con él”. Aunque 30 años antes Nietzsche había dictaminado su muerte, refiriéndose al ocaso del cristianismo como cultura dominante. José María a contracorriente de la civilización. Un motivo para convencer a muchos, porque en efecto la civilización necesita siempre que alguien vaya a contracorriente, pero no así, volviendo al pasado.