EUGENIO TRIAS Y LEONARDO POLO

Kari, si hay algo que has dicho y no ha salido,  mándalo otra vez.

Me disculpo por el tinte filosófico de esta entrada, para mí de la mayor necesidad de cara a mi autoaclaración existencial e intelectual, un rollazo para quien venga al blog a buscar sangre.

Dejé a medias mi lectura del "Arbol de la vida" de Eugenio Trías.
Me hace gracia que a eso se llame investigación: he ido a la humilde biblioteca pública de esta humilde ciudad y he cogido el libro del estante. Y me lo he leído de cabo a rabo. Investigación era cuando hacía mi tesis doctoral y tragué polvo en algunas bibliotecas, leyendo manuscritos en latín, y pasando horas delante de los ficheros hasta la extenuación.




Parece que fue Polo quien inventó la filosofía del límite mental, y que Trías es uno de los que ha logrado ser iluminado por este descubrimiento. He releído algunas cosas de Leonardo Polo. Doctores tiene la filosofía española, yo veo en él una reedición de tesis aristotélicas y tomistas espolvoreadas con sus referencias a Nietzsche, a los idealistas alemanes. Y más galimatías semántico. Me gustaría saber qué experiencias ha vivido don Leonardo para tales razonamientos. Tampoco me parece que hoy sea de recibo hablar del ser divino en filosofía como hace Polo con esa tranquilidad que podía tener Tomás de Aquino de estar refiriéndose a una realidad cultural indiscutible en la edad media. Me da la impresión de volver al mundo cerrado del que salí cuando leo a Polo. Su filosofía no respira, como las mónadas de Leibniz no tiene ventanas.

Leonardo Polo Barrena, numerario y filósofo oficial




Este señor sin el corsé del Opus Dei a lo mejor habría dado algo grande a la filosofía española, pero es un hombre que parece no tiene referencias culturales de hoy. Y que en el Opus Dei por lo que he podido leer a algunos ex numerarios famosos lo tienen por el “filósofo en la luna”.

He visto pocas referencias a Kant en Polo, curioso ¿por qué no es Kant el del límite a la razón? También  saca Polo a colación a posmodernos en general, no cita a ninguno en particular. Habla de Habermas, de Wittgenstein… y vuelve a mí esa extraña y peligrosa impresión que era la que obtuve tras mis años de Pamplona, de que todos los filósofos tantean en las tinieblas salvo nuestros amados Tomás, Aristóteles y Polo. Con la desventaja de que para este último hace falta una especie de iniciación por la que no tuve el honor de pasar. Eugenio Trías sí.

“Leonardo Polo, con todas sus deficiencias, sobre todo en la escritura, es y ha sido un filósofo que sobresale con generosidad del clima general de aplanada mediocridad del gremio filosófico español, tanto de derechas como de izquierdas. Pero que en parte por ser del Opus Dei (un bocado muy duro de tragar para muchos), en parte por la congénita oscuridad de su escritura y en parte por el carácter puramente sectario de sus propios seguidores, no ha sido reconocido como tal.”

“Su filosofía la he llegado a comprender tardíamente, a la luz de mi recorrido estos años a través de la compleja selva de la obra tardía de Schelling. Polo era un Schelling español: un filósofo formado en una estructura mental y filosófica claramente idealista que, sin embargo, desde el Idealismo filosófico quería abrirse al Realismo. O que descubría una presencia mental como límite indicador de un más allá (metafísico) que permitía abrir lo que podía comprenderse como realidad. Eso es lo que entresaqué de sus magníficas lecciones de aquel año. Eso me quedó hasta tal punto grabado en la memoria que muchos años después fecundó por dentro mi filosofía del límite, y en particular mi propia concepción de la razón fronteriza.”

Dice Trías que fue Schelling quien introdujo la última mediación de la Idea plenamente determinada y concreta con la Realidad. Esta es la ruta que la filosofía contemporánea ensaya, pero rompiendo la sutil tensión dialéctica ideal/realista que en Schelling porfía por mantenerse.
Admira en las clases de Polo la capacidad para meterse en la piel de cada filósofo y hacer vivir la intuición radical de cada pensador. Cuando hablaba de Hegel parecía hegeliano, cuando de Kant, kantiano….

No llego a entender ese “idealismo de formación” de Polo. Polo había estudiado derecho, y por lo que leo en su biografía, ni pisó Alemania antes de ponerse a enseñar filosofía, ni tuvo contacto alguno con otros filósofos españoles que le hubieran introducido en el idealismo. Krausistas en la época de formación de Polo (nacido en 1926) no quedaban en España ¿de dónde ha salido el idealismo de Polo? Yo veo aristotelismo – tomismo con nuevas expresiones, si por idealismo se entiende un pensamiento que dialoga consigo mismo entonces no tengo nada que decir. Pero me llama la atención la desconexión vital de Polo del mundo entorno, que es España y nuestra realidad social, y los filósofos y profesores de filosofía españoles que no serán tan geniales como él, pero algo de atención merecen.

Por otra parte me extraña que todos los lectores y seguidores de este filósofo pertenezcan o hayan pertenecido al Opus Dei. Es como una subsecta de la secta, con el añadido para mí nada agradable de observar como realmente el ambiente general que se respira en el Opus Dei no es de aprecio por la filosofía, más bien el pensador es un tío raro, al que se tiene como a un papagayo de bonitos colores en la percha. Es mi conclusión tras la lectura de textos en que algún ex numerario bien célebre se refiere indudablemente a Leonardo Polo. Para el Opus Dei tener filósofos, tener teólogos, tener historiadores, tener escritores.... es parecido a lo que nos pasa al común de la ciudadanía que tenemos electrodomésticos diversos para distintas funciones, que se encienden y apagan según necesidad. O como quien tiene animales de compañía, para lucimiento y gusto, no específicamente por la compañía, sino por su rareza o vistosidad.


Comentarios

Calahorra ha dicho que…
Ana, la filosofía de beatificar al encubridor de uno de los grandes pederastas que han existido hasta el momento, es la que menos entiendo de todas.
Anónimo ha dicho que…
Pues hay muy pocas cosas más importantes que la filosofía, la teología, la historia y la literatura.

Esta indica que en el Opus andan tan interesados por la Cultura y la espiritualidad como los Testigos de Jehová, los raelinanos, los kikos, los perseguidores de OVNIs, la Cienciología, Hare Krishna,los "evangélicos" televisivos, los abducidos por extraterrestres, y tantos otros colectivos por el estilo. Normal: una institución sectaria de este tipo está fuertemente condicionada por el fundador, cuyas elevadas inquietudes intelectuales son harto conocidas. El paleto que quiere impresionar con la exhibición de dinero y haciendo gala de un mundanismo obsceno.

Pura caspa radioactiva.
Anónimo ha dicho que…
"Pues bien, un día, mientras el padre Escrivá estaba esperando el tranvía, y aquí la investigación
no afina lo suficiente e ignora detalles tan importantes como el número del tranvía y el
lugar y hora en que sucedió el hecho, mientras esperaba, digo, el tranvía, se le aparecióSatanás en persona y le empujó con violencia hasta hacerle perder el equilibrio.

Cuando el buen sacerdote estuvo en el suelo, el diablo comenzó a insultarle llamándole "¡Burro, burro!" La persona que me refirió este episodio, que era un numerario que llevaba muchos años en la Obra, me dijo que, en esta ocasión, el demonio tomó la apariencia de un obrero mal trajeado, "un comunista o algo así", en frase de mi informante. Esta es la versión que acerca del suceso debía circular entre los miembros de la Obra en los primeros tiempos de su existencia.

El demonio cobra en efecto existencia real en las máximas de Camino. Se hace en ellas referencia
a la "sugestión infernal" y se pinta con colores muy vivos al "maldito" -"y no servirán de
nada al maldito esas cosas perversas..."-, al "demonio" -"el demonio de sobra conoce que sois
sus grandes enemigos y una caída en vuestras filas, ¡cuánto le satisface!"-, a Satanás -"¡con
que infame lucidez arguye Satanás contra nuestra fe católica!"-; al "enemigo" -"por esa tardanza,
por esa pasividad, por esa resistencia tuya para obedecer, ¡cómo se resiente el apostolado
y cómo se goza el enemigo!".

No tiene nada de particular que en el seno de la Obra se atribuyera
al demonio la agresión perpetrada contra el padre Escrivá mientras estaba esperando el tranvía.[Oficialmente se ha dado después un relato ligeramente distinto de esta "aventura". La agresión no fue perpetrada según esta versión mientras el padre Escrivá esperaba el tranvía sino cuando marchaba a mediodía por la calle de Atocha de Madrid y su autor no fue el Demonio sino "un sujeto de aviesa catadura". Se añade, en cambio, que, de improviso, inexplicablemente,
otra persona se interpuso entre el agresor y el agredido y repelió al energúmeno.

Dando la vuelta al insulto, el desconocido protector le dijo a Escrivá: "Burrito sarnoso, burrito
sarnoso". El desconocido no era otro que el Angel de la Guarda. Desde entonces, el fundador
se definía a sí mismo como "burro de Dios".

Un día, una persona le pidió que le diera un retrato
suyo y él abrió un armario y sacando de él la figurita de cerámica de un burro se la dio a su
interlocutor. En su fiesta de cumpleaños, más de una vez se le había oído decir: "Josemaria,
tantos años, tantos rebuznos"".

"Vida y Milagros..."
Lluís Carandell
Natalia ha dicho que…
Bravo por el artículo y por los 3 comentarios anteriores.

¡Bravo!
Humorista celtibérico ha dicho que…
UN ESCRIBA Y SESENTA MIL FARISEOS

"Por orden del M.I. señor delegado episcopal de esta Diócesis de Barbastro, dictada el 27 de
mayo de 19413 se muda en esta partida el apellido "Escriba" en "Escrivá de Balaguer", debiéndose
escribir así en lo sucesivo: José María Julián Mariano Escrivá de Balaguer Albás, hijo
legítimo de don José Escrivá de Balaguer y de doña Dolores Albás.
Barbastro, 20 de junio de 1943
José Palacio

Aquí aparece otro elemento interesante y es que la familia no se llama originalmente Escrivá,
sino Escriba, es decir, con be y sin acento. Confirmando este extremo, muchas personas con
quienes hablé en Barbastro y sobre todo las que, por su edad, recordaban al padre y a la
madre de monseñor en la época en que vivieron en la ciudad, conocían a la familia por
"Escriba" y se sorprendían mucho de que, andando el tiempo, hubiera surgido como por ensalmo
el apellido "de Balaguer", de que en aquella época no se tenía la menor noticia. Un señor
me dijo: "Mire, yo creo que se lo han sacado de la manga". Todos en el pueblo hablaban de "la
casa de Escriba", "la tienda de Escriba".

Con esto de Escriba me sucedió una cosa y es que
cuando le conté a un sacerdote de Madrid amigo mío cómo llamaban a monseñor en
Barbastro, aprovechó la oportunidad para hacer el chiste de que el Opus Dei estaba constituido
"por un escriba y setenta mil fariseos", y añadió la españolísima pregunta de si monseñor no
sería de origen judío. Esto dio ocasión a que en el retrato robot del fundador del Opus Dei
interviniera inesperadamente don Julio Caro Baroja, experto, como se sabe, en cuestiones de
onomástica, el cual me dijo que el apellido de Escriba no demostraba nada y que los judíos
conversos españoles habían procurado más bien ocultarse en la época de las persecuciones,
para lo cual no era lo más indicado ponerse, como dijo don Julio, "semejante apellido"".

"Vida y milagros..."
Lluís Carandell

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