SUSTITUYENDO OBISPOS
Espero que no se hayan llevado nada importante, qué gente, por no decir -uza. Pueden hacer y hacen o mandan hacer cualquier cosa, sabedores de que están a cubierto. Si 20 años de opuslibros como recuerda Agustina, felicidades, casi los mismos del fallecimiento de mi madre, ocasión que habían previsto y preparado para que no saliera con vida. Vida física sí, pero quitada de la circulación, en Pamplona, lo tenían chupado, y con mi familia cercana de acuerdo. Así que me puedo creer quién ha ordenado la "efracción del local", más tantos horrores vividos después de eso, que te cortan la respiración. A ellos no. Total, tienen personal a disposición para todo tipo de intervenciones, simpáticas y menos simpáticas.
He estado pensando que el carisma y la jerarquía no nos dejan ver las fuentes de financiación. Tema del que no se ocupa el Motu P. pero que es la madre del cordero de la tranquilidad que tienen, y lo cubiertas que están sus espaldas para continuar con las gansadas sin que nadie les tosa. Y sobre el asunto financiero no sé qué hay previsto en las leyes eclesiásticas. Porque viven del cuento, no trabajan ni buscan trabajo. No lo necesitan, "plebeyeces", viven del trabajo y el ahorro de otros. Estamos tan obsesionados con las praxis injustas que se nos olvidan estas materiales consideraciones.
LA PENETRACIÓN del od en Sudamérica es profunda. Ya en 1957 la Santa Sede confia al od la Prelatura de Yauyos, en Perú. También en Perú, verdadera roca fuerte y lugar clave para ellos en este sector del mundo, fundan en 1969 la universidad de Piura, un deseo expreso del founder. En 1970 realizó un viaje a Méjico en peregrinación la Virgen de Guadalupe. Participó en varios encuentros con miles de personas y desarrolló una gran obra de catequesis, según dijo, y también de reclutamiento de nuevos adeptos y directores.
El esfuerzo por entrar en este continente tiene otro momento fuerte en 1974 con un nuevo viaje catequético a Brasil, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela. Y el último tour lo realizó en el mismo año de su fallecimiento, en 1975, cuando visitó Venezuela y Guatemala. Solo la muerte impidió que siguiera recorriendo países, pero su actividad la completó el Papa que opus dei admiró y sostuvo más que a ningún otro: elegido en 1978, Juan Pablo II se mostró determinado para quitar de en medio a los enemigos del opusd, teólogos de la liberación a la cabeza.
Y este hecho me hace pensar bastante peor de lo que me gustaría de los colegas de Oviedo, seguidores del materialismo filosófico gustavobuenista, ateos y al mismo tiempo fustigadores de la teología de la liberación, al menos algunos de ellos. Prácticamente incomprensible. O están muy despistados y no saben de lo que hablan o prefiero/ no quiero pensar alternativas. Algo que les falla evidentemente es que no han conocido la Iglesia católica en su práctica interior de una comunidad "desviada" y no saben lo que esto puede dar de sí, y cómo en ese caso todo lo que suene a liberación es bienvenido. Además de ignorar las condiciones reales de los pueblos americanos y de los curas y obispos de la teología de la liberación. Se quedan en teorías y catolicismos tradicionales desencarnados del sufrimiento real de los seres humanos de hoy.
El primer viaje de Wojtyla fuera de Italia tuvo lugar 1 mes después de su elección, y acudió a la Conferencia Episcopal latinoamericana que tuvo lugar en Puebla (Méjico), enero de 1979. El pontífice tenía claro que una de las tareas primeras de su pontificado iba a ser limpiar la Iglesia de toda contaminación marxista o revolucionaria. Era necesario frenar el avance de los teólogos de la Liberación no solo con la represión, sino también recogiendo su desafío.
Ernesto Cardenal, amonestado en el aeropuerto
Uno de los primeros en ser excomulgado fue Ernesto Cardenal, sacerdote católico y poeta, que había participado en la revolución nicaragüense contra el dictador Somoza y era ministro de Instrucción Pública en el gobierno sandinista. Con ocasión de la visita del Papa a Nicaragua en 1983, Cardenal acudió a dar la bienvenida al Papa al aeropuerto de Managua. Cuando el sacerdote se arrodilló para besarle la mano, el Papa la retiró y alzó el dedo en señal de admonición, invitándolo a regularizar su relación con la Iglesia. Con este gesto el Papa cancelaba toda posibilidad de diálogo entre la Iglesia y el Frente Sandinista de Liberación Nacional que había luchado contra la dictadura.
Desde aquel momento la orientación de la Iglesia nicaragüense y por tanto los católicos se alineó con la oposición al gobierno sandinista, hasta la victoria en 1989 del partido católico sostenido por los EEUU. Nicaragua que estuvo de actualidad durante 10 años y representaba una esperanza, un faro, un modelo para muchos países hispanoamericanos, cayó en el olvido, perdió todo orgullo, se sumió en el caos y fue presa de milicianos arrivistas y especuladores de todo tipo.
Se había dado el primer paso en materia de imagen.
En el mismo año del Señor 1983 el cardenal Raztinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, pidió formalmente al episcopado peruano pronunciarse en el caso del teólogo peruano Gustavo Gutiérrez y reunió una comisión interepiscopal para juzgar sus teorías. Un año después el 6 de agosto de 1984, la misma Congregación sacó el documento oficial titulado "Instrucciones sobre algunos aspectos de la teología de la Liberación". Ratzinger había estudiado a fondo el problema, captando la complejidad y dándose cuenta de que la teología de la liberación suscitaba una fascinación única "que no encaja en ningún esquema de herejía existente a día de hoy".
El cardenal tachó en términos inequívocos toda hibridación ideológica, toda brizna de materialismo histórico debía ser cancelada y la liberación debía ser entendida como categoría espiritual salvífica, encuadrada dentro de la enseñanza indiscutible de la Iglesia católica. Sin embargo el prelado alemán no ocultaba la necesidad de apropiarse de las instancias expresas de esta teología, so pena de perder terreno en el tercer mundo.
Con el análisis del fenómeno de la teología de la liberación se puso de manifiesto el peligro fundamental para la Iglesia católica. Mientras se publicaba la Instrucción, la Congregación presidida por Ratzinger convocó a Roma al fraile franciscano Leonardo Boff. Era uno de los exponentes más brillantes de la teología de la liberación, empeñado en sostener las comunidades de base en la periferia de las grandes metrópolis brasileñas, autor de Iglesia, carisma y poder, texto que defendía la necesidad para el pueblo católico de hacerse con la Iglesia a través de la auto organización desde abajo.
El coloquio que se había presentado a Boff como una conversación, derivó en un verdadero interrogatorio (inquisitorial). Se le impidió ser acompañado de otros frailes y se le condenó a un año de silencio durante el cual no podía tener actividad pública ni escribir libros.
Cayeron más cabezas: el cardenal brasileño Paulo Evaristo Arns, que había defendido a Boff. El obispo Pedro Casaldáliga y Helder Camara, uno de los promotores de la conferencia de Medellín, fue sustituido por haber superado la edad de jubilación, por el ultraconservador Cardoso Sobrinho. Obispos pertenecientes al od fueron introducidos por Wojtyla en las diócesis "calientes" de Brasil y Perú.
Ferruccio Pinotti
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