CLEPTOCRACIA E IDEOCRACIA

 El dr. Perronne al que me he referido anteriormente es el único especialista que dice que es un sinsentido baillôner les gens 

perfectamente sana. Es útil en el caso de personas infectadas y de sus cuidadores o proveedores de tratamiento. Peor aún  salir a la calle de esa guisa. 

Pero no es nadie, va a saber un experto asesor de gobiernos en sanidad pública más que los propios gobiernos, hasta ahí podíamos llegar. 

TECNOCRACIA

De la obra de Preston España de 1874 a nuestros días, Un pueblo traicionado, extraigo algunas informaciones que me llevan a pensar que estamos en cleptocracia ininterrumpida. Alfonso XIII se llevó de España 85 millones de pts cuando las elecciones del 31 le hicieron comprender game over. El salvador de la patria que cobraba 1500 pts. por ser general, al morir había amasado mil millones de euros en fincas, pisos, ganancias de las fincas y chanchullos varios. Si había una ley para impedir la fuga de capitales, el primero que se la saltaba era él, y los segundos todos sus ministros. Se le puso fama de austero, pero 40 años de poder omnímodo dan para hacerse multimillonario. Verdades bien guardadas. Mariano Sánchez Soler recientemente fallecido escribió abundante sobre estos misterios de los patriotas evasores.

De manera que si los opus aprovecharon su estancia en los despachos ministeriales para impulsar monetariamente las ambiciones arquitectónicas "romanas" y europeas del founder, nada nuevo bajo el sol de Iberia.

Durante la república hubo un tal Lerroux que llegó a presidir, cuya dedicación vital era la corrupción. Sin que lo metieran en la cárcel.  Y un tal Juan March, banquero y contrabandista mallorquín que se hizo literalmente de oro con mil y una tretas en monarquía, república y dictadura. Un auténtico filibustero. Hoy su nombre está asociado a un centro cultural de buen tono y mejor gusto en el barrio de Salamanca.

El libro se podría haber titulado Cleptocracia de 1874 a nuestros días. La política en España, el lugar donde se amasan fortunas. Franco dejaba hacer a su alrededor todo tipo de chanchullos, así los tenía contentos y felices. Por no hablar de su austera hermana, un pelotazo inmobiliario en Madrid, zona calle O'Donnell.

Lo peor del robo como forma de existencia política en España era el fondo de miseria sobre el que toda la corrupción se erigía. 

Alguna precaución tomaron en 1950 cuando se casó Nenuca, la hija de Franco, para que no cundiera la montaña de costosos regalos que recibió.

Realmente España necesitaba un cambio, un giro, un puñado de gente honrada que dejara a Cristo y los cristianos en paz y llevara el país por otros derroteros. No fue esa precisamente su dedicación. Había que alimentar las ambiciones de expansión de un founder, en España y desde España.

La posición de Carrero en el gobierno se reforzó cuando accedieron en 1957 unos personajes sin adscripción política conocida, en principio no monárquicos, no falangistas, no demócratacristianos, no católicos de ACNdP. Gracias a Carrero los tecnócratas afianzaron posiciones, los mecanismos de decisión del Estado estaban en sus manos y llegaron a protagonizar el cambio económico en España en los 60.

Preston inspirado en LLR insiste mucho en que Franco no entendía de economía y "dejó hacer a los expertos" a partir de esa fecha. El caudillo se fue "quitando" de política día a día, para dedicar días y a veces semanas a caza y pesca. En río y en el mar, gastando fabulosas sumas en el desplazamiento de todo su cortejo. Había que estar en la montería franquista para "conseguir". De ahí el film La escopeta nacional que ignoraba era tan pertinente.

A Carrero le preguntaron sobre la penetración de od en la vida política, económica y cultural española y dió una contestación que la debieron de preparar en la oficina de info. La supuesta penetración era totalmente falsa, "hay del opus como hay ciudadanos en todos los ámbitos. Se lo aseguro categóricamente por haberlo oído de labios de su propio fundador, de cuya veracidad no tengo la más mínima sombra de duda. Por otra parte conozco a varios miembros de la obra de Dios cuyas ideas y actuaciones son en muchos aspectos discrepantes". Es cierto, unos son más de Pepsi y otros de Coca Cola.

La mano derecha del caudillo reconocía pues contactos perso con el founder.

Le preguntaron si identificaba un sector católico en la política española: "Yo creo que en España somo todos católicos; ¿Qué es pues el sector católico? El ser católico es profesar una creencia religiosa. El católico sirve a la Iglesia de la que forma parte, pero si para sus fines políticos o de cualquier otro orden, se sirve de la Iglesia poniéndose una etiqueta de católico, no obra, a mi juicio, como buen católico, porque aunque actúe dentro del Decálogo, implica a la Iglesia en actividades terrenas".

Carrero iba al círculo o se lo impartían en su despacho.

Al margen de las declaraciones se podía constatar que el poder político estaba cayendo en manos de tecnócratas, puestos clave para hijos del padre o gentes de su mayor confianza. En la práctica la escalada a los puestos clave empezó en los 50 y no se detuvo que sepamos hasta los 70. No era preciso ser tecnócrata para ser nombrado ministro pero si lo eras, aumentabas las papeletas. El grupo tenía conciencia de ser élite directiva, una visión del mundo conforme a su ideología del desarrollo.

Ellos metieron el FMI en España.

A parte de los nombrados en los consejos de ministros, estaban el nivel intermedio de las subsecretarías y gabinetes ministeriales donde se "hacen papeles" e "informes". La secretaría general técnica de cada ministerio fue un puesto representativo del poder que alcanzaron.

Llegaron al poder con su asepsia, libres de pasadas batallitas como tenían todos los demás ministros franquistas, y como era de esperar, hicieron de sus posiciones "anzuelo de pescador", lograron aumentar efectivos por medio del apostolado. Es diferente meterse en un grupo de adulto y para medrar, que el apostolado que nos hacían hacer a lo que no éramos ministros ni teníamos suculentos platos de influencia y poder que repartir.

Habla Laureano: "En realidad comencé a pensar en el Plan de Desarrollo cuando fui llamado a la sec. gral técnica de la Presidencia y puede advertir la urgente necesidad de la coordinación y programación económica. Respondiendo a esta necesidad, se creó en febrero de 1957 la oficina de coordi y programacion económica, integrada por los secretarios grales. técnicos de cada min. y asistida por el cuerpo de economistas del Estado cuya promoción salió ese año."

La coordinación fue una gran baza política opusina que el propio LLR había presentado en un artículo de la revista Nuestro Tiempo, de la uni de Navarra, el año anterior.

La Comisión Delegada de Asuntos económicos fue para algunos el verdadero consejo de ministros: en ella estaban Hacienda, Industria, Agricultura, Comercio y Comisaría del plan de desarrollo. Se reunían cada 15 días alternando con las reuniones del consejo de ministros.

La capa social, verdadero filón político, se fue formando gracias a la estabilidad de la dictadura y a la penuria de técnicos en el desarrollo que las propias fuerzas productoras del país reclamaban. El prestigio profesional que decían, era obligación grave "entre nosotros", la "cultura es medio y no fin", se trata de usarla para captar.

Su importancia creció en función de las crisis y déficit de los equipos franquistas. Por otra parte su objetivo era racionalizar el aparato del Estado para ponerlo al servicio de la economía, y no de ideales políticos o sociales, como "decían que hacían" los falangistas. OD dejó de ser instrumento para tener sus propios fines, una especie de partido sui generis, que dirigía a todos los tecnócratas.

Pero la última instancia del poder siempre estuvo en el Pardo, y al estar tan cerca del palacio del jefe del Estado, fueron objeto de presión y cauce político deformado de todas las clases y grupos de intereses existentes en España. Se afianzaron así en sus actitudes totalitarias de base.

El moderado liberalismo económico no iba a desembocar en auténtica libertad económica. Tampoco buscaban dominar los resortes de la Administración para llevar a los españoles a un tiempo "sin ladrones en el gobierno" o a la famosa "democracia". Sólo buscaban el perfeccionamiento de lo que había, aprovechando para sacar tajada en beneficio de "las necesidades apostólicas" del founder.

Dionisio Ridruejo, falangista desengañado, que estuvo en la División Azul, "ayudando" a Hitler contra Rusia, describe la época:

 "En rigor, puede decirse que el sr. López Rodó era ya un hombre de influencia en 1957. No era más que un secretario gral. técnico de Presidencia del gob, pero era notorio que el sr Carrero Blanco, titular de la subsecretaría de la presidencia y promotor de LR, se guiaba en cuestiones fundamentales por los consejos de este último. Y no era menos notorio que el propio jefe del Estado depositaba en el sr. Carrero la máxima confianza. Así pues, el sr. LLR venía a ser una especie de eminencia gris de segundo grado con audiencia importante aunque mediata, en el centro de las decisiones finales. Fue, sin duda, el sr. LLR quien presentó o propuso el equipo que en aquel 1957 había de tomar las riendas de la política económica y cuya figura principal era el sr. Ullastres. Por otra parte, a nadie se le ocultaba que el sr. LLR llevaba en la mente numerosos proyectos de reforma administrativa y constitucional que, desde su puesto aparentemente modesto, estaba dispuesto a poner en marcha. Y así ha sido en buena parte, hasta llegar al del propio Plan de Desarrollo que definitivamente lo sacó de la penumbra."

"Ya en 1957 LLR veía la fragilidad de mero poder perso y el riesgo de que un solo minuto de solución de continuidad", un solo día de audiencia pública para los problemas del país, podría dar al traste con todos los cálculos y todas las seudorreformas conservadoras. Así pues LLR pensaba en una verdadera operación política que según su mentalidad, le complacía expresar en forma de arbitrismo administrativo. Puesto que el poder perso era inseguro la misión de su grupo había de consistir en sustituirlo por un cuadro de instituciones más complejas.

Escribió que "había concluido el poder personal de Franco". Tenía que sustituirlo la monarquía, para eso estaba él, para decidir cuál sería el remplazo. Pero la monarquía no podía venir ni de la improvisación ni de la reacción, nosotros la íbamos a preparar. El plan de LLR era:

a. inmediata proclamación de la monarquía, Franco regente.

b. proclamación del príncipe Juan Carlos como rey, sería efectivo a su  mayoría de edad

c. nombramiento inmediato de un primer ministro por tiempo determinado, así quitaba el desgaste del Jefe del Estado. Si a esto se añadía un fuerte aumento de la parte puramente técnica de la máquina administrativa a expensas de la móvil y provisional política de la misma, la cosa podía ser bastante estable. 

Del Movimiento nacional al movimiento continuo, lo bautizó DR. Este testimonio concuerda con lo que hicieron los tecnócratas desde 1957 bajo el padrinazgo de Carrero, la escalada culminó en julio del 69 cuando fue nombrado príncipe heredero de la Corona Juan Carlos de Borbón.

Ullastres, min de comercio, antiguo alférez provisional y nume aprovechó la inauguración de la XXX Feria de Muestras de Barcelona para una especie de homilía sobre los herejes del s. XX. En la primavera de 1962 miembros del clero y militantes católicos se habían visto implicados en las huelgas que hubo por todo el país. El valor político del discurso está en que lo pronunció un nume en una Feria de comercio internacional, representaba la posición nada moderna ni abierta que habían adoptado:

"Así como la herejía del s. XIX fue el liberalismo, no el liberalismo económico, sino el liberalismo religioso, la herejía del s. XX, no cabe duda, con esta preocupación social que tenemos todos es el progresismo. El progresismo no es sólo un enemigo de la economía y de la sociedad, es uno de los mayores enemigos que pueden metérsele a la Iglesia dentro, el enemigo de dentro mucho peor que el de fuera. Por eso os decía, ¡Ojo con aquellos que incautamente, o por lo que sea, están penetrando con espíritu progresista en nuestro mundo como aliados del comunismo y de otros ismos antisociales y anticristianos." 

Plan apostólico de ministro.

Dentro de los intelectuales que prosperaron en España sobresale Gonzalo Fdez de la Mora, hasta 1962 en actividades consulares y desde 1962 se incorporó al equipo tecnócrata como subsecr de Asuntos Exteriores y luego min de Obras Públicas.

Sus obras más celebradas las publicó la editorial, la nuestra: Ortega y el 98, El crespúsculo de las ideologías.

Estaban en todos los centros criando polvo, pero estaban. Publicaba también en ABC y así el fascismo clerical tuvo su Ortega y Gasset de bolsillo. Fue un ejemplo de tantos, son miles, quienes en España vendieron su alma a Dios a cambio de carrera personal. En 1962 se sentó en el consejo de administración del Popular, era premio a la compra por este banco de otro en Frankfurt en la que había intermediado. Hizo compatible su agnosticismo con ambición sin límites en el área de influencia opus.

 

 

 

1924-2002

Llegó a escribir que el nuevo tipo político, el experto, se componía de 2 subclases, el experto en medios y el experto en fines. El experto en fines es quien decide lo que le conviene a la sociedad y el exp en medio es el servidor del primero, quien estudia y pone en juego los procedimientos adecuados a la consecución de aquellos fines, sólo se puede tachar de tecnocratismo a quien proponga dejar a la sociedad en manos de los expertos o ingenieros sociales, pero no a quien cree que las decisiones finales deben ser tomadas por los expertos en fines. Cuando toda política quede, en un futuro luminoso, asignada a esas 2 castas de expertos, se habrá efectuado "el relevo de las ideologías por las ideas científicas" y ello "equivale a la sustitución de la opinión por la ciencia."

Ni tecnocracia, ni cleptocracia, sino ideocracia, que es el crepúsculo y no el fin de las ideologías porque la tecnología es un saber de medios, no de fines. El matiz era importante, porque dicho crepúsculo iba a dar y dió suculentos beneficios a Fdez de la Mora y compañeros ideólogos expertos en fines.