MISOGINIA RELIGIOSA



Por medio de Antonio Moya y sus comentarios a una carta, me entero de que un acreditado biógrafo del santo de cabecera, escribió la última hagiografía y antes de ver publicado el libro, se reunió con sus varios padres. Verdaderamente dan miedo. Lo de Tánger,
¡me vas a meter en un lío como estalle algo! todo va de soluciones finales. Yo le preguntaría volontiers al ex numerario cordobés si en su periplo opus no sospechó nunca de gentes que dejaban este mundo cuando no tocaba.

 La queja, muy bien expresar públicamente. Mal la estrategia: primero quéjate y remueve Roma con Santiago ya que "tienes contactos" y luego nos lo cuentas. Los has puesto sobre aviso. ¡Mira que llevamos tiempo hablando también de esos famosos créditos...!  Aunque  la jerarquía que vive en palacios episcopales y tiene coche con chófer suele ser poco dada a meter los dedos en el enchufe opus.
Y da la cara, parece que el que ha robado eres tú. Ni por una hija engañada se da la cara.

Poned banco condal en el buscador de OL y os saldrán los testimonios de los negocios opus con los estudiantes, capacidad desmedida para sacar el money: pasado, presente y futuro. Una capacidad única.

La desconfianza de las religiones en las mujeres 22.05.2018

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Marie Theres Wacker

El doctor de la iglesia y santo Tomás de Aquino afirmó en el siglo XII que las mujeres son hombres malogrados. Y en este tipo de consideraciones no está sólo el teólogo medieval. Todas las grandes religiones del mundo colocan estrechos límites a la mujer. El poder de interpretación de la sagrada escritura es masculino siempre. Panorama de está temática en cristianismo, judaísmo, Islam, Budismo e Hinduísmo.
Por Mechthild Klein


Eine betende Frau in Nizzamuddin Dargah (imago stock&people / Philippe Lissac)


El teólogo medieval Tomás de Aquino se rompió la cabeza con el asunto de las mujeres. Y llegó a un sencillo resultado pleno de consecuencias. Así lo expresa la teóloga católica Marie Theres Wacker: Tomás de Aquino tenía claro que las mujeres eran hombres a "medio hacer", un ser masculino que no ha alcanzado la plenitud de su forma prevista por la naturaleza. Sin embargo este "medio hombre" que somos es útil para la reproducción, y necesario para la continuación del género humano".

Tomás era del XIII, pero lo malo es que hoy siguen pensando igual. Véase nuestro papel en la sociedad, en las profesiones en las que somos mayoría aplastante.Ya hay más mujeres universitarias que hombres. Pero el poder sigue siendo masculino. Lo usan y abusan con profusión para el pisoteo. Profusamente.

Esta posición tomista nos parece que estaba condicionada por la época dice la misma teóloga. Tenemos muy claro que la mujer no es un sustituto del varón y que es igual imagen de Dios que él. Si retrocedemos todavía más en el tiempo la situación no mejora para la mujer: "Por ejemplo, Agustín el gran doctor de la Iglesia del siglo V, dice que las mujeres junto con los hombres son imagen de Dios, pero no solas. Con semejante interpretación de la Tradición apoyada en la sagrada Escritura, no es nada raro que no se permita a las mujeres acceder a puestos de decisión".

Competente para la casa y para acudir a la Iglesia

En la historia de las religiones hay muchos ejemplos como esos. Todas las religiones del mundo desconfían de las mujeres, desde el Budismo fundado en el siglo V a. C pasando por el Hinduísmo hasta el Islam iniciado en el siglo VII en la península arábiga.

 "El contexto histórico y político era el de una estructuras patriarcales al que se unían estructuras feudales. A ellas correspondía un reparto preestablecido de roles entre hombres y  mujeres, la mujer estaba destinada a las tareas del hogar y a hacer de esposa y madre", dice  Edith Franke profesora de ciencias religiosas en Marburgo.
El balance sobre las religiones antiguas está claro: "Siempre que las religiones dan lugar a instituciones y a grandes organizaciones, las mujeres están excluidas de las posiciones directivas y conductoras del rebaño de fieles. Tampoco participan del poder de interpretación. Esto es esencial. Las mujeres no cuentan para nada en la interpretación de los textos, y por ello están excluidas de la praxis religiosa y de la autocomprensión de la propia religión."

La consecuencia fue que la imagen del hombre es siempre una imagen del varón. La mujer se queda en la casa, educa a los hijos y frecuenta los oficios religiosos. Entre los católicos y en alemán se habla de las 3 Ks   Kinder, Küche und Kirche  Niños, cocina, iglesia.  Estas condiciones en parte valen como divinamente, como si Dios hubiera ordenado que las cosas fueran así. Franke prueba que lo mismo ocurre en el Hinduísmo clásico, en el que el ideal en el camino de la vida está dirigido a los varones. Las mujeres muchas veces no parece que estén capacitadas para alcanzar las má altas dignidades religiosas ni la Iluminación. Siempre hubo a pesar de todo contraejemplos que fueron excepciones en el panorama general.

Edith Frank dicee: "En los textos de las religiones siempre encontramos las dos cosas, una vez los textos expresan al igualdad religiosa del varón y la mujer y en la siguiente página se dice que las mujeres están sometidas a los varones."

Lo decisivo es el texto de referencia

Por ello es muy importante cuál es el texto al que se recurre y el que se trae a colación, dice Franke. Y esto es un desafío para los miembros de una comunidad religiosa, especialmente para las mujeres. En las palabras que nos han llegado de Jesús recogidas en la Biblia no hay rastro de que la mujer esté subordinada al varón. Aunque Jesún no llamó a ningún Apóstol mujer y sus 12 seguidores destacados eran todos hombres, apunta la teóloga Theologin Wacker. Hay que verlo en el contexto histórico. Jesús vive en un tiempo en el que dominaban estructuras patriarcales. Si hubiese vivido hoy, habría tenido que permitir la ordenación sacerdotal de mujeres. Es decir que las mujeres podrían desempeñar papel sacerdotal.

Marie-Theres Wacker aclara: "Nuestra generación, tengo 65, me parece que sigue luchando por ello – qyer tuvo una conferencia con estudiantes de 20 años que me dijeron que no entendían donde estaba el problema. No entienden porqué la iglesia católica romana cree que tenga que argumentar algo así. Les parece evidente que las mujeres pueden si quieren que se les permita acceder a la ordenación. Me parece que la realidad de la iglesia oficial está muy muy lejos de las mujeres jóvenes. Y también es deprimente que su credibilidad no se vea reforzada en parte por estas discusiones."

En el judaísmo las cosas son de otro modo. Las comunidades eligen a sus propios rabinos, que presentan las oraciones del pueblo ante Dios. Desde hace décadas hay rabinas entre los judíos reformados, entre los conservadores y los liberales. Antes las mujeres no tenían acceso al estudio de la Torá, era un privilegio de los varones. Entre los judíos ortodoxos siguen vigentes este acostumbrado reparto de roles.

La formación eje central de la cuestión

Marie-Theres Wacker: "La mujer, entendida como sacerdotisa del hogar y el varón como el que se dedica al estudio de la Torá y el que representa oficialmente la religión, esa es la imagen oficial."La igualdad depende de que se deje a las chicas acceder a la formación religiosa, si falta no habrá doctoras de la iglesia.

"porque no estarán dentro de la formación establecida por la ley religiosa" dice Marie-Theres Wacker. "cuando esto se consigue se ha superado una gran parte de los obstáculos"

En Alemania ya existen algunas Imanes que quieren llevar el Islam por caminos liberales. Hasta hoy siguen siendo las mujeres una excepción en este desempeño. Un tema espinoso es la separación de sexos, no sólo en los servicios religiosos. En muchas sociedades islámicas tradicionales se vive esta separación de hombres y mujeres, es algo cultural, también los cristianos orientales la practican. 
 Wacker afirma que la separación de los sexos no tiene una sólida base religiosa. Más bien se debe a que los hombres no quieren renunciar a sus privilegios y tendrían miedo de hacerlo incluso. 

Obispos que se niegan a dar la mano a una mujer

Marie-Theres Wacker: "He visto obispos que no miran a los ojos a una mujer cuando le dan la mano. Esto ocurre también en el Islam y en el Judaísmo, los hombres no miran a los ojos a una mujer cuando la saludan."
La teóloga analiza que muchos curas se agarran a su identidad que consiste en sólo los hombres tienen autorización para representar a la Iglesia católica. Si el diaconado se abriera a las mujeres, sería un primer paso para estar a un mismo nivel, dice Wacker. Pero sólo si el diaconado va acompañado de una Ordenación y no sólo con una bendición, sino sería un callejón sin salida, y no habría ninguna igualdad.



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