FASCISMO SIEMPRE VIVO
Nacido en 1935 en la ciudad polaca de Przemyśl, Zeev
Sternhell sobrevivió a la ocupación alemana de su país protegido por católicos
con corazón. Zeev Sternhell es uno de los expertos en ciencia política más influyentes
que sigue las tesis de Ernst Nolte. En 2008 sufrió un atentado terrorista tras haber criticado duramente la
politica israelí en los territorios ocupados.
taz: Sr Sternhell, tras la segunda guerra
mundial y el Holocausto se pensó en general que el peligro fascista había quedado
atrás. ¿Considera
que fue un buen diagnóstico ?
Zeev Sternhell: Fue el resultado de no
haber comprendido bien la esencia del fascismo y del Nazismo. Para la mayoría
de los europeos era muy cómodo pensar que los años 20 y 30 no fueron más que
una catástrofe resultado de la primera guerra mundial. Un accidente que no
pertenecía en realidad a los países afectados. Benedetto Croce estimaba que el
fascismo italiano fue un asunto entre paréntesis que no tenía que ver con la
historia italiana. En Francia se consideró que la dictadura de Vichy fue un fenómeno
pasajero entre la tercera y la cuarta república.
Zeev Sternhell |
También se piensa lo mismo de Alemania.
Correcto. Para los
historiadores conservadores como Ernst
Nolte el nazismo no fue un producto de la cultura alemana sino una imitación
del bolchevismo y una respuesta al estalinismo y al peligro comunista
subsiguiente que amenazaba a la burguesía alemana. No tenía por tanto
nada que ver con la larga campaña emprendida contra la Ilustración, la Revolución francesa y
los derechos del hombre antes de 1914.
¿Cómo han sobrevivido las mentalidades fascistas?
Las mentalidades fascistas no tenían necesidad de
sobrevivir ya que nunca murieron. Son una parte esencial de nuestra civilización.
Un producto de la crisis de civilización de principios del siglo XX. La
revolución científica derribó la visión que los hombres tenían del universo en
que habitaban. Una verdadera revolución intelectual preparó el terremoto que
conduciría al desastre europeo en la segunda mitad del siglo XX. Así es como se
explica el adoctrinamiento fascista: La extrema derecha, parafascista y
totalmente fascista fue el resultado directo en una medida todavía no calibrada
de esa crisis de civilización. Por ello el fascismo pudo ser al mismo tiempo un
movimiento de masas y un fenómeno intelectual de la élite, capaz de asimilar
los elementos progresistas de las vanguardias.
¿Es probable un despertar del nacionalismo en
Alemania o del fascismo europeo?
La derecha extrema tiene una fuerza considerable en Holanda,
Francia e Israel. El fascismo pertenece a nuestra historia. Es una amenaza
permanente para la democracia liberal y para la social democracia que hunden
sus raíces en el espíritu de la Ilustración. Es un fenómeno silencioso, cuando
hay paz y bienestar no sentimos nuestra propia existencia. Pero en los tiempos
duros como los que ahora estamos viviendo todos, las ideas fascistas ganan
adeptos y aparecen en el día a día. El fascismo se ocupó y se ocupa de un
problema real: la naturaleza de las relaciones sociales.
¿Cómo
trata ese problema?
El fascismo proporciona respuestas atractivas a algunas de
las preguntas que ocupan a la humanidad en los dos últimos siglos: la primera,
¿qué hace que un grupo de seres humanos constituya una sociedad? ¿Cuál es la
naturaleza de las relaciones entre el individuo y el colectivo? ¿Qué forma una
nación? ¿es una opción públicamente expresada de individuos con los mismos
derechos como ocurrió en los primeros años de la Revolución Francesa?
¿o son la historia, la cultura, la religión, el grupo étnico los que definen la
nación? ¿Cuál es la naturaleza del común Was ist die Natur des gemeinsamen
Nenners, que hace a los hombres capaces de desarrollar un mínimo de solidaridad
que haga posible la vida en común? ¿Qué da significado a la vida en la
sociedad? Por eso el fascismo antes de ser una fuerza política fue un fenómeno
cultural.
¿Qué temen los fascistas y los populistas de
extrema derecha? ¿cuál es el objeto de su odio?
Todos los fascistas y las derechas extremas odian los
principios de la
Ilustración. La herencia del siglo XVIII, los derechos
humanos y la idea de que la sociedad es un trabajo de todos los individuos y no
un cuerpo organizado. Esto es muy importante: para ellos la relación entre un
individuo y la sociedad es comparable a la que hay entre un árbol y una hoja o
una rama. Los individuos pertenecen
de igual modo a la sociedad. La sociedad es una nación, un organismo vivo. Y
una nación es el producto de la historia, de la etnicidad, de la cultura. La
lengua no es un instrumento de comunicación sino la expresión del espíritu del
pueblo. Para ellos los liberales y los socialistas que quieren
hacer una nación inclusiva, que no rechace a los inmigrantes y los extranjeros, son enemigos
de la nación, de su cultura y de su historia.
¿Qué se puede hacer contra estas tendencias?
Sobre todo defender los principios de Ilustración, los que
defendieron Kant, Rousseau y Voltaire y
con ellos la autonomía del individuo. Es mejor perder unas elecciones que jugar
a los compromisos y perder la propia alma.
En sus libros dice Vd que hay una gran diferencia
entre la mentalidad conservadora y la mentalidad fascista. Explíquenos en qué consiste esa
diferencia.
La mentalidad fascista es una mentalidad revolucionaria,
no es conservadora. Los fascistas no
en el mundo moderno. Luchan contra los principios intelectuales y
morales de liberalismo. No luchan contra la economía liberal. La revolución
comunista era el tipo de revolución apropiada tras las representaciones del
siglo XIX: una revolución social y económica. La revolución fascista era muy
distinta. Una revolución del siglo XX. Una revolución cultural, moral, psicológica
y política. Pero que no tocaba los principios del orden económico. De este modo
se llegó a un nuevo orden humano, pero las injusticias y desigualdades quedaron
intactas. La aceptación del capitalismo como un fundamento natural de la
sociedad es uno de los distintivos del fascismo. El capitalismo se entiende
igual de bien con las peores tiranías que con la democracia.
Canción antifascista de Melissmell
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