ORDENES Y CRUZADAS MEDIEVALES
Desde los 7 años el niño Jose María era alumno de los
escolapios, uno de aquellos frailes le preparó para la comunión y le enseñó la
fórmula de la comunión espiritual, que también forma parte del acervo de
cualquier opusino de a pie. Todo
divinamente inspirado, en este caso vía escolapio. No la voy a repetir.
Lo "del espíritu y fervor de lo santos" tenían un especial
significado, los grandes santos españoles del pasado: Domingo de Guzmán e
Ignacio de Loyola, ya que no los grandes científicos o los grandes filósofos,
eran motivo de inspiración para él y los demás niños de la escuela pía.
Todos somos hijos de nuestro tiempo y la cultura en la que
nos criamos, el futuro founder fue educado en una familia profundamente católica
y devota, con profusión de parientes curas por ambos lados. Todavía algo de
la reconquista contra los moros había en el aire, es lo primero que
aprendemos en historia de España, o aprendíamos. El trauma de la ocupación
musulmana. Las cruzadas, la devoción a María Santísima que a ojos de un
extranjero puede resultar extravagante. Desde el Renacimiento estaban los
españoles muy preocupados por la pureza de sangre, no tener mezcla de judío ni
de musulmán. La creencia en la
Trinidad es el único camino salvador, por supuesto. De niño
fue bueno en matemáticas, aritmética, geometría. Y desarrolló una gran avidez
por las leyendas del pasado heroico de España.
Había una forma de explicar la historia bastante selectiva:
¿les contaron los escolapios a los chicos que en 1064 a pesar de una promesa
papal hecha a los moros de salvar la vida al dejar la ciudad tras la
reconquista cristiana se produjo una masacre?
La ocupación islámica de la península durante la Edad media fue un hecho que
marcó la historia de España.
Los musulmanes establecieron su capital en Córdoba y durante
algunos años hubo una tolerancia religiosa desconocida en otros lugares de
Europa. Debido a la ocupación las diócesis españolas durante la edad media
permanecieron casi abandonadas a su propia suerte, lejos del poder del Papa. Y
la reforma eclesiástica sólo llegó a la iglesia española a través de los
monasterios de San Benito, el primero en hacer popular la expresión “opus dei”
San Benito creía que la santidad personal sólo podía
alcanzarse a través del trabajo de Dios,
observando los votos de obediencia, castidad y pobreza. Pobreza significaba no
tener posesiones. Benito murió en 550 y 400 años más tarde llegó la reforma de
Cluny. Los monjes cluniacenses desarrollaron la peregrinación a lugares santos
como un instrumento político, se dieron cuenta de que esos viajes reforzaban la
fe cristiana en las tierras amenazadas por el Islam. A principios del siglo XI
Cluny mantenía las rutas que llevaban a Zaragoza, todavía en manos de los
moros, y a Santiago. Comenzó la promoción de las peregrinaciones a Jerusalén. Había
que defender la cristiandad en España y el Santo Sepulcro en Jerusalén, aunque
supusiera un problema teológico utilizar la peregrinación para preparar
expediciones guerreras contra el Islam.
Antes de la famosa primera cruzada, la de 1095 predicada por
Urbano II, ya hubo una previa precisamente en Barbastro. Ramiro I de Aragón
formó un ejército en Graus para arrebatar Barbastro a los moros, pero fue
apuñalado por un enemigo. Toda la cristiandad se encolerizó y el papa Alejandro
II prometió indulgencia para los que fueran a luchar por la cruz y conseguir el objetivo del difunto rey aragonés.
Caballeros de todos los reinos europeos llegaron en ayuda de
Sancho Ramírez. La campaña duró 40 días del año 1064 y acabó con el asedio
victorioso a Barbastro. El papa prometió a los musulmanes que se podían ir
tranquilos, la guarnición se rindió. Los moros juntaron sus riquezas para irse
a Zaragoza y cuando los cristianos vieron todo lo que se llevaban, pasaron a
cuchillo a niños, mujeres y hombres. Y así esta carnicería dio lugar a represalias
en otras partes de España.
Por el otro lado del antiguo imperio romano ahora la Cristiandad, se
acercaban los turcos que en 1089 inflingieron una gran derrota a los
bizantinos. Los turcos de religión islámica se establecieron en Asia Menor
entorpeciendo el camino de los peregrinos a Jerusalén. El emperador bizantino
pidió ayuda al papa y así es como en 1095 tuvo lugar la primera cruzada a la
que siguieron otras siete por lo menos. Los cruzados acometieron una auténtica
masacre en Jerusalén.
Al calor de las cruzadas y para proteger a los peregrinos
nació la Orden Militar
del Santo Sepulcro, fundada en 1118, una hermandad de mitad monjes mitad
soldados que no nos resulta nada desconocida. Al principio se llamaron los “caballeros
pobres del Templo”. San Bernardo de Clairvaux que predicó la segunda Cruzada
los protegió. Los templarios se convirtieron en una orden potente famosa por
sus hazañas. Tenían su propio clero, exento de la jurisdicción de los obispos
diocesanos, sólo juraban obediencia al gran Maestro templario, que él si debía
obediencia al papa.
Pero en 1187 vino la derrota, todos los caballeros
templarios que sobrevivieron a la batalla contra Saladino fueron descabezados. Después
de 88 años Jerusalén volvía a ser musulmana. Saladino dejó marchar a los
cristianos en paz, no como en Barbastro.
¿Qué pensaba Escrivá de los templarios? Los quiso imitar más
o menos conscientemente. Algunas de sus prácticas piadosas se incorporaron al
plan de vida, y existió un temprano proyecto de vestir unas capas similares a
las de los caballeros medievales que felizmente alguien le quitó de la cabeza.
En la edad media pero sin pasarse.
Castillo templario de Monzón |
El caso es que la casa central de los templarios en España
estaba en Monzón, no lejos de Barbastro.
Cuando el rey aragonés murió sin hijos pretendió ceder el
reino a los templarios. Entonces los nobles prefirieron sacar a su hermano del
convento para que tuviera descendencia. De todas formas los templarios se
quedaron con Monzón y transformaron la fortaleza mora en una de las
construcciones militares más grandes de España.
Tras la derrota de la octava cruzada, los templarios
tuvieron que mudarse a Chipre, donde haciendo caso omiso de sus inicios, los “pobres
caballeros del Templo”, se especializaron en prestar dinero. Se transformaron
en una corporación financiera de primera magnitud amasando más poder e
influencia que muchos estados. Lo mismo que sus émulos españoles del siglo XX.
Pero Felipe IV de Francia decidió acabar con ellos cuando el
gran Maestre Jacques de Molay le visitó en 1307, precisamente en la noche del
13 de octubre. Los acusó de falsificación, traición, perversión sexual y adoración
del demonio. El papa cedió a la presión del rey francés y disolvió la orden. El
gran Maestre fue quemado en la hoguera. Desde las llamas de Molay maldijo al
papa y al rey por quemarlo y les echó el mal de ojo: “en un año Dios os pedirá
cuenta de este crimen”. Y así fue. Al mes siguiente murió Clemente V y siete
meses más tarde el rey de Francia.
Quedó otra Orden por ahí: los caballeros de San Juan de
Jerusalén a los que Carlos V acabó dándoles la isla de Malta, cuando no les
quedaba donde ir.
Y en 1570 de nuevo los turcos amenazan Europa. Esta vez será
el papa Pío V quien pide ayuda a España para defender la cristiandad. Don Juan
de Austria el hijo ilegítimo de Carlos V mandó la escuadra de Lepanto. En el día
de la virgen del Rosario la liga Santa ganó al turco, allí se quedó manco
Cervantes. España se ha formado, nos guste o no, en esta tesitura de lucha
contra el Islam.
Conocemos la decadencia que siguió, todo el oro y la plata de
América saldaba las deudas que los reyes de España tenían con los banqueros
flamencos. Como hoy prácticamente.
Cuando Jose maría iba a terminar el cole con los escolapios,
las tensiones sociales en España aumentaban. El origen de todo lo malo que
ha pasado se puede remontar hasta el reino de Carlos V. En vez de vivir la
vida, los reyes españoles se propusieron salvar el mundo cristiano de herejías
y herejes. La política imperial española consistió en considerar al monarca
español en un regente divino en la tierra, y los sueños imperiales nos
endeudaron y nos empobrecieron económica y mentalmente.
Comentarios
Importantísima visita hoy a España del Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. Ha venido descaradamente a hacer política. ¿Por qué? Porque el Vaticano es responsable, lo quiera o no, del Opus, y este es el que manda en España, hasta ahora, que todo indica que las cosas están cambiando y le están quitando el poder al Opus desde el Vaticano, con inmediatas repercusiones en España. Esperemos que la visita de Parolin sea precisamente para ahondar en ello, que es lo que parece. Y si suprime el Opus rápidamente, mejor que mejor, que es su obligación.
Pedro Sánchez, un descarado instrumento del Opus catalán, que es el verdadero Opus, que ha intentado hacer un gobierno de separatas antiespañoles, que eso es el Opus, el Prat de la Riba que lo dirige. Ahora se le ha rebelado al Opus primero el PP de Rajoy y seguido gran parte de los socialistas, encabezados por Felipe González y El País. Esto es lo que está pasando. Y parece que Parolin ha venido a apoyarles en su rebelión contra sus hasta ahora amos del Opus.
Un detalle muy significativo de lo que es realmente el Opus. Acaban de nombrar a la conocida e histriónica separatista Pilar Rahola, que no es católica, como pregonera del Domund. Alucinante ¿no? ¿Quién lo ha hecho? El Opus, el cura del Opus Anastasio Gil García, jefe del Domund. Eso es el Opus, separatismo catalán, que no son independentistas, ni mucho menos, son esclavistas, negreros, que buscan que todos los españoles seamos de un modo u otro como numerarias auxiliares al servicio de cuatro canallas de la oligarquía catalana, con Fainé de La Caixa a la cabeza.
“el montaje que hicieron Lactancio y Eusebio al principio del siglo IV, dando vida a Jesucristo, los Apóstoles, a San Pablo, a los mártires, al malvado Nerón, al malvado Diocleciano, organizando una persecución más fiera aún que las anteriores, etc. Todo es tan real como Don Quijote, Sancho Panza y Dulcinea del Toboso”
Navarra TV, https://youtu.be/rj_CtaVAStE