EL DIVINO INTRIGANTE
No tiene sentido afirmar que a Escrivá sólo le interesara el
bienestar espiritual de los “suyos”, el apostolado sin vergüenza con familia,
amigos, colegas, conocidos. Le interesaba el “power”. Era un intrigante
un divino intrigante o el intrigante de Dios. Lo mismo que Javier fue el “divino
impaciente”, José María fue el “divino intrigante”. Quería controlar. Control
de la educación superior en España, control de los ministros del gobierno para
asegurar que no volverían Anarquismo,
Liberalismo, Marxismo. Es central en OD vencer a dicha constelación del Mal: el
complejo ALM es la clave, lo fue en su vida.
Que OD no tiene una misión política es “menos que verdad”,
tiene una y el propio founder la expresó: “Me parece mucho mejor que haya muchos
católicos bien preparados que, sin llevar el nombre de católicos (como los
ACNdP), trabajen en las estructuras políticas
y puestos de responsabilidad para dar lugar a una verdadera presencia católica,
sostenida por un recto amor a sus colegas”
No se puede ser más claro, OD tiene poco que ver con salvar
las almas de los individuos. Más bien tiene que ver con salvar al empleador de
monseñor, la iglesia católica, “su” iglesia católica a su gusto, precisemos. En eso consistía la cruzada principal de
OD y sigue. Pero dicho objetivo no se
publicita, se enteran los iniciados. Para el mundo la misión OD consiste en
expandir la llamada universal a la santidad que se puede alcanzar a través del
trabajo, el trabajo es parte esencial de la condición humana y ha de ser
santificado.
“¿Qué me importa a mí si uno de mis hijos es un ministro o
un barrendero? Lo que me importa es que crezca su amor a Dios y al prójimo en y
a través de su trabajo”. Propaganda, me siento autorizada a decirlo. Pero fue
la respuesta que le dio a un cardenal que le felicitó en 1957 por los
nombramientos opusinos en el gabinete franquista. Dicha frase propagandística
fue citada por el cardenal Albino Luciani un mes antes de ser Papa, el Papa
breve de 1978: “esta frase nos dice todo sobre Escrivá y el espíritu del OD”. Lo
que realmente nos dice es la ingenuidad y bondad natural de Luciani.
La réplica forma parte del material propagandístico y da una
falsa impresión. Por supuesto que Escriá estaba convencido de que haciéndole
caso la gente no podía sino crecer en amor a Dios y a todos los hombres. Si los
opusinos llevaban a cabo el apostolado, reclutando para la divina milicia, tenían
prometido el cielo: “os prometo el cielo”, como si fuera suyo. Pero para
ganarse el cielo había que dar la batalla por la iglesia, es la otra cara de la
moneda. Salvando la iglesia, su iglesia, se salvarían las almas. Y para
proteger a la Iglesia,
OD busca una presencia católica en el “mundo” ocupando puestos de
responsabilidad. Es la esencia del invento desde 1939.
Los directores citan las palabras escrivarianas: “nos interesan todas las almas.” “Quien no tiene sed de almas no tiene vocación al OD. Como
hijos de Dios vosotros y yo hemos de ver almas cuando vemos gente.”
Hemos de ver pitables, para el redil.
El problema con las citas fundacionales es que el de
Barbastro era el rey del doble lenguaje y la doble medida. Decía una cosa al
mundo y otra a sus íntimos. Incluso hay un tercer nivel de lo que decía al que no accedí por falta de preparación. Las publicaciones fundadoras son de
dos tipos: para el público en general, The Way, y para los numes selectos. La
revista interna, tanto la de hombres como la de mujeres, es estrictamente contada y recontada cada noche para impedir que salga del centro, se guarda bajo llave.
Decía que había que tener sed de almas para tener vocación
pero también decía que al apostolado no se va a recibir aplausos sino a
defender a la iglesia en primera línea cuando es duro ser católico y a pasar
desapercibido cuando es moda serlo.
Para descifrar “el espíritu” lo mejor: traducir
la literalidad de los discursos por lo contrario de lo que dicen. Recibir
aplausos de las jefas, de eso viven muchas, todas las que se quedan y ocupan
cargos. “Defender a la iglesia en primera línea cuando es duro ser
católico”, ¿no estará hablando de sí mismo en tiempo de guerra? Pienso que es
complicado encontrar alguien que predicara con más asiduidad lo contrario de lo
que hizo y de lo que todo el mundo podía ver. Pero como son expertos en
retorcer cuellos, en España nadie se preocupa por la hermenéutica
de la opuspredicación. Que digan misa y que no se acuerden de mí.
Clase de la ILE en el campo |
Dado que en 1939 no tenían ni dinero, ni gente ni casa
central ni reconocimiento legal las pretensiones opusinas parecían
excesivamente ambiciosas. La agenda la sabían el founder y sus más allegados apóstoles.
Era un estratega y un maestro planificador. El plan de vida. “Sin un plan de
vida jamás tendrás orden” Tras 1000 días de guerra llegó a Madrid con un
cuaderno en el que había apuntado sus proyectos de reconstrucción y los planes
de expansión apostólica, los pasos que había que dar y las metas que había que
conseguir.” Densos nubarrones se cernían sobre Europa por lo que las ambiciones
se reducían al plano nacional. El apoderado de Dios necesitaba establecer una
base segura desde la que lanzar el apostolado al resto del mundo.
Su plan A fue modificado según progresaban hacia el
reconocimiento como una organización secular de la iglesia. El plan constaba de
4 componentes esenciales: dirigentes, casa central, estructura y jóvenes
reclutas. Era preciso pescar a través de la llamada obra de san Rafael en
Madrid y en las ciudades con universidad.
¿Podía hacerse con la universidad española un cura de
provincias sin dinero oficio ni beneficio? En realidad desde que había llegado
a Madrid en 1926 había hecho un largo recorrido de contactos y se había
sacudido los aires provincianos. Había sobrevivido a la persecución
anticlerical, había escapado del control episcopal. Había roto el molde. Tenía
los medios de Camino 474, amor, fe,
cruz y sobre todo se había acercado al hombre del momento que les abriría las
puertas: el ministro franquista José Ibáñez Martín, un ACNdP.
Amor, fe, cruz, clericalismo autoritario, nada de eso era
nuevo y original, ya estaba en ACNdP. Las raíces del mal para Ibáñez, Herrera
Oria y Escrivá eran las mismas, Anarquismo, Liberalismo, Marxismo. Si dichas
ideologías habían avanzado un cm en la ancestral España de los años 20 y 30 se
imponía hacerlas retroceder. Franco compartía dicha convicción y para llevar a cabo las labores de limpieza
y saneamiento escogió al sabihondo Ibánez Martín, ministro de educación desde
abril 1939.
La primera tarea era sustituir los catedráticos y profes
fallecidos, exiliados, depurados previo examen de credenciales nacionalcatólicas
de los candidatos. El ministro le dio la vuelta al sistema seleccionador, el
seleccionaría, primero nombrando los tribunales y segundo eliminando la autonomía de
las universidades. José María Albareda, apóstol, recibió una cátedra de Edafología
y un residente de la academia opusina, Angel Santos Ruiz otra de física. ¿Y qué
pasa con Calvo y los de Santiago?
La ley de 24 de noviembre de 1939 creó el CSIC, consejo
superior de investigaciones científicas, sustituto de la ILE, la odiada y envidiada
ILE, envidiada por los clericalesfascistas o nacionalcatólicos que opinaban que
si la ciencia no la controlan ellos el país se va al infierno. CSIC fue la tapadera
o el trampolín perfecto para el asalto opusino a la enseñanza universitaria
además de una inestimable ayuda de cara a la expansión exterior. Todo con
dinero del Estado. Si los españoles comían pieles de plátano por las calles
debido al hambre de la posguerra que duró más de lo debido, que se aguantaran
por no tener vocación escrivariana y no saber aprovecharse de la ocasión. Ibánez
Martín como ministro dirigía el CSIC,
tenía entendido que era Albareda, y escogió a Fray José López Ortiz, confidente
y amigo de Escrivá desde la época de Zaragoza, como vice. Albareda dentro del
CSIC más tarde ordenado sacerdote se convirtió en el cura mejor colocado de la
ciencia española. Luego fue rector en Pamplona donde falleció en 1966. De
Albareda no han quedado anécdotas edificantes. No ha dejado rastro, sólo el
nombre y el óleo que pintaron de él como rector. Nadie sabe ni cuenta, como si no hubiera
existido.
En CSIC se investigaba de todo: desde teología hasta economía.
Albareda se rodeó de hermanos en la fe, aunque lo nuestro no es servirnos de
la obra para fines personales, puesto de trabajo, la inmensa mayoría de las que se quedan lo hacen por este motivo. Tambén la inmensa mayoría de las que se callan.
CSIC fue una especie de Matrix OD. Distribuía
becas de investigación, elegían investigadores exportables, facilitaba el
dinero para esos viajes científicos. Cualquier español que quisiera formarse en
el extranjero tenía que pasar por el tribunal CSIC. El dinero provenía del
Estado y también de donaciones privadas que a OD desde el principio se le
conoció maña para pedir y obtener dinero, grandes cantidades de dinero. Dado el
estado de postración de España por la política económica de Franco que no tenía
ni idea, el dinero que pasaba por CSIC eran cantidades escandalosas: entre 1945
y 1950 recibió 259 millones de pts. En ese mismo período me dicen que el Estado
se gastó 84 millones para construir escuelas.
Seguimos igual, al lado de mi casa se quejan de la supresión
de unidades en las escuelas públicas, las privadas no se quejan, siguen
floreciendo. La Administración las favorece.
Parece ser que Ibáñez Martín fue la salvación de la famosa
tesis doctoral que en 10 años y sin enchufe no había salido adelante. Fray López
Ortiz visitó a Escrivá por encargo del ministro para interesarse por la tesis,
que va avanzada, contestó el doctorando. Y más tarde el fraile agustino
recordaba que él estuvo en el tribunal junto con García Valdecasas, Mariano
Puigdollers, Magariños, que fue una investigación jurídica de altura y que le
dieron la máxima nota. Todo esto lo dijo el fraile en la “testimonial”
para la beatificación.
Pero nadie hasta la fecha ha visto el diploma, ni del título
de doctor ni de la licenciatura.
Un aura de misterio rodea la tesis. Nadie ha visto el
original, y la han buscado. Pero no está en el depósito de la complutense. Why?
El título de doctor era de derecho civil pero el tema era de
derecho canónico, puesto que se ocupaba de la prelatura nullius medieval de Las
Huelgas. Un periodista escribe en Cambio 16 de 16 de marzo de 1992 que se
fue al ministerio y preguntó, “desde 1939 hasta hoy no ha habido un estudiante
registrado con ese nombre." Tampoco en Zaragoza había info. ¿Fue el doctorado de
Escrivá un regalo de Ibáñez Martín?
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