PADRES NO

 Muy buen testimonio de "la galaxia od". Otra generación pero el mismo rollo. Otro punto de vista, od en ciudad cosmopolita, progre y desarrollada de España. En la que fungen de quasi  "tribu urbana", alumnos encorbatados y trajeados a esa edad, haciéndose notar en los trenes metropolitanos. Poco que ver con la catoliquísima Pamplona de mi infancia y adolescencia. El fútbol, principal anzuelo de captación de adolescentes.

Añado al testimonio de Edu:  a pesar de que la ideología que ostentan ha pasado de ser la oficial de la España oficial con el caudillo y tiempos posteriores a verse notablemente reducida en efectivos, sigue siendo un esquema mental que les permite ascender y situarse. Y que siguen allí donde se parte el bacalao en lo que queda de España y comunidades autónomas, "a nivel" de: judicatura, fiscalía, poder bancario y económico, política y casa Real. Siguen decidiendo nuestros destinos y con la sartén por el mango. 

Las exageraciones de catolicismo extremo y apolillado son para la base, también te digo. Pero las ideas claras, su objetivo: el mando, el mangoneo más bien. Quieren llegar a la cumbre para poner a Cristo en lo alto, pero hay que hacer tales cosas para llegar que una vez que están, y llevan años arriba, se olvidan de la supuesta finalidad. Los medios acaban convirtiéndose en el fin.

Probablemente Cristo no quería que lo pusieran en la cumbre. Ni se puso él. Lo pusieron otros, o dijeron otros que lo ponían, pero nada de eso es real ni espiritual. Pura política, pura sociología y de la mala.

CON 14 Y MEDIO es posible pedir la admisión en una carta dirigida al Vicario Regional del od, y a los 17 se dirige la primera carta al Prelado pidiendo lo mismo:

"La primera vez que me propusieron entrar en od lo hicieron a través de mi amiga y compañera de clase que ya había pitado, era la Novena a la Inmaculada en la Catedral de Milán, una atmósfera muy especial. Se lo encargaron a ella porque obviamente te hace más efecto que te hable de ser nme una que ya ha dado el gran salto. Me dijo:

¿Has pensando en la vocación? ¿en la posibilidad de dar toda tu vida a Dios siendo del od?

Al principio me caí de las nubes, le dije que no, ella insistió: "si quieres podemos hablarlo con la tutora". En aquella época me sobraba ingenuidad, no tenía ningún tipo de prejuicio y le contesté: "Vale, hablemos con ella, no tengo nada que perder".

La tutora era una muchacha universitaria, muy inteligente, que era la lider del club donde íbamos todas las alumnas del cole opus de vez en cuando. Una persona esbelta y de fuerte personalidad.  Una mujer joven que me parecia sabía mucho de la vida y que había renunciado a ella por algo más grande, por una misión. Su ejemplo me impresionaba mucho. Me conquistaron así, hablándome de una misión, de valentía para cumplirla, de una opción de vida fuerte.

"La experiencia en la parroquia y luego en las Ursulinas me había dado un sentido inicial de la fe. Ya había asistido a diversos encuentros allí, tenía una fe muy sincera y arraigada".

Es fácil sembrar en un terreno tan fértidl la idea de una gran aventura espiritual. ¿Pero se trataba de una relación manipuladora?

"El od estaba  incidiendo en una personalidad sin formar, la mía. Aceptaba con gran confianza lo que me decían los adultos, estudiantes mayores que yo y mis padres, como algo muy esclarecedor. Siempre había estado rodeada de personas que querían mi bien y que usab an sus experiencias para darme buenos consejos, consejos desinteresados, solo para ayudarme. Estaba acostumbrada a fiarme de ellos y por eso  afrontaba toda la orientación que me llegaba de los mayores con poco espíritu crítico. Era una esponja que todo lo absorbe.

No tenía conciencia de qué era realmente la obra o la vida de nume, lo que tenía era una idea tan vaga como fascinante: dedicar toda mi vida a una misión. Sí es cierto que ellos en teoría me dijeron que tenía que estar dispuesta a darlo todo, pero una cosa es decir una frase general a una adolescente llena de ideales románticos y otra ver concretamente de qué estamos hablando.

Entendí que seguiría estudiando, luego trabajaría y daría el resto del tiempo al OD. Sí, me decían que no me iba a casar pero a los 15 años no me parecia un sacrificio renunciar a ello, solo una decisión heroica. Además de eso sabía que tendría que vivir en un centro a la vez que estudiaba en la universidad. No sabía más, punto y final".

Amina comenzó a preguntarse si de verdad tenía vocación o no. Entre los 15 y los 17 se volvieron más frecuentes las relaciones con od:

"A partir de mis 15 años aumentó la intensidad de mis relaciones con od. Las chicas que ya habían  pitado me desmotraban afecto y estima, me sentía por tanto apreciada por ellas. Mucho más de lo que me podían apreciar otros".

Pero las informaciones sobre la vida numeraril eran escasas y vagas.

"Nos decían pocas cosas, en los círculos semanales se trataban temas sobre la fe muy en general. Pero el proceso de "envolvimiento" seguía su curso. Con 17 años escribi mi petición de admisión como nume en od. Me acuerdo que todas las chicas estaban muy contentas. Escribí la carta al Padre, entonces Alvaro del Portillo. La carta la escribí como si fuera dirigida a un padre de verdad, con palabras de afecto y confianza. Entre los 14 y medio y los 16 y medio escribes la carta al Vicario regional. Pero con 17 ya era a todos los efectos una numeraria y vivía como tal".

Amina aunque no residía en una casa del od, comenzó a entender los rituales que marcan la vida de los fieles laicos en la obra: levantarse a las 6 a.m, besar el suelo diciendo Serviam!, una oración de ofrecimiento de obras a la Virgen,  limpieza de la casa, oración, misa, estudio, dos horas de cilicio, apostolado, recluta de posibles nuevas numes, confesión una vez por semana, otras oraciones, lectura de un libro espiritual, examen de conciencia y rápido a la cama para dormir en total 7 u 8 h. Es difícil comprender cómo se puede ser nume antes de la mayoría de edad.

"Técnicamente no eres nume antes de la Admisión, pero en los hechos ya vives como tal. Tienen que pasar 6 meses antes de que te la concedan una vez que la has pedido. Y a nadie se le explica que está a prueba en ese período, tampoco se alude al hecho de que están mirando si estás hecha para esa vida o no. Te hablan en términos de compromiso definitivo en todos lo sentidos y se recuerda expresamente las palabras de Escrivá, la vocación se ve una vez y como la estrella de los Magos hay que seguir adelante aunque no la vuelvas a ver. Quien se iba de la obra en ese lapso de tiempo ya la mirabas como una traidora que daba la espalda a la gran "empresa" y que abandonaba a sus compañeras en el campo de batalla".

Lo más impresionante del testimonio de Amina es que sus padres no tenían ni idea de la decisión de vida que habia tomado su hija.

"También esto fue aterrador. Mientras hablábamos de mi vocación le dije a la tutora que me gustaría hablar con mis padres y preguntarles si estaban de acuerdo. Me contestó: "es mejor que no lo hagas. No pertenecen  a nuestro mundo, no tienen nuestro espíritu y probablemente no entenderían nada. No podrán darte un consejo en algo que ignoran. Ellos no tienen la gracia de estado necesaria para darte un buen consejo. Es mejor que pidas consejo a un sacerdote opus o a alguna de nosotras. En todo caso se lo cuentas más adelante, cuando ya estés bien preparada".

"La ironía es que mi madre había pedido la admisión como supernume pocos meses antes, también después de fuertes presiones, estaba poco convencida, pero yo no lo sabía. También mi madre dejó el od, un poco antes que yo".

Cuando los padres se enteraron de que Amina se había hecho nume se quedaron confundidos y consternados.

"Los míos se enteraron por azar, yo ya tenía 18 y había pasado tiempo tras la Admisión. Una vez dejé mi diario abierto encima de mi escritorio en mi habitación. Mi madre que es muy curiosa no pudo resistir la tentación y se puso a leerlo. Cuando leyó algunas frases que le hicieron comprender que yo me había hecho nume, me formó una escena, me dijo que estaba loca, que como podía ser que no le hubiese dicho nada, que era absurdo tener que enterarse de semejante cosa por el diario. Por mi parte yo me enfadé mucho porque me parecía que se había metido en mi intimidad. Estaba descompuesta y se puso a llorar. Fue un enorme trauma para las dos".

La señora Mazzali habló con su marido.

"Sí, tampoco mi padre estaba de acuerdo, también el quedó desconcertado, pero tuvo una reacción más tranquila: me dijo que reflexionara bien en lo que estaba haciendo: "lo importante es que no vayas forzada, que sea una decisión tuya". Yo le contesté: "no te preocupes, es mi decisión".

En realidad me programaron para que contestara así, me aleccionaron para responder a las objeciones. En od me dijeron: "Mira , te dirán esto y esto otro, éstate preparada, esto es lo que tienes que contestar". Tenía que contestar convencida, sin dar la impresión de hacer algo que otros me mandaban, "la primera convencida has de ser tú"

Te preparan preguntas y respuestas, te entrenan para que respondas con sus razones que claramente les convienen. En el vértice de od han pensado en todas las posibles oposiciones, en todas las críticas y las respuestas que hay que dar a ellas".