EXPERIMENTO MILGRAM. ENFERMEDAD

Tengo que mencionar la noticia humorística de España: hacen un programa con el flamante Premio Planeta en el Hormiguero y en ningún momento dicen el título del libro ni muestran la portada. Así somos de "alfabetos". Se limitaron a los sentimientos y emociones del premiado.

El experimento que demuestra que la pretendida obediencia como máxima de vida más que virtud puede ser nefasta para el individuo obediente y sus víctimas. Como todo se reducía a "obedecer camino seguro", obedece aunque no entiendas y casi "porque no entiendes", ya que siguiendo una lógica retorcida y cuasidemoníaca, cuanto más te cueste obedecer, mayor será tu virtud.

 Un modo como otro cualquiera de los que utilizan para quebrar a la persona, romperla por dentro y que deje de ser dueña de sí. Que se convierta en un títere, en el contexto opusino y más allá del contexto, porque nunca aprendiste a "poner pie en pared", no sabes poner límites. "En el OD sabemos que nos pueden mandar todo".

Conclusiones sociológicas del experimento, reflexiones que se pueden hacer a propósito del ser humano y nuestro modo de comportarnos

La teoría del conformismo es esencial, cuanta más autoridad reconocemos en una institución, más tendemos a obedecer. Contra nuestro propio interés, no ya contra el interés ajeno, como en el experimento en el que se aplican supuestamente descargas eléctricas a otros por obedecer a la autoridad del "científico". 

Se impone examen de conciencia para la Iglesia como institución, por haber permitido en su seno el florecimiento de grupos coercitivos en los que las familias católicas confiaron, ya que veían la Iglesia católica "de toda la vida" y el Papa de Roma, apoyando la moción.

Al leer a esta mujer de 75 que se fue con 60 después de toda una vida numeraril, con una mano delante  y otra detrás, no sé de que hay que estar hecho para que no se abran las carnes. 

¿Estatutos para una organización que deja en la miseria a sus miembros "escogidos" tras años de explotación esclavista, capitalista? Dice que se ve obligada a trabajar de cara a cobrar la pensión mínima. 

Más que estatutos merecen mazmorra.

Mente abierta, dice, de la primera directora que tuvo el CEICID. Las de mente abierta las peores, lavan la cara y es complicado entender qué hacía en una institución así sin tan abierta tenía la mente. 

El colapso me llega cuando leo que les dieron un diploma previo pago ¡y les hicieron romperlo al año siguiente! Como auténticos muñecos. Conformismo, obediencia, anulación de la persona en toda su extensión. También es interesante el dato de que a finales de los sesenta la gente no pitaba con 15 años, esa moda es posterior,  en ese punto caímos la inmensa mayoría de los que hoy nos quejamos: firmabas un cheque en blanco, asumiendo compromisos de por vida, así cargaban tu conciencia, cuando todavía no sabías ni atarte los zapatos. 

Sobre las maldiciones...menudo par de trileros, el founder y su mano derecha. ¿Cómo dar credibilidad aún a dichas maldiciones?. Maldición fue caer irremediablemente en la red y creer a pies juntillas todo lo que salía de sus bocas. Lo demás "Literatura" de la mala.

Mucho menos engañados los abuelos, con mucha menos opción de vida. Crece la capacidad de hacer el mal a la par que crece la capacidad de hacer el bien. Van las dos capacidades de la mano. En medicina si tienes la suerte de caer en buenas y profesionales manos, es raro, pero puede ocurrir. Prefiero vivir hoy que cuando mi abuelo que se murió de unas fiebres perfectamente curables el año en que se descubrió la penicilina. 

Otro tema es que los eugenistas quieren quitar gente mayor e improductiva...Ojalá nos dure la salud a pesar del envejecimiento. Dios quiera que no nos veamos obligados a depender excesivamente de la medicina... que cuando nos vean inútiles, no nos manden al otro barrio por decisión facultativa. 

Virgen de la Salud, de la cofradía Caridad y Salud

OPUS IUDEI

COMUNIDAD DE ELEGIDOS: ADEPTOS E INICIADOS

Uno de los mejores estudios aparecidos en España sobre el tema de las sectas es el de Steven Hassan, que bajo el título Las técnicas de control mental de las sectas y cómo combatirlas, nos habla del "engaño celestial" en el que "Dios perdona el engaño de los "elegidos' si con ello se consiguen nuevos "hijos espirituales", y donde se reitera que deben considerar al Padre como el representante de Dios en la Tierra.

A los sectarios se les inocula la idea que por el mero hecho de formar, de ser parte del grupo o del clan, pertenecen a una casta diferente de elegidos, una comunidad de privilegiados, un núcleo de llamados, un círculo de predestinados.

Las sectas, con un componente religioso motivador, llevan al adicto a la necesidad de una experiencia personal de Dios y que, por consiguiente, se autodenominan elegidos, e incluso se les : inculca que son "santos" respecto a los demás, creando una superioridad artificial y vacua.

Otra idea que se les transmite a los miembros de las sectas es el carácter exclusivo y excluyente de su propio comnortamiento. Esta condición exclusivista se traduce en la falsa idea de formar parte de la secta conlleva, automáticamente, al rechazo de cuantos no pertenecen a ella; en adelante, sólo interesa la secta y lo "demás" no cuenta.

El espejismo más evidente se manifiesta en que las sectas suelen presentarse como "camino de salvación", aparentando los más diversos itinerarios pero siendo todas coincidentes en un denominador común en relación con el mundo exterior a la propia secta, al que generalmente se le hace coincidir con el mal.

Este sentimiento de superioridad se consigue haciendo creer que todos los miembros de la secta van a sobrevivr gracias a una protección divina particular?” generando ese sentimiento de superioridad la sensación de ser un "elegido", factor que no sólo cohesiona al grupo, sino que cambia su moralidad: los "pecadores" no han sido "elegidos", por lo tanto es justo que sean eliminados. No hay lástima ni perdón para el "pecador".

Otro fenómeno que se produce al hacer aparecer a toda la sociedad como hostil es que no sólo se aísla al adepto, sino que le plantea el germen del miedo que, convenientemente manipulado, se transformará en agresión cuando el líder lo ordene.

En el "Opus Dei", más fuerza tiene aún la sensación de que Dios, lo Absoluto, viene a ti a través de la Organización. Esta idea de que tu camino hacia la felicidad plena pasa por opus justifica todas las sumisiones que te impones o te imponen. Las ansias de ser feliz y de no terminarse, de durar siempre, aquellas que hacían estremecer a Miguel de Unamuno cuando sintió la agonía de su cristianismo, son capaces de lograr todas las renuncias, si estás convencido de que son el precio de su realización.

En opinión del escritor Evaristo Acevedo "El Opus parece dar a entender que sólo aquellos hispanos pertenecientes a su organización "están con Dios”. Lo cual tiene un carácter de monopolio y exclusivismo que no encaja con mis criterios religiosos". 

María Angustias Moreno, durante muchos años miembro del Opus Dei, nos aporta a este respecto un testimonio esclarecedor e ilustrativo, 

"¿Qué dice la Obra de sí misma? Que es sencilla, que es auténtica; que sus socios son iguales a los demás hombres, son gente corriente en medio del mundo. Sin embargo, nada más llegar, inculcan exhaustivamente que ser de la Obra es algo maravilloso, lo mejor del mundo, lo más grande. Algo que, como lógica consecuencia hace mirar a los demás como desde un pedestal: se entra en la iluminación de los grandes misterios, se es elegido entre miles para formar parte de un cuerpo perfecto; los demás ¡qué pena! siguen allá abajo envueltos en las tinieblas del error, expuestos a todos los peligros. Por el hecho de ser de la Obra, siempre estará uno en lo cierto, se dará la doctrina segura a esos pobres equivocados, deformados, ignorantes e ingenuos; porque nada más llegar, uno ya está avalado, apoyado y garantizado por los directores, personas especialmente selectas (así deben concebirse) que poseen, por estar unidas al Padre, el don de lo inenarrable. Porque el Padre no se equivoca nunca, y en la Obra todo pasa por el Padre: 'habéis de pasarlo todo por mi cabeza y por mi corazón”, dijo repetidas veces Escrivá a los directores".

Incluso no se puede ser un buen cristiano, para el "Opus Dei", si se tiene alguna tara, dolencia o enfermedad física. No se admite a personas que no hayan superado el minucioso reconocimiento médico al que son sometidos. El club de Dios está restringido a los sanos, como nos lo cuenta en su historia amarga una numeraria del Opus a la que le chocó un poco que un par de días antes de "pitar" - ingresar en la Obra - la dijeran que tenía que hacerse un reconocimiento médico. "¿Qué tenía que ver mi estado de salud para ser de la Obra? ¿Lo importante no era tener vocación?, ¿o es que si me descubrían piedras en el riñón, la vocación pasaba a ser una decisión en manos del médico? "Esta joven tiene arritmias, olvidaros de todo lo que le habéis contado, no puede ser de la Obra"... ¿Gracioso, no? La razón de este trámite es no cargar con una persona, aparentemente joven y sana, que al poco tiempo de hacerse de la Obra se la descubra algún tipo de enfermedad más o menos grave, porque tendrían que cuidar de ella y la Obra no quiere enfermos prematuros, aunque dos días antes del reconocimiento tuvieran  claro que tenía una vocación como un castillo. A  mí no me encontraron nada. Eso sí, me aconsejaron que no dijera¿nada en mi casa de lo del médico. Había que ser discreta".