THE FOUNDATION

Jorge Fdez. Díaz, nacionalista español ¿y eso qué más da? en el "Opus Dei" es posible todo tipo de nacionalismos, también hay nacionalistas vascos que se sientan en el parlamento de Madrid, el numerario Larreina y nacionalistas catalanes si es verdad que "Durán Durán" el imitador de Cambó en cuanto a alojarse en el Palace lo era.
Tienen de todo, si les hace falta echar mano de un extremista de izquierdas, de derechas, de centro, echaran mano. Cuando se está en el poder en serio no hay ideología que valga. Te cortas las alas inútilmente. De entrada la base, ultra católica, ultra derecha, ultra. Pero sólo la base y la pose. Te pones a rascar y te llevas mil y una sorpresas. Así es en política y no digamos en la aplicación de los estrechos códigos morales del Royo Marín. Ahí sí que dan el cante de las incoherencias.
La gran diferencia entre los opusinos y los demás grupos que en el pasado se han enfrentado con ellos, pienso por ejemplo en Falange española en aquellos tiempos en los que eran competidores, es que los demás "creen en algo" que no sea la pura fuerza.


No es por tanto una razón que el supernume Fernández Díaz opusino reconocido sea "nacionalista español" para decir que no hay opusinos "nacionalistas catalanes". Si los dejamos en paz "van al mismo círculo", los unos y los otros, la cuestión de estar a los mandos, luego ya si eso ya se verá.... Lo malo es no tener las pruebas fehacientes, me han dicho que hasta el viceministro catalán de Esquerra, el historiador un poco gordo cuyo nombre no recuerdo, también opus, increíble, jamás lo hubiera pensado.

Están los que conviene que se sepa y están los que conviene que no se sepa.

Me alegro de las nuevas jóvenes incorporaciones a opuslibros.org: la verdad  clara y sin remilgos, aunque no nos atrevamos a dar la cara.

En septiembre de 1920 empezó el seminario en Zaragoza. Las locuciones divinas continuaban en su interior, “que vea” pero en latín, no se lo contó a nadie al parecer hasta muchos años después. En los 70 alguien encontró una estatua de la virgen del Pilar en cuya base estaba la inscripción que el joven seminarista habría grabado en 1924 cuanto todavía no había “visto” la misión para la que estaba predestinado.

Cuanto fake. ¿Dónde, cuándo, cómo, quién encontró dicha imagen?

En Zaragoza podía estudiar derecho al mismo tiempo que cursaba el seminario. Tenía un tío el canónigo Carlos Albás hermano de su madre que pudiendo no ayudó, dicen. Estaba disgustado por la ruina que había afectado a su hermana y echaba la culpa a la mala gestión del marido.

Al parecer el joven seminarista chocaba en modos y maneras con los compañeros, un poco más rústicos y campestres que él. Menos piadosos y amigos de pasar tiempo mirando fijamente el sagrario “para pedir luces”: Se ganó el apodo de rosa mística. Enseguida se dieron cuenta de que usaba la “mortificación corporal”.

Zaragoza, años 20, paseo de Sagasta

Los seminaristas vivían aislados del mundo exterior, no se enterarían del desastre en Marruecos donde murieron 7000 soldados contra los bereberes y donde Franco empezaría a cobrar fama.

En segundo año del seminario nuestro personaje llamó la atención del cardenal Soldevila que lo nombró prefecto y le confirió la tonsura en el palacio episcopal, un cierto corte de pelo, empezó a llevar sotana. En ese momento le concedieron el privilegio de estudiar derecho en la universidad civil de Zaragoza.

Pocos meses después un anarquista, Salvador Seguí fue asesinado en Barcelona. Buenaventura Durruti y Francisco Ascaso decidieron vengarse y ametrallaron al cardenal protector de Escrivá. Fue una gran pérdida de un valedor de primera línea. En lo político ocurrió que el General Primo de Rivera se hizo con el poder en septiembre de 1923 para establecer el orden.

infanticos de la Virgen del Pilar, años 20

Le afectó menos la muerte de su padre en el otoño de 1924, él quedaba al cargo de la familia, la madre y los dos hermanos se trasladaron a Zaragoza. Todos juntos celebraron un muy triste navidad. En marzo de 1925 fue ordenado sacerdote y destinado a un pueblo pequeño a 30 km de Zaragoza, era una sustitución y en cuanto pudo Escrivá volvió a la capital. Dios no quería eso de él. 

Dos años más tarde consiguió el permiso para doctorarse en Derecho en Madrid. Llegó en 1927 y se alojó por 5 pts, diarias en una residencia para sacerdotes.

Llegar a la capital sin tener mucho que hacer pero esperando medrar  era un vicio de los clérigos españoles durante la Restauración y la dictadura.

 

Patria, monarquía, iglesia eran los lemas de Primo de Rivera. También al founder le parecía que eran las instituciones que debían prosperar. Quería rehabilitar el ejército y para ello propuso un desembarco en Alhucemas en el que destacaría una vez más el general Franco. Estando en el barco, un teniente naval sirvió el desayuno al futuro dictador. Se trataba de Luis Carrero Blanco que años más tarde se convertiría en la mano derecha e izquierda de Franco además del principal valedor político del ascenso del “Opus Dei”, entonces todavía inexistente. 

El dictador y el rey Alfonso XIII, hoy como ayer

La capital de Agadir fue capturada y Franco se ganó un ascenso, con 33 años era el general más joven de Europa.

Primo de Rivera se llevaba bien con los socialistas, promovió las obras públicas, paliando el paro pero fue incapaz de llevar a cabo una reforma constitucional sólida. No tenía un plan, sin un plan no se puede conseguir nada, era una de las máxima de Escrivá.

Por su parte Escrivá se apuntó a ayudar a las Damas Apostólicas, en junio de 1927 se convirtió en capellán de monjas. Las Damas llevaban el Patronato de Enfermos que procuraba asistencia, medicinas, ropa, comedores a más de 5000 personas miserables de los barrios de Madrid. Las Damas se encargaban también de escuelas para niños pobres y les repartían comida. Escrivá además de decir misa a las monjas organizaba el catecismo de los niños y atendía espiritualmente a los enfermos.

Buscó un confesor en el S.J Valentín Sánchez Ruiz. Por las mañanas se levantaba muy temprano para decir la misa, luego acudía a la facultad y por las tardes atendía a los niños y los enfermos. Sería la base de sus más altos cometidos a los que estaba llamado entonces sin saberlo.

Dos años antes Angel Herrera había explicado a sus huestes de la ACNP que la universidad era un terreno abandonado por los católicos. Esto habría sugerido a Escrivá la necesidad del apostolado universitario, con los intelectuales para que actúen como las cumbres de nieve que se derrite y fecunda los valles. Habría mucho que decir sobre este idealismo en el que nos educaron, en realidad, que los intelectuales no escapen de las garras del poder clerical, como la cultura moderna en general estaba escapando del dominio de la iglesia. Pero el asunto es que Jesús no se fue a predicar a las cumbres sino a las calles, y le seguían y aún hoy los que mejor lo entienden y viven sus enseñanzas son los que ni pinchan ni cortan en la sociedad. Los demás no tenemos ni idea. O poca idea.

Luz Rodríguez Casanova, fundadora de las Damas Apostólicas

En los barrios de Madrid Jose María encontró mucho anticlericalismo. “La iglesia está con los ricos” se decía. El mismo anticlericalismo empezaba a entrar en la universidad. La hostilidad le hacía sentirse a disgusto. Se examinó de algunas asignaturas de derecho en septiembre de 1928 y en octubre se inscribió en un retiro con los Paúles. El día de los Angeles custodios, 2 de octubre mientras reflexionaba sobre el ciego Bartimeo, “señor que vea”, pudo al fin, ver el Opus Dei como sería a lo largo de los siglos, en todo su despliegue y esplendor. 50 años más tarde estas palabras servirían para postular su causa de canonización.

Los que hemos estado en el “Opus Dei” y lo hemos estudiado a fondo, nos hemos dado cuenta de que hay muchos corta y pega de otros, reformas, dictámenes que van y vienen, todo es siempre igual pero no, hay novedades que van surgiendo según las necesidades apostólicas, y no sólo en lo superficial, también Estruch ha demostrado que la predicación opusina va cambiando con el paso de las décadas. El público varía y no se dice lo mismo a los estudiantes universitarios de los años 30 que a las adolescentes de 2010.

Además se presentan muchas dudas porque las disposiciones sobre los temas de detalle desde el punto de vista de la historia de la humanidad y la salvación son mil. Por ejemplo para que el mundo se salve no sabemos muy bien si era imprescindible que las numerarias no llevaran pantalones, que no fumaran, que durmieran en tabla. Y que en 1992 pudieran vestir dicha prenda, ¿eso estaba en la visión divina del 2 de octubre? A Dios Nuestro Señor debe de importarle poco, a las mujeres que formamos parte del “opus Dei” nos importaba mucho. Por no decir las disposiciones sobre si nos quedábamos con los regalos de la familia, si podíamos visitarlos cuándo y cómo, sobre el dinero que se podía sacar de caja o el precio permitido de los zapatos que te ibas a comprar. No sé, son muchos detalles de la vida que la hacían difícil ¿vió todo eso?

Y curiosamente cuando le preguntaban sobre los detalles de la visión, qué es lo que vió contestaba que por favor no indagaran, porque estaban conectados con la historia interior de su alma. Es raro, porque vivíamos todos de la historia interior y exterior de su alma, lo que era importante para él: también los crespillos del viernes de Dolores que hacía su madre pasaron a ser una costumbre culinaria opusina. Parecen excusas.

Madrid años 20

Pretendía que el mensaje del 2 de octubre era el trabajo, santificarse con el trabajo, ya que Dios puso al hombre en el Paraíso para que trabajara. Todos podían entenderlo e identificarse con él. A partir de ahí y con los años el “opus Dei” fue desarrollando un fantástico poder eclesiástico hasta asegurarse su aceptación por parte de la iglesia. Pero Tomás de Aquino, el doctor "Communis", había interpretado el pasaje del Génesis en el sentido de que el trabajo era una consecuencia de la caída del hombre y por tanto un impedimento para la santificación. Pero dado que el trabajo era necesario tenía que ser tolerado en tanto en cuanto los bienes y servicios se vendieran a su justo precio. El concilio de Trento reafirmó este principio y fue declarado oficial en la doctrina católica por León XIII en 1879. Escrivá por tanto según su revelación corregía a Tomás de Aquino.

Si el trabajo es santificable y los laicos pueden ser santos a través de él, reorientamos toda la doctrina. En realidad las consideraciones medievales de Tomás eran un impedimento para el apostolado de la iglesia en la sociedad moderna e industrializada. 

El divino Sembrador había plantado la semilla en su alma, la semilla se tomaría su tiempo para florecer, los primeros brotes surgirían casi 12 años más tarde. Y el founder insistía siempre en que OD no era una creación suya, él sólo era el jardinero. Aceptada esta premisa que todos aceptamos, el “Opus Dei” adquiere una divina licencia de manera que para sus miembros puede actuar por encima de las miserables leyes humanas. Para poder pertenecer a la divina obra hay que dar por descontado que OD es verdaderamente una creación de Dios y que Escrivá es su representante, si no se aceptan estas premisas las puertas permanecerán cerradas y nunca entrarás en el secreto. Los Angeles Custodios serían desde entonces protectores de la divina obra, a la visión se unieron las campanas de nuestra Señora de los Angeles, aunque alguien se molestó en comprobar que desde donde estaba no se podían oír. Pelillos a la mar, en Torreciudad una de las campanas de la iglesia que sonó el 2 de octubre de 1928 tiene un lugar destacado al lado de la entrada al santuario.

Empezó a trabajar desde ese momento aunque se resistía a fundar nada, sólo tenía 26 años, la gracia de Dios y buen humor. Fue un estribillo que aprendimos como un mantra. Añadía que así hace Dios sus obras, escribiendo con la pata de la mesa para que se vea “que es El”.

Pero aunque la visión fue completa luego no fue completa. El mensaje completo sólo llega a los iniciados y según su grado de “inmersión”. El opus Dei está constituido por capas concéntricamente colocadas. La esfera externa es para la masa, y las esferas sucesivas son grados en la jerarquía. Es opresivo el ambiente en las capas más internas, recuerdo uno o dos momentos en que lo noté, en los lugares donde viven las más grandes jefas: Roma y Madrid. Qué miedo dan.

El objetivo era restaurar el papel central de la iglesia en la sociedad, como se demostraría con el paso del tiempo, el papel central de “su” iglesia, la que él dirige a su estilo que se pretende imponer por doquier. Para colocar a Cristo en la cima de todas las actividades humanas hacía falta una milicia disciplinada que santifique el trabajo, se santifique a sí misma y santifique a los demás con el trabajo. Luego venía aquello de que de qué le servía “el zapatero que es un buen hijo de Dios y un buen hijo mío pero no hace bien sus zapatos”. Esto sí que es una de las bolas más enormes que se marcó. No sólo porque zapateros no he visto uno solo en 20 años, sino porque he visto mucho “ganduleante”.

Así que ya tenemos las dos páginas del folleto de propaganda: la versión para la masa, “promovemos la santificación del trabajo” y la versión más escondida “es necesaria una milicia católica para entrar a fondo en la sociedad y colocar a la iglesia en la cima de todas las actividades humanas”. La idea es que los laicos lleguen con su apostolado donde no llegan los curas. De momento en 1928 no había nombre para la cosa inventada, tampoco el siervo de de Dios escribió estatutos de su fundación ni le dio una estructura formal. Es lo que hoy hacen los fundadores. Rómulo y Remo no, pero eso fue hace 3000 años.

No se lo contó a nadie en ese momento. El primero que se enteró de la visión fue su confesor que le animó. Habló con algunos curas dentro y fuera de la diócesis. Escribió cartas, habló a conocidos. Exteriormente no se veía mucho éxito. Tenía que seguir con sus funciones de capellán, profesor de derecho en una academia y estudiante de doctorado. Poco a poco fue dejando caer todo esto en beneficio de la fundación.

Otra visión tuvo lugar en 1930, mientras celebraba misa en casa de una anciana señora, la madre de una de las Damas Apostólicas, marquesa a su vez, comprendió que tenía que haber mujeres en el “opus Dei”. El padre Sánchez le preguntó “¿Cómo va esa obra de Dios?” y al parecer ese fue el origen de la nomenclatura, una inocente pregunta del padre jesuita confesor y director espiritual de Escrivá.

Padre Poveda (1874-1936)

Otra versión de los hechos dice que lo sacó del Padre Poveda que había fundado en 1912 las Teresianas, que recibieron aprobación diocesana en 1917 y fueron reconocidas por Roma en 1924.

Por lo visto el Padre Poveda llamaba a su institución “obra” y Escrivá lo adoptó añadiéndole “Dei”. Escrivá pidió opinión al jesuita sobre la expresión “opus Dei” y el jesuita le dijo que le parecía pretencioso. Escrivá se quedó con el nombre y cambió de confesor.

El padre Somoano Verdasco, de su edad, procedente de Asturias, capellán de un hogar para jóvenes delincuentes, tuvo un importante papel en el primitivo desarrollo del opus dei, quizás demasiado para el founder.

¿Cómo es posible que sin haber gente escribiera ya en 1930 una carta a sus hijas y a sus hijos?

En la carta de 24 de marzo de 1930, titulada Singuli Dies, en latín como las encíclicas papales, establece el programa de la obra en un estilo claro y límpido como el lenguaje de los apóstoles. Habla de una milicia de cristianos que estando con los demás se distinguen de los demás. "La misión sobrenatural que habéis recibido no os separará de los demás, sois iguales a los ciudadanos de vuestro país".

La carta contenía 22 secciones y a partir de ella se desarrollaron los primeros estatutos. El texto parece sugerir que en 1930 la misión sólo era española, no se había planteado la salida internacional. Sin embargo en una entrevista de 1967 aseguraba que la obra fue universal desde el primer momento y que no había nacido para solucionar los problemas concretos de Europa en los años veinte, sino para decir a todos los hombres y mujeres de cualquier condición que podían amar y servir a Dios sin abandonar el trabajo ordinario ni la vida ordinaria, ni su familia ni sus relaciones sociales. En definitiva sin abandonar todo lo que abandonamos haciéndonos numerarias del “opus Dei”. Vivíamos en la denegación de nuestra propia existencia.

Los ex miembros opinan que Singuli Dies es un intento de reescribir la historia inicial del “opus Dei”. Curiosamente se niegan oficialmente a facilitar copia del documento, ya que lo están estudiando cuidadosamente para publicarla con nuevos comentarios….

En 1930 escribió a Isidoro Zorzano al que no había visto desde hacía años. El 24 de agosto se lo encontró casualmente por la calle. Zorzano le dijo que había ido a buscarlo a su casa, que iba a comer y luego se iría en tren a ver a sus padres. Que necesitaba ayuda espiritual. Escrivá le preguntó qué era lo que le preocupaba y el otro le dijo que sentía que Dios le pedía más pero que no sabía qué hacer. Estaba feliz trabajando en los ferrocarriles en Málaga y no quería dejar el trabajo. Escrivá tenía la solución para él. Le dijo: “Dios nos ha llamado a la obra para ser santos y no hay santidad si no nos unimos a Cristo en la cruz, no hay santidad sin mortificación.” Antes de subirse al tren Zorzano pidió la admisión, el founder improvisó una ceremonia de oblación  por la cual se entregaba a Dios en su obra para dedicarse al apostolado siguiendo los 3 consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. Fue el primer miembro del opus que perseveró y pasó a llamar Padre a su compañero de estudios.