SOMOANO Y MARIA IGNACIA, THE MYSTERY
En enero de 1930 la crisis económica era mundial. En España
el paro echaba a la calle a estudiantes y obreros. Primo de Rivera reconoció
que el país era ingobernable y se exilió. Murió meses después en París, solo y
pobre.
El rey decidió probar su popularidad, convocó elecciones
municipales, los candidatos monárquicos fueron ampliamente derrotados. El día
siguiente fue de estupor nacional, y a los dos días la gente se echó a la
calle. Los ministros le dijeron al rey que mejor irse hoy que mañana.
El 15 de
febrero de 1931, Niceto Alcalá Zamora, ex ministro con el rey, era proclamado
primer ministro de modo provisional. Empezaba la segunda república española.
Alcalá Zamora era un terrateniente cordobés, la derecha no se lo tomó a mal.
Eligió de ministro de exteriores al radical Alejandro Lerroux que se había
hecho famoso por su irreligión, otro ateo llamado al ministerio fue Manuel
Azaña. Dos meses más tarde la
Asamblea constituyente comenzaba sus funciones dirigida por
estos 3 figuras.
El cardenal primado, Pedro Segura, no dudó en establecer el
paralelismo de lo que pasaba en España con 1789, que no sólo enterró la
monarquía sino que desposeyó a la iglesia, y lanzó una violenta pastoral que
anunciaba negros presagios.
En mayo de 1931 ya los monárquicos se organizaron en el
centro de Madrid. Corrió el rumor de que un grupo de conspiradores se había
reunido y la turbamulta corrió al lugar. Incendiaron sus vehículos y asaltaron
la cercana sede del diario monárquico ABC.
Estallaron desórdenes: ardió una residencia de jesuitas,
otras iglesias y conventos fuero pasto de las llamas en Madrid. El founder
temió que la masa asaltara el Patronato de Enfermos, por ello corrió a la
capilla del lugar para consumir todas las hostias consagradas y prevenir así el
sacrilegio. No le dio tiempo, la gente se acercaba, envolvió el ciborio en un
periódico, se montó en un taxi y se escondió en casa de un amigo cerca de
Cuatro Caminos. La turba no asaltó el Patronato, pero el founder estaba
molesto, unos días más tarde dimitió de capellán.
Temía que sin cargo lo reclamaran de Zaragoza, su diócesis
originaria. Y habló del asunto con Pedro Poveda que le ofreció ser capellán
real. Pero esto no le interesaba porque no le servía para estar incardinado en
Madrid. La incardinación de un cura es el cordón umbilical que lo une al
Ordinario diocesano. Si en ese momento Escrivá se hubiera visto obligado a
dejar Madrid, nos hubiéramos ahorrado muchos dolores de cabeza. Llevaba 5 años
para hacer una tesis doctoral y ni rastro de dicha tesis, la
tesis sin hacer es una maldición que persigue a muchos españoles. La cuestión es que la
providencia divina se le presentó de nuevo en forma de cargo “palatino”.
Poveda sugirió al Ordinario Palatino, un obispo, que Escrivá
podía ocuparse de la capellanía del Patronato de Santa Isabel, consistente en
un convento de monjas Agustinas recoletas y un colegio, cerca del Hospital
General de Madrid. Dicho Patronato dependía del Ordinario de palacio, como una
diócesis independiente que incardinaba capellanes. Todo ordinario y normal.
Los rectores y capellanes anteriores de Santa Isabel se
habían marchado a la vez que el monarca. Poveda consiguió el beneficio para el
founder. En septiembre de 1931 la diócesis de Zaragoza no tuvo más remedio que
ceder ante “le fait accompli”, el cura zaragozano se quedaba en Madrid.
Antes del nombramiento Escrivá empezó a usar el confesonario
de Santa Isabel para dirigir al creciente número de sus discípulos. Aparte del
confesonario llevaba a sus dirigidos los fines de semana a visitar enfermos en
los hospitales. Eran lugares en los que faltaba personal, sobraban enfermos,
faltaban camas, la higiene no era el punto fuerte. Se dice que estos hospitales
fueron la cuna del “Opus Dei”.
Somoano era el cura que mejor entendió la “obra” del
founder, su más cercano colaborador.
Luis Gordon, joven ingeniero sobrino de la marquesa de Onteiro, se convirtió en
el segundo miembro laico tras Isidoro. Luis Gordon fue el protagonista de la
bacinilla llena de porquería de un enfermo que limpió con la mano a pesar de
que tenía ganas de vomitar. “Jesús que haga buena cara”, máxima de Camino que
Escrivá aplicaba a sus huestes cuando una orden recibida no era gustosa.
Somoano tenía el don de hacer sentir útil también a los
moribundos. A finales de 1931 se acercó a la cama de una joven enferma
terminal, Maria Ignacia García Escobar. Tenía una tuberculosis intestinal,
había sido operada en vano, y sufría continuos dolores. Somoano le pidió que
ofreciera el sufrimiento por una gran obra, que era por el bien de toda la
humanidad, que requería oración y sacrificio hoy y siempre. Más tarde le dijo
el nombre de la gran obra. En abril de 1932 Maria Ignacia pidió ser admitida.
La primera mujer, murió cinco mese más tarde. Había escrito en su diario que el
OD había traido a la tierra una nueva era de Amor.
La popularidad de Somoano con los enfermos ensombrecía el
carisma escrivariano. Somoano quería atraer a la OD al mayor número de gentes, lo mismo si eran
delincuentes o moribundos. Con su energía ilimitada corría el riesgo de
desnaturalizar la divina invención. No era lo que Escrivá había “visto”, la
santa pillería del apostolado escrivariano iba por otros derroteros. Y a juzgar
por ciertos escritos fundacionales juzgó que Somoano pretendía birlarle “la
visión”. Muchos años más tarde escribiría que lo mismo que Jesús había recibido
la doctrina del Padre, su doctrina no era suya sino de Dios y no podía ser
cambiada. ¿Estaba celoso de Somoano? Nunca lo sabremos, sólo que años más tarde
confesó a uno de los primeros que Somoano había prometido obediencia pero que
enseguida empezó a desobedecer…..(Miguel Fisac, 8.junio.1994)
El 13 de julio de 1932 Somoano cayó enfermo de repente.
Cuatro días más tarde murió en terrible agonía. Aunque no estuvo presente en el
momento de la muerte, Escrivá pasó horas en la cabecera de su cama, rezando. Se
dijo que había sido envenenado por elementos anticlericales, pero no hubo
autopsia y nadie fue acusado.
Maria Ignacia murió en septiembre de 1932 y 2 meses más tarde Luis Gordon. La muerte rondaba
el primitivo OD. El founder dijo: “Ahora tenemos dos santos en el cielo: un
cura y un laico”. Lo que supone que nunca consideró a Maria Ignacia como
miembro. En cuanto a Luis Gordon no fue cuestión de si el hecho de haber andado
por los hospitales de Madrid entre enfermos contagiosos y sin preparación ni
medidas para evitar el contagio tenía algo que ver con su prematura muerte. En
cualquier caso poco después el founder abandonó el apostolado hospitalario.
Sólo le quedaba Santa Isabel, tenía tiempo para reclutar. Su
familia se había mudado a Madrid. Encontró un piso en Martínez Campos 4. Cerca
del campus universitario y con espacio para invitar algunos jóvenes a la
tertulia. Dña Dolores y Carmen preparaban lo necesario para las reuniones,
Santiago se quejó de que los chicos de
José María se lo comían todo. Pero el founder argumentaba que sus
seguidores necesitaban un ambiente de familia. Zorzano esperaba por su parte un
traslado a Madrid para ayudar en la expansión del OD.
Juan Jiménez Vargas, joven estudiante de medicina que
frecuentaba las tertulias pidió la admisión en enero de 1933. Unas semanas más
tarde lo hizo Jose María González Barredo, investigador químico. Ya ganaba un
sueldo como Zorzano, contribuía a los fondos de la incipiente OD. El cuarto
apóstol fue Ricardo Fdez. Vallespín, estudiante de arquitectura.
A pesar de todo Escrivá echaba en falta algo más de “clase”
en su pequeño piso de Martínez Campos. En la planta baja había un vendedor de
vino, el edificio estaba destartalado y después de pensárselo se mudó con la
familia al rectorado de santa Isabel.
San Miguel Arcángel |
Las costumbres y normas que harían de OD una sólida organización
de tintes sectarios iban instalándose poco a poco. Los novicios debían pasar
unos ritos de iniciación. Uno de los primeros miembros señala que ya entonces
OD tenía algo de Cruzada que aumentaba su atractivo y misterio. Habría tres
apostolados principales cada uno bajo la protección de un Arcángel: san Rafael,
apostolado con la gente joven, que se convirtió en el foco de todas las
atenciones del founder. El objetivo eran la recluta de estudiantes
universitarios antes de que se embarcaran en sus carreras profesionales. En
aquella época sólo había miembros célibes, los llamados numerarios protegidos
por el arcángel San Miguel, el guardián de los elegidos por Dios. El mensajero
del Señor, San Gabriel sería más tarde
el custodio de los casados, supernumes y cooperadores, los que aportaban los
“medios”, la economía, el parné en grandes cantidades a poder ser. Sólo a
partir de 1950 hubo casados en OD.
Comentarios
http://www.santateresadejesus.com/wp-content/uploads/Las-Fundaciones.pdf
Podríamos decir que Luís Gordon está de palpitante actualidad. Uno de sus parientes, Jacobo Gordon, ha sido el primer testigo que se autoinculpa en el juicio de la Gurtell. Se lo habrán mandado, por ser amigo de Agag, desde el colegio Retamar. Que las autoinculpaciones suele provenir de órdenes a la fuerza. Un caso que es el enésimo de extorsión del Opus a sus hasta ahora lacayos del PP. El poder del Opus organiza un régimen corrupto, observa a sus criaturas como se corrompen, lo anota, mete a sus espías para controlarlo bien, y cuando conviene saca el caso y lo usa para chantajear. Como el Opus está perdiendo el poder –muy escenificado con la visita de Pietro Parolin- parece que esta extorsión a sus lacayos corruptos del PP con la Gurtell se les ha quedado a medio camino. El enésimo juicio farsa.
Entre medias de estos dos Gordon, hay un tercero, también llamado Luís Gordon, sobrino del primero y tío del tercero, que fue durante años el portavoz de la oficina de información del Opus..
También es relevante que en las historietas oficiales no se habla ni menciona a evidentes émulos, competidores, modelos: ACNdP, Poveda. No pidió consejo ni ayuda a nadie, y Hutchison saca a relucir que Poveda le ayudó y pudo inspirarle el nombre de "obra"
A Maria Ignacia ya han decidido hacerla nume, aunque el mismo founder según Hutchison no lo tenía claro, le sacaron folleto de Mundo Cristiano. Según Robert Hutchison fue una pesca de Somoano, y también tiene gracia que Somoano pescaba "sin discernir" gentes adecuadas, eso se mira mucho en la visión escrivariana. No vale cualquiera, diría que a la pesca de Somoano le faltaba presencia y posición social, es la idea que me hago sobre lo que debió pasar con ese cura y probablemente otros que le "ayudaron".
Conocí alguna nume Gordon, ¿Paloma? ¿María? no estoy segura.
Cuanto más tiempo pasa Opus parece una pesadilla nacional que ha afectado al país entero.
La vida de Escrivá del 27 hasta el 36 quizás sea la más interesante y oscura y la menos investigada. Son años de un trepa zascandil, moviéndose aquí y allá, buscándose un hueco. Y eso ha tenido que dejar rastro. Los años anteriores, por lo natural de la juventud, parecen poco relevantes, salvo algún episodio en el seminario que quizá sea clave, y los oscuros destinos posteriores. Después de la guerra ya ha triunfado y tiene poder y puede borrar el rastro de lo que no le interese, como ha hecho.
Hay que buscar información de los años de la república, pero por fuentes distintas al Opus. Por ejemplo, del modo en que informa sobre sus relaciones con Escrivá la fundadora de las Teresianas en sus Memorias, estas para años de la posguerra.
Escrivá se movió muchos en los años de la república, y en distintos ambientes, algunos alejados de lo religioso. Hay testimonios de ello, y habría que profundizar. Por ejemplo, el abuelo de Aznar, que en esos años era azañista, le conocíó entonces. ¿De qué? ¿de ambientes azañistas? Escrivá buscaba nombramientos que dependían del gobierno. O el periodista Julián Cortés Cavanillas. Testimonios escuetos que sólo aparecieron después de la muerte de Escrivá. Creo que hay que buscar en testimonios de gente de ese estilo. Porque lo que está claro es que con el obispado de Madrid no tuvo ninguna relación, que es la que debería de haber tenido, al menos hasta 1935.
Escrivá siempre se arrimaba al poder y la política. Con las damas apostólicas, gente aristocrática y de dinero. La relación se cortó abruptamente. ¿Qué paso? Conocidos de Escrivá estuvieron en la “sanjurjada”, falso golpe, dado para fracasar como el 23-F, realizado por el mismo Sanjurjo que poco antes trajo la república, y que Azaña cuenta que conocía al detalle todos sus movimientos. Escrivá siguió manteniendo relaciones con ellos. Los propios del Opus nos pintan a Escrivá en la antesala del despacho del Subsecretario del Ministerio, acompañado de aristócratas, para conseguir el nombramiento en Santa Isabel. Este tipo de zascandileos del simpaticón y sociable Escrivá debieron ser muy numerosos en aquellos años. Uno de los que se dirigía con él en la residencia DYA participó en el intento de atentado contra Jiménez de Asúa en 1936, vicepresidente de las Cortes, en que mataron a su escolta. Extraño atentado, de importantes repercusiones, en que parece que les tenían controlados o alguien les delató. A unos les detuvieron a las pocas horas, dicen que porque presumían del atentado en un bar. Al de Escrivá por la noche, creo que en DYA. Al de Escrivá lo asesinaron iniciada la guerra, tirándole al mar con una piedra en la cárcel de Santoña. Los otros salieron bien parados y rápidamente en libertad. El último edificio de la academia en Ferraz lo compró, sin pagar dinero, a un importante aristócrata aragonés, cuya hija fue la novia de José Antonio.
Extrañas historias de poder, política y violencia, en las que merodea Escrivá. Viendo que luego se dedicó al poder hay una línea de continuidad. La trayectoria de su amigo Aznar parece la de un espía al servicio del Banco Urquijo, que lo metía en un sitio u otro, algunos completamente opuestos. El actual Aznar seguro se sabe la verdad del Opus. Es posible que Escrivá cumpliera funciones parecidas.
La verdad es que yo estuve también entre sombras y luces buscando la verdad de mis propias convicciones y resulta que me topé con un texto opusbabeante de un tal Luis Español que cuenta cómo el founder estuvo buscando sacarse una oposición de pequeño funcionario, algo muy elemental e indigno de esa encarnación de la soberbia. Resulta que el founder se inscribió a esas oposiciones DESPUÉS DE LA SUPUESTA FUNDACIÓN DE LA OD. Vosotros os leéis el artículo, que será todo lo opusbaboso que quieras, pero está documentado, y me decís... Resulta obvio que como todo ser humano, el founder tenía dudas y que pensó muy seriamente en colgar la sotana. Porque ¿qué otra explicación puede tener eso de buscarse un currito ministerial?
https://www.religionenlibertad.com/opinion/56538/las-oposiciones-san-josemaria.html
Gracias por estar ahí, Lolin.